Capítulo Trece

VERDADERO AMOR (ADAPTACIÓN TAENY)

DOBLE ACTUALIZACIÓN POR SUS COMENTARIOS CHICAS.

 

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Cuando se apagaron los gritos, Taeyeon pudo al fin fijarse en el mar de rostros que la miraban. Las sospechosas habituales,

Jessica, Yuri y Soo Young, estaban presentes, junto con el personal del Lakeside al completo. Localizó a varios miembros de

la comunidad gay y lesbiana, todos los empleados de su clínica y algunos de sus amigos médicos.

 

Alguien tenía que haberle mirado la BlackBerry para elaborar la lista de invitados. Había un montón de gente. Nicol Lee estaba

frente a ella y decía algo, pero con la música de Jerry Lee Hwang y su «Thirty-nine and Holding» a todo volumen, lo máximo

que podía hacer Taeyeon era intentar leerle los labios. Asintió cuando Nicol vocalizó algo parecido a

« ¿whisky?».

 

Nicol fue al bar y Taeyeon la observó mientras desempeñaba su misión. Nicol siempre vestía un «uniforme» básico de

pantalones caquis y polo o camisa de colores apagados y Doc Martens. Llevaba el pelo muy corto y siempre peinado igual, no

lucía Nicolas salvo un sencillo reloj de acero inoxidable y un anillo de oro en el anular de la mano izquierda. A

Taeyeon le caía bien y agradecía todo lo que hacía para facilitarle la vida a Tiff. 

 

Tiff, Jessica y Soo Young se congregaron alrededor de Taeyeon e intercambiaron abrazos

Para luego preguntarle.

 

—Tendrías que haberte visto la cara—gritó Jessica por encima de la música—. ¿Quién iba a pensar que era tan fácil

engañarte?

 

—Te hemos dado una sorpresa, ¿verdad? —quiso saber Tiff.

Taeyeon se rio.

 

—Seguro que se me ha quedado cara de tonta. No tenía ni idea de que preparabais algo. Me habéis pillado. —Le rodeó a Tiff

la cintura con el brazo, se acercó y le susurró al oído—: Ha sido toda una sorpresa, señorita Hwang.

 

—No me mires a mí. Ha sido un esfuerzo colectivo —señaló al resto del equipo y añadió—: Todas tenemos la misma culpa,

quiero decir, el mismo mérito. Ahora, es hora de que la buena doctora se pasee por su fiesta para saludar a sus invitados —

concluyó, y le dio un ligero empujón hacia la concurrencia.

 

Taeyeon se moría de ganas de quedarse justo donde estaba, pero Tiff tenía razón: tenía que circular un poco. Le dio un beso

en la mejilla y murmuró:

 

—Gracias por todo.

 

A continuación se alejó de ella, pese a sí misma. Mientras se daba una vuelta por el restaurante, se sintió muy impresionada

por cada detalle de la fiesta. Había lámparas de papel de colores que formaban un arcoíris iluminando la sala y las mesas

estaban adornadas con jarrones de cristal con margaritas gerbera de colores. Los camareros recorrían la sala instando a los

invitados a disfrutar de los deliciosos snacks que llevaban en las bandejas, y cerca de las puertas del Muelle había una

enorme mesa cubierta con más manjares.

 

Un pinchadiscos alternaba canciones retro de los ochenta. Taeyeon supuso que luego habría baile, así que se tomó el tiempo

necesario para charlar con varios grupos de amigos, colegas y conocidos y, de paso, probar la comida.

Unos tres cuartos de hora después, Taeyeon había vuelto al punto de partida, vio otro rostro familiar y se extrañó de no haber

visto a BoA en la primera vuelta. La alta mujer castaña estaba de espaldas a la barra, abarrotada de invitados pidiendo

bebidas. Taeyeon atravesó la multitud para saludarla.

A BoA  se le iluminaron los ojos cuando la vio y la saludó con la mano. Al mismo tiempo, un hombre que había a su lado se

volvió a medias y le pasó una copa. La luz del bar lo iluminó de perfil mientras le rodeaba los hombros con el brazo y le besaba

el cuello.

La sonrisa de BoA vaciló y enseguida se convirtió en una mueca cuando Taeyeon se detuvo en seco, petrificada. Cuando BoA

echó a andar hacia ella, Taeyeon se obligó a moverse de nuevo. Ignorando las miradas de los invitados, corrió hacia la puerta

y no se detuvo hasta llegar al callejón de la parte trasera del restaurante.

 

En cuclillas, intentó recuperar el aliento. Le daba vueltas la cabeza y le dolía el estómago. Las náuseas le trajeron un regusto

amargo a la boca y estaba tan mareada que acabó sentándose en el suelo. Las preguntas la golpeaban como si fueran una

lluvia afilada de granizo: con fuerza, sin pausa.

¿Qué hacía su padre allí?

¿Por qué besaba a BoA?

¿Por qué parecía que a BoA le gustaba?

¿Cuánto tiempo llevaban juntos?

¿Quién máslo sabía?

 

Taeyeon se balanceó un poco, sintiéndose pequeña, vulnerable y traicionada.

 

*

*

*

 

—Ni te atrevas a entrar aquí —la amenazó Zhoumi, ofendido—. Lo tenemos todo bajo control y me fastidiarás el sistema. Ve a

hacer de anfitriona fabulosa.

 

—Vale, vale. —Tiff retrocedió—. Creía que os iría bien un poco de ayuda, pero claramente me equivocaba. Lo dejo todo en tus

capaces manos.

 

—Si necesitamos ayuda te lo diré, pero no será el caso. Ahora, largo. Zhoumi blandió un cuchillo y Tiff corrió a la puerta pies

para qué os quiero. Al salir, se chocó con una de las azafatas que había contratado para organizar la fiesta, que venía

con la respiración acelerada.

 

— ¿Me buscabas?

 

—Sí, señora. —La joven estaba aturullada y las palabras le salieron a borbotones— . Hay una mujer en el bar. No está en la

lista de invitados, pero dice que usted le dijo que viniese. Le he pedido que esperase mientras lo comprobaba con usted, pero

ha insistido.

 

Tiff se quedó muy extrañada, pero se dijo que si la típica colona en las fiestas era el único problema que surgía aquella noche,

la fiesta saldría perfectamente.

 

—No te preocupes. ¿Por qué no acompañas a nuestra invitada misteriosa a mi despacho?

 

Aliviada, la joven asintió y volvió a la parte delantera del restaurante mientras Tiff iba a esperar a su despacho. Cuando

llamaron a la puerta, les indicó que podían pasar. Al levantar la vista, se quedó de piedra al ver entrar a Nana, con

paso seguro. No tuvo ni tiempo de filtrar su reacción inicial.

 

— ¿Qué demonios estás haciendo aquí?

 

—Hola, Tiffany. Veo que no te alegras de verme.

 

Tiff no sabía lo que sentía. O, mejor dicho, no sabía cuál de los múltiples sentimientos que se agolpaban en su interior se

impondría sobre los demás. Nana estaba guapísima e iba vestida de punta en blanco. Sin embargo, a pesar de la deliciosa

imagen que tenía ante ella, se sentía irritada. No había querido venir acompañada a propósito, porque las cosas entre

Taeyeon y ella habían sido extrañas en los últimos tiempos y quería recuperar la camaradería de antes saliendo una noche sin

parejas de por medio. Además, quería que la fiesta saliera perfecta, así que pensaba dedicar toda su energía a hacer de

anfitriona, no a estar pendiente de una cita.

 

—No es eso.

 

— ¿Estás enfadada?

 

—No estoy enfadada —dijo Tiff—. Pero no entiendo por qué has venido cuando te dije que esta noche tenía planes.

 

—A lo mejor me apetecía comer algo. —Nana se deslizó tras la silla de Tiff y le masajeó los hombros con delicadeza—. Tengo

bastante apetito.

 

—Venga ya. Está claro que esto es una fiesta privada. De hecho, hay una lista de invitados en la puerta.

 

—La camarera ha sido muy comprensiva cuando le he dicho que tú y yo estábamos saliendo.

 

— ¿Que le has dicho qué? —exclamó Tiff, sin tratar de disimular su consternación ante la desfachatez de Nana.

Esta le giró la silla para estar cara a cara y esbozó una sonrisa sensual.

 

—Relájate. Te comportas como si me hubiera colado en un edificio gubernamental.

 

*

*

*

 

Taeyeon se esforzó por recuperar la compostura y se irguió, lista para volver a la fiesta. En ese momento escuchó voces al final

del pasillo. Una de las voces era la de Tiff, sin duda, y parecía cabreada. La otra voz se oía muy floja y no podía distinguirla,

aunque le sonaba de algo. A medida que se acercaba al despacho de Tiff, fue oyéndolas mejor y, una vez que llegó a la puerta,

se descubrió a sí misma pegando la oreja a la madera mientras decidía qué hacer.

 

—Bueno, ahora estoy aquí.

 

Esa vez la voz le pareció inconfundible, y Taeyeon abrió la puerta unos centímetros, a tiempo de ver a Nana   hacer un puchero

coqueto e inclinarse sobre Tiff.

 

—Es una fiesta—continuaba—. ¿Que haya una invitada más va a estropear algo?

 

—Esa no es la cuestión —se indignó Tiff—. No deberías haber venido.

 

Furiosa, Taeyeon abrió la puerta de par en par.

 

—Creo que lo que Tiff intenta decir es que no quería que me enterase de que salía contigo.

Tiff dio un salto y se volvió hacia Taeyeon.

 

—Taeyeon, ¿qué haces aquí?

 

—Lo siento, Tiff —gruñó Taeyeon, sin molestarse en moderar el sarcasmo—. No pretendía espiarte. Solo buscaba a una

amiga, pero parece que tendré que buscarla en otra parte.

 

—No sé de qué estás hablando. —Tiff se levantó y se alejó de Nana en menos que canta un gallo—. Venga, cumpleañera,

volvamos a la fiesta.

Taeyeon no dejó que la tocara e hizo un gesto de cabeza hacia Rebeca.

 

— ¿Y tu cita qué?

 

—Ah, ella ya se iba. Taeyeon, te presento a...

 

—Malibu —la cortó Taeyeon—. Encantada de volver a verte.

Tiff miró a ambas mujeres alternativamente.

 

— ¿Qué está pasando aquí? —preguntó, volviéndose hacia Taeyeon.

Taeyeon le sostuvo la mirada, con los ojos  brillantes de furia.

 

—Ya conozco a tu nueva novia. No me vengas ahora con que no lo sabías.

Tiff se volvió hacia la otra mujer.

 

— ¿Nana?

 

—Bueno, es verdad, querida. La doctora Kim y yo ya nos hemos conocido.

 

A Tiff no le pasó por alto la insinuación que destilaba la respuesta de Nana. A juzgar por el anhelo en su mirada, era fácil

adivinar que, al menos en alguna ocasión, entre las dos había habido algo más concreto que simples insinuaciones. Cayó en

la cuenta de lo que estaba pasando y casi escupió su respuesta.

 

—No me llames querida. Ya es hora de que te marches. En realidad, ni siquiera deberías estar aquí.

Nana miró a Taeyeon.

 

—Parece que he abusado de la hospitalidad de tu amiga. ¿Te vas tú también? ¿Quieres que te lleve?

 

—Oh, sí que me voy, pero no contigo. Apártate de mi vista.

 

Nana se encogió de hombros, fue hacia Tiff, la atrajo hacia ella y la besó en la boca. Enseguida recuperó el equilibrio cuando

Tiff la empujó bruscamente. Tras dedicarle un guiño a Taeyeon, salió de la habitación.

 

— ¿Qué demonios está pasando aquí? —exigió saber Tiff.

Taeyeon se volvió, atónita.

 

—Soy yo la que debería preguntarte eso —señaló a Nana mientras se marchaba, y dijo—: ¿Ella es tu nueva novia? No me

extraña que no me lo quisieras decir.

 

— ¿Por qué debería importarte que salga con uno de tus descartes?

 

—No entiendo por qué estás cabreada conmigo. ¿Qué he hecho? Vale, yo quedé con ella antes. ¿Qué crees, que te la he

estropeado?

 

—Venga ya, hombre. Estás celosa porque puedo quedar con las mismas mujeres que tú. Toda la vida me has dicho con quién

debería y con quién no debería salir y te has asegurado de quedarte con las mejores. Debe de joderte mucho que Nana me

haya elegido a mí.

 

— ¿Crees que estoy celosa?

 

—Creo que te mueres de celos.

 

Taeyeon canalizó toda su furia en una mirada penetrante. A pesar del enfado, sabía que Tiff tenía parte de razón. Estaba

celosa; se moría de celos, pero no por las razones que creía Tiff. Su plan original de compartir sus sentimientos con Tiff en una

cena de cumpleaños íntima se disolvieron en imágenes de Tiff compartiendo intimidades con Nana. Se le pasó el enfado y la

inundó un terrible pesar. Lo único que quería era salir de allí lo antes posible. Con la mano en el pomo de la puerta, miró a su

mejor amiga y se obligó a reprimir sus sentimientos. Solo tenía una cosa más que decir.

 

—Tiffany, no me conoces en absoluto.

Y salió del despacho sin esperar respuesta alguna.

 

Al ver a su amiga salir del despacho de aquella manera, Zhoumi entró sin llamar en la oficina de Tiff, que estaba de pie en

medio de la habitación, con la mirada fija en la puerta.

 

—Zhoumi, necesito un minuto.

 

—Siéntate, Tiff. —Y como si no confiara en que fuera a hacerle caso, la guio al sofá con delicadeza—. Lo he oído todo.

Tiff bajó la mirada y se removió, inquieta.

 

—No te dará vergüenza, ¿no? No me puedo creer que esa zorra haya tenido los arrestos de presentarse aquí esta noche. He

llamado para que Nicol se asegure de que la echaban del edificio y de que nunca más vuelva a poner un pie aquí dentro.

Tiff apenas procesaba sus palabras, pero le tranquilizaba su presencia.

 

—Zhoumi, creo que Taeyeon se ha ido de la fiesta.

 

— ¿Estás enfadada con ella? Si era sincera, no estaba segura.

 

—No sé lo que siento ahora mismo. Estoy un poco enfadada, pero mezclado con otra cosa. ¿Qué les voy a decir a todos si se

ha marchado la homenajeada?

Zhoumi le dio un fuerte abrazo.

 

—Les diremos que ha comido en ese restaurante nuevo y que se ha intoxicado con la comida. Será una explicación plausible y

de paso le hundimos el negocio a la competencia —esbozó una sonrisa diabólica.

Tiff logró sonreírle a su vez y le dio un codazo en las costillas.

 

—Eres malo. ¿Te he dicho últimamente cuánto te quiero?

 

—No es momento de cursiladas. Arriba. —Zhoumi la hizo levantar—. Tienes invitados con hambre, sed y ganas de pasarlo

bien. Si les das las tres cosas, ni se acordarán de que esto es una fiesta de cumpleaños.

 

Tiff sabía que tenía razón. No podía pasarse la noche escondida en el despacho y pretender que los invitados no se dieran

cuenta de que tanto la anfitriona como la invitada de honor habían desaparecido. Reunió fuerzas y siguió a Zhoumi por el

pasillo, hacia el bar.

Se detuvo un momento antes de atravesar las puertas batientes y se sorprendió al notarse optimista por un instante. A lo mejor

Taeyeon no se había ido después de todo. Por frustrada que se sintiera con la discusión, tenía la esperanza de localizar a la

pelirroja al contemplar la sala, pero en el fondo sabía que no estaba allí, incluso antes de terminar de mirar. Su orgullosa

amiga no se habría quedado después de una pelea tan desagradable.

 

Seguramente iba de camino al Sue Ellen’s, en busca de solaz para el fiasco de su cumpleaños.

 

«Bueno —se dijo—, tendré que arreglar esto yo sola.»

Decidida a sacarle el mayor partido posible a la situación, Tiff volvió a la fiesta.

Cuando la tocaron en el hombro, dio un salto del susto.

 

—Tiffany, ¿has visto a Taeyeon?

 

—Ah, hola, BoA. No sabía que estabas aquí. Pues Taeyeon ha tenido que irse.

 

—Mierda. Tendría que haber hablado con ella antes. Tendría que haber imaginado que pasaría algo así. —Se diría que BoA

hablaba más consigo misma que con Tiff.

 

Cuando esta la miró sin comprender, explicó—: He venido con Minwo. Nos ha visto juntos y creo que ha malinterpretado la

situación.

 

—Eso es un problema común esta noche —añadió Tiff en un susurro—. Taeyeon y yo también hemos tenido un mal-

entendido. Está muy enfadada y creo que se ha marchado.

 

— ¿Adónde crees que ha ido?

 

Tiff se contuvo y no compartió su teoría con BoA, ya que por enfadada que estuviese con Taeyeon porque se hubiera marchado,

no era cuestión de arrastrar su reputación por los suelos. De todas maneras, Grace debía de conocerla lo bastante como

para saber que probablemente estaría ahogando sus penas en una botella de whisky.

 

—Tiene muchos recursos. Sinceramente, BoA, me da igual que sea succumpleaños. Ha sido una imbécil. Voy a decirle a todo

el mundo que la han llamado porcuna urgencia y que una de las camareras la ha llevado a casa. Es una mentira cochina, pero

ya que la fiesta está en marcha, mejor que la gente se lo pase bien. No tiene sentido desaprovechar todo este tinglado.

 

BoA frunció el ceño.

 

—No sé, Tiff. Creo que ahora mismo está muy dolida. Con lo impetuosa que es, me preocupa dejarla sola.

Tiff se encogió de hombros.

 

—Te entiendo y no quiero que Taeyeon esté sufriendo sola, pero yo también estoy un poco dolida. —Cuando BoA la miró con

expresión interrogativa, repuso—: No quiero hablar de ello. Mira, la conozco. Probablemente lo peor que le pasará es que

amanecerá con una resaca del copón. Llámala si quieres, pero yo no puedo hablar con ella ahora mismo sin poner en peligro

nuestra amistad.

 

— ¿Quién está poniendo en peligro la amistad de quién?

Tiff y BoA levantaron la mirada y vieron acercarse a Soo Young y a Jessica. Intercambiaron una mirada para acordar de manera

tácita que Tiff sería la encargada de responder. Ignorando la pregunta inicial deliberadamente, forzó una sonrisa para

sus amigas.

 

—Hola, chicas, ¿os estáis divirtiendo?

Respondió Soo Young:

 

—Sí, pero la invitada de honor se ha esfumado y no parece que vaya a volver. ¿Qué pasa?

Tiff suspiró.

 

—La historia oficial es que la han llamado por una urgencia. —Calló un momento, pensando que no era del todo falso que

Taeyeon hubiera tenido que responder a una urgencia privada huyendo. Se preparó para soportar el aluvión de preguntas de

sus amigas y continuó—: Pero la verdad es que Taeyeon y yo nos hemos peleado justo después de que viera a BoA en lo que

ha creído que era un momento íntimo con su padre.

 

Sabía que esa última parte no tendría tanto impacto para sus amigas como para ella, porque no sabían la historia que había

detrás de la tortuosa relación entre Taeyeon y su padre y estaba demasiado agotada por el drama de la noche para ponerlas al

día en ese momento.

 

— ¿Está bien? —quiso saber Jessica.

 

—Creo que necesita un poco de tiempo para estar sola —informó Tiff—. ¿Sabéis qué? Os necesito para que la fiesta siga

adelante como si no hubiera pasado nada. Almorzamos el domingo y os cuento los detalles, pero ahora no tengo fuerzas para

procesarlo todo. ¿Trato hecho?

Jessica y Soo Young asintieron; aunque era evidente que se morían por saber más, aceptaron esperar un poco para obtener

respuestas. Jessica fue la primera en hablar.

 

—Venga, volvamos a la fiesta. Les anunciaré a todos que Taeyeon ha tenido que irse pero que soplaremos las velas y partiremos el pastel en su honor. 

Jessica cogió a Tiff del brazo y la llevó hacia la barra. Soo Young la flanqueó por el otro lado y Tiff se relajó gracias al apoyo

sólido de sus amigas.

El resto de la velada pasó como borrosa. Yuri y Jessica llevaron a Tiff a casa, a petición de Zhoumi, que prometió que le llevaría

el Jeep antes de la mañana siguiente. Tras el momento de decepción de los invitados al saber que Taeyeon se había

marchado de repente, los juerguistas habían seguido con la fiesta. Considerando que todos se quedaron hasta la madrugada,

fue un éxito absoluto, incluido el hecho de que no se dieran cuenta de la tensión subyacente entre las jugadoras principales.

 

Tiff se apoyó en la almohada de la cama, sentada con su camiseta y sus boxers de dormir, pero incapaz de conciliar el sueño.

Yuri y Jessica habían insistido en entrar con ella, quien sabía que estaban preocupadas, porque les había costado mucho irse.

Les aseguró que estaba agotada y que se iría directa a la cama.

 

Una hora después, en la cama con los ojos como platos, sabía que les había mentido para poder quedarse a solas con sus

pensamientos. Sin embargo, aquellos pensamientos eran compañeros de cama muy desafortunados y deseaba tener a

alguien de carne y hueso con quien hablar. El parpadeo del portátil la tentaba con su promesa de contacto personal, pero Tiff

sabía que era falso y se resignó a pasar la noche en vela. Cogió el libro de la mesita de noche y se perdió en las vidas

amorosas ficticias de Eunjung y Jiyeon.

 

Jiyeon no era de las que esperaba a que la rechazaran. Había sabido, desde el momento en que Eunjung se vistió, que su

relación amorosa se había acabado y que había sido una estúpida por albergar esperanzas de haber encontrado a alguien

con quien compartir las alegrías de la vida sin que buscara nada más. No sentía deseos de razonar ni de tratar de explicárselo

a Eunjung. Era hora de seguir adelante.

 

Entonces, ¿por qué de repente se resistía a alejarse de los brazos del amor y el compromiso? El amor que le profesaba

Eunjung había encendido un fuego en su interior, pero no podía ser más que la llama de la lujuria lo que lamía el muro de su

habitual intransigencia. Esquivó el peligro que la amenazaría si decidía quedarse a comprobarlo, se vistió a toda prisa y se

marchó. Su partida fue respondida tan solo con una mirada acerada.

 

 

*

*

*

 

 

Taeyeon estaba sola en el vestíbulo. Aunque estaba muy bebida, sabía dónde estaba, aunque no recordaba haber cruzado la

ciudad para llegar hasta allí. Contempló el cielo estrellado a través de las puertas de cristal. Las revelaciones de la velada

todavía le daban vueltas en la cabeza. Estaba enfadada y se sentía sola, y no sabía bien qué hacer con ninguna de las dos

cosas. Durante las últimas dos horas en el Fuse, había bebido vodka con hielo tras vodka con hielo, como si le fuera la vida en

ello. La terraza de la azotea hervía de actividad, como correspondía a un viernes por la noche. Las parejas miraban las

estrellas, los solteros se mezclaban entre sí y todo el mundo se había vestido para buscar y para ser encontrado.

Normalmente Taeyeon se habría centrado en alguna de las numerosas mujeres atractivas presentes, pero aquella noche

estaba sumida en sus propios pensamientos. La presencia de más gente no era más que un colchón para lo sola que

se sentía.

 

Pulsó el timbre del loft de Nana y esperó a que le respondiera.

 

— ¿Sí?

—Soy Taeyeon. Estoy abajo. Ábreme.

 

Un clic indicó que la puerta de cristal del ascensor se había abierto y Taeyeon entró. Cuando llegó ante la puerta de Rebeca, se detuvo.

¿Qué demonios estaba haciendo allí? 

Ignoró la pregunta y llamó a la puerta. Apenas le dio tiempo a dar un suspiro antes de que Nana se plantara frente a ella.

Llevaba una bata corta de seda azul que le marcaba todo y no dejaba duda alguna a que estaba desnuda bajo la tela. Y sin

embargo, allí estaba, en la puerta, como si estuviera completamente vestida y lista para cualquier cosa.

 

—Buenas noches, doctora Kim. Me pareció que a lo mejor me hacías una visita a domicilio.

 

No era la respuesta que Taeyeon había esperado al pre-sentarse allí. Había acumulado toda su rabia en el camino, lista para

descargarla en la mujer que había jugado con ellas con tanta habilidad. Que le enseñara un poco de pierna no iba a disuadirla

de su misión original.

 

— ¿Qué mierda estabas haciendo con Tiffany?

 

—Vaya, cariño, ¿estás celosa? —parpadeó Nana.

 

— ¿Celosa?

 

—Ah, sí que lo estás, ¿eh? —ronroneó Nana—. Lo siento, no pretendía ponerte celosa. Deberías saber que con la que quiero

estar eres tú.

 

Taeyeon se sentía confusa y no sabía si achacarlo a las múltiples copas de la noche o a que lo que decía Nana no tenía el

menor sentido. La miró de hito en hito, en un intento de comprender lo que estaba sucediendo. Nana le rodeó los hombros

con el brazo y, al hacerlo, se le resbaló un poco la bata y reveló algo más que un poco de pierna.

 

—Vamos a pasar dentro —le susurró al oído—. No quiero compartirte con los vecinos.

 

Taeyeon, exhausta tras los acontecimientos de la noche, le permitió que la guiara a la sala de estar y se desplomó en el sofá

de piel. Nana se acurrucó a su lado y empezó a murmurarle palabras sensuales al oído. Taeyeon se sacudió el cansancio de

encima y se levantó del sofá de un salto.

 

—Salimos dos veces. ¿De dónde has sacado que tengamos una relación? —El enfado creciente le hizo subir la voz a cada

palabra—. Decías que no buscabas una relación, que no querías ataduras. Pasar un buen rato, nada de amor.

 

Nana parecía honestamente sorprendida ante la ira de Taeyeon.

 

—Mentí —dijo sin más—. No me malinterpretes, pasar un buen rato está bien. ¿Pero qué clase de mujer no quiere algo más

que echar un kiki por ahí? Tú tampoco hablabas en serio cuando escribiste aquel perfil de mierda, ¿no? Vi a través de esa

fachada tuya y supe que estabas intentando mantener a distancia a todas, salvo a las que valieran la pena. ¿No es así?

 

—No tengo por qué escuchar esto.

Nana no pareció haber oído la respuesta farfullada de Taeyeon y siguió defendiendo su alegato.

 

—Necesitabas un empujón para darte cuenta de lo que sientes por mí. Cuando dejaste de cogerme el teléfono, decidí coger el

toro por los cuernos. —Al no obtener respuesta, Nana prosiguió—: Supuse que lo que tenía que hacer era ponerte celosa. ¿Y

qué mejor manera que quedar con alguien cercana a ti, para que vieras lo que te estabas perdiendo?

 

Taeyeon estaba tan furiosa consigo misma como con aquella mujer.

 

—Crees que tú «vales la pena», ¿eh? Pues tengo algo que decirte. Si soy yo la persona que buscas, no apuntas demasiado

alto. Tiffany es mucho mejor persona de lo que tú y yo podamos soñar con ser jamás. Cualquiera que haga daño a una amiga

mía me hace daño a mí, y no solo no soy un buen partido, sino que soy una bruja rencorosa.

 

Se detuvo para recuperar el aliento, mientras Nana la miraba como si fuera una extraterrestre que hubiera aterrizado en el

planeta Tierra para contaminar los océanos con su mala voluntad. Taeyeon decidió que no hacía falta ahondar más en el tema.

Nana no lo pillaba y seguramente nunca lo haría. Dios,

 

¿Por qué habría salido con aquella diablesa loca y manipuladora?

 

Fue hacia la puerta sin querer mirar atrás ni responder a los insultos despechados que le lanzaba Nana. Dio gracias de

llegar al vestíbulo y salir del edificio sin que le tirara ningún objeto pesado.

Encontrar un taxi en el centro de Dallas era una posibilidad dudosa como poco, así que Taeyeon decidió volver al Fuse y dejar

que el aparcacoches obrara su magia a cambio de una generosa propina. Mientras caminaba, las palabras de Nana

resonaban en su cabeza:

 

« ¿Qué clase de mujer no quiere algo más que echar un kiki por ahí? Tú tampoco hablabas en serio cuando escribiste aquel

perfil de mierda, ¿no?...».

 

Dejando a un lado que Nana fuera una maestra manipuladora, siguió dándole vueltas a sus palabras en busca de algo de

verdad bajo la rotunda declaración.

 

¿Hablaba en serio al escribir el perfil de CaraBonita?

¿Nada de ataduras, nada de amor, nada de relaciones? Si era así, era  justo que se cuestionara su valía.

 

Pero no tenía ni idea de cuál era la respuesta.

 

 

 

 

CONTINUARA...

 

 

 

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Comments

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saramarmota #1
Chapter 19: ESTO GRITA EPILOGO
abi-21 #2
Chapter 19: Fue una historia genial!, Gracias x compartirla :D
Sosha-kun
#3
Chapter 19: Me divertí mucho leyendo esta historia, ¡gracias!
LectoraLemon #4
Chapter 19: Esto fue una historia bonita ... saludos
Taeko85 #5
Chapter 19: Me encanto la historia y el final, lastima que se acabo. que linda pareja hacen Taeny. Gracias por compartir esta historia.
naidum #6
Chapter 19: Muy buena historia!!
saramarmota #7
Chapter 19: yayyy me encanto esta historia
ailyn2111 #8
Chapter 19: Yeyyyy me a gustado mucho :3 gracias
loveless_colors
#9
Chapter 19: Awww muero de amor *-* muchas gracias por compartirnos esta historia :3