Capítulo Dieciocho

VERDADERO AMOR (ADAPTACIÓN TAENY)

PENULTIMO CAPÍTULO

◔◡◔) /

 

 

 

*

*

*

 

 

 

 

Tiff arrugó la nariz al ver la silla de ruedas.

 

—No me gusta nada ser la típica paciente cabezota, pero preferiría salir de aquí por mi propio pie. Después de dos días

en esa cama, estoy más que lista para levantarme.

 

—Aparta de ti esos pensamientos tan butch. —Taeyeon le acercó la silla a la cama— . Cuanto antes te sientes en la

silla, antes podrás salir de este antro. —Al ver la cara de desánimo de Tiff, continuó—: Lo digo en serio, las costillas no

se te curarán hasta dentro de semanas, y todo lo que puedas hacer para no forzarlas ayudará a que la recuperación

sea más rápida.

 

—Tiene razón —aportó Yuri—. Tienes que tomarte las cosas con calma durante un tiempo.

 

— ¿Qué pasa aquí? ¿Es el día de los médicos contra los pobres pacientes? Jessica, ¿no quieres meterte tú también?

 

—Yo no. Esta médica prefiere centrarse en tu cabeza. —Jessica se inclinó hacia ella y le susurró—: Pero te prometo

que te encontrarás mucho mejor si les haces caso a estas dos y podemos largarnos de aquí de una puñetera vez.

 

—Vale, vale. Soo Young, ¿te importa cogerme la bolsa?

 

—No te preocupes por nada, princesa. Lo recogeremos todo y te lo llevaremos a casa. Podrías montar tu propia  floristería. —

Soo Young señaló los diversos ramos de coloridas flores que cubrían casi todas las superficies. Dirigió su siguiente pregunta

a Taeyeon—: ¿La vas a llevar a casa directamente?

 

Tiff interrumpió a Taeyeon cuando se disponía a contestar.

 

—No. Tenemos una parada muy necesaria que hacer de camino.

 

—No vas a ir a trabajar —le dijo Soo Young—. Nicol y Zhoumi lo tienen todo bajo control y el médico te ha ordenado que no

hagas esfuerzos.

 

—Jesús, relajaos un poco. Tengo un antojo terrible de granizado. Nada como estar encerrada en un hospital como para que

se te lleven los antojos, porque os juro que necesito uno. Igualmente, lo más seguro es que lleguemos a casa antes que

vosotras.

 

—Muy bien, yonqui. Disfruta de tu chute. Nos vemos en tu casa.

 

Taeyeon no pudo evitar fijarse en lo doloroso que le resultaba el trayecto en coche a su amiga. Le habían traído el M5 de Austin

el día anterior y había insistido en llevar a Tiff a casa desde el hospital personalmente. En los últimos días se había percatado

de que no soportaba alejarse de ella y se alegraba de tener pensado tomarse unos días libres del trabajo, porque así no había

tenido que anular sus citas. Aun así, tras pasar días junto a Tiff, no había sido capaz de hallar el modo de acercarse a ella

emocionalmente tanto como deseaba.

 

Tenía la cabeza repleta de sueños, y en todos y cada uno de ellos Tiff y Taeyeon eran una pareja feliz. El problema era que no

sabía cómo convertir aquellos sueños en realidad. Le había resultado fácil verbalizar sus deseos en voz alta cuando Tiff no

podía oírla, pero, ahora que tenía toda su atención, le fallaban las palabras.

 

—Un céntimo por tus pensamientos.

Sobresaltada, Taeyeon se recuperó al punto y optó por la respuesta jocosa de turno.

 

—Ni un céntimo te valdría la pena.

 

—Eso tiene gracia. ¿Qué quieres decir?

 

—Nada. Solo pensaba que bastantes preocupaciones tienes tú, como para cargarte encima con mis problemas.

Tiff suspiró.

 

—Mi cabeza está haciendo acrobacias ahora mismo. ¿Cómo iré a trabajar? ¿Cómo me ducharé? La lista es interminable.

 

—Zhoumi y Nicol se ocuparán del restaurante. Los dos saben lo importante que es para ti que las cosas sigan funcionando

correctamente. —Taeyeon se detuvo un instante para valorar la decisión que estaba a punto de anunciar—. Ah, y yo me voy a

mudar a tu casa.

 

— ¿Eso crees, eh?

 

—Mira, antes de que empieces con lo de que eres muy independiente y demás, escúchame. Necesitas tomártelo con calma

durante las próximas semanas y eso significa que tendrás ciertas limitaciones. No puedes levantar peso, incluso agacharte

puede dolerte muchísimo. Y durante un tiempo te costará usar el brazo izquierdo. La primera vez que necesites atarte los

zapatos te alegrarás de tenerme allí. Tengo un horario muy flexible y conozco todos tus platos favoritos, así que ¿quién mejor

para hacerte de criada?

 

—Lo pensaré. Entre tanto, necesito un granizado de frambuesa con helado. Dos bolas.

 

—Sí, señora.

 

 

Unas horas después, Tiff estaba demasiado cansada para protestar cuando Taeyeon se hizo la cama en la habitación de

invitados. Los amigos y la familia habían pasado toda la tarde en casa celebrando que la hubieran liberado del hospital y

Taeyeon había refunfuñado como una vieja sobre lo tarde que era antes de lograr echarlos a todos. Tiff se alegraba

secretamente de que Taeyeon se quedase. Prepararse para meterse en la cama había sido un martirio y, si Taeyeon no

hubiera estado ahí, seguramente se habría dejado caer sobre la colcha vestida sin más.

 

También sabía que sus hermanos se alegraban de que Taeyeon se quedase con ella. Al principio, Leo y Kahi habían insistido

en que Tiff se quedase con ellos durante su recuperación, pero ya tenían bastante con un movido niño de ocho años en la

casa, así que le había costado poco quitarles la idea de la cabeza. Además, le encantaba su casa y no quería alejarse de sus

cosas y consuelos familiares: su mullida cama de plumas de oca, la soleada cocina y la cafetera italiana más cara que podía

comprarse con dinero. Al oír pasos suaves en el pasillo sonrió; seguro que Taeyeon caminaba de puntillas sobre el

parqué como deferencia a su reposo. La casa estaba tranquila. Tiff cerró los ojos y se dejó llevar por el sueño.

 

Habían pasado tres días desde que Tiff había cambiado la cama de hospital por la comodidad de su casa. Taeyeon no había

trabajado oficialmente en toda la semana y disfrutaba pasando tiempo con su amiga. Aquella mañana, igual que las dos

anteriores, entró en el dormitorio de Tiff con una bandeja de desayuno, pero a diferencia de los días anteriores, Tiff todavía

dormía a pierna suelta.

 

Aquello era poco habitual, ya que de las dos, Tiff era la más madrugadora. Sin embargo, a las nueve de la mañana seguía 

durmiendo como un tronco. Taeyeon recordó sus mañanas en la universidad. En aquellos tiempos, se quedaba en la cama

hasta el último momento, mientras que Tiff, independientemente de lo que hubiera hecho la noche anterior y hasta qué hora,

se levantaba con el primer rayo de sol, preparada para el nuevo día. Durante toda la carrera en la facultad de Medicina y luego

su residencia, Taeyeon había preferido los turnos de noche, porque nunca se le habían dado bien las horas que la obligaban a

enfrentarse al día antes de sentirse preparada.

 

Taeyeon sonrió al darse cuenta de que Tiff debía de sentirse cada vez más cómoda con el paso de los días, lo cual indicaba

que sus lesiones estaban mejorando. Equilibró la bandeja en una mano mientras con la otra reorganizaba todo lo que había

en la mesita de noche para dejar sitio al sustento matutino. El portátil, la lámpara, el reloj despertador, una jarra de agua, el

mando de la tele y un gastado libro de bolsillo. Tras dejar la bandeja, cogió el libro y se sentó en el sofá de dos plazas que

había junto a la cama.

 

La fascinación de Tiff por las novelas románticas había sido fuente de diversión para Taeyeon a lo largo de su relación. Tiff la

había retado en varias ocasiones a «no criticar sin probar primero», pero Taeyeon siempre se había mostrado reacia al

desafío y siguió prefiriendo el género de no ficción. Se acomodó en el sofá y se dijo que no la iba a matar ver a qué venía tanto

lío.

 

Llevaba dos horas leyendo cuando Tiff se despertó y señaló el libro.

 

— ¿Te gusta?

 

—Eh, ¿esto? —Taeyeon dejó la novela en la cama—. Estaba sacando cosas de encima de la mesita de noche, perdona.

 

—No pasa nada. Mientras no me hayas perdido la página...

Taeyeon se inclinó y la besó suavemente en la mejilla.

 

—Tus raídas páginas están a salvo conmigo. Ahora te traigo el café, princesa.

 

El resto de la semana transcurrió sin incidentes. Los hermanos de Tiff se turnaron para pasar a verla cada tarde con cestas de

comida que sus esposas le enviaban con todo su cariño. Zhoumi les hacía llegar bandejas repletas de las nuevas creaciones

que estaba probando para el menú de otoño. Taeyeon comentó que no podría irse de aquella casa, porque había comido tanto

que ya no cabía por la puerta. Pese a sus débiles protestas, no hizo más mención a marcharse. Cada vez tenía más cosas en

la habitación de invitados, porque cada vez que salía para hacerle a Tiff algún recado traía unas cuantas pertenencias consigo.

 

Se acostumbraron a la rutina. Tiff dormía hasta más tarde que nunca y a Taeyeon cada vez le costaba menos levantarse de la

cama y enfrentarse al nuevo día con el aliciente de compartir un café con su amiga. A Tiff todavía le dolían las costillas, pero su

agilidad mejoraba a diario. Aquella mañana, de hecho, se presentó en la habitación de Taeyeon antes y la despertó con el

aroma de café caliente recién hecho.

 

El plan le había llevado tres viajes, ya que la clavícula vendada le dificultaba astante las cosas, pero la estampa que la recibió

valió la pena. La doctora Kim, vestida para matar y sin un solo pelo fuera de sitio, había desaparecido y la mujer de

la habitación de invitados no se parecía en nada a su homóloga dandi. Taeyeon estaba tirada en la cama con las sábanas y el

edredón retorcidos. Su cabello caoba estaba tan desordenado como las sábanas. Le colgaba una pierna desnuda por el

borde de la cama y tenía el torso vuelto en la dirección opuesta. Igual que Tiff, llevaba unos boxers de franela y una camiseta

gastada de la universidad. Lo sorprendente es que estaba igual de guapa con los boxers que con un Armani.

 

Tiff aprovechó para observarla antes de que el olor del café despertara a su amiga.

Nunca se había fijado en lo tranquila que se veía Taeyeon mientras dormía. A lo mejor nunca había estado así de relajada

cuando vivían juntas. En aquella época, estaba siempre preocupada porque cada momento de vigilia fuera un paso adelante

en su camino para convertirse en cirujana. Taeyeon había trabajado más que nadie en la universidad y Tiff estaba convencida

de que esforzarse tanto servía al objetivo doble de cerrar su pasado y asegurar su futuro.

 

Tiff empezó a reconsiderar su plan. Hacía más de dos semanas de su pelea y, entre lo del accidente y demás, Taeyeon y ella

todavía no habían hablado de lo que había pasado entre ambas. De hecho, las dos se comportaban como si no hubiera

pasado nada y habían vuelto a ser amigas con facilidad. Tiff se había despertado aquella mañana decidida a hablar con

Taeyeon sobre la noche de la fiesta, para poder olvidarse del incidente de una vez por todas.

 

Atraída por el aroma del café recién hecho, por fin Taeyeon empezó a despertarse.

 

Abrió un soñoliento ojo de color  y croó:

 

— ¿Es café lo que huelo?

 

—Debes de estar soñando.

 

—Tienes razón. Debo de estar soñando si mi paciente manca, que se supone que no tiene que hacer esfuerzos, me ha traído

café a la cama.

 

—Ups, y yo que esperaba que no te dieras cuenta. —Tiff sonrió a su adormilada amiga—. Pero si llego a esperar a que lo

hicieras tú, a lo mejor me florecía en la cama.

Taeyeon se incorporó y se tapó las piernas con el edredón.

 

—Lo que tú digas, pero te iría bien dormir un poco más. Soy médica, sé de lo que hablo. —Al fijarse en la seria ex-presión de

su amiga, preguntó—: Cariño, ¿qué pasa? ¿Te duele algo? ¿Quieres que vayamos al hospital?

 

—No, no. Físicamente me encuentro bien.

 

—Bueno, pues algo te pasa.

 

—Quiero que hablemos de nuestra pelea.

 

—Ah, sí. Me preguntaba cuándo saldría el tema.

 

—Las dos nos dijimos cosas horribles. —Tiff vaciló—. No estoy segura de lo que pasó con Nana, pero lo que sé es que no

quiero que ninguna otra mujer vuelva a interponerse entre nosotras. Nuestra amistad es demasiado importante como para

arriesgarla así.

 

—No podría estar más de acuerdo. No sé con cuál de las dos quería quedarse Nana para ganar la partida, pero es una

depredadora. Buscaba algo y siento mucho haber reaccionado como lo hice. No estaba demasiado serena cuando os

encontré.

 

—BoA me contó lo de tu padre y ella.

 

—Sí, yo no sabía nada. —Taeyeon le confió el relato de Grace sobre la infidelidad de su madre y lo mucho que había afectado

a su padre—. Supongo que lo importante es que ahora es feliz. Él y yo todavía tenemos muchas cosas de las que hablar. Me

imagino que ambos hemos cambiado mucho desde que no nos hablamos. Y mientras, si Grace y él son felices, ¿quién soy yo

para entrometerme?

 

—A veces la felicidad aparece en lugares insospechados —observó Tiff.

 

Taeyeon miró a los ojos castaños de su amiga, abiertos y sinceros, y pensó que aquello era una verdad como un templo. En

ese momento la invadió una oleada de pensamientos y sentimientos que hasta entonces había contenido. La felicidad estaba

delante de sus narices y, aunque la fuente fuera una sorpresa, era una sorpresa estimulante. La adrenalina la impulsó a decir.

 

—Tiff, yo también tengo una sorpresa.

 

— ¿Ah, sí? —respondió Tiff con naturalidad, mientras manoseaba la jarrita de la leche.

 

Taeyeon fue consciente de que Tiff no se hacía una idea de lo importante que era lo que iba a escuchar, así que decidió

aprovechar el tema del día y sorprenderla tanto con el mensaje como con la manera de comunicarlo. Alargó la mano hacia la

mesita de noche y la colocó sobre la de Tiff, antes de decir con suavidad:

 

—Estoy enamorada de ti, Tiffany Hwang. Llevo años enamorada de ti.

 

Rozó los labios de Tiff con los suyos y, nada más tocarse, supo que el anuncio no había sido solo inesperado, sino también

 

incómodo.

 

Los segundos que pasaron abrazadas confirmaron aquella certeza y Taeyeon enseguida se apartó. 

 

Ante la cara de contrariedad de Tiff, Taeyeon se levantó a toda prisa, desesperada por distanciarse de aquel silencio

cada vez más incómodo.  Se dirigió rápidamente a la puerta, con la esperanza de que las llaves del coche estuvieran aún en la

mesa de la cocina.

 

—Luego llamo a ver cómo estás —musitó por encima del hombro.

 

Y huyó, incapaz de soportar que le hurgaran en la herida de sus recién descubiertos sentimientos. A unas manzanas de allí,

refugiada en la seguridad de su sedán, llamó a su padre. No le dio tiempo a recuperarse de la sorpresa de recibir la primera

llamada telefónica de su hija en años, sino que fue directa al grano.

 

—Tengo que ocuparme de unas cosas y no podré quedarme con Tiff los próximos días. ¿Te importaría pasar por su casa para

ver cómo está?

Tras una breve pausa, la alivió comprobar que su padre se comprometía a hacer loque fuera necesario. Supuso que BoA iría

con él y se estremeció al imaginarse la charla que le esperaba en cuando BoA supiera que había abandonado a Tiff para

salvaguardar su orgullo. Condujo a casa a toda velocidad mientras se decía que por su orgullo valía la

pena todo. Ya se dolería de sus heridas en privado.

 

 

¿Qué demonios acababa de pasar?

 

Tiff no se había movido del sitio desde que Taeyeon había salido corriendo por la puerta.

 

«Taeyeon Kim me ha besado»,

 

reflexionó, soñadora. Todavía le hacía cosquillas el roce de sus labios y regresó a la realidad muy lentamente, como si

emergiera de un lago. Le costaba mucho hacerse a la idea de lo que acababa de suceder.

 

«Ha dicho que me quiere. No, ha dicho que está enamorada de mí. Y yo me he quedado patidifusa como una imbécil.»

 

Así, claro que se había marchado. Tiff decidió coger el toro por los cuernos y llamó a Soo Young.

 

—Necesito que me lleves.

 

Tiff tenía una llave del loft de Taeyeon, pero se la olvidó cuando salió a toda prisa de casa veinte minutos después. De todas

maneras, aunque la hubiera cogido no le parecía que fuera buena idea colarse en su casa de buenas a primeras dadas las

circunstancias.

 

— ¿Seguro que quieres que te lleve y ya está? —Soo Young sonaba preocupada—. Puedo subir contigo.

 

Tiff le agradecía que no hubiera hecho muchas preguntas cuando le pidió que la llevase al loft de Taeyeon, porque no tenía

fuerzas para ponerse a explicarle las cosas, por mucho que Soo Young se muriera por saber a qué venía su petición.

 

—Gracias, pero Taeyeon me llevará a casa. Quería que viniera para mirarme el brazo. Como ella venía desde la dirección

opuesta, le dije que ya me traería alguien. 

 

Tiff torció el gesto ante la mentira apresurada, a  sabiendas de que Soo Young no iba a tragarse un cuento con tantos flecos

sueltos.

 

—Muy bien. Pero si me necesitas, llámame al móvil y vendré a buscarte. —Soo Young hizo una pausa—. Tiff, te quiero.

 

—Yo también te quiero, Soo Young. Estoy bien, te lo prometo.

 

Tiff salió del coche y esperó con impaciencia a que Taeyeon contestara al interfono.

 

El saludo fue poco cálido.

 

— ¿Qué demonios estás haciendo aquí? —inquirió Taeyeon.

 

—Enfádate conmigo si quieres, pero al menos invítame a subir y enfádate cara a cara.

 

El zumbido de la puerta al abrirse fue la única respuesta. Taeyeon la esperaba en la puerta del loft y le indicó a Tiff que pasara,

pero no la invitó más allá del recibidor, en donde se reiteró en su pregunta.

 

— ¿Qué demonios haces aquí?

 

—Quería verte.

 

—No deberías conducir hasta que se te cure el brazo, y menos en un coche sin cambio automático.

 

—Me han traído. Quería verte —Tiff insistió en lo último, con mirada suplicante.

 

Taeyeon apartó la mirada.

 

—No lo creo. Al menos no como a mí me gustaría que me vieras.

 

Tiff percibió el dolor y el enfado en la voz de Taeyeon y, una vez más, se dio cuenta de lo importante que había sido para ella el

gesto de besarla. No había tenido tiempo de procesar sus propios sentimientos, pero en ese momento lo principal era el

ánimo de la mujer que tenía delante.

 

Le cogió la mano a Taeyeon.

 

—Deja que te pregunte una cosa. ¿Ha sido esta mañana cuando has pensado que a lo mejor sentías algo por mí?

 

Taeyeon guardó silencio, como si buscara la respuesta en lo más hondo de su ser. Al cabo de un momento, respondió.

 

—No, hace tiempo que me siento así, pero empecé a pensar que me estaba enamorando de ti la semana de la fiesta de

Junhui.

 

— ¿Te diste cuenta de repente o fue poco a poco?

 

—Me pilló por sorpresa —admitió Taeyeon.

 

—Entonces, has tenido un poco de tiempo para pensarlo.

 

Tiff la observó, a la espera. Taeyeon era lo bastante lista como para entender adonde quería ir a parar, y Tiff estaba segura de

que lo cogería enseguida. Y no la decepcionó.

 

—Debes de pensar que estoy como una cabra. Te confieso que estoy enamorada de ti, y entonces huyo como un conejo

cuando no me contestas lo mismo a los tres segundos.

 

—No creo que estés como una cabra. Como mucho, debes de tener un poco de fiebre... —sonrió Tiff, con la esperanza de que

 

Taeyeon estuviera lo bastante entera como para quitarle hierro al asunto.

Taeyeon le devolvió la sonrisa.

 

—A lo mejor un poco. —Se puso seria y preguntó—: ¿Hay alguna posibilidad de que pueda contagiarte un poco de esa fiebre?

 

La risa de Tiff se vio reemplazada por el rubor al ver que la broma de Taeyeon ocultaba una pregunta seria. Ella también se

hizo muchas preguntas internamente.

 

¿Estaba Taeyeon enamorada de ella?

¿Podría ella... sentía ella lo mismo?

¿Cómo afectaría su respuesta a su amistad, que era la más larga e importante que había tenido nunca?

 

El timbre del teléfono interrumpió sus pensamientos. Taeyeon echó un vistazo a la pantalla y soltó una palabrota.

 

—Es mi padre. Le pedí que fuera a ver cómo estabas. Me apuesto lo que quieras a que está en tu casa preguntándose dónde

te has metido. —Descolgó y se puso al teléfono—. No te preocupes, ha venido a casa a coger unos CD. Ya me ocupo yo de

llevarla a casa. Al final no necesitaremos nada esta semana. Gracias por ir. Te debo una.

 

—Taeyeon, ¿por qué tu padre iba a ver cómo estoy?

 

—Creí que por la manera en que habías reaccionado a mi declaración, no querrías verme en un tiempo. La verdad es que me

daba mucha vergüenza.

 

Tiff le dio un abrazo a Taeyeon.

 

—Soy la última persona con la que deberías sentir vergüenza. Te quiero con todo mi corazón. Tu anuncio me ha sorprendido y

aún no he tenido tiempo de procesar cómo me siento, pero mi primera reacción ha sido venir a por ti. No alejarme. ¿Puedes al

menos verlo como una buena señal?

 

Taeyeon asintió.

 

— ¿Y puedes darme un poco de tiempo para pensar en cómo me siento?

 

—Sí, por supuesto. —Taeyeon hizo una pausa—. Y mientras, ¿qué podemos hacer?

 

—Mira, no es justo tenerte pendiente, pero necesito unos días para pensar, ¿vale?—Le costaba cada vez más mirar a Taeyeon a los ojos implorantes, sabiendo que tenía el poder pero todavía no la resolución de conceder el deseo de su mejor amiga—.

Mientras, creo que deberíamos tener una cita.

 

— ¿Una cita?

 

Taeyeon deseó darse una autocolleja. Con todos los años que había pasado en la universidad, y no hacía más que repetir las

cosas como los loros. Tiff debía de creer que se había convertido en una completa idiota.

 

—Ya sabes, cuando dos personas quedan y cenan o van al teatro y se conocen mejor durante unas horas.

 

—Creo que una cita es una gran idea. —Bueno, al menos era capaz de hablar con frases completas.

 

—Genial. El sábado por la noche. ¿Me recoges a las siete?

 

—Perfecto.

 

A aquellas alturas, Taeyeon solo se veía capaz de hablar con frases y palabras cortas, pero se permitió canturrear

mentalmente:

 

« ¡Tengo una cita con Tiffany! ¡Tengo unacita con Tiffany!».

 

 

 

CONTINUARA........

 

(☞゚ヮ゚)☞ GRACIAS POR SUS COMENTARIOS☜(゚ヮ゚☜)

 

ヽ(´ー`)人(´∇`)人(`Д´)ノ   MAÑANA EL FINAL   ヽ(´ー`)人(´∇`)人(`Д´)ノ

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Comments

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saramarmota #1
Chapter 19: ESTO GRITA EPILOGO
abi-21 #2
Chapter 19: Fue una historia genial!, Gracias x compartirla :D
Sosha-kun
#3
Chapter 19: Me divertí mucho leyendo esta historia, ¡gracias!
LectoraLemon #4
Chapter 19: Esto fue una historia bonita ... saludos
Taeko85 #5
Chapter 19: Me encanto la historia y el final, lastima que se acabo. que linda pareja hacen Taeny. Gracias por compartir esta historia.
naidum #6
Chapter 19: Muy buena historia!!
saramarmota #7
Chapter 19: yayyy me encanto esta historia
ailyn2111 #8
Chapter 19: Yeyyyy me a gustado mucho :3 gracias
loveless_colors
#9
Chapter 19: Awww muero de amor *-* muchas gracias por compartirnos esta historia :3