Capítulo Seis

VERDADERO AMOR (ADAPTACIÓN TAENY)

Tiff exhaló un suspiro exasperado, frente a la pantalla de su portátil.

 

¿Quería conocer en persona tan pronto a SinTonterías, también conocida como Sulli?

¿Qué clase de señal emitiría?

 

No llevaban suficiente tiempo escribiéndose como para hablar de cosas personales y además estaban un poco

estancadas con la correspondencia. Aun así, lo que sabía era bastante interesante. A las dos les justaban los libros y la

lectura. Sulli parecía sentir curiosidad por la gestión de su restaurante, porque según señalaba era muy diferente

a su trabajo como ingeniera en telecomunicaciones, fuera lo que fuera eso. Su foto estaba bien. No era ninguna modelo,

pero sabía arreglarse y no tenía ningún rasgo físico que diera miedo.

¿Por qué no intentarlo? 

 

Sulli:

¿Te apetece tomar un café mañana por la mañana?

 

¿Conoces la librería Half Price Books en la carretera noroeste?

 

Dentro hay una cafetería fantástica.

 

¿Te parece quedar a las 10:30?

 

Me gustará mucho conocerte mejor.

Tiffany

 

Tiff revisó el mensaje por encima para asegurarse de que no había cagadas terribles de ortografía o gramática y le dio a

Enviar. Un café el domingo por la mañana era una invitación amistosa en un entorno sin riesgo. Cerró el portátil, porque

no quería estar pendiente del correo como si fuera una olla con agua puesta a hervir.

Tras una cena ligera de crema fría de aguacate con pan de ajo y queso, miró por fin los mensajes. Charla le había

contestado hacía una hora, con un mensaje corto pero positivo. Allí estaría.

 

Así pues, ya estaba todo decidido, se dijo Tiff. Lo que tocaba pensar era qué ponerse. Por instinto, descolgó el teléfono

y llamó a Taeyeon a casa. Como no contestó, la llamó al móvil. Mientras sonaba y sonaba, recordó de golpe que

Taeyeon tenía pensado salir otra vez con Malibu aquella noche. Decepcionada, colgó antes de que saltara el

buzón de voz.

 

Había querido decirle a Taeyeon que no era ninguna cobarde después de todo y que se había arriesgado

con una candidata de Internet, aunque no era que a Taeyeon le importase demasiado. Ella ya había salido de caza sola.

Sintió una punzada desagradable, difícil de definir, pero enseguida dejó a un lado su desazón. Podía elegir sola la ropa

que llevar; no necesitaba a Taeyeon para todo.

 

Resignada a escoger prenda sin el consejo de su mejor amiga, empezó a pensar en modelos posibles. Esa noche,

mientras se preparaba para acostarse, dejó preparados unos téjanos, unos zapatos de ante azules y una chaqueta de

manga corta con capucha de color azul claro. Deportivo, pero a la moda, perfecto para un café. Así que se regaló un

poco de lectura antes de irse a dormir.

 

Jiyeon capturó la embelesada mirada de su amante con sus ojos ardientes, mientras luchaba contra el impulso de

corresponder a sus palabras, resistiéndose a seguir por aquel sendero demasiado fácil y, al tiempo, inseguro. Notaba la

incertidumbre creciente en el corazón de la mujer que, en silencio, aguardaba una respuesta a su vera, y, por fin,

reunió las palabras para llenar el vacío.

 

—Querida, me encanta estar contigo. Cuando estamos juntas, me siento genial.

 

Sin apartar la mirada de Eunjung, supo que esta captaba la sutileza de su respuesta evasiva. Afloraron las lágrimas y

Jiyeon sintió la intensidad de los sentimientos que crecían entre las dos. Sus siguientes palabras sonaron entrecortadas

entre sollozos, pero necesitaba compartirlo todo con su nueva amante.

 

—Tengo que confesarte algo.

 

Tiff dejó de leer, aún molesta por no haber podido hablar con Taeyeon. Era irracional esperar que estuviera de guardia

para sus inquietudes sobre moda, y Tiff estaba acostumbrada a dejarle mensajes. Las dos eran mujeres ocupadas y

respetaba el espacio de Taeyeon, pero nunca se había sentido así, como si tuviera algo que demostrarle. "Cerró

Vidas perdidas" y se tumbó de lado.

 

Los comentarios de Taeyeon en el Starbucks el fin de semana anterior todavía le dolían y Tiff notaba la necesidad

creciente de hacerse valer.

A lo mejor Taeyeon no la veía como pareja, pero alguien más sí lo haría y, cuando eso sucediera, Tiff iba a disfrutar

mucho alardeando de nuevo amor.

 

*

*

*

 

 

Cegada por el reflejo brillante del sol sobre el capó de su coche, Taeyeon alargó la mano hacia sus gafas de sol Fendi,

abrió la puerta del M5 y se deslizó al asiento del conductor. Le gustaba cómo el cuero del asiento se amoldaba a su

cuerpo, y la refrescante brisa de otoño le abrió el apetito mientras conducía con la capota abierta por Oak Lawn,

de camino a su pastelería favorita: La Duni. El intenso ejercicio nocturno la motivó para seleccionar una docena de sus

pastas favoritas, y esperó a que se las pusieran para llevar tomándose un café moca en el bar. La cajita incluía

pastelitos de guayaba, de queso, brioches de naranja, mantecados y pastel de sirope de arce y nueces de pecán, junto

con crema de limón y mantequilla de frambuesa. El local, en un barrio eminentemente gay, era perfecto para admirar a

las dientas, así que, cuando la dependienta le trajo la cuenta, le costó marcharse.

 

Cada vez había más gente en la popular pastelería y Taeyeon tuvo que esperar varios minutos a que el aparcacoches le

trajera su vehículo. Mientras esperaba, llamó a Tiff otra vez; se sentía algo culpable de devolverle la llamada perdida de la

víspera al cabo de doce horas, pero Tiff solía tomarse los domingos libres, así que contaba con compartir la caja

de pasteles con ella mientras tomaban café y Taeyeon le explicaba las novedades de las dos citas con Nana. Tras el

quinto tono, saltó el buzón de voz de Tiff para invitarla a dejar un mensaje. Taeyeon colgó y optó por el plan B.

 

Muy  probablemente su amiga estaría en la ducha y, para cuando ella llegara, ya estaría fuera.

No le costó mucho atravesar la ciudad en coche un domingo en la mañana, ya que la mayor parte de los coches

estaban bien aparcados en sus garajes o en los aparcamientos de las iglesias y cafeterías favoritas de sus propietarios.

Taeyeon aparcó en la amplia entrada de Tiff y admiró el búngalo de los años veinte que había restaurado su amiga. Su casa

era muy diferente al loft de alto standing de Taeyeon, lo cual decía mucho de sus personalidades. Tiff había crecido en un

entorno familiar cálido y era como si replicara su pasado en todos los aspectos de su vida, sin darse cuenta. El Lakeside era

acogedor e informal y su casa era el tipo de sitio que clamaba por celebrar cenas de Acción de Gracias y por tener un perro en

el jardín. Taeyeon tenía muy buenos recuerdos de entrar en casa de su amiga y recibir los abrazos de sus padres.

 

Los Hwang encajaban perfectamente. Desde fuera, Taeyeon era capaz de percibir que tenían sus cosas, porque llevar un

negocio juntos provocaba muchas tensiones, pero siempre arreglaban los problemas e intentaban dejar a su familia al

margen de las dificultades. Recordaba haber oído en ocasiones discusiones susurradas sobre cómo el restaurante les

estaba consumiendo la vida y los alejaba de sus demás sueños. Nunca podían tomarse vacaciones y siempre estaban

preocupados por la economía y por poder ayudar a sus hijos a pagarse la universidad. Pese a todo, eran personas que veían

el vaso medio lleno y permanecieron unidos frente a la adversidad, ya que su pacto como pareja era demasiado fuerte como

para tambalearse ante las dificultades externas.

Taeyeon no se imaginaba teniendo una relación como aquella. Pensó en Nana y se echó a reír. Ninguna de las mujeres con

las que salía se plantearía siquiera asentarse en una vida así. La idea la hizo pensar un segundo mientras colocaba el coche

tras una camioneta en la entrada.

¿Era «asentarse» saber que podía contar con otra persona para lo que fuera, pasara lo que pasase?

 

Taeyeon se sacudió la idea de la cabeza. Aquel tipo de compromiso era para la gente que quería tener hijos, mientras que ella

tenía otras prioridades. Además, no necesitaba una relación a largo plazo para importarle a alguien de verdad.

 

Para eso tenía  a Tiff.

 

Taeyeon aminoró un poco al salir del vehículo para aspirar el aroma a naturaleza del ambiente. A juzgar por los rastrillos, palas

y sopladoras de hojas que sobresalían del remolque de hierro de la camioneta, el señor Lee debía de estar en la propiedad.

El olor vigorizante de la hierba recién 9ortada flotaba en el aire, como confirTiffión de sus sospechas. Finalmente localizó al

jardinero y lo llamó.

 

—Eh, señor Lee. ¿Tiffany está en casa?

 

El aludido apoyó el rastrillo contra su carrito de jardinería.

 

—Fue a la librería.

 

—Vaya, pues eso no ha sido nada amable por su parte —bromeó Taeyeon—. Yo le traía desayuno y cotilleos. ¿Cómo se atreve

a empezar un domingo tan temprano?

 

—Hace como diez minutos que ha salido —le informó el señor Lee, arrastrando una bolsa de hierba cortada hacia ella—.

 

Quería hablar con ella sobre cambiar los parterres, pero dijo que llegaba tarde.

Taeyeon se rascó la cabeza, cavilando. ¿Qué razón podía tener Tiff para llegar tarde a una librería?

 

—Bueno, entonces ¿Por qué no se queda usted esta caja de pasteles?

 

Le dio la caja de La Duna y volvió al coche. Con el motor encendido, vaciló unos cuantos segundos, porque no estaba segura

de querer interrumpir a Tiff si quería estar sola un rato. Sin embargo, Tiff y ella solían pasarse horas en la Half Price Books y,

como tenían gustos muy diferentes, normalmente se separaban para rebuscar por los pasillos y quedaban en la cafetería del

fondo para poner en común el botín.

Taeyeon cruzó de nuevo la ciudad a toda prisa, con la esperanza de alcanzarla. Al parecer había mucha gente que había

decidido pasar el domingo por la mañana en la librería y tuvo que dar vueltas por el aparcamiento varios minutos hasta

encontrar sitio.

 

Por fin, su suerte con los aparcamientos se impuso de nuevo y encontró un espacio cerca de la entrada de la cafetería. Se miró

un momento en el retrovisor, se recolocó un par de mechones de pelo y bajó del coche. Sus gafas de sol le ofrecían poca

protección frente al sol reflejado en el enorme escaparate de la parte delantera de la tienda. Usando una mano a modo de

visera, abrió con la otra la puerta de la cafetería y entró en el gélido interior.

 

En Texas, todos los negocios combatían el tórrido calor del verano poniendo el aire acondicionado a máxima potencia.

Sus ojos tardaron un momento en ajustarse a la iluminación del interior del establecimiento. Casi enseguida, vio a Tiff al

fondo, con una taza de café. Sonriente, Taeyeon fue a saludarla, pero se detuvo antes de alzar la mano.

¿Quién diantres era la  mujer que había con Tiff?

No era ninguna de sus amigas. Fuera quien fuese, su actitud era de lo más amistosa, echada hacia delante y bebiéndose

cada una de sus palabras.

Era mona, pero más bien sosa, con el pelo castaño claro, un peinado indefinido, complexión media

y rasgos nada memorables. Llevaba un conjunto aburrido de pantalones negros, blusa de seda marrón oscuro y zapatos de

piel negros de tacón bajo. Demasiado elegante para ir a una librería. De hecho, lo que parecía es que aquella mujer

misteriosa se había arreglado para una cita.

 

« ¿Una cita?»

 

Taeyeon dio un paso atrás.

 

¿Aquello era lo que había desenterrado Internet?

 

Aquella mujer no era el tipo de Tiff, ¿no?

Una mujer tan guapa como Tiff lo que quería era a alguien de aspecto equivalente que no se arreglara para ir a una librería, por

amor de Dios.

Taeyeon volvió a sorprenderse de sus propios pensamientos al darse cuenta de que, pese a su obsesión por la belleza,

nunca había pensado demasiado en lo atractiva que era su mejor amiga. Siempre había dado por sentado que Tiff era

hermosa, con su melena rubia, su estilo fresco, sus grandes ojos castaños y aquel cuerpo delgado y atlético. Podría tener a

quien quisiera y la idea inquietó ligeramente a Taeyeon.

 

— ¿Taeyeon? ¿Qué haces aquí?

 

Dio un salto al percatarse de que se había pasado quién sabía cuánto rato mirando fijamente a Tiff y a la repipi de su

compañera. Se obligó a sonreír y se acercó a su mesa.

 

—Ah, hola Tiff. Iba hacia casa y he pensado pasarme un momento a comprar La Voz —comentó con naturalidad, refiriéndose

al diario local de la comunidad gay y lesbiana.

 

—Pues has dado un poco de vuelta, ¿no?

 

—Bueno, no sabes de dónde vengo, ¿no crees? —sonrió Taeyeon, que le tendió la mano a la mujer de pelo de rata—. Me

parece que no nos conocemos.

 

—Así es. Me llamo Sulli —dijo esta, y le estrechó la mano sin fuerza.

 

—Encantada, Sulli —saludó Taeyeon, haciendo un esfuerzo por sonar amable y amistosa en lugar de horrorizada porque Tiff

hubiera querido quedar con aquella mujer tan anodina—. ¿Vienes mucho por aquí?

 

—La verdad es que es la primera vez. Es muy pintoresco. Me encantan los libros, pero normalmente compro en la Barnes &

Noble del final de la calle. Esta es una librería muy... ecléctica.

 

Por su tono, Charla daba a entender que «ecléctico» era el término educado que reservaba para las cosas que no le gustaban.

Taeyeon no pudo evitar salir en defensa de su librería favorita.

 

—Bueno, es una tienda con mucha personalidad. Nunca puedes saber con lo que te encontrarás el día menos pensado.

 

—Es verdad, aunque la mayoría de las veces sé perfectamente lo que quiero comprar y me gusta la comodidad de saber que

lo tendrán. No quiero tener que depender de mi capacidad de tropezar por casualidad con lo que otras personas han

descartado de sus colecciones.

 

Taeyeon se volvió hacia Tiff, sin apenas disimular una mueca.

 

— ¿Esto es una cita o qué?

 

Tiff, que ya estaba sonrojada de verlas hablar en un tono tan tenso, se puso como un tomate.

 

—Sí. Estamos conociéndonos mejor. Gracias por saludar.

 

Taeyeon la miró de hito en hito, incrédula. Reconocía el tono, pero le sorprendía que Tiff la hubiera echado sin más.

 

—Sí, bueno. Ya nos veremos —se despidió con la mano de la desustanciada entidad—. Un placer conocerte, Salli.

 

Como Taeyeon ya se iba, Tiff prefirió no corregir el nombre.

 

—Lo siento —farfulló, a sabiendas de que le esperaba una llamada telefónica y una larga e incómoda charla sobre aquel

encuentro.

 

— ¿Es una de tus ex? —preguntó Sulli.

 

*

*

*

 

Taeyeon despertó de su siesta de golpe cuando sonó el teléfono y se lo aguantó con el hombro mientras se incorporaba en la

cama.

 

— ¿Quién es?

 

—Ya sabes quién soy. ¿Qué haces durmiendo a estas horas?

 

—Ah, Tiff, eres tú. —Taeyeon bostezó—. Frena un poco con el interrogatorio, solo estaba echándome una siestecita. Anoche no

dormí demasiado.

 

—Eso no es excusa para ser tan borde con mi cita esta mañana —gruñó Tiff.

 

—Anda ya, no he sido borde. Lo único que he hecho es expresar mi opinión. Además, tampoco es que vayas a volver a verla. —

La falta de sueño no le impidió a Taeyeon contar los segundos de silencio que siguieron a su afirmacion—. Porque no lo

harás, ¿verdad? No vas a volver a quedar con ella...

 

— ¿Y si lo hiciera qué?

 

—Ay, cariño, si no es tu tipo. No es el tipo de nadie. Es el tipo de mujer aburrida, estirada y desaliñada que tiene que recurrir a

Internet para ligar porque en persona las mujeres guais como nosotras echarían a correr. Eso es lo que te pasa por colgar un

perfil tan cursi.

 

—Voy a tratar de pasar por alto el hecho de que acabes de insultarme. Por lo que tú sabes, Sulli podría ser exactamente el

tipo de mujer que busco.

 

—Si Sulli es tu tipo, entonces yo no te conozco demasiado —afirmó Taeyeon, que, al notar que estaba subiendo el tono,

cambió de táctica—. Venga ya, Tiff. ¿Qué hay de lo dinámicas que son todas esas protagonistas de las novelas que devoras?

Sulli no sería ni siquiera un personaje secundario.

 

—Eso es ficción. Yo busco a una compañera para la vida real, no una aventura amorosa de novela.

 

—Creamos nuestra propia realidad, Tiff. Las mujeres como esas son ficticias solo si nos negamos a hacer realidad la

posibilidad de que existan. Yo anoche salí con una mujer que conocí en la página web y estaba buenísima. Jesús, hasta me

gustó charlar con ella durante la cena.

 

—Taeyeon, estoy siendo realista. Algún día dejarás de vivir la vida loca y te darás cuenta de que no todo va de a cuántas

mujeres puedes tirarte. Quiero encontrar a alguien con quien compartir la vida, no solo una noche, sino para siempre. Así que

busco cualidades más allá de la apariencia y las proezas en la cama. ¿Tanto te cuesta entenderlo?

 

Dolida, Taeyeon replicó:

 

—Bueno, lo que te garantizo es que, si no puedes mirar a una cara bonita después de una noche de o torpón, sí que es

verdad que la vida se te hará muy larga.

 

—No tan larga como si la pasara sola —contestó Tiff—. No sé ni por qué pierdo el tiempo con esta conversación. No

cambiarás nunca.

 

—Por descontado que no. Siempre querré lo mejor y nunca me conformaré con menos. No creía que tú fueras de las que se resignan.

 

Pasaron largos segundos de silencio, hasta que Tiff preguntó:

 

—Taeyeon, ¿estás celosa?

 

A Taeyeon casi se le cayó el teléfono. ¿Celosa? ¿Acaso lo estaba? ¿Celosa de qué?

 

Quería a Tiff con todo su corazón, pero no se sentía atraída por ella de aquella manera.

 

¿O sí?

 

— ¿Me has colgado? —La voz de Tiff interrumpió su inquietante hilo mental.

 

—No, sigo aquí.

 

— ¿Y bien?

 

—No sé a qué te refieres. ¿Por qué iba a estar celosa?

 

—Dímelo tú.

 

—No juegues conmigo, Tiff. Acabo de despertarme y no estoy de humor.

 

—Lo que quiero decir es que siempre estás encantada de ayudarme a elegir con quién quedo, pero Sulli es alguien que he

encontrado yo, sin tu intervención. ¿No crees que a lo mejor estás un poquitín celosa de que haya encontrado mi propia cita?

«Ah, no cree que me sienta atraída por ella —se dijo Taeyeon—. Solo piensa que soy una obsesa del control.»

 

Avergonzada por haber extraído una conclusión equivocada, contestó:

 

—Bueno, no sé de qué iba a estar celosa. No parece que sepas elegir tú sola. No supo si Tiff había llegado a

oír las últimas palabras, pues su respuesta fue ininteligible con el ruido del teléfono al colgarse de malas

maneras.

 

 

 

 

CONTINUARA.....

 

¡Oh Mi Dios!<(^,^)> Discusión Taeny.

¿Que te pasa Tae? ^( '-' )^ 
 

 

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Comments

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saramarmota #1
Chapter 19: ESTO GRITA EPILOGO
abi-21 #2
Chapter 19: Fue una historia genial!, Gracias x compartirla :D
Sosha-kun
#3
Chapter 19: Me divertí mucho leyendo esta historia, ¡gracias!
LectoraLemon #4
Chapter 19: Esto fue una historia bonita ... saludos
Taeko85 #5
Chapter 19: Me encanto la historia y el final, lastima que se acabo. que linda pareja hacen Taeny. Gracias por compartir esta historia.
naidum #6
Chapter 19: Muy buena historia!!
saramarmota #7
Chapter 19: yayyy me encanto esta historia
ailyn2111 #8
Chapter 19: Yeyyyy me a gustado mucho :3 gracias
loveless_colors
#9
Chapter 19: Awww muero de amor *-* muchas gracias por compartirnos esta historia :3