La lluvia caía torrencialmente fuera de aquel departamento, las gotas se movían como siluetas bailando al compás de algún blues, de alguna manera se sentía triste, tal vez porque habían regresado a Seúl, le hubiera gustado seguir disfrutando de la compañía de su novia durante más tiempo, pero ya se había acabado el permiso de Tiffany para faltar a danza, así que era hora de regresar a la rutina, aunque se pregunta que se supone que hará, ella solo se dedica a escribir, y a encontrar inspiración por todos lados, pero ahora su única inspiración estará ocupada.

Aunque pensándolo bien, tampoco es como si escribiera mucho, tal vez sea la oportunidad de dedicarse a escribir sobre aquello que no conocía hasta que llego Tiffany, era tiempo de que el amor saliera por sus brazos para regarse en la tinta y quedar plasmada en palabras, tal vez era tiempo de demostrarle al mundo que era capaz de escribir sobre el amor.

Escucho el sonido de la puerta cerrándose, su novia había salido a saludar al portero o eso le dijo, la verdad es que la notaba extraña, como si estuviera a la expectativa, como si esperara a que algo pasara o que les sucediera algo, no quería incomodarla pero tenía que preguntarle qué pasaba, Tiffany observaba todo el departamento como si le faltara algo, chocaron sus miradas y entonces lo supo, conocía el destello en sus ojos, como si se estuviera viendo al espejo, su novia estaba asustada ¿pero por qué?

¿Qué pasa Tiffany? – su tono de voz era frio, seco, le sorprendió a ambas, y se sintió mal enseguida, no debió haber sido tan brusca con su novia, podía ver el dolor en los ojos de Tiffany, ella no tenía la culpa, había errado y ahora tenía que redimirse.

Camino hasta ella, y la beso lentamente tratando de disculparse con aquel beso, sintió las mejillas mojadas y se percató del dolor en la otra persona, dejó de besarla y la abrazo lo más fuerte posible, su novia le regreso el abrazo dejándose ir en llanto, no sabía porque le había hablado así, no tenía por qué desquitar su humor con ella cuando Tiffany no había sido más que una bengala en su vida, la había apoyado, la había curado con sus besos, con su amor, con su tacto, le había regalado la vida otra vez con su presencia, pero entonces no entendía que pasaba.

Amor, lo siento tanto, no debí hablarte así, lo lamento, siento que pasa algo y lo escondes y me desespero, lo siento Phany – le dijo tratando de excusarse, tratando de que su novia la comprendiera un poco mas Está bien amor, lamento actuar así pero hay cosas que debo contarte – le respondió removiéndose en sus brazos, para sentirla más cerca, para que se diera cuenta de que todo estaba olvidado. Ven – le dijo jalándola al sofá, Tiffany se sentó recargando su cabeza en ella, le acariciaba el cabello como jamás lo había hecho, tratando de demostrarle seguridad, una seguridad que le había quitado, ahora su niña bonita había perdido la fuerza y ella que no tenía intentaba otorgársela Hay cosas pasando a nuestro alrededor Tae, cosas de las que quería protegerte, situaciones que no quería que te tocaran, lamento no habértelas dicho, y espero que entiendas porque – le dijo en medio de suspiros por el llanto, sintió que su corazón se preparaba para una noticia fatal, tal vez algo que no quería escuchar pero tenía que hacerlo Phany no tienes que protegerme, entiendo que quieras hacerlo, pero amor, tienes que confiar en mí, sé que soy débil, que mi vida ha sido triste pero no sabré cuan fuerte soy si no me enfrento a la vida, sin importar como se presente – le dijo tocando su mejilla, recitando aquellas palabras con ternura, sin reproches, como si fueran un manso de agua tibia Tae – le dijo rompiendo en llanto una vez más, como si esas palabras le hubieran dolido, como si la hubieran tocado, dándose cuenta de la realidad ¿Qué pasa amor? – le pregunto tratando de resolver sus dudas, tratando de que toda aquella situación tuviera alguna razón coherente El día… el día que me encontraron inconsciente en la sala de danza, fue porque alguien me ataco, aunque en realidad solo me indujo al sueño, no quise decirte nada para no preocuparte, además el restaurante de Hyoyeon fue quemado, y me acabo de enterar que a Sooyoung la golpearon, no fue mucho gracias al cielo, pero está en casa de Sunny, aparte de eso, han dejado notas, y en todas preguntan por ti – el rostro de su novia le dijo todo, estaba aterrada, la realidad la golpeo de lleno, haciéndole palpitar el corazón a una revolución demasiado alta, como si fuera víctima de una explosión, ¿Qué se puede pensar en estos casos? Se pregunta, y ninguna respuesta llena a su mente, ¿Qué se puede hacer?, nada, se escucha decir ella misma, en este punto no sabe cómo actuar, tiene miedo, pero enojo también, solo quiere que la dejen en paz, que dejen en paz a sus amigas, a su familia, y no sabe para que la quieren. La ansiedad la acecha de cerca, metiéndose en ella lentamente, torturándola para que se descontrolara, tiene que luchar, saber que no puede dejarse ir en un momento como este, menos frente a una Tiffany asustada ¿Cuándo? ¿Quién… quien tiene las notas? – dice titubeante sin poder decir más, en su cabeza miles de frases se reproducen pero en realidad no hay nada que decir Las tiene Hyoyeon, hable con mi padre y contratara vigilantes, aun así, temo por ti, por nosotras, por