El aire calaba hasta los huesos, debió haber llevado un abrigo más grueso pero no lo pensó, estaba tan emocionada que solo pensaba en aquella misión de amor, se frota las manos tratando de conseguir un poco de calor, sonriendo internamente por todo lo que estaba por pasar, faltaba poco para que saliera su musa del ensayo así que no había razón para congelarse más.

La vio de lejos, como se acercaba poco a poco con la sorpresa marcada en el rostro, le sonrió tratando de demostrarle con esa sonrisa la emoción que sentía por verla, su corazón retumbaba cada vez más rápido, ya no sabía si lo que sentía era frio o escalofríos por la sonrisa de su bailarina, por la encantada situación o porque simplemente su corazón había dejado de estar en un solo lugar para viajar por su cuerpo.

Abrió sus brazos y su bailarina choco contra su pecho, la abrazo un momento mientras los demás bailarines la veían, sintió un poco de vértigo cuando la respiración de Tiffany paso zumbado su oído, la alejo un poco y le dejo un beso corto en los labios, no tenía miedo de que la vieran, ni tenía intención de reprimir lo que quería, así que solo se dejó llevar por lo que sentía en aquel momento, un poco de calor otorgado en un beso de su musa.

Hola Phany – la saludo con un susurro al oído, quería que ella también sintiera lo que estaba sintiendo, sintió como se estremeció un poco por el contacto, reponiéndose de manera rápida, maldición, tal vez debe de practicar esos susurros Hola Tae, hace un poco de frio para que solo tengas puesta esta chamarra, ¿no crees? – le contesto mientras que con sus manos intentaba darle un poco de calor, tomándola de los brazos, y guardando entre sus manos las suyas Un poco pero no tardaremos mucho a la intemperie, ven, deje el auto aquí cerca – le dijo tomándola de la mano para guiarla hacia el coche que había rentado, estaba pensado en la posibilidad de comprarse uno, no podía seguir rentándolos ¿Puedo saber a dónde vamos? – le pregunto mientras abría la puerta del copiloto para poder subirse No, es una sorpresa, tan solo disfruta de la vista, estamos cerca del rio Han así que la vista es hermosa  Está bien, ¿tú eres la guía de turistas? – le pregunto con una sonrisa, acomodándose en el asiento de copiloto, dándole la espalda a la puerta para poder observarla bien Claro, soy la mejor guía de turistas de Seúl, puede preguntar lo que sea y será respondido – le respondió tratando de iniciar un juego Esta segura Lo estoy, de verdad puede preguntar Bien, ¿porque aquel lugar de pastelillos tiene un ladrillo manchado de amarillo? – le pregunto entre risas Porque todos los días lo orina un perro – le respondió divertida, se sabe poseedora de un sentido del humor limitado, pero junto a ella quiere exponer su lado divertido aunque sea poco, aunque tal vez no le agrade del todo, pero quería intentarlo. Y porque aquel árbol de la esquina parece manzana – su risa adornaba el ambiente, lo llenaba de alegría sin darse cuenta, al parecer no le importaban las respuestas, lo que quería al igual que ella, era solo disfrutar del tiempo juntas, platicar y escuchar a su corazón hablar, sin pensar en nada mas, aunque lo que se hablara no fuera importante Porque su dueño cree que es un Ibor de la familia de los IPhone – le respondió  con una sonrisa, su sentido del humor era pésimo pero a Tiffany parecía gustarle, incluso le aplaudió mientras reía tan linda, tan llena de vida Y porque mmm ¿porque me gustas tanto? – le pregunto con la sonrisa plasmada en el rostro, con la mirada llena de admiración Oh, eso, eso no es algo que pueda responder – le respondió titubeante, y era realmente eso, no sabía porque le gustaba, era una persona triste, adolorida con la vida, ausente y casi patética, no, definitivamente no podía responder a esa pregunta Entonces no eres la mejor guía de turistas, has perdido – le dijo mientras colocaba la mano sobre su hombro, haciéndole sentir escalofríos por aquel sutil tacto, riéndose por no saber responder Espera, no puedo contestar porque, pero tal vez pueda demostrártelo – observo su cara sorprendida, le empezaba a gustar los gestos que hacia cuando se sorprendía, sus ojos sonrieron con ella haciéndola suspirar lentamente, queriendo guardar aquel momento para siempre Eso suena interesante – le respondió perdiéndose en el camino lleno de árboles que empezaba a verse Pero primero haremos una parada – susurro para sí misma, tenía que hacer un poco más de tiempo para que sus amigas terminaran lo que les había pedido, así que en el camino decidió llevarla a uno de los lugares que más le gustaban, un lugar que le traía muchos recuerdos y solo esperaba no perderse en lamentos, no perderse en los dolores que se exponían cada vez que iba aquel lugar, tenía que llenarse de valor, por ella y por Tiffany

Se adentró a un camino empedrado que colindaba con el rio, algunas bancas eran adornadas por gente que se perdía en el crepúsculo, algunos yacían debajo de los arboles contemplando las sombras en el agua, algunos enamorados caminaban de la mano, disfrutando de la calma de aquella tarde, algunos se cobijaban del frio abrazándose, mientras sus narices probablemente frías chocaban cada vez que se besaban, le encantaba aquella vista, y sabía que había encontrado el mejor momento para ir, encontró un lugar para estacionarse y contemplo a Tiffany que aun veía hacia el horizonte.

Phany acompáñame, quiero mostrarte algo – le dijo tomándola del brazo para que volteara a verla ¿Una sorpresa? – le pregunto encantada,