24 Sonrisa a media luz
Aprendiendo a vivirLa mañana era fría pero ella se sentía cálida, de esas mañanas que te abrazan el corazón y te hacen sentir paz, la brisa emergía cada vez que la mecía el viento de las hojas de los árboles, el rio Han parecía algodonado por el reflejo de las nubes que se mantenían estáticas como si aún estuvieran durmiendo, su sonrisa parecía congelada por el tiempo, se sentía perdida contemplando el horizonte, sonriendo por los recuerdos de aquella noche, el silencio casi ensordecedor no le asustaba, le encantaba aquella mañana, se sentía ligera, sin ninguno dolor que la acongojara y todo gracias a la hermosa sirena que descansaba en la habitación de aquel lugar.
Entre las ruinas de una vida trágica, un halo de luz se coló, iluminando la poca vida que quedaba, llenando todo de un hermoso verde, donde habitaban sueños y anhelos que creyó no lograr jamás, Tiffany le había quitado los dolores, le había cocido las heridas con sus besos, se había llevado los tristes recuerdos con sus caricias, le había revuelto el pensamiento dándole una nueva perspectiva de vida, le había otorgado deseos que no sabía que tenía, donde dormir a su lado y despertar viendo su sonrisa era lo que ahora anhelaba, esa mujer se había encargado entre os de robarle la calma y desesperarla al punto de no querer dejarla ir jamás, brindándole la esperanza que pensó que ya no tenía.
¿Qué haces aquí? Hace mucho frio – una voz ronca llego a sus oídos en forma de susurro, una Tiffany despeinada y arropada con un cobertor apareció de entre las sombras Solo disfrutaba de la mañana – le dijo observándola detenidamente, incluso así era hermosa y eso era algo que no podía dejar de apreciar. Pensé que te habías asustado con lo que paso anoche y te habías ido – le dijo haciendo un tierno puchero, reclamándole su ausencia en la cama No, lo siento, yo no quería que pensaras eso, solo no quería despertarte, te veías cansada y estabas profundamente dormida – le contesto jalándola hacia sus piernas para que pudiera sentarse, la tomo por la cintura atrayéndola hacia ella con ímpetu. Me hubiera gustado despertar y verte a mi lado, pero me alegra que sigas aquí Sería muy torpe si te dejara ir, no pienses eso jamás, lo que paso anoche es lo más hermoso que he vivido, y lamento si no fue como esperabas – le dijo apenada No, no fue lo que esperaba, fue mucho más que eso, fue maravilloso, grandioso, extraordinario, y podría seguir pero no terminaría, me encanto, y me encanta verte así, ahora, sin pesares, con esa sonrisa tierna, esa mirada que me enamora más cada vez que la veo – le respondió entre suspiros, y mirándola como si quisiera desarmarla, esa mirada le encantaba, podía sentir como su corazón bailaba de felicidad. Y a mí me encanta verte así ¿Despeinada? Enamorada, haces que me sienta especial, como si toda la suerte del mundo se dirigiera a mí, como si de pronto el universo quisiera contrarrestar todos los días en soledad, y tu fueras el premio mayor, me haces soñar y anhelar cosas que no sabía que quería, me haces querer lograrlas, antes de ti no tenía ímpetu para hacer nada, pero solo necesitaste de tu sonrisa para darme cuerda y echar andar mi corazón, un corazón errático, apático y que no vivía bien, me gusta verte así porque yo también estoy enamorada de ti, tanto que ya no sé cómo explicártelo – le dijo cerrando el poco espacio que las separaba, la beso tiernamente, queriendo demostrarle con eso un poco de lo que hablaba, las sensaciones empezaban a formarse en pequeños cúmulos de escalofríos, como si de repente la primavera se hubiera estacionado en su abdomen, dejando florecer todo su ser, coló sus manos entre aquel grueso cobertor que cubría a Tiffany, tocando su desnudes, dejo que sus manos se calentaran entre los recovecos de aquel cuerpo tibio, Tiffany se pegaba más a ella, como si quisiera derretirse en ese beso, subiendo su temperatura de manera rápida, parecía que el calor quería escapar de sus cuerpos, sintió como su musa la tapaba con el cobertor para quedar envueltas en aquel manto, besándose tiernamente Wow, pensé que moriría y jamás vería a la enana en estas circunstancias – la voz molesta de su amiga, las obligo a dejar de besarse Déjalas en paz – se escuchó otra voz que reconoció como Jessica Idiota Yul – le contesto tratando de tapar a su musa Cálmate, tampoco es que viera tanto ¿Qué hacen aquí? – les pregunto Tiffany, le sorprendió verla tranquila a pesar de que estaba desnuda, gracias a Dios por el cobertor Trajimos el desayuno, mmm realmente, necesitamos contarles algo pero preferimos desayunar primero – la manera preocupada y de resignación con la que hablo su amiga la ponía un poco nerviosa ¿de qué querrá hablar? Cuál es la primicia si ya sabemos que se aman – la risa de su musa era contagiosa, ver a su amiga apenada era algo nuevo y lo disfrutaba mucho La primicia es que … vamos a desayunar por favor – Jessica había cambiado su pose rígida y miraba a Tiffany suplicante, algo que noto su musa porque en seguida se levantó de su regazo Iré a cambiarme, acompáñame Jessi – le dijo jalándola, perdiéndose dentro de la cabaña, mientras Yuri solo veía hacia el rio Han, como si estuviera pensando demasiado Así que… ¿por fin perdiste tu idad enana? No lo puedo creer,
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