El viento mecía la brisa arrullándola para que pudiera dormir, haciéndola bailar por todo el horizonte golpeando sus rostros de vez en cuando llenándolas de humedad, las flores se movían como fieles acompañantes de los sollozos, impregnando con su aroma aquel momento, dándole un nuevo sentido al llanto.

La majestuosa ciudad empañada por la lluvia parecía solo un reflejo difuminado, como si alguien hubiese pintado sobre el horizonte sin haber acabado el dibujo, dejándolo en colores grises que congelaban aún más el corazón.

Taeyeon seguía llorando sobre sus piernas buscando consuelo, sentía su dolor, le recordaba aquel momento en que vio morir a su mama, donde se sentó a su lado esperando a que sus suspiros cesasen, donde el alba llego con un nuevo sentimiento, llenando aquella habitación del hospital de un dolor desgarrador, dejando fluir todo lo que sentía cuando su madre cerro los ojos, ya no tenía que fingir la sonrisa, no tenía que fingir que estaría bien, simplemente ya podía dejar a su cuerpo sentir lo que quisiera.

Pero Taeyeon no tuvo la oportunidad de prepararse para eso, no preparo su cuerpo, a ella le borraron la sonrisa de golpe, sin preámbulo alguno, le dejaron caer el mundo de la tristeza encima sin prepararla, sin darle oportunidad alguna de despedirse de sus padres, ¿habrá visto? Se pregunta, espera que no, pero ahora lo entiende todo, sabe porque es la poeta triste, y si, es triste que tenga ese sobre nombre porque cada vez que se lo dicen probablemente recuerde a sus padres.

Sin poder evitarlo derrama algunas lágrimas, se había prometido no volver a llorar después de visitar por última vez a su madre, pero esto era algo que la sobre pasaba, limpio su rostro tratando de serenarse para no hundir más a su poeta, Taeyeon seguía sollozando en sus piernas, sintió como se movió llevando sus manos a su pecho y haciendo un gesto de dolor.

Tae ¿Qué pasa? – le pregunto preocupada, su poeta no le contesto solo la miraba y se apretaba el cuello Hey cariño, me estas asustando Un…ataque… de… ansiedad – le respondió difícilmente, había leído sobre eso pero no se acordaba que tenía que hacer Dime que hago por favor – le dijo desesperada, Taeyeon tomo su mano y la puso sobre su pecho, enseñándole a masajearlo, dibujando círculos con la mano, su poeta daba respiraciones largas tratando de inhalar poco a poco, abrió su abrigo para que el frio le ayudara un poco a calmar aquello que le molestaba, los gestos de Taeyeon eran de dolor, de tener que soportar algo que no quería Lamento preocupar… agh, preocuparte Phany – le dijo con el entrecejo fruncido por el dolor Tae por favor relájate, mírame, eso es, respira poco a poco – le contesto cargada de preocupación, su poeta cargaba con algo que ya no podía sostener, algo que le estaba consumiendo el alma de a poco, tenía solo dos opciones ayudarla a cargar con eso o enseñarle a quitarse todo el peso de encima, opto por la segunda opción, no sabía cómo le haría pero lo lograría Lo siento Phany…estaré bien… tu estas aquí – le dijo mirándola avergonzada, ya daba respiraciones mas prolongadas, y se iba recuperando poco a poco. Oh Tae, ¿Cuánto llevas guardado? Por favor déjame ayudarte, déjame demostrarte como ir soltando todo eso que te duele, no sabes cómo lamento todo lo que has pasado, tanto dolor, ausencias y tristezas que no tienen salida – le dijo llena de ternura y tocando la mejilla fría de su poeta Phany esto es lo que soy, siento que si lo dejo ir, cambiaria todo de mí, como si dejara ir lo más importante de mí, tal vez por eso me cuesta hablar tanto de esto Pero te hace daño, te haces daño, necesitas sacarlo Tae, necesitas exponer tus sentimientos y que busquen otro lugar para vivir, y tú debes de aprender a vivir sin ellos Phany, es que no es sencillo, ya lo he intentado pero no sale nada, me dan estos ataques que solo me aprietan el pecho y no me dejan respirar Es por que llevan tanto tiempo guardados que no quieren salir, es solo por eso Tae pero tal vez si hablamos de ellos poquito a poquito, tal vez salgan uno por uno sin lastimarte Lo intentare Phany, por favor solo dame tiempo Está bien, tiempo hay mucho, ahora ¿quieres hablar de lo que confesaste? Lo siento, no por hoy, pero te contare pronto Entonces que te parece si vamos adentro, hace frio y creo que tengo hambre Sí, eso me parece muy bien, la comida de la nana Bomi te encantara – le dijo mientras se ponía de pie ya reconfortada, y sin tanto dolor

Tiffany solo atino a sonreírle, y a caminar tras ella, pero la verdad era que le preocupaba mucho el estado de animo de su poeta, podría incluso caer en depresión y no salir jamás de ahí, o tal vez ya paso por eso, tenía que encontrar la forma de que Taeyeon aprendiera