Tiffany decidió poner un poco de la música, dejando a Taeyeon en el balcón suspirando por los incontables besos que habían compartido, la noche empezaba a ser fría pero no quería entrar, el balcón era hermoso decorado en su mayoría para la comodidad, pero más que nada para contemplar tan hermosa vista, era inspirador mirar hacia el vacío, casi reflexivo, mientras estuviera ahí era muy probable que Tiffany siguiera otorgándole besos, debido a que se sentía con ganas de expresar sus sentimientos en poemas, el sonido de su celular interrumpió sus pensamientos , un mensaje de Yuri se leía en la pantalla ¿qué querrá? Se pregunta, lo abre y lee “Hey enana, si haces cositas ricas, protégete, aun no quiero ser tía”, pero que dem…

Jessi me mandó un mensaje para saber dónde estaba  ¿te han mando mensaje también? – dijo Tiffany sentándose a su lado Eh, si, Yuri – le contesto nerviosa, no quería que viera las tonterías que su amiga le mandaba Oh, puedo ver – le dijo con la duda surcando su rostro, era hermosa incluso así Eh, pero… mmm solo no te burles – le extendió el celular para que leyera Oh, ¿cositas ricas? La fotógrafa es muy graciosa – verla reír era adorable, la invadía una sensación de inaudita paz ¿Te divierten las cositas ricas? – le pregunto sin pensarlo, pero la sonrisa de su musa había desinhibido cualquier rastro de pena Eh? Estas hablando eso es bueno – le dijo sorprendida y sonriéndole Estoy siguiendo tu consejo sobre ya no pensar mucho, lo siento. Eso es bueno y sinceramente no sabría contestar debido a que… bueno si lo pienso bien la fotógrafa se refiere a tener o y la verdad es que yo … tu sabes soy virgen, y no te hare la misma pregunta porque me se la respuesta ¿Qué, tanto se me nota? Cielos no debí haber tenido o con esas veinte mujeres… a la misma vez Graciosa – le dijo dándole un empujón con la mano , divertida por la tontería que acababa de decir Realmente Phany, no he pensado sobre eso nunca Es mejor así, se supone que eso debe de ser algo espontaneo, al menos fue lo que siempre dijeron mis padres Supongo que ellos tienen razón, entonces, Yuri y Jessica crees que estuvieran fingiendo – le pregunto para poder cambiar de tema, se movían hacia un terreno que aún no quería explicar Ah, no lo creo, supongo que cada una buscaba ser salvada de los fantasmas de la fiesta, así que se toparon y ya, como confesión a Jessi ya le gustaba la fotógrafa Oh, como confesión tú ya me gustabas a mi mucho antes de que te presentaras en el café – le dijo atascada de sinceridad, tal vez la noche llena de felicidad la embargaba tanto que le ayudo a quitarse los temores antes de entrar a la casa de su musa Pero cómo?  no nos habíamos visto antes o si? Tu a mí no, pero, mm yo a ti si, te vi bailando en el parque el día en que Yuri fue a presentarse Estabas ahí? Porque no fuiste a presentarte? No sé, supuse que Yuri te agradaría, es divertida, bien parecida y tiene esa sonrisa de play girl que enamora, y yo soy todo lo contrario Y es por eso que me gustas, eres diferente a todos Tae, eso que te duele, que te hace creer que eres débil y que probablemente te pese, eso es lo que me gusta de ti, quiero, quiero demostrarte que se puede ser feliz con toda esa carga, quiero curarte cara herida para que ya no duela, borrarte las ausencias, y llenar tus días de felicidad, tan solo quiero amarte – se sintió tocada por cada palabra que le decía, como si estuviera curando su corazón con ternura Gracias por haber llegado a mi vida Tiffany – le dijo atrayéndola hacia ella y besándola fervientemente, sin miedos, sin tapujos, queriendo transmitir en aquel beso la paz que le otorgaban sus palabras, la ternura que la tocaba cada vez más cerca las heridas que no estaba expuestas. Sin poder evitarlo una lagrima se derrama entre suspiros cada vez más difíciles de contener Tae ¿Estas bien? – le pregunto separándose de ella sorprendida y preocupada Si, Lo siento, yo estoy estropeando esto – le contesto mirando hacia el suelo, tratando de contener sus emociones, apenada por lo que estaba sucediendo, pero no pudo evitarlo, Tiffany empezaba a ser esa arma secreta que combatía su soledad, quien podía ponerle punto final a su tristeza Hey cariño, ven, no estas arruinando nada, al contrario, me agrada que te muestres como eres – le dijo atrayéndola hacia sus brazos, haciendo una fortaleza alrededor de su cintura, permitiéndole descansar en su hombro, ¿Cómo no sentir tanto cariño? Es inevitable, difícil de explicar, como si de pronto fueran las únicas personas en ese mundo, destinadas a conocer la felicidad absoluta, destinadas a encontrarse para romper la barrera de la soledad, Tiffany era su todo, en este momento ella representaba lo que había estado esperando, aquella sonrisa que se le borro cuando sus padres se marcharon, la esperanza que perdía cada noche después de haber llorado, la calidez que se había esfumado cuando llego el invierno, representaba la felicidad que creyó jamás encontrar debido a la tristeza, la paz a la que renuncio desde que se enteró quien era el culpable de la muerte de sus padres, y ahora se pregunta que hizo para merecerla, ¿ a qué se debe su hermosa llegada? Aunque realmente no le importa la respuesta, lo único impórtate es que ella está aquí ¿Tae?  mm también te quiero – le dijo sorprendiéndola, esas palabras sí que terminaban de tocarla, levanto su mirada para toparse con la de su musa Tú? Tú me escuchaste? – le pregunta con una duda desbordante, había creído que Tiffany no la había escuchado y ella simplemente no tuvo el valor para repetírselo Si, lo siento, solo quería que lo repitieras, pero no quería forzarte así que mmm bueno, tae te quiero también, mueves en mi muchas cosas y debes saber que puedes confiar en mí, sobre todo – le contesto mirándola tiernamente, Tiffany la quería, por alguna maldita extraña razón la quería, y eso es algo que agradecía a quien sea que tenga que agradecer Confió en ti, solo que esto soy Phany, soy silencios, soy llanto y soy cosas que aun ni siquiera yo comprendo, pero te quiero cada parte de mi lo hace, has llegado a mi vida para cambiarlo todo, para darme esperanza, te prometo que te contare todo, solo dame tiempo – le contesto casi con desespero No prometas tae, cuando quieras hablar solo hazlo, yo esperare pacientemente, mientras tanto si quieres llorar puedes hacerlo, ven, acuéstate conmigo – le dijo poniéndose de