POV Tiffany

La noche emergía gloriosa, llena de una extraña nostalgia, pero no de esas que lastiman, sino de aquellas que inspiran, de las que traen consigo una noche llena de calma, una que no lastima pero empapa de vida, de esas noches que quieres repetir siempre, donde el alma va y se glorifica solo para regresar limpia y única.

Era una noche perfecta, pero estando junto a Taeyeon tomaba más significado, la disfrutaba mucho más, disfrutaba su cálido tacto a pesar de que estaba fría, sentía que podría mirarla eternamente y no cansarse de hacerlo, quería incluso abrazarla fuerte y no apartarse de ella en ningún momento, estaba sorprendida y encantada con aquella mujer que había aguantado casi de todo en esta vida, como podía ser una persona tan humana después de que la hayan tratado mal, como podía ser empática después de que vivía destruida, como podía dar amor y mirar con cariño cuando la gente la había tratado mal, como es que no había reventado con todo el llanto que tenía guardado, ella sabía de dolores, claro que sabía, por eso se preguntaba cómo es que ella no tenía depresión, como es que seguía sonriendo tan lindamente después de todo lo vivido, de repente le dieron ganas de llorar, tal vez porque quería que aquella persona, su persona favorita no sufriera más, no sufriera tanto, pero no podía evitarlo, sabía que había capas, y más capas que necesitaba quitar de aquel cuerpo, y que al final de aquella envoltura se encontraba el ser más lindo del planeta, guardado en un capullo decidido a despertar solo para vivir feliz, lo sabía y tenía que encontrar la manera de lograrlo.

El auto se detuvo sacándola de su ensoñación, Taeyeon la miraba tiernamente y un poco nerviosa, estaban frente a una cabaña, la luz ámbar iluminaba la entrada sutilmente, pareciera que aquel lugar estaba hecho para el romanticismo.

Llegamos Phany Oh, donde estamos En una cabaña, estamos a veinte minutos de la ciudad, vamos, hay que calentarnos un poco… no, yo me refería a tu sabes, entrar en calor, oh… Tranquila, sé a qué te refieres, aunque no me importaría quitarme el calor contigo – le dijo mientras abría la puerta para bajar del auto, le seguía encantando ver a Taeyeon sorprendida, intentando pensar en algo que decir.

Se quedó observando aquel lugar ahora que tenía una mejor vista, frente a la cabaña el rio Han se manifestaba glorioso, si la luna pudiera aparecer sin duda lo bañaría de luz, porque incluso en la oscuridad dominaba el espacio denotando su fuerza.

Taeyeon la guio por un camino empedrado que rodeaba un árbol grueso y después se adentraba a las escaleras de la cabaña, el olor a madera reinaba en aquel lugar, embargándola de tranquilidad, su poeta se apuró a buscar lo que parecía una llave debajo de una de las macetas del porche, sonrío cuando la encontré por el gesto de triunfo que hizo.

Estas lista Phany Listísima Tae – su poeta se acercó a la puerta y la abrió, manteniéndola así para que pudiera pasar

se introdujo a ella y se sorprendió cuando Taeyeon encendió la luz, aquel lugar era hermoso, lo primero que vio fue la sala tan confortable que se reunía a un lado de la chimenea, el color negro de aquellos sillones los llenaba de elegancia, mientras la chimenea ardía sutilmente proporcionándole un poco de calor a la habitación, quería sentarse en la alfombra junto al fuego, abrazar a Taeyeon y robarle algunos besos, o tal vez su deseo… dejo pensar en eso para recorrer la vista hacia la cocina que emergía gloriosa en una de las esquinas de la casa, de un gusto exquisito, minimalista, en la mesa se encontraban dos copas junto a una botella de vino, definitivamente aquella noche sería más que especial.

Regreso su mirada a Taeyeon quien se había quedado estática junto a la puerta, le sonrió y se acercó a ella, cruzo sus brazos por aquel cuello delgado y perfecto, uniendo sus labios a los de su poeta, el beso era tierno, lento, saboreando cada centímetro de su boca, chupo su labio inferior para después morderlo sutilmente pero lo suficientemente fuerte para que Taeyeon abriera su boca y pudiera jugar con su lengua, la paso gustosa sobre la lengua de su poeta, en una pelea tierna, seductora, tratando de que aquella batalla no acabara jamás pero sus pulmones insulsos empezaron a molestar pidiendo un poco de aire, se separó de ella casi sin ganas y pego su frente a la suya, respirando entrecortadamente, si seguían así, no podría detenerse más, quería a Taeyeon, definitivamente quería sentirla, tocarla en todos los lugares que nadie jamás ha tocado, limpiarle las llagas imaginarias de aquel hermoso cuerpo, sanándolas y llenándolas de amor para que cerrasen.

Taeyeon la veía encantada, sonrojada por lo que había hecho, pero sabía que ella deseaba lo mismo, lo descubría en sus ojos llenos de valor, la mirada triste que la caracterizaba se había esfumado y le daba paso a una mirada decidida, llena de fuego que quería consumirse, supo que era una promesa, una promesa donde se quitaría los miedos para darle paso a lo que sentía, exponiendo el deseo, y la pasión, tal vez no esa noche pero sabe que muy pronto podría fundirse en aquel cuerpo que le causaba tentación.

Mmm iré por el vino, puedes dejar tus cosas donde quieras – le dijo nerviosa, Taeyeon le encantaba, esa manera que tenía para llenarse de rubor por lo que hacía, la manera en que luchaba con sus pensamientos después de haber hecho algo, sabía que no tenía que dejarla pensar y llevarla a una zona de confort donde pudiera hablar sin miedos Este lugar es muy bonito Tae ¿es tuyo? – le pregunto mientras se sentaba en la alfombra cerca de la chimenea No, es de Jiyeon, pero casi no viene, así que está más que encantada de que lo usemos – le dijo otorgándole una copa de vino y dirigiéndose a un equipo de música que descansaba en una esquina, el ambiente se llenó de una balada suave que invitaba a relajarse Oh, es muy bonito, Jiyeon tiene un gusto exquisito, la decoración es perfecta – le respondió asombrada por la decoración, era de esos lugares que tienen justo lo que necesitas, nada ostentoso, una decoración digna de una decana de bellas artes Sí, no sabría que decir sobre ella porque cualquier adjetivo seria corto para describirla