Capítulo 8

We Have a Son!

CAPÍTULO 8
BESOS FALSOS NADA MÁS

La acogedora sala de estar del Sr. Lee resultaba sumamente reconfortante para el frío glacial de las primeras madrugadas de invierno, no había nadie más despierto que ellos dos, todos los residentes aún se mantenían bajo los brazos de Morfeo.

Solo eran ellos dos.

—Creí que me querías fuera de tu vida.

Los ojos que reflejaban frialdad se mantenía estoicos, totalmente fijos en el chico frente a ella, lo estudiaba a cada segundo que pasaba; ambos estaban uno frente al otro sentados en distintos sofás, manteniendo una distancia prudente y tratando de descifrar sus miradas.

Ambos eran difíciles de leer.

—Así es, te quiero lejos de mi vida —el chico apartó la mirada dolido—. O eso era lo que creía.

Regresó la mirada hacia aquella mujer, los ojos se mantenían fríos, pero había algo, había un pequeño reflejo de confusión y de total angustia. No recordaba haber visto aquella mirada en su madre, aquello le oprimía el corazón en tristeza, todo era un amargo momento entre ambos.

—¿Qué quieres decir con eso? —inquirió en un hilo de voz.

—Quiero respuestas —la acaramelada lo observó fijamente con los ojos vidriosos—, quiero que seas sincero, porque todo esto —se señaló a ambos—, lo que ocurre entre tú y yo, resulta ser demasiado difícil y doloroso para mí. Te juro que quiero entenderlo. Quiero entender lo que está ocurriendo, pero necesito que me des respuestas.

Él apretó los labios y asintió en silencio apretando sus manos en el acto, estaba nervioso y asustado, realmente deseaba con todo su ser que ella le creyera. La necesitaba, no sabía cuánto necesitaba de ella.

—Está bien —aceptó con voz temblorosa—, ¿qué quieres saber?

Ella lo miró fijamente por unos largos segundos antes de pasar su mano por su cabello con claros signos de ansiedad, ella estaba tan nerviosa y asustada como él.

—¿Cuál es tu nombre realmente?

—Mi nombre es Jason —respondió con seguridad—, Jason Jung-Hwang.

—¿Dónde naciste?

—Nací en San Francisco.

—¿Quién de las dos te tuvo?

Jason se quedó en silencio por unos momentos, cerró los ojos tratando de buscar aquella respuesta en su cerebro, había demasiadas cosas en su cabeza, pero no lo que necesitaba para responder aquella pregunta.

—No lo sé realmente —miró la fría e inquiriosa mirada de su madre—, no recuerdo que ustedes me hayan hablado sobre eso.

—¿Por qué no? —cuestionó con dureza—, ¿acaso no lo sabes o no te escribieron esa información en el libreto?

—N-no es eso, sólo que...

—¿Sólo qué? —la voz de la acaramelada se elevó con rabia—, ¡¿Qué demonios sabes?! ¡¿Qué es lo que sabes para decir que eres mi hijo?! ¡¿Qué te hace decir con seguridad que fuiste engendrado por Tiffany y por mí?!

—¡El simple hecho que lo sé! —gritó con dolor casi al borde—, tengo recuerdos contigo; como la vez que me llevaste al centro comercial junto a mamá para comprar ropa para mi primera cita o aquella vez que me abrazaste mientras llorabas por mamá que estaba hospitalizada. ¡Tengo recuerdos! —se levantó y la miró con lágrimas—, sé lo de la canción porque tú me lo contaste; dijiste que cuando se llega el momento suena una canción en tu cabeza, esa canción quedará grabada para toda tu vida, porque sabes que fue y será especial. Dijiste que así sabes quién es la persona indicada.

Jessica abrió levemente la boca, cerró los ojos mientras apretaba con fuerza la mandíbula. Aquello era cierto. Esa canción significaba demasiado, aquel momento fue único y esa canción lo hizo aún más especial, era algo que había guardado para ella, un pensamiento y dato que sólo ella sabía, no se había atrevido a comentar aquello con nadie más.

—No eres la única que no entiende está situación, yo quisiera... realmente quisiera poder saber qué demonios pasa, quiero saber el por qué estoy aquí, porque te juro que yo tampoco lo entiendo. Yo también estoy asustado —se hincó y tomó con fuerza las manos de su madre—, es difícil también para mí esto, pero por favor créeme. Soy tu hijo. No hay duda que no lo sea, te lo demostré con los papeles, ¡si quieres firmó ese documento para que me creas! —sus lágrimas caían mientras aún se aferraba a esas suaves manos con fuerza—, sólo quiero estar contigo y con mamá. Por favor, cree en mis palabras, soy tu hijo, mamá, ¡soy tu hijo!

Él se aferró a ella mientras bajaba el rostro para que no lo viera llorar, recordaba una y otra vez las palabras de su madre diciéndole que los niños no lloran y que al ser un Jung debía ser fuerte. Tenía que serlo.

—¿Acaso vienes del futuro?

Levantó lentamente la mirada, sus ojos se abrieron totalmente estupefactos ante la vista de su madre llorando; Jessica lo miraba con desconsuelo y aflicción mientras sus lágrimas caían con ardor por sus mejillas, se veía hermosa, como si fuera una obra maestra que con una simple mirada podía expresar demasiado.

—Yo...

—Esa sería la única explicación lógica para esto —tomó con fuerzas las grandes manos de él—, porque no puedo negar del parecido entre ambos...

Jason abrió los ojos con alegría y esperanza, las lágrimas empezaron a salir aún más cuando vio aquellos sublimes labios curvarse en una pequeña y cálida sonrisa.

—Tienes mis ojos, es como ver mi reflejo matutino y... —tocó su mejilla y no pudo evitar sonreír aún con el llanto— tienes su sonrisa. Heredaste su hermosa sonrisa.

—Mamá...

Los dos se mantuvieron llorando un largo rato, dejando salir innumerables sentimientos sin soltarse de las manos, manteniendo ese contacto que los mantenía unidos, sintiendo la calidez y la fuerza de sus emociones al aferrarse uno del otro para no caer en un abismo. Ella lo estaba aceptando. Y él no podía estar más que encantado con eso.

—Quiero preguntarte algo —él acepto con un leve asentimiento—, ¿de dónde vienes realmente?

—No tengo una respuesta para eso —declaró con vergüenza—, pero sí sé que soy el producto del amor de ambas.

Jessica sonrió y negó.

—Creo que vienes de otra dimensión.

Él frunció el ceño totalmente confundido por aquellas palabras.

—¿Por qué dices eso?

—Porque Tiffany y yo no nos amamos —declaró con convicción—, ella y yo no tenemos ninguna oportunidad.

El chico tomó su mano con fuerza mirándola con firmeza, sus ojos fríos como los de ella reflejaban un ímpetu idílico.

—El futuro siempre será algo incierto, pero —lo siguiente lo dijo con total seguridad— estoy completamente seguro que ustedes tienen más de una oportunidad para estar juntas.

La acaramelada lo miró fijamente, perdiéndose un momento en aquellos ojos y las palabras dichas por éste. Cerró los ojos un momento, él estaba equivocado, ella estaba totalmente segura que no tendría otra oportunidad con la dueña de la sonrisa más hermosa que haya visto.

—No puedes forzar algo que está destinado a no ser.

—Buena frase —él la miró curioso—. ¿Puedo preguntarte algo?

—Adelante.

—¿Por qué hueles a un barril de vino?

Ella soltó una grandiosa carcajada que lo contagió de júbilo, ahora ambos podían empezar, y él estaba totalmente dispuesto a hacer las cosas bien esta vez. No las perdería nuevamente.

—Creo que debo empezar a darte un buen ejemplo a partir de mañana.

֎֍

Tiffany despertó irritada a causa del tintineo de su teléfono, tomó aquel aparatito que la había perturbado y leyó el mensaje con pereza, sus ojos se abrieron en sorpresa al leer que el Sr. Lee la convocaba a una junta de emergencia a las ocho de la mañana en un restaurante privado del que era dueño la familia de Sooyoung.

—Pero qué...

La puerta de su habitación se abrió de golpe revelando a la mujer gigante del grupo, aquellos ojos la miraban un tanto sorprendidos, no era normal que ella despertara por su cuenta.

—Veo que estas despierta —habló mientras entraba y abría las cortinas—, ¿has leído el mensaje?

—Si —murmuró algo ronca a causa de la somnolencia.

—Dime —su amiga se giró a verla—, ¿tienes idea de a que se deba este extraño llamado de emergencia? Ayer viste al Sr. Lee, te debió comentar algo.

Miró a su amiga un momento, realmente esperaba que no se debiera a Jason, no sabía cómo ellas tomarían aquello o si era a causa del reciente comentario que hizo sobre sus posibles planes futuros.

—No —se levantó de la cama y cogió su toalla—, sinceramente no sé la razón de la junta de emergencia.

Entró en la ducha y comenzó a desvestirse con preocupación, no importaba a qué hora era la junta, necesitaba llegar antes para saber de qué trataría. Sabía que aún no era momento de que las chicas se enteraran de la existencia de Jason, presentía que no tomarían bien el hecho de que ella y Jessica tuvieran un hijo.

El agua tibia no consiguió aliviar el mal presentimiento que sentía, soltó una gran exhalación mientras el agua aún recorría su cuerpo, estaba más que preocupada y angustiada por la situación actual; no podía creer que Jessica no aceptara la realidad e hiriera con sus frías palabras a su propio hijo, no podía asimilar aquello, no entendía por qué la acaramelada era tan testaruda. Sin embargo, aquella era una de las muchas características que amaba, esa bella y horrible cualidad le hizo tener grandes momentos con la poseedora de la mirada intimidante y penetrante del grupo.

Todo era tan dulce y amargo a la vez.

Cerró la regadera y salió de la ducha, su cuerpo sintió un escalofría al sentir el gélido clima del exterior, cogió su toalla y comenzó a secarse, recordando vagamente un mágico momento en aquel lugar. Era gracioso, Jessica parecía estar siempre presente en todo, lo cual resultaba doloroso y vigorizante, a veces creía que era una masoquista, pero era lo único que podía hacer después de aquella mañana en París. Aquel día todo se quebró entre ambas.

—Tiff, ¿todo bien? —la voz suave de Taeyeon la hizo salir de su ensimismamiento. El tono preocupado de aquella voz la hizo soltar un sonoro suspiro melancólico—, ¿Tiffany?

Abrió la puerta con la toalla en vuelta en su cuerpo quedando a centímetros de la pequeña líder, ésta al verla abrió los ojos en sorpresa antes de desviarlos con incomodidad hacia otro lado.

—Todo bien, Tae —murmuró pasando a su lado con pesadumbre—, ya puedes ocupar la ducha.

Una suave mano tomó su muñeca.

—¿Estás segura?

Tiffany se mordió el labio, nada estaba bien en su vida, ¡Nada! Y lo único que podía hacer era sonreír y actuar como si no sucediera nada, era patético, seguía siendo inútil, pero era lo único que podía hacer en aquello momentos, así que giró sobre sus talones y mostró una bella sonrisa que dejaría a cualquiera asombrado y sin oxígeno.

—Todo bien, Tae —contestó soltándose con calma de aquel agarre—, ¿nos vemos en la junta?

Taeyeon frunció el ceño con preocupación, sabía perfectamente que aquella sonrisa era falsa, conocía demasiado bien a la chica de la sonrisa de ojos como para saber cuándo estaba mintiendo, y aquel momento lo estaba haciendo.

—Claro.

Alcanzó a decir mientras la chica se daba la vuelta e iba hacia su habitación, la observó hasta que se perdió en el interior de ésta. Algo estaba mal con la chica que amaba, no era normal que actuara de aquella forma, aunque... a decir verdad, Tiffany había estado actuando de una forma similar desde varios días atrás, y eso le preocupaba de sobre manera.

—¿Qué está sucediendo contigo, Tiffany?

—Lo mismo me he preguntado —la líder se sobre saltó ante aquella voz—, ¿qué crees que le este sucediendo?

La más alta del grupo también miraba la puerta por donde se había perdido la reina de selfies del grupo, estaba preocupada por la chica desde el día de ayer, algo le decía que la chica estaba sufriendo por algo o alguien.

—Sinceramente no lo sé, pero me preocupa demasiado —miró a la chica alta—, ¿tú sabes algo?

—No, me di cuenta ayer cuando Tiffany entró a la sala de estar, lucia demasiado afligida y triste, me recordó a... —la chica alta se detuvo abruptamente y miró a su líder con nerviosismo—, creo que no ésta bien.

La líder soltó un sonoro suspiro, su mirada lucía triste y decepcionada, aunque había un brillo de resentimiento que parecía adquirir poder, pero no podían culparla de tener aquel sentimiento.

—Tiffany no había estado así desde lo de Jessica, ¿no? —la chica alta mordió su labio, había hablado de más, de nuevo—. No tienes que ponerte así, Soo, el problema es entre Jessica y yo, así que no tienes que temer el decir su nombre frente a mí.

Sooyoung asintió lentamente, sus ojos podían percatarse del desagrado que reflejaba los ojos de su líder, ésta aun no perdonaba del todo a la princesa de hielo, y quizás nunca lo haría.

—¿Crees que ella tenga algo que ver?

—No lo sé, pero... —los ojos de la líder se tiñeron de ira en segundos— si tiene que ver en lo que sea que le esté sucediendo a Fanny, esta vez no sólo le daré un puñetazo en la cara, se la destrozaré.

Con aquellas palabras la líder entró a la ducha dejando a la gigante helada. Sooyoung tragó el nudo que se había formado, realmente deseaba que Jessica no tuviera que ver en todo eso, no le deseaba mal a la acaramelada, pese a que ella misma de cierta forma estaba decepcionada y furiosa por lo que había hecho.

Aquello había roto al grupo en más de un sentido.

֎֍

Sunny entró al restaurante un tanto apresurada, se le había hecho tarde y, para rematar, sentía los efectos de la resaca gracias a la estimulante noche que había tenido. Aunque aún estaba preocupada por la acaramelada, había desaparecido de la nada, Tyler e Irene se habían quedado buscándola después de que se marchara, le habían dicho que le marcarían si obtenían noticias.

Así que se mantenía atenta a su teléfono.

—¿Por qué llegaste tarde, Sunny? —cuestionó Yuri alcanzándola en la recepción.

—Por una larga historia —murmuró mientras eran conducidas a una habitación privada—, ¿y tú?

La chica bronceada sonrió con curiosidad.

—Me desperté tarde, aunque veo que tú también —los ojos de la azabache brillaron con diversión y malicia—, ¿tuviste una larga noche, Sunny?

La pequeña chica se limitó a sonreír y permanecer en silencio, habían llegado a la habitación privada donde sus miembros las miraban con reproche, habían llegado con veinte minutos de retraso.

—¿Se puede saber por qué han llegado tarde? —preguntó la líder con voz grave.

—Por cosas, Tae, no te enojes —contestó la azabache entrando con su pequeña compañera—, lo importante es que llegamos.

Los ojos de la líder cayeron en la joven Lee, ésta simplemente la ignoró y se sentó en el lugar más alejado de Tiffany y de la pequeña Taeyeon, lo que menos necesitaba era estar cerca de esas dos.

—¿Sun?

La pequeña chica la miró y de inmediato la habitación se llenó de tensión, todas miraron con terror a ambas chicas, sabían que las cosas entre ellas no habían estado muy bien que digamos en los últimos meses y, al parecer, aquel momento estallaría la bomba que se había mantenido contenida.

—Tengo resaca.

Fue lo único que dijo antes de dejar caer su cabeza en la mesa ignorando a la pequeña mujer, Taeyeon se tragó su enojó y lo dejó pasar, aquel no era el momento. Más tarde tendría que hablar con Sunny, las cosas no podían seguir así.

—Al parecer el Sr. Lee se ha retrasado —habló Hyoyeon tratando de romper el silencio y el incómodo momento—, ¿no lo creen?

—Lleva casi media hora de retraso —continuó la menor del grupo con aparente molestia—, no es para nada cortes dejar a las personas esperando por mucho tiempo.

—Tal vez tuvo algún imprevisto —opinó Yoona con calma—, ¿por qué no nos calmamos y pedimos algo de comer?

En aquel instante la puerta se abrió revelando al dueño de SM; llevaba puesto un traje de diseñador, lucia algo demacrado y cansado, pero su semblante imponente seguía ahí. Detrás de él iba una mujer que parecía ser su secretaria y un hombre que llevaba un maletín, todas miraron curiosas y a la vez preocupada a esos dos personajes, aquello parecía no significar nada bueno.

Tiffany se puso de pie llamando la atención de todos, sus ojos reflejaban nerviosismo y una preocupación desmesurada.

—Sr. Lee, ¿acaso usted...?

—Tiffany, siéntate por favor —habló con tono imperativo, ahí estaba el hombre de negocios en vez que el tierno hombre que le había ayudado el día anterior—, déjame hablar antes, ¿de acuerdo?

La chica lo miró con insistencia, no quería que el hombre hablara sobre aquel asunto, pero aquellos ojos no cedieron.

—Está bien.

Volvió a tomar su lugar y comenzó a mover el pie con inquietud, la líder la observaba de reojo con atención, al parecer la joven de sonrisa de ojos sabía de lo que trataba aquella extraña reunión de emergencia.

—Muy bien, antes que nada, necesito que firmen estos documentos de confidencialidad —tanto el hombre como la mujer abrieron los maletines y entregaron unos documentos a cada una—, así que, tómense su tiempo.

Todas miraron el documento con absoluto cuidado y sospecha, no entendían muy bien que estaba pasando.

—¿Por qué esto? —cuestionó la líder con recelo—, ¿acaso es una mala jugada?

—No, Taeyeon, lee el documento y después hablaremos si decides firmar...

—Tome —Tiffany entregó el documento—, no necesito firmar lo que he firmado con anterioridad.

Todas abrieron los ojos con sorpresa, a excepción de Sunny, tenía una ligera sospecha de que se trataba todo aquello, aunque si le sorprendía que su tío tomara mucha precaución.

—¿Ya has firmado esto, Tiff? —preguntó Taeyeon con aparente sorpresa y molestia en su voz—, ¿por qué no nos dijiste sobre esto? Creí que...

—Ahí está, tío —Sunny pasó el documento totalmente firmado y miró a las otras chicas—, quisiera terminar esto rápido si no les importa, tengo unos asuntos importantes que requieren de mi atención, ¿verdad, Tiffany?

La pequeña sonrió hacia la castaña, ésta apretó la mandíbula ante aquella sonrisa burlona, como detestaba que ella fuera la que estuviera con Jessica.

—Sólo firmen —habló entre dientes— o si no retírense.

Las miembros estaban sorprendidas ante el pequeño arrebato de ira de Tiffany, la chica jamás había actuado de aquella forma por más furiosa que estuviera. Sooyoung no entendía nada, pero no quería seguir en la ignoracia, firmó rápidamente y se puso de pie.

—Firmemos y acabemos con esto, sólo es un documento de confidencialidad.

Las restantes miraron a su líder, ésta sólo le lanzó una mirada cargada de furia al viejo CEO antes firmar y entregar el documento a la mujer. Las demás copiaron la acción y entregaron los documentos, la intriga e incertidumbre junto a la tensión se olían en el aire.

Era un ambiente demasiado cargado.

—Muy bien —los abogados asintieron y guardaron los documentos—, creo que es hora de empezar —miró a la mujer—. Hazlos pasar.

La mujer se dio media vuelta y salió de la habitación, todas miraron con confusión al hombre, a excepción de cierta castaña que simplemente mantuvo la vista en la puerta, rezando que se estuviera confundiendo y no se tratara de Jason.

Aún no era el momento.

La puerta se abrió y fue cuando su corazón se detuvo ante aquellos ojos; Jessica caminaba hacia ella. No podía creer lo que veía. La acaramelada estaba ahí con su habitual rostro frío, pero con un brillo lleno de desagrado en cuanto sus ojos dieron con ella. Su corazón se estrujó ante esto. Sin embargo, aquello no podía quedar ahí, su corazón latió de alegría cuando se percató de la persona que venía detrás de ella.

Jason también estaba ahí y aquello sólo podía significar algo: Jessica lo había aceptado.

Se puso de pie inmediatamente sin importarle las miradas intensas y confundidas que le clavaban sus miembros, caminó hacia ellos y sonrió con ternura al ver el rostro incómodo y avergonzado de Jessica.

—¿Cambiaste de opinión?

La acaramelada le dirigió una fría mirada.

—Hablaremos más tarde.

Asintió dolida, aunque de cierta forma feliz, aquello era un inicio y se conformaba con eso, miró al chico que las observaba con curiosidad.

—Jas...

Se quedó a media palabra cuando el chico la estrechó en sus brazos con fuerza, fundiéndola en un cálido abrazo lleno de felicidad. Las lágrimas aparecieron en sus ojos mientras abrazaba con fuerza aquel cuerpo tan familiar, aquello era lo que necesitaba...

—Tenías razón —susurró para ella con voz queda—, pronto seremos una familia...

—¡¿Qué demonios significa esto?! —la voz furiosa de Taeyeon cortó el mágico momento—, Sr, Lee, ¡¿Qué hace ella aquí?!

Y fue que la realidad la golpeó con fuerza haciéndola evocar imágenes de su pasado, se separó inmediatamente del chico y giró a ver a la pequeña líder; Taeyeon señalaba a Jessica con furia mientras ésta... ésta la tomaba de la cintura y miraba a la líder de forma burlona.

—Vine por la madre de mi hijo.

Y besaba sus labios frente a todos los presentes.

 

15/09/2017

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Comments

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jessjung_dew
#1
Chapter 17: volveras a actualizar?
DreamEncantamiento #2
Chapter 17: Hola autora! Esta historia cada ves se pone mejor, me encanta. Tengo mucha curiosidad sobre que paso con Jessica ¿Por qué los poderes de Camila no la afectaron? ¿Qué es eso que paso entre TaeNySic en Paris para que Taeng odiara a Jessi y que todas la sacaran de GG? ¿Cómo reaccionaran los señores Jung y Krystal cuando se enteren de Jason?

Gracias autora, estas haciendo un maravilloso trabajo, esperare pacientemente por más capítulos ^-^
Thea050713 #3
I hope u can also have English version of this...huhuh i wanna read it so badly
tapiapark #4
Chapter 13: Que buena onda , las volveré a leer otra ves en Wattpad tienes el aviso desde donde esta la última ves , sigue así nunca te vayas porfa tienes una historia muy buena
tapiapark #5
Chapter 12: Sigues viva autora ? Porfavor ? vuelve este fic es demasiado hermoso como para que lo abandones
DreamEncantamiento #6
Chapter 12: Hola autora, acabo de leer este fic y en verdad me encanto, es realmente interesante. Me encantaría poder seguir disfrutando de el. Has hecho un magnifico trabajo hasta el momento. Muy buena suerte y estaré esperando por más de este fic.

Gracias ^-^
shajanie
#7
Hope there will be english for this one..
mv007842 #8
Chapter 4: Sige porfis me encanto esta buenisimo actualiza porfis
jessjung_dew
#9
Chapter 4: lo lei en la otra pag! capitulazo!! necesito leer mas, vuelve pronto!!
DollySweet
#10
Chapter 3: Hello Damaris!! Estoy aqui y en wattpad siguiendo esta historia xD