Capítulo 13

We Have a Son!

CAPÍTULO 13
SEGUNDO SECRETO REVELADO

Jason abrió los ojos de golpe y se incorporó con rapidez llevando sus manos a la cabeza, su respiración entrecortada y el sudor frío q ue cubría su cuerpo eran claros signos de miedo. Había tenido nuevamente aquella pesadilla. Cerró los ojos con fuerza y se obligó a contar hasta cien mientras intentaba borrar aquel horroroso sueño. Su estómago se revolvió ante el recuerdo de aquel insípido olor y de las llamas que consumían todo a su paso, destruyendo cualquier recuerdo o huella de su vida.

—Cuarenta y siete, cuarenta y ocho...

El llanto desgarrador que salió de su garganta hacía eco en su cabeza junto a la profunda y aterradora voz que le caló hasta los huesos y provocó un temor abrumador que, hasta la fecha, aún lo atormentaba. Llevó una mano a su pecho tratando de sentir a su corazón, tratando de recordarse que estaba vivo y que aquello era parte del pasado.

—Ochenta y nueve, noventa...

Los tormentosos recuerdos poco a poco se iban desvaneciendo dando paso a la única imagen que lograba mantenerlo en paz. Sonrió con tranquilidad y abrió los ojos sintiendo el oxígeno pasar a través de sus pulmones.

«Estoy a salvo» se dijo con convicción.

Miró hacía en frente dándose un momento para que su acelerado corazón poco a poco volviera a su ritmo normal, era algo a lo que se había acostumbrado y que se había vuelto parte de su rutina diaria.

Bajó la mirada a sus manos que aun temblaban.

—Supongo que aún no lo supero...

—Es obvio que no —el chico dio un respingo ante aquella fría voz—. Él aún perturba tu mente y eso nos pone en riesgo.

La rubia apareció de la nada a su lado con los brazos cruzados y una mirada severa en su rostro, era más que obvio que su reciente pesadilla no le hacia ninguna gracia.

—Sólo fue una pesadilla...

—Ambos sabemos que fue más que eso —declaró molesta—, tu miedo es como restos de migajas que pueden ser rastreadas por él.

Él negó con una sonrisa.

—No le tengo miedo.

Los orbes rubí brillaron burlescos.

—¿Estás seguro de eso? —bajó los brazos y se inclinó un poco hasta la altura de su oreja tomando su hombro con fuerza—, porque soy capaz de entregarte con tal de salvar la vida de mi ama.

Jason sintió un escalofrió que lo obligó apartarse de ella, sus orbes se posaron en la fría mujer con furia, sabía que sus palabras eran más que ciertas y que ella daría todo por tener a su ama a salvo, incluso la desobedecería con tal de protegerla. Y eso era algo que lo mantenía en guardia.

No confiaba del todo en aquella rubia.

—Si lo haces Avo morirá —contestó tajante—. Sabes que de mi depende si ella vive o muere.

Las dos gemas rubí hirvieron de la cólera ante las palabras del chico, la llenaba de rabia saber que aquel simple y enclenque mortal era el único que podía salvar a su ama.

—Entonces no me provoques —dio un paso hacia atrás desviando la mirada—, no me tentaré el corazón si él me da escoger entre tu insignificante vida y la vida de mi ama —sus ojos se posaron en él con furor—. Así que ponte manos a la obra antes de que pierda la paciencia.

Dicho eso chasqueó los dedos y desapareció dejando la habitación en silencio. Jason soltó un suspiro y se dejó caer en la cama, observó el techo impasible recordando su itinerario para aquel día.

—Bueno, al menos puedo tachar discutir con esa bruja.

—¡Te escuché! —apareció de la nada sólo para levantarlo de la playera con fuerza—, ¿acaso no recuerdas que escucho y veo todo?

El pequeño Jung sólo tenía los ojos abiertos en sorpresa mientras sus manos se aferraban con fuerza al brazo de la rubia, bajó la mirada y abrió los ojos en terror al notar que no estaba en su cama, si no en...

—¡¿Por qué demonios estamos en el techo del departamento?! —gritó asustado—, ¡bájame!

Esta vez la mujer sonrió divertida ante el miedo dibujado en el rostro del humano.

—Tus deseos son órdenes.

—¡No, espera...!

Lo soltó dejándolo caer al vacío, sólo pudo escuchar el grito del chico que iba disminuyendo a medida que se acercaba al suelo. Bostezó con pereza y estiró los brazos mientras aun escuchaba el grito de terror del heredero Jung.

—Y yo que creía que eras valiente —miró hacia abajo con una sonrisa—. Espero que con esto aprendas la lección, humano.

Del otro lado de la ciudad, una joven acaramelada se despertaba de malas ante el incesante ruido de su teléfono. Con molestia lo cogió de la mesita de noche y aceptó la llamada sin revisar de quien se trataba, estaba preparada para asesinar con palabras.

—¿Qué sucede? —contestó con voz ronca.

Esa no es forma de contestarme, Sooyeon —abrió los ojos de golpe al reconocer la voz—, recuerdo que te enseñé modales.

Se incorporó de inmediato de la cama, el sueño y todas sus ganas de seguir durmiendo se desvanecieron como por arte de magia.

—Se-Señora Nam... —tartamudeó con inquietud—, disculpe, creí que era alguien más y...

Deja tus excusas para después —la cortó de inmediato—, lo que quiero es que estés en las oficinas en menos de una hora. Necesitamos hablar.

—Cla-Claro.

Bien, no me hagas esperar de más.

La llamada terminó y ella pudo respirar normalmente, sin embargo, su cerebro activó una alarma y no pudo evitar reprimir un gemido de frustración. Se preguntaba como rayos iba a entrar a las oficinas de SM Entertainment sin que la prensa se percatara de ello.

—Bien, Jessica, bien. Tenías que aceptar sin objeciones —se reprendió entre dientes—, pero que cobarde eres.

Sin más se levantó de la cama y caminó hacia la ducha, tenía que apurarse si no quería llegar tarde con la señora Nam, estaba segura que la asesinaría si llegaba tan sólo un segundo después de lo estipulado.

Cuarenta y cinco minutos más tarde se encontraba en la entrada trasera de las oficinas de la famosa disquera, miró su reflejo y se acomodó la bufanda, los lentes y la gorra con nerviosismo. Iba a entrar a las oficinas que sólo le provocaban un amargo sabor de boca.

Respiró profundamente y salió del auto.

Caminó hasta la puerta con rapidez y, de inmediato, dos enormes guardias aparecieron frente a ella.

—¿Jessica Jung?

Su cuerpo se tensó de miedo, había sido descubierta y ni siquiera había logrado entrar. Quizás lo más sensato era darse media vuelta y regresar a su auto...

—Si.

«Pero, ¡¿qué demonios me sucede?!» se reprendió internamente, su mente le estaba jugando mal.

—Vamos, la señora Nam la está esperando.

Abrió los ojos un tanto pasmada, asintió y los guardias le indicaron que los siguiera. Se sorprendió cuando los dos hombres la llevaron por pasillos que desconocía, incluso se asombró de ver unos baños de los que jamás supo su existencia.

—Llegamos, es la puerta del fondo a la derecha.

—Gracias.

Los dos hombres se quedaron a ambos lados del pasillo, al parecer, esperando para custodiarla hasta la salida. Caminó hasta la puerta que le habían dicho y la tocó con calma, tratando de que aquello le sirviera para mantener a sus nervios a raya.

—Pasa.

Abrió la puerta y se impactó al percatarse que aquel lugar no había cambiado nada desde la última vez. Tragó saliva. Los recuerdos aún seguían frescos en su cabeza.

—Señora Nam —saludó al ingresar—, es bueno verla.

Cerró la puerta y caminó hacia la mujer para tenderle la mano, pero en vez de eso fue estrujada por dos brazos que emanaban calidez.

—Esa no es la forma de saludar a alguien a quien aprecias, Sooyeon —la mujer se apartó y le sonrió—, ¿no lo crees?

Jessica sonrió intranquila.

—Tiene toda la razón.

La mujer sonrió satisfecha.

—Bien dicho —se alejó de ella y se acercó al mini bar que tenía en una esquina—. ¿Quieres algo de beber?

—No, gracias.

La mujer se sirvió un poco de té frío en un vaso y se dirigió a la pequeña salita que tenía, le indicó que se sentara y así lo hizo. Su corazón latía nervioso y su mente se mantenía cautelosa.

—Bien, hablemos de la razón por la que te pedí que vinieras —«Siempre tan directa, no ha cambiado nada» recordó la acaramelada—. Estoy al tanto de tu situación actual —reveló la mujer mientras que el rostro de la contraria palidecía—, Lee me lo ha dicho esta mañana.

El miedo dio paso a la decepción y esta abrió espacio a la ira, la joven CEO sintió su cuerpo arder de coraje al saber que Lee había abierto la bocota. Estaba segura que a Tyler le encantaría llevar ese detalle a la corte, y no lo detendría.

—¿Qué? —atinó a cuestionar con dureza.

La mujer bebió un poco de su té ignorando su pregunta, dejó el vaso en la pequeña mesita y la miró con curiosidad.

—Así que llegué a una decisión; tú y Tiffany deberán mudarse a una casa a las afueras de la ciudad junto con el chico —dijo lo último con desagrado— para mantenerse fuera de las miradas curiosas.

Se levantó del sofá con molestia, algo que realmente detestaba era que le ordenaran que hacer, sobre todo cuando se trataba de sus relaciones con otras personas.

—Creo que esto es algo en lo que usted no puede decidir u opinar —contestó con aspereza—, me niego a seguir ordenes de una empresa de la que ya no formo parte.

La mujer sonrió divertida.

—No lo estas entendiendo, querida, esta no es una orden de la empresa —se irguió y sus ojos brillaron contundentes—. Es una orden mía, Sooyeon, y deberás obedecerla.

La acaramelada desvió la mirada sintiéndose impotente. No podía hacer algo contra eso, lo sabía muy bien. Nam So Yeong era una mujer que tenía un inmenso control sobre ella y a la cual debía demasiado.

—¿Por qué? —cuestionó entre dientes—, ¿por qué debo mudarme con Stephanie?

Miró con disgusto a la mujer, esta simplemente volvió a tomar su vaso mientras meditaba su respuesta.

—Es simple, necesitamos que este lejos de Taeyeon —reveló con calma—. Su último escándalo afectó al grupo, pero afectó aún más el rendimiento de Taeyeon al estar siempre con ella tratando de animarla. Sabes, por culpa de Tiffany tuvimos que retrasar el lanzamiento del álbum My Voice por su poca concentración, ahora el álbum saldrá a finales de febrero del próximo año y no a finales de año como lo teníamos contemplado.

Levantó la ceja con molestia.

—¿Acaso iba hacer el nueve de diciembre?

Nam sonrió divertida ante la creciente indignación e ira que se asomaba en aquellos fríos ojos.

—Iba hacer una competencia muy fructífera para ti, lo sabes —contestó de buena gana—. Los fans de Taeyeon pelearían con uñas y dientes para tenerla en primer lugar y estoy muy segura que tus fans harían lo mismo, tus queridos chicos no se quedarían de brazos cruzados, después de todo lo demostraron en tu contienda contra Tiffany.

El semblante de la empresaria era de total cólera, la mujer sabía que aquella situación había puesto de malas a su querida aprendiz, pero había servido de experiencia para ambos bandos; Jessica Jung aún no estaba acabada.

—Así que los rumores eran ciertos —la arisca voz hizo sonreía más a la mujer—, hicieron debutar a Tiffany antes de tiempo sólo para fastidiarme.

—No te lo tomes tan personal, querida, sólo queríamos ver que tan mal estabas. Además, no fue mi idea, así que no me mires así —dijo señalando el rostro de la acaramelada—. Kim lo planeó todo, yo le dije que debíamos esperar ya que ella aún no estaba lista, pero ese hombre hizo todo tras de mis espaldas.

—Sí, cómo no...

La ironía de Jessica molestó a la mujer.

—Si hubiera querido destruirte, Sooyeon, jamás hubiera hecho que te liberaran del contrato. Sabes muy bien que, si yo no hubiera intervenido, estarías en la misma situación que Wu o que los estúpidos de JYJ —el rencor en su voz era notorio—. Así que confía en mis palabras.

Jessica asintió en silencio y volvió a sentarse, todo lo que había dicho Nam era más que cierto, si no fuera por ella aun seguiría en una demanda con SM que pondría el trabajo de su hermana en la cuerda floja.

Krystal no merecía pagar por sus problemas.

—Una vez dije que veía en ti demasiado potencial y no me equivoqué —comenzó Nam con tranquilidad—. Sooyeon, en mis planes siempre estuvieron que tú fueras la líder de So Nyeo Shi Dae, pese a tu pereza extrema, podía ver que tenías madera para ser líder. Pero Lee quería seguir la regla que siempre se ha llevado, por eso el liderazgo cayó en Taeyeon y, por desgracia, la pequeña Taeyeon no supo maneja tal responsabilidad.

—¿Por qué me está diciendo todo esto?

La mujer sonrió levemente al ver la confusión reflejada en el rostro de la ex miembro de SM Entertainment.

—Porque quiero que entiendas que yo jamás quise que esto pasara. Siempre fuiste mi favorita, Sooyeon, y desearía que aun siguieras en la empresa junto al grupo —Jessica abrió los ojos con sorpresa al escuchar aquella declaración—. Esa fue una de las razones por la que te ayude cuando las chicas te traicionaron y votaron para sacarte del grupo.

—No me recuerde eso, por favor —desvió la mirada dolida—, es algo que aún trato de superar.

—Te comprendo, es difícil saber que todas tus amigas votaran para sacarte de un grupo al que has dado todo.

Jessica frunció el ceño.

—¿Qué quiere decir con todas?

—¿Acaso Kim no te lo dijo? —cuestionó confusa.

—¿Decirme qué?

Nam soltó un suspiro y tomó un sorbo de su té, pensando en cómo decirle la verdad a Jessica.

—Asumí que te lo había dicho después de darte la noticia de tu baja definitiva del grupo —dijo bajando el vaso a la mesita—, ahora veo que no fue así. Maldito cobarde —murmuró molesta. Respiró profundamente y miró fijamente a la acaramelada—. Las ocho chicas que actualmente conforman So Nyeo Shi Dae dieron su voto a favor para que no formaras parte del grupo, no hubo ni un voto en contra, todas estaba de acuerdo en echarte.

—¿Qué?

Jessica se quedó quieta en su lugar, sintiendo como viejas heridas volvían abrirse mientras que otras nuevas se formaban. Un nudo en su garganta le impidió soltar lágrimas o un gemido de dolor.

Era la sensación que experimentó aquel primer día.

—Yo estuve ahí cuando sucedió, Kim me habló porque quería mi presencia en una importante reunión... y al terminar tuve que mover mis cartas para que tu salida del grupo también fuera de la empresa —aquello hirió aún más a la joven CEO—, no podía permitir que siguieras junto a las personas que te dieron la puñalada por la espalda. Así que hice que tu salida fuera de la forma más pacífica posible y que Krystal no resultara como daño colateral.

Los nudillos de Jessica estaban blancos de tanto apretar sus manos, su corazón y mente estaban tratando de asimilar aquella información. Kim le había dicho que algunas miembros habían estado de acuerdo que saliera del grupo, pero que había sido el consejo que decidió su expulsión como represalia por no aceptar dar más porcentaje de las ventas de Blanc and Eclare.

—¿Entonces mi expulsión se debió a todas ellas y no al consejo?

La voz gélida y dolida de la princesa de hielo retumbó con fuerza en la habitación.

—Al saber el consejo que todas las chicas estaban de acuerdo con expulsarte les fue más fácil sacarte de forma definitiva del grupo, creyeron que ibas a ceder y que tu carrera seguiría como solista bajo el manto de la empresa, pero jamás se imaginaron que te aparecerías al día siguiente con abogado en mano para exigir la terminación de tu contrato —Nam observó como la imagen de aquella chica destrozada y con ansias de venganza aparecía nuevamente ante sus ojos—. Creo que tu mensaje en Weibo debió darles cierto indicio de lo que harías, pero gracias a mi todo se resolvió y ahora estás tranquilamente diseñando y con una carrera como solista con tu propio sello discográfico.

—¡Pero no puedo aparecer en tv! —gritó estallando—. Me tienen restringida en todo Corea, ¡en mi propio país! Sólo China y Japón no se dejaron intimidar por esta estúpida empresa. ¿Sabes lo que fue que todas mis invitaciones fueran de la nada canceladas? —cuestionó con rabia— ¿o qué mis amigos de toda la vida me dieran la espalda?

—Sooyeon, no...

—¡Ustedes me destruyeron! —cubrió su rostro tratando de contener el dolor—. Perdí todo por su estúpida ambición... —apretó los dientes para no llorar—, pero me hicieron ver lo fuerte que puedo ser.

Descubrió su rostro y miró a la mano derecha de Lee con los ojos rojos, llenos de dolor y rabia, eran esos ojos que había visto en aquel entonces cuando hizo palidecer al consejo al exigir la anulación de su contrato e imponer una demanda por incumplimiento.

Era la mujer que Nam había querido que fuera Jessica desde un principio, la fría mujer que no perdía ante nada ni ante nadie.

—Es como ver mi propio reflejo —murmuró satisfecha—. Te has convertido en una mejor versión de mí, Sooyeon.

—He terminado —dijo poniéndose de pie.

Nam también se puso de pie y tomó el brazo de Jessica con fuerza, deteniendo su intento de salir de su oficina.

—No te he dado permiso de salir —espetó con severidad—, aún falta que otro invitado llegue para que pongamos en marcha mi plan y que nuestro pequeño inconveniente no salga a la luz.

Un golpecito en la puerta interrumpió su lucha de miradas, la mujer soltó a la acaramelada y esta volvió a tomar lugar en el mueble.

—¡Adelante!

Jessica no necesitó darse vuelta para saber de quien se trataba, en cuanto la puerta se abrió sintió el dulce aroma que ahora era más que toxico para ella.

—Tiffany, me alegra que haya llegado. —Esta se sorprendió al ver la cabellera de la acaramelada—. Estábamos esperándote.

Media hora después ambas salían de la oficina de la gran Nam So Yeong con la orden de empacar sus cosas y mudarse a la casa que la mujer había comprado para ellas, clero que Jessica y Tiffany sabían que pagarían cada centavo que la calculadora mujer había gastado en aquella propiedad.

—Iré por Jason y esta noche estaremos en la casa —dijo la castaña una vez que ambas estaban en la salida de la empresa—, ¿tú llevaras tus cosas hoy?

La mayor parpadeó levemente, parecía perdida y algo desorientada desde que habían salido de la oficina.

—No, las llevaré entre la semana —contestó lentamente—, pero dormiré con ustedes esta noche.

—Bien... —los ojos vacilantes de la castaña se posaron en la puerta—, así que entonces nos veremos hasta en la noche.

Jessica asintió y salió de la empresa junto con los guardias que la habían escoltado, la menor se quedó en su lugar observando como la acaramelada subía a su auto y salía a toda velocidad del estacionamiento. Sonrió con felicidad, al parecer la vida estaba de su lado.

Quizá esta vez ambas podrían estar juntas.

—¿Por qué sonríes así, mamá?

La voz de Jason la sacó de sus pensamientos, parpadeó confusa al verlo frente a ella mirándola con ojos curiosos.

—¿No se supone que ibas a quedarte en el auto?

El chico sonrió divertido.

—Me aburrí —confesó alegremente—, tardaste mucho. Creí que sólo pasarías por algo rápido e iríamos al centro comercial.

Ella negó con una sonrisa, era más parecido a ella y a Jessica de lo que imaginaba. Tomó su mano y lo jaló para ir hacia su auto.

—Anda, vamos al centro comercial antes de que hagas una rabieta.

Jason comenzó a reír mientras se dejaba llevar por su mamá, aquello le resultaba tan horriblemente familiar que sentía ganas de llorar.

—Ya estoy grande para eso, mamá.

Pero no podía llorar, no mientras aún había tiempo para arreglar todo. Mantendría esa hermosa sonrisa y salvaría a ambas de aquel cruel destino que Dios parecía haber impuesto.

Aunque esto no era obra de Dios...

—¿Jung aceptó?

Nam miró al hombre que fumaba un cigarrillo en la terraza con tranquilidad, posó la vista en donde él la tenía y se sorprendió al ver a Tiffany Hwang tomada de la mano con un chico alto.

—Obvio que iba aceptar, sabe que me debe mucho... —sus ojos se mantenían fijos en aquellos dos chicos—, ¿ese chico es el problema?

—Así es —contestó el hombre apagando su cigarrillo—. Lee está tenso y paranoico con todo esto.

La mujer chasqueó la lengua.

—Aún me cuesta creer que este disparate es real, pero al menos ahora podemos estar seguros que la princesita Hwang no será una molestia para Taeyeon.

El hombre miró a Nam con curiosidad.

—¿Tanto odio le tienes a la pequeña Stephanie, So Yeong?

Nam sonrió divertida perdiendo de vista a esos dos al subir al auto de la mujer.

—No puedo perdonarla por arruinar a mis dos más grandes obras, Kim —desvió la mirada al hombre—. Tú más que nadie sabe los planes que había para Taeyeon y Jessica.

—Millones que jamás veremos...

—Y que perdimos por esa chica —a completó con desagrado.

 

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
jessjung_dew
#1
Chapter 17: volveras a actualizar?
DreamEncantamiento #2
Chapter 17: Hola autora! Esta historia cada ves se pone mejor, me encanta. Tengo mucha curiosidad sobre que paso con Jessica ¿Por qué los poderes de Camila no la afectaron? ¿Qué es eso que paso entre TaeNySic en Paris para que Taeng odiara a Jessi y que todas la sacaran de GG? ¿Cómo reaccionaran los señores Jung y Krystal cuando se enteren de Jason?

Gracias autora, estas haciendo un maravilloso trabajo, esperare pacientemente por más capítulos ^-^
Thea050713 #3
I hope u can also have English version of this...huhuh i wanna read it so badly
tapiapark #4
Chapter 13: Que buena onda , las volveré a leer otra ves en Wattpad tienes el aviso desde donde esta la última ves , sigue así nunca te vayas porfa tienes una historia muy buena
tapiapark #5
Chapter 12: Sigues viva autora ? Porfavor ? vuelve este fic es demasiado hermoso como para que lo abandones
DreamEncantamiento #6
Chapter 12: Hola autora, acabo de leer este fic y en verdad me encanto, es realmente interesante. Me encantaría poder seguir disfrutando de el. Has hecho un magnifico trabajo hasta el momento. Muy buena suerte y estaré esperando por más de este fic.

Gracias ^-^
shajanie
#7
Hope there will be english for this one..
mv007842 #8
Chapter 4: Sige porfis me encanto esta buenisimo actualiza porfis
jessjung_dew
#9
Chapter 4: lo lei en la otra pag! capitulazo!! necesito leer mas, vuelve pronto!!
DollySweet
#10
Chapter 3: Hello Damaris!! Estoy aqui y en wattpad siguiendo esta historia xD