Capítulo 12

We Have a Son!

CAPÍTULO 12
EL JUEGO COMIENZA

Sus ojos se mantenían fijos en el pálido techo de aquella acogedora y rosada habitación, hacia bastante tiempo que se había despertado y su herido corazón sólo se había quedado quieto, tomándose un momento, un instante, un pequeño respiro para poder volver a latir, para aferrarse a la idea de que aquel dolor seguiría ahí y no se iría por un largo tiempo.

Las rupturas siempre eran dolorosas.

Sintió de inmediato las lágrimas nuevamente saliendo sin ningún control, como si se trataran de dos cascadas que lo único que podían hacer era arrastrar todo y tirarlo al vacío; se sentía tan destrozada y humillada como mujer, los malos comentarios que alguna vez leyó parecían penetrar en su cabeza con facilidad, recordándole miles de insultos, malos deseos, hirientes críticas e inmensidades de palabras de odio.

Eran como miles de letales susurros acribillándola lentamente, riéndose en su cara y restregándole que no era nada, que aquel no era su lugar ni su momento.

Simplemente era otra cara bonita con la que cualquiera podía jugar...

—Es tan absurdo llorar —se dijo a si misma entre dientes cerrando los ojos con fuerza—, es tonto que esté llorando por él... pero... —llevó sus manos a su boca para callar los sollozos—, pero... duele tanto...

Las lágrimas quemaban, los sollozos desgarraban su garganta y su corazón se destrozaba aún más, era como una larga tortura que dolía cada vez más, que lastimaba y destruía todo en su interior.

Estaba a punto de quedar en total ruina. Lo sabía. Sabía muy bien que esta vez la habían aplastado de tal forma que sería incapaz de ponerse de pie, su integridad, su confianza, su orgullo, su dignidad, su todo había sido pisoteado, escupido y destrozado...

La había destruido.

El pasado hermoso era como un sueño demasiado nubloso, no podía recordar la última vez que él le había sonreído con amor o la había besado sin agresividad para conseguir lo que quería, sin que esas caricias la llenaran de dolor en vez que placer.

¿Cómo había soportado eso? ¿por qué se había mantenido a lado de un monstruo?

«Porque lo amas...»

Aquel susurro la hizo llorar aún más, porque si, pese a todo seguía estúpidamente enamorada de él. Seguía tan anclada a él, tan abrumada y completamente perdida por él, lo amaba, lo amaba como jamás se había permitido amar a nadie más. Era estúpidamente caótico y absurdo.

—Veo que al fin despertaste...

Aquella voz la obligó a morderse los labios y hundirse más entre las gruesas sabanas, no deseaba que la vieran en aquel estado, en un estado tan lamentable que jamás le desearía a nadie.

—Gracias por traerme aquí y no llevarme al dormitorio con las chicas... —susurró en un hilo de voz apenas audible—. Lo siento...

Un leve hundimiento le indicó que aquella persona estaba sentada en la cama, una cálida mano tomó una de las suyas en un deliberado intento de consuelo, tratando de que aquel simple apretón pudiera servir para aliviar sus penas.

—No tienes nada de que disculparte, Joohyun —la suave voz habló con dulzura—, estoy segura que no deseabas preocupar a tus miembros.

Apretó con fuerza mientras asentía conteniendo las lágrimas.

—Si...

Otra mano cubrió su mano brindándole apoyo, sintió en sus mejillas el salino liquido fluir una a una.

—Está bien llorar, cariño —sintió un nudo en la garganta mientras esa cálida persona hablaba—, necesitas sacar todo para poder sanar... te lo puedo asegurar por experiencia.

Los sollozos salieron y los espasmos en su cuerpo no se hicieron esperar, su cuerpo se movió por inercia, acostándose en el regazo protector y sintiendo las consoladoras manos acariciar su cabello mientras se dejaba de privar todo aquel dolor.

—¡¿Por qué tiene... por qué tiene que doler tanto?! —cuestionó aferrándose a un deje de razón en aquel mar de dolor—, dime... por favor, dime... dime porqué, Tiffany...

La mujer de aura radiante se limitó a consolarla, a protegerla mientras se hundía en su agonía y su corazón terminaba de gritar de dolor.

La libertad lograba ser demasiado abrumadora.

Tiffany Hwang sólo pudo quedarse en silencio, permitiendo que la joven en sus brazos sacara todo de sí, sin embargo, sólo podía sentir una inmensa empatía y pena... sus palabras, aunque ciertas, jamás la había podido llevar acabo porque sus heridas nunca habían sanado, seguían frescas esperando a ser curadas.

Lo irónico era que su cura también era la daga que la apuñalaba.

Por otro lado, a una pared de distancia se hallaba un joven sentado con sus rodillas abrazadas escuchando con pena el llanto agónico, sus ojos lucían perdidos, comprendiendo por primera vez las palabras que había escuchado hace mucho tiempo atrás.

Lo recordaba muy bien, el olor del mar en pleno verano, el bullicio de quienes se divertían en la feria, el cálido viento y el magnífico espectáculo que el sol daba en su última breve despedida mientras le daba la bienvenida a la luna. Lo recordaba todo. Inclusive podía escuchar las voces que discutían.

—Así es la vida, Jas, siempre hay amargos momentos —aquella persona dijo con calma—, pero debes recordar que los recuerdos malos son tan efímeros como la oscuridad en la noche. Siempre habrá una estrella que te guiará hacia la luz de la luna.

En ese momento había cerrado los ojos para contener las nuevas lágrimas que no habían caído minutos atrás, pasó su brazo por su rostro para secarse los restos salinos y secar las que se habían salido sin aviso previo.

—No me gusta eso —murmuró.

Sus cristalinos y pegajosos ojos se enfocaron en aquella magnánima mujer; su oscuro cabello se movía al compás del viento, sus ojos lo miraban con un brillo curioso y melancólico, sin embargo, lo que más llamó su atención fue esa sonrisa que parecía decirle que lo sabía.

Sintió el brazo atrayéndolo a ese cuerpo cálido que lo había abrazado y cobijado en innumerables veces, su rostro se hundió en el abdomen de aquella mujer y sus cortos brazos la aprensaron en un necesitado abrazo.

Ella le daba el consuelo y amor que necesitaba un pequeño de ocho años.

—Lo sé, pero tu estrella debe de andar por ahí —contestó con voz dulce— esperando por ti a que tú la encuentres.

Negó lentamente.

—Eso es mentira —masculló molesto al sentir ganas de llorar nuevamente.

Una suave caricia en su cabeza lo hizo aferrarse aún más.

—Es verdad, Jas, no miento. Cuando yo era joven tuve la mía —confesó ella con voz tranquila y suave—. Era la estrella más hermosa y brillante que jamás había visto en mi vida... ella me guio hacia la luz, me hizo volver a vivir y sentir la felicidad que creí jamás volver a experimentar, pero... —hubo una larga pausa antes de que ella continuara con voz melancólica— pero nunca me percaté de ella hasta que fue muy tarde. Perdí a mi estrella por tonta.

Él se separó lentamente y miró hacia arriba, hacia los tristes ojos ajenos.

—¿Volviste a verla?

La mujer negó con una pequeña sonrisa.

—No, ella se fue para guiar a alguien más —admitió con una mueca—, por esa razón tú tienes que estar al pendiente del momento en que llegue tu estrella. No quiero que la pierdas como yo lo hice.

El sonido de un auto saliendo del garaje rompió la atmosfera como también la línea de aquel recuerdo, sin embargo, logró comprender ese pequeño consejo que aquella magnifica mujer le había dado.

Soltó un fuerte suspiro y miró el techo en busca de fuerza para soportar todo lo que vendría, apenas estaba empezando y sabía que las cosas no serían fáciles, considerando que ahora en su mente también aparecía la joven que había caído destrozada en sus brazos.

—Seré tu estrella, Joohyun, seré esa estrella que te guiará a la luz de la luna —prometió en un susurro—. Si salvaré a mis madres también te salvaré a ti, no permitiré que tu sonrisa vuelva a desaparecer.

Con la mente decidida se puso de pie dispuesto a planear sus pasos para lograr cumplir sus propósitos, totalmente listo para hacer lo imposible. Su silueta fue seguida por unos orbes rubís que parecían observarlo en todo momento, la figura de una mujer se formó de la nada, moviendo su elegante cabellera rubia mientras daba media vuelta para observar a la mujer que lloraba en el regazo de una de las progenitoras del error de la naturaleza.

Hizo una mueca con fastidio.

—Recuerdo que eras menos llorona —murmuro con disgusto.

Se acercó lentamente a ambas mujeres y se quedó observando fijamente a la chica que lloraba de forma perenne, frunció el ceño mientras sus gemas rubíes estudiaban sus acciones.

—No lo entiendo —ladeó la cabeza confusa—, ¿qué es lo que te hace tan especial?

Sus ojos viajaron hacia una de las mujeres de la que dependía su vida y el de su amada diosa, la mujer que sería parte del milagro, o error, que traería consigo innumerables penas y caos.

—Tampoco entiendo que fue lo que vio mi ama en ti —entornó los ojos buscando algo, una seña o indicio—. A mis ojos sólo eres un simple mortal.

Dio unos pasos hacia atrás y negó con frustración, seguían sin comprender muchas cosas, pero lo que le frustraba era no ver lo que su amada diosa vio en aquella simple mortal.

—¿Qué es lo que te hace tan especial como para quebrantar las leyes de la naturaleza?

֎֍

Jessica apretaba y estrujaba su pelota anti estrés mientras caminaba de un lado al otro de su oficina, había tenido una bomba de inspiración en plena madrugada y no había podido dormir nada pensando en nuevas letras de canciones, inclusive tenía ideas para su próxima línea de ropa y accesorios.

Era como adicto en abstinencia, tenía todas esas ideas, pero no podía plasmarlas a causa del poco tiempo que tendría libre. Tenía pilas de documentos por leer, el viaje que haría para su nuevo MV, las sesiones fotográficas, el cuidado de Jason... Se detuvo de golpe.

¡Jason!

Había olvidado por completo a su hijo, tenía que mover todo de su agenda para hacer los espacios necesarios para ver a su hijo y también acondicionar una de las habitaciones de su departamento para él. Cerró los ojos con fuerza abrumada ante todos los pendientes que tenía.

Estrujó aún más la pelota.

—¡Maldita sea! —masculló abriendo los ojos.

Apretó la mandíbula y arrojó la pelota con todas sus fuerzas hacia la puerta liberando ahí toda su tensión, sin embargo, fue justo el momento en el que Tyler entraba siendo recibido por la pequeña y dura pelota anti estrés.

—¡Vaya bienvenida! —gritó con molestia levantando la pelota—, ¿acaso esa es la forma de recibir a tu salvador?

La acaramelada sólo rodó los ojos en fastidio.

—Ni que fueras Superman —contestó caminando hacia él—, devuélveme esto.

Le quitó la pelota de las manos y se dio media vuelta, el hombre sólo soltó un suspiro cansino, sabía muy bien que esa pelota sólo salía del cajón cuando la joven CEO estaba desvelada y su cuerpo estaba dando sus últimas gotas de energía.

Debía mandar a dormir a la bestia.

—¿Cuantas horas has dormido? —preguntó con calma.

La ex-miembro de snsd se dejó caer en la silla de su escritorio retomando su estrujamiento con la pelota, los fríos y feroces ojos se posaron en el hombre de forma cautelosa mientras su mano apretaba cada vez más fuerte la pelota de goma en su mano.

—Las necesarias.

Aquella respuesta no lo convenció.

—Jessica, si sabes que las necesarias deben ser mínimo ocho horas, ¿no?

La acaramelada no contestó y detuvo su estrujamiento, lo estaba comprendiendo, aquella irritabilidad se debía a su falta de sueño. No había dormido nada en los últimos dos días, en los cuales había tenido fuertes noticias y emociones que en definitiva la tenían cansada física y psicológicamente.

Cerró los ojos y respiró profundamente.

—Entonces creo que no he dormido lo suficiente... —admitió lentamente volviendo abrir los ojos—, pero tengo demasiado trabajo. Así que no puedo dormir.

—¡Ahí es donde te equivocas!

Tyler se acercó al escritorio y tocó un botón del intercomunicador, la acaramelada frunció el ceño y segundos después la puerta se abrió revelando a su secretaria.

—¿Desea algo, Srta. Jung?

La joven se acomodó sus gafas de forma tímida mientras miraba a su jefa, Tyler sonrió y miró a Jessica.

—Miyoung, cancela todas las citas de Jessica y agéndalas para la próxima semana —declaró ante una castaña apunto de discutir—, nuestra CEO necesita tomar reposo si no quiere caer enferma y atrasar todos los proyectos.

La acaramelada apretó sus labios reprimiendo sus deseos de contradecir a su amigo, pero su lado racional sabía que no podía enfermarse o habría un atraso que podría costar miles de dólares. No podía permitirse ese lujo innecesario.

—¿Segura...?

—Cancela todo, Miyoung —la cortó de forma tajante—, y acomódalas para la siguiente semana. Dile a los inversionistas que la junta sigue en pie para el fin de semana.

La secretaria tembló ante la reciente frialdad de su jefa, asintió lentamente.

—Cómo ordene, Srta. Jung.

Salió de la misma forma en que entró, Tyler soltó una carcajada mientras su joven amiga se llevaba las manos a su cabello con fastidio.

—Debí dormir...

—Sí que debiste —concordó divertido—, aquí lo importante es saber qué fue lo que te mantuvo despierta.

La mirada suspicaz del hombre le hizo desviar la mirada, sabía que su mejor amigo tenía en mente la razón a medias de lo que había provocado su desvelo.

—Trabajo, todos los documentos que me dejaste me retuvieron en vela.

El hombre resopló.

—Sabemos que no es cierto.

Se levantó de su silla y tomó su bolso, no le diría a Tyler que en realidad estuvo teniendo relaciones uales con Sunny y se había quedado en vela terminando de componer la canción que había escrito tiempo atrás para cierta persona que resultaba ser su más grande mal.

«Vaya ironía de la vida, ella será parte de mi álbum» pensó con diversión.

—Entonces quédate en la incertidumbre —caminó hacia la puerta tomando su abrigo del perchero—, iré a dormir... cualquier cosa que ocurra deberás marcarme, ¿entendido?

Se giró a ver a su amigo que la observaba con diversión, el hombre asintió energéticamente mientras se acercaba a ella.

—Como ordenes, jefa —contestó poniendo una mano en el hombro de ella—. Intenta descansar, Jess.

La acaramelada asintió en silencio y salió de su oficina, su cabeza comenzó a doler un poco, sin embargo, sabía que se debía a las pocas horas que le había dado a su cuerpo y este comenzaba a resentirlo. Cerró los ojos y se recargó en una de las paredes del elevador con cansancio, su mente aún trabajaba como miles de trenes bala a su máxima velocidad.

Soltó un suspiro cansino.

Las letras de nuevas canciones aparecían frente a ella con futuras melodías que su cerebro parecía reproducir a todo volumen. Abrió los ojos junto a las puertas del elevador que indicaron que ya había llegado al lobby, salió de este y se dirigió hacia el estacionamiento en busca de su auto para poder ir a casa.

Necesitaba tomar un baño y hacer una llamada a un diseñador de interiores para que trabajara en la habitación de su hijo, necesitaba que estuviera lista cuanto antes. Iba tan sumergida en sus pensamientos que no se percató de la persona frente a ella hasta que fue muy tarde.

—Fíjate por... —cortó en seco sus palabras, sabía que estaba de mal humor, pero no podía contestar de aquella forma—. Discúlpeme, no lo vi.

Levantó la mirada y se quedó sorprendida en cuanto aquella figura alta se dio la vuelta.

—No se preocupe, ha sido un accidente.

Asintió en silencio observando con curiosidad al hombre frente a ella; aquel hombre irradiaba una apariencia misteriosa con la gabardina oscura que portaba, además, sus ojos de un azul tan intenso como el mar le daban un aire enigmático mientras su cabellera platina desordenada le daba un toque rebelde. Era un hombre interesante que llamó de inmediato su atención.

Tenga un buen día, Jessica.

Con esas últimas palabras y una pequeña reverencia siguió su camino al interior del edificio, se giró rápidamente para verlo, pero había desaparecido de su vista. Frunció el ceño confusa mientras caminaba hacia su auto, aquel encuentro había sido extraño y algo interesante, considerando que jamás había visto aquel hombre y no entendía el motivo por el cual estuviera en su empresa.

Abrió los ojos con perplejidad deteniéndose de golpe; ella jamás había dicho su nombre y...

—¿Qué idioma era aquel?

Aquella pregunta que soltó en voz alta la hizo girar hacia atrás, no comprendía como rayos había entendido aquellas palabras de un idioma que desconocía y del que jamás había escuchado.

«¿Acaso escuché mal?» se cuestionó nerviosa.

Llevó una mano a su cabeza y con la otra se recargó en la puerta de su auto, miró su reflejo atreves del vidrio y negó con desaprobación. «Creo que necesito descansar, ya estoy alucinando» se dijo antes de abrir la puerta del auto y ponerse en marcha hacia su departamento.

֎֍

Jason se sentía incómodo ante el escudriño al que se veía sometido por seis pares de ojos, detestaba estar en aquel lugar con aquella mujer que le desagradaba, pero no podía hacer nada ante eso. Apenas unas horas atrás había estado feliz de poder pasar tiempo con su mamá —aunque antes de eso había tenido que esperar en la azotea, sin embargo, había sido un tiempo provechoso ya que le había servido para pensar en un plan—, hasta que ella le dijo que debían ir al nuevo departamento cuanto antes para arreglar su habitación.

«Yo no quería una habitación, pude haber dormido en el piso junto a tu cama» pensó de mala gana cruzándose de brazos, estaba cansado de todo aquello.

—Entonces él vivirá con nosotras —habló la alta del grupo rompiendo el silencio—, ¿Lee está de acuerdo con esto?

La mirada de todas, a excepción de la pequeña del grupo, se dirigieron a la dueña de la sonrisa de luna. Tiffany soltó un profundo suspiro mientras le daba un vaso de agua a su hijo, podía notar la incomodidad de este ante las miradas de sus amigas, hasta ella misma estaría así si estuviera en su lugar.

—Él está de acuerdo con esto, Soo —habló la chica Lee llamando la atención de todas—, mi tío no permitiría que el pequeño de Sica y Tiffany dañe la imagen de la empresa. Tan sólo imagínalo: Jessica Jung y Tiifany Hwang tienen un hijo, la primera gran pareja homoual del kpop —hizo la forma de un arcoíris con las manos mientras reía—, sería el escandalo más grande en la corta historia de este mundo que está plagado de sonrisas falsas y de seres humanos superficiales a los que no les importa ser tratados peor que animales con tal de tener sus cinco minutos de fama.

Todas se quedaron pasmadas ante las palabras crueles y crudas que había dicho la pequeña chica, Taeyeon se puso de pie dispuesta a decir algo, pero Sunny simplemente levantó una mano para hacerla callar.

—Bienvenido a tu nueva casa, Jason, espero que tu estancia aquí no sea tan... —miró a sus seis amigas con una sonrisa cínica—triste. Cualquier cosa mi habitación esta al fondo a la derecha subiendo las escaleras, como los baños.

Le dio un beso en la mejilla al chico y salió de la sala de estar dejando a todos sin habla a excepción de Jason, él simplemente sonrió divertido ante la actitud sarcástica y directa de Sunny, la había visto sólo dos veces y eso había bastado para darse una opinión buena de ella. Miró a su madre con una sonrisa.

—Creo que ella es la única que me ha caído bien.

Tiffany rodó los ojos y tomó una profunda respiración, no había esperado eso por parte de Sunny, parecía que la pequeña chica cada vez estaba de mal humor y no deseaba que Jason estuviera junto a ella por mucho tiempo.

—Jason se quedará con nosotras unos cuantos días a la semana, los demás estará en casa de Jessica —al decir eso no pudo evitar molestarse—. Y si, Soo, el Sr. Lee nos ha dado el permiso. Estamos tratando el asunto de Jason de forma cautelosa.

Taeyeon se puso de pie llamando la atención de todas, el pequeño Jung la miró con indiferencia ante la mirada de desagrado que ella le dirigía, ambos parecían detestarse mutuamente.

—Si se quedará con nosotras tendrá que respetar ciertas reglas —declaró tajante la líder—, después de todo, es un chico.

Jason hizo una cara de desagrado.

—Si estas pensado que haré cosas ersas estás muy equivocada —miró a todas las chicas con detenimiento—, ustedes son unas mujeres muy grandes de edad para que las vea con otros ojos que no sea de tías. —dijo aquello recalcando la palabra "grande" con una sonrisa al ver sus rostros asesinos y, para ponerle la cereza al pastel, agregó—: Claro que mi mamá es hermosa y perfecta sin importar qué, ella es la única que luce joven y y a comparación de ustedes.

La líder apretó la mandíbula mientras la bailarina del grupo se acercaba a ella y le murmuraba:

—Si tú no lo golpeas lo haré yo.

Tiffany sonrió ante las palabras de su hijo, le recordaba de cierta forma la personalidad de Jessica al decir cosas que hacían enojar a las chicas, era tan común que las hiciera enojar y luego corriera tras de ella para protegerse de Taeyeon, Hyoyeon o Sooyoung. Aquellos recuerdos de sus días de trainer eran únicos.

—Jason, no seas grosero —lo reprendió con calma—, deberías disculparte.

El chico miró a su madre con el ceño fruncido, no estaba acostumbrado a eso, regularmente su mamá siempre estaba de su lado.

—Mamá dice que no me disculpe si no he hecho nada malo —dijo mirando hacia otro lado—, sólo he dicho la verdad.

Jason abrió los ojos al percatarse de su respuesta, estaba actuando como un crío y no como un joven adulto, no entendía porqué había contesta de aquella forma. Era algo totalmente inapropiado y contrario a su comportamiento ejemplar. Se puso de pie y miró a las amigas de su madre.

—Disculpen mis palabras, creo que las emociones de ayer y de hoy están afectándome —hizo una reverencia de noventa grados sorprendiendo a todas—, les ruego me disculpen —se incorporó y miró a su madre—. Mamá, ¿podrías mostrarme mi habitación? Creo que debería ir a dormir, mañana escucharé las reglas que la enana tiene para mí.

Bueno, no podía ser amable con Kim Taeyeon, le caía mal y eso no iba a cambiar para nada.

—Claro, cariño —Tiffany se dirigió a Seohyun—, ¿preparaste lo que te pedí?

La maknae asintió.

—Su habitación está junto a la tuya como pediste —se puso de pie para acompañarlos—, sólo que le hace falta algunas cosas, pero supongo que con una cama y una cómoda te bastara por el momento, ¿no?

El chico asintió y tomó su pequeña maleta de viaje, aquella valija era tan ligera a causa de sus escasas pertenencias y ese simple hecho lo puso melancólico. Ciertas imágenes estaban frescas en su cabeza que le provocaban punzantes dolores y unas inmensas ganas de llorar.

—Si... —contestó con voz ronca—, no tengo nada de todas formas.

Tiffany sintió ese súbito cambio de humor en su hijo, se acercó a él y tomó su mano libre.

—Pronto tendrás muchas cosas, Jason, sabes que Jessica y yo estaremos aquí para darte todo —el chico sonrió levemente—. Además, estoy segura que te pondrá feliz el saber que mañana iremos de compras.

Los ojos del joven brillaron llenos de excitación, algo que tenía en común con sus progenitoras era que amaba con todo su ser el ir de compras.

—Tiff, no creo que le guste ir de compras —opinó Yuri que hasta el momento se había mantenido en silencio—, es un chico. Estoy segura que se divertirá si lo llevas a comprar videojuegos o algo así.

Jason negó rápidamente ante aquello.

—No, no, no. Yo amo ir de compras —confesó con determinación—, es algo que me encanta y prefiero eso a ver videojuegos.

«Sobre todo porque estaré con mamá a solas para sacarle información» sonrió ante aquello.

—¿De casualidad no te gusta el rosa? —cuestionó Hyoyeon con burla—, porque eso te haría más Hwang que Jung.

Taeyeon miraba todo aquello con molestia, no le hacía gracia que el recordatorio de su antigua amiga estuviera viviendo bajo su mismo techo. Jessica había dejado de ser bienvenida en su casa y en su vida cuando decidió apuñalarla por la espalda.

—Iré a dormir —anunció alejándose de ellos—, recuerden que mañana debemos ir a la empresa para hablar sobre el comeback. Así que estén listas temprano.

Dicho eso salió de la sala dejando a las restantes chicas, Yoona también se puso de pie y salió de ahí bajo la atenta mirada de morena del grupo. Sooyoung carraspeó llamando la atención de los restantes.

—Espero puedas vivir cómodamente aquí, Jason —dijo tendiéndole la mano al chico—. Mi nombre es Choi Sooyoung, cualquier cosa puedes contar conmigo.

El joven Jung estrechó su mano con el ceño fruncido

—Gracias.

Los ojos del chico miraron con atención la sonrisa que la chica alta del grupo le mostraba, un deja vu cruzó en su mente de forma desastrosa que le hizo sentir un nudo en el estómago. Soltó su mano lentamente y ella se dio media vuelta arrastrando a Yuri y Hyoyeon fuera de la sala mientras deseaba una linda noche a todos. Llevó una mano a su pecho sintiendo a su corazón latir intranquilo mientras aquella sensación seguía haciendo estragos en su interior.

—¿Listo para ir a tu habitación?

Miró a su madre y a Seohyun.

—Claro —respondió con una sonrisa.

Sin embargo, su mirada no pudo evitar ir hacia el lugar por donde se había ido la chica alta. Estaba seguro que tendría que vigilarla, aquella sonrisa era tan similar a la de aquella persona.

La mujer que arruinó su niñez.

֎֍

Un hombre miraba fijamente la tranquila ciudad cubierta por nieve, sus orbes color zafiro brillaban con pureza mientras el viento movía su cabellera plateada con gracia. Era toda una figura majestuosa que podía pasar como una estatua de aquel edificio donde se encontraba parado, su imponente presencia y su belleza harían que muchos humanos quedaran embelesados y lo tomaran como un dios griego.

—En definitiva, es él —una voz femenina rompió el silencio glacial de las alturas—. Al fin lo hemos encontrado.

Los puros ojos zafiro se desviaron hacia ella; una cabellera ondulada y pelirroja bailaba de forma majestuosa con el gélido viento, la piel tersa y blanca como la porcelana era acentuada por unos orbes esmeralda que brillaban con destellos carmesí, claro que su apariencia enigmática le daba una belleza única al cuerpo de dioses con la que había sido bendecida al ser creada.

—Lo sé, es el momento correcto para borrar el error y que la naturaleza vuelva a estar en su balance —dijo volviendo la mirada a la ciudad—. Jessica Jung y Tiffany Hwang no sufrirán si hacemos las cosas bien.

La mujer sonrió levemente.

—Creí que las blasfemas también serían eliminadas.

Él hombre volvió a mirarla con seriedad, sus prendas comenzaros a desaparecer como si fuera ceniza siendo sustituida inmediatamente por una armadura color azul como el frío hielo de los árticos con detalles en plateado como su cabellera.

—El pecado nunca se llevará acabo si la aberración desaparece —contestó con calma—, además, ellas tienen derecho a una segunda oportunidad. No podemos castigar a quien no ha cometido algún pecado.

—No creo que él piense de la misma forma.

La mujer chasqueó sus dedos haciendo que su armadura carmesí como los destellos en sus ojos se comenzara a materializar abrazando a su cuerpo con gracia y elegancia, unas llamas negras como el averno comenzaron a teñir ciertas partes de la armadura dándole un toque gótico y oscuro.

—Deberíamos llamarlo —dijo la mujer con seriedad.

Una sonrisa siniestra apareció en los labios del hombre.

—Aún no, querida hermana, primero veamos los inútiles intentos de la repugnante escoria por salvar a las pecadoras —sus ojos se posaron en la mujer—, después de todo el destino de los tres ha sido marcado.

La mujer no pudo evitar reír dichosa ante aquello.

—Creo que eres más sádico e hipócrita que él, hermanito —los orbes esmeralda se dirigieron a un punto específico de la ciudad—, lo único que quieres es divertirte con la aberración de Avo.

El hombre también ubicó su vista hacia aquel punto y sonrió cuando observo al error de la naturaleza riendo con la blasfema que lo había traído al mundo.

—Quisiera oler su desesperación al perder todo nuevamente. 

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
jessjung_dew
#1
Chapter 17: volveras a actualizar?
DreamEncantamiento #2
Chapter 17: Hola autora! Esta historia cada ves se pone mejor, me encanta. Tengo mucha curiosidad sobre que paso con Jessica ¿Por qué los poderes de Camila no la afectaron? ¿Qué es eso que paso entre TaeNySic en Paris para que Taeng odiara a Jessi y que todas la sacaran de GG? ¿Cómo reaccionaran los señores Jung y Krystal cuando se enteren de Jason?

Gracias autora, estas haciendo un maravilloso trabajo, esperare pacientemente por más capítulos ^-^
Thea050713 #3
I hope u can also have English version of this...huhuh i wanna read it so badly
tapiapark #4
Chapter 13: Que buena onda , las volveré a leer otra ves en Wattpad tienes el aviso desde donde esta la última ves , sigue así nunca te vayas porfa tienes una historia muy buena
tapiapark #5
Chapter 12: Sigues viva autora ? Porfavor ? vuelve este fic es demasiado hermoso como para que lo abandones
DreamEncantamiento #6
Chapter 12: Hola autora, acabo de leer este fic y en verdad me encanto, es realmente interesante. Me encantaría poder seguir disfrutando de el. Has hecho un magnifico trabajo hasta el momento. Muy buena suerte y estaré esperando por más de este fic.

Gracias ^-^
shajanie
#7
Hope there will be english for this one..
mv007842 #8
Chapter 4: Sige porfis me encanto esta buenisimo actualiza porfis
jessjung_dew
#9
Chapter 4: lo lei en la otra pag! capitulazo!! necesito leer mas, vuelve pronto!!
DollySweet
#10
Chapter 3: Hello Damaris!! Estoy aqui y en wattpad siguiendo esta historia xD