Jardín de niños...

Los niños comenzaban a entrar a sus clases mientras eran despedidos por sus padres. Irene llevaba a Yeri de la mano mientras Seulgi las seguía, llegaron hasta la entrada de la escuela.

— Hola Yeri, ¿cómo estamos para hoy?— preguntó Lisa entusiasta.

— Muy bien.— contestó la niña con emoción.— Mire maestra, le quiero presentar a mi mamá.

Lisa quedó sorprendida por la belleza de Irene.

— Oh, ¿usted es la mamá de Yeri?— preguntó en shock.

Irene hizo una reverencia.— Un gusto, Bae Joohyun.

— Lalisa Manoban, soy la profesora de baile de Yeri.

— Vinimos a dejar a la niña y además a hablar con Hyunjoo unnie.— comentó Seulgi.— ¿Está?

— Claro, está en su oficina.

— Esperen, quiero que mis compañeros conozcan a mi mamá.— Yeri llevó a Irene hacia el patio de juegos.— ¡Amigos! ¡Amigos!— gritó la pequeña.

Muchos niños y niñas de la edad de Yeri se acercaron muy curiosos.

— Quiero que conozcan a mi mamá.

Irene los miraba con una sonrisa mientras los compañeros de Yeri quedaron sorprendidos, como lo educados que son cada uno se acercó para hacer una reverencia. Yeri abrazaba las piernas de Irene, ahora era una niña totalmente feliz porque tenía a su mamá con ella y sería para toda la vida.

Residencia Son...

— ¡Unnie! Apúrate que se te está haciendo tarde para ir a trabajar.— dijo Joy mientras guardaba el almuerzo en el bolso de Wendy.

Wendy bajó corriendo mientras abotonaba su bata escolar.

— Me quedé dormida que no me di cuenta de la hora.— explicó Wendy rápidamente.— Hyunjoo unnie me matará si llego tarde.

— Te preparé tteokbokki con algo de carne, fruta picada y té verde. Ya los guardé en tu bolso.

— Por eso te adoro, a ver cuándo consigues novio para que lo mantengas.— Wendy le dio un beso en la mejilla.— Regreso más tarde.

— Nada de tener accidentes en el camino o me molestaré contigo.

— Soy de hierro, ¿lo recuerdas? Así que tendré mucho cuidado.— dijo antes de abrir la puerta.

Jardín de niños...

— Es un gusto tenerla aquí con nosotros, señora Kim.— dijo Hyunjoo haciendo una reverencia.— Tomen asiento.

— Gracias, pero prefiero que solo me llame por Irene, por favor.— pidió amablemente.— Mi hermana siempre estuvo al pendiente de informarme sobre muchas cosas que pasaron acá, no solo vine aquí para conocer esta escuela y a usted, sino para darles las gracias por todo el apoyo que le han dado a mi hija Yeri.

Hyunjoo negó sonriente.— Para eso estamos, todas las maestras le tienen cierto cariño especial con esa pequeña, sobre todo la maestra Wendy.

— Precisamente me gustaría conocerla y darle las gracias por todo el cuidado que le brindó a mi hija.

— Oh...— Hyunjoo tragó duro.— La maestra Wendy aún no llega.

— Qué raro, Wendy siempre llega temprano.— dijo Seulgi frunciendo el ceño.

— Es que no aún saben lo que pasó con Wendy, ¿verdad?

— ¿Qué le pasó?

— El viernes su padre murió y ya se imaginarán cómo estuvo el asunto. Lisa y Solar fueron esa noche al velorio para darle sus condolencias y el fin de semana fui a visitarla para ver si podía ayudar en algo.

— Dios, yo no lo sabía.— dijo Seulgi sintiéndose culpable.— Por eso es que no pudo ir a comer con Yeri ese día... de haber sabido, hubiera estado con ella.

— Con tantas emociones que tuvo en estos días, dudo si vaya a venir hoy.

— ¿Y era muy unida a su padre?— preguntó Irene.— Perdón que me entrometa.

— No mucho que digamos, pero siempre fue una persona importante en la vida de Wendy.— fue lo que contestó Hyunjoo.

— ¿Por qué? ¿Estuvieron distanciados?

Hyunjoo y Seulgi se miraron entre sí.— Verá... es una larga historia y Wendy no tiende a contarnos mucho de su vida privada. No sabría contestar su pregunta.

*Toc Toc*

La puerta se abrió.

— Directora Lee, la supervisión acaba de llegar y quiere hablar con usted.— habló una chica de cabello castaño.

— Gracias Jisoo.— Hyunjoo se puso de pie.— Tengo que salir un momento, no sé si gustan esperar a que llegue Wendy.

— No te preocupes unnie, nosotras estaremos aquí.— dijo Seulgi.

Los niños se encontraban en el salón tranquilamente, Solar les había dejado unos ejercicios de matemáticas en lo que llegaba Wendy. Yeri estaba en su mesita contestándolos y una silueta apareció frente a ella y la pequeña no dudó en levantar su vista.

— Aprovecha, porque la diversión te va a durar muy poco.— le dijo Nancy.— ¿No sabes que a las mamás que se les mueren los esposos se casan con otros hombres?

— Mi mamá nunca se casará con nadie.— aseguró Yeri molesta.

— No seas tonta, a todos los niños que se les muere su papá, sus mamás se vuelven a casar. Las viudas jóvenes siempre se casan y también lo hará tu mamá.

— ¿Qué pasa allá?— preguntó Solar.— Nancy, vete a tu lugar y deja de molestar a Yeri.

Nancy simplemente obedeció. Yeri apretó los labios mientras fruncía su entrecejo, lo que Nancy dijo la dejó un poco descolocada. No quería que cualquier hombre se le acercara a su mamá, ya bastante sufrió con que estuviera alejada de ella... tenía un poco de miedo de que su madre se casara con un hombre malo y se olvidara de ella por completo. No soportaría volver a perderla.

— Diablos, ya es tardísimo.— murmuró Wendy saliendo de su auto para dirigirse hacia la entrada. Toco el timbre y esperó a que alguien abriera.

— Wendy unnie, por un momento creí que ya no vendrías.— dijo Lisa.— Después del incidente de...

— Lo sé.— la interrumpió.— Pero no sonó mi alarma y fue por eso que llegué tarde. Espero que Hyunjoo unnie no me mate.

— No lo creo, ella lo entendería porque después de lo que pasó te dio oportunidad para que faltaras al menos un día.

— Sí, pero bien sabes que a mí no me gusta faltar al trabajo. Mi prioridad son los niños y al parecer Solar está haciendo un buen trabajo de cuidarlos por un rato.

— No sabes lo que acaba de pasar hace rato, te lo perdiste todo.— dijo la menor con emoción.

— ¿Qué? ¿De qué me perdí?

— Conocí a la mamá de Yeri, no sabes lo mujer que se ve... es más hermosa de lo que creí.

Wendy se rió.— Y tú no pierdes la homoualidad, Manoban. ¿Qué dirá Rosé si se entera de lo que me estás diciendo?

— Es que no parece que sea su mamá, más bien parece una de esas modelos de buenas curvas...

— Lisa.

— Oh vamos, cuando la conozcas sabrás de lo que te digo... porque tú también eres lesbiana. Y con respecto a Rosé, terminamos nuestra relación en buenos términos. Así que tengo el derecho de disfrutar mi libertad como mujer soltera.

— Antes de que te deprimas por tu rompimiento, tengo que ir con Hyunjoo unnie a entregarle unos trabajos que tenía pendiente.

— No sé si esté allá dentro con Seulgi y la mamá de Yeri que está al 100%...

— Ya, tú no pierdes el tiempo.— la interrumpió.— Por eso Rosé te dejó.

— ¡Yah!

— Cuando Wendy entró a trabajar aquí, siempre ha estado al pendiente de Yeri todo este tiempo.— comentó Seulgi.— Te aseguro que es buena persona.

— Sí, eso me dijo Yeri... debió de haberse sentido muy sola todo este tiempo mientras que yo estaba allá hundida en mi tristeza.— dijo Irene sintiéndose culpable.— Aún no estoy lista para decirle que me voy a casar, ¿sabes?

— Tarde o temprano se lo tienes que decir porque luego hay terceros.— advirtió.— ¿Y qué quería Bogum, por cierto? ¿Para qué te llamó?

— Estaba preocupado por mí porque nunca le contesté a sus llamadas, se molestó porque no le he comentado ni a Ok Sook ni a Yeri que me voy a casar con él, yo también me molesté por cómo le habló a la nana y le pedí que no me volviera llamar al número de la mansión.

— Pues entonces hiciste muy bien en mandarlo al diablo por un instante. Aunque yo ya le dije a la Ok Sook que estás comprometida.

— ¡¿Qué?!— le lanzó una mirada asesina.— Bae Seulgi, ¿por qué lo hiciste?

— La nana también tenía todo el derecho de saberlo, al menos ya te lo ahorré para que no te sientas tan presionada.— Irene simplemente rodó los ojos mientras se recargaba en el respaldo.

*Toc Toc*

— Oh, creí que aquí estaba la directora.— dijo Wendy abriendo la puerta.— Buenos días Seulgi.

Seulgi se puso de pie.— Buenos día Wendy, Hyunjoo unnie salió a atender a alguien pero no tarda en venir.— puso mano en el hombro de la chica para darle confort.— Lamento lo que pasó con tu padre, recién me voy enterando.

— Gracias, no te lo quise decir delante de Yeri porque se veía muy contenta con la noticia que le habían dado y yo no le quería arruinar su felicidad.— aseguró un poco sonriente.— Pero ahora ya me siento un poco mejor y preferí venir a trabajar.

— Si necesitas algo, ya sabes que cuentas conmigo.

Wendy asintió en agradecimiento.— Bueno, entonces vendré más al rato a ver a Hyunjoo unnie...— dijo dispuesta a retirarse.

— Espera Wendy.— se lo impidió Seulgi.— Ven, te quiero presentar a alguien.

Al instante Irene, que estaba de espaldas, se puso de pie.

— Wendy, ella es mi hermana Bae Joohyun, la mamá de Yeri.— dijo Seulgi con una sonrisa.

Al momento en que Irene se volteó completamente el rostro de Wendy había cambiado de forma inesperada. Estaba en shock al encontrarse con aquellos hermosos ojos de color marrón, no... Lisa tenía razón, más bien había quedado embobada con su belleza. Por otro lado con Irene, cuando ésta vio a Wendy por primera vez, había intentado todas sus fuerzas mantener su postura seria, pero le fue imposible y una sonrisa ligera apareció por sus labios.

Yeri estaba construyendo unos bloques con sus compañeros que estaban sentados en la misma mesa.

— Oye unnie, ¿y qué te dijo Nancy?— preguntó una niña pelinegra.— Vi que otra vez te estaba molestando.

— Lo mismo de siempre, Tzuyu.— fue lo que contestó Yeri.— Pero me tiene sin cuidado, porque ahora ya tengo a mi mamá conmigo.

— Nancy siempre te ha envidiado desde que llegaste a esta escuela.

— Pero yo no le hice nada, simplemente porque yo sí tengo gente que me quiere... aunque siento pena por ella.

— ¿Pena? ¿Por qué?

— Porque ella es hija de padres famosos.

— ¿Y eso qué tiene que ver?

— Estás bien babas. Cuando los adultos están muy ocupados, no tienen el tiempo suficiente para sus hijos.

— Tienes razón en eso, pero debes de tener mucho cuidado con esa tarántula porque es capaz hasta de ponerte pegamento en el cabello.

Yeri miró a Nancy quien jugaba con sus amigas a las muñecas y le sacó la lengua sin que ella lo llegara a notar.

— Unnie, ella es Son Seungwan, maestra de Yeri.— dijo Seulgi.

— Un gusto conocerla.— Irene se acercó a Wendy para extender su mano hacia ella.

Wendy salió del trance y con torpeza tomó su mano, al instante sintió cómo una corriente atravesó por la espina dorsal... qué piel tan suave tenía.

— Igualmente.— dijo Wendy.— Estamos muy contentos de que haya regresado. Yeri me ha hablado mucho de usted.— aseguró sonriente.

— Bueno, Yeri también me hablado de usted todo el tiempo, obviamente siendo su maestra.

— Umm Wendy...— susurró Seulgi.

— ¿Qué?

— La mano.

Wendy no entendía.— ¿Qué mano?

— La mano de Irene unnie