capitulo 3

la princesa y la reina

Para entender este capítulo,  9 de "Corazón de Fuego". O aquí está un resumen: Fin fue a la cámara del tiempo de Prismo con una maquina construida por la Dulce Princesa. Pero algo salió mal y el Lich se liberó. El Lich quiso atacar a la Princesa Flama. La Dulce Princesa se interpuso en el ataque y quedó en coma. Antes de llegar al Mundo de los Muertos, la Dulce Princesa pudo comunicarse con Finn en sus sueños.

-Muy bien su majestad, ¿ya terminó de hablar con el chico?-

-Sí, Muerte. Ya.-

-Muy bien, ahora por favor sígame-

La soberana de dulce siguió al siniestro ser durante unos metros hasta llegar una puerta blanca.

-Entonces, aquí es donde acaba todo, ¿eh?-

-No exactamente-, dijo la Muerte

La princesa volteó con una cara deformada por la confusión y la sorpresa.

-¿A... que te... qué significa eso?-

-Lo que acaba de hacer fue solo un regalo por ser amiga de Mentita. Pero esto que viene, es mucho más complicado que la muerte. Bueno, de hecho, la muerte es demasiado simple-, dijo, con aire intelectual.

-Disculpe, sigo sin entender-, por primera vez en su vida, la princesa sentía que no comprendía absolutamente nada.

-Verá, hay ciertos procedimientos para el fin de la vida. Los "normales" simplemente llegan a la entrada del Inframundo, donde son juzgados y después conducidos a los lugares que les aguardan, ya sea el Mundo de Glob, la Nocheosfera o... otros lugares de los que no necesita saber. Sin embargo, hay casos como los suyos, en los que ciertas personas mueren realizando los llamados "actos heroicos". Por un acuerdo ancestral que establecí con Glob al principio de... bueno, de todo, me veo obligado a conducir a quienes "murieron" de esa manera a traerlos aquí-, explicó

La princesa apenas si había comprendido. Nunca prestó demasiada atención a meditaciones metafísicas sobre la vida y la muerte.

-Y... ¿qué tengo que hacer aquí?-

-Decidir si sigue viviendo o no-, sentenció la Muerte.

-¡Que estupidez! ¿Por qué eso tendría que ponerlo a discusión?-, reclamó ofendida.

-No se apresure, majestad. Quizá se pueda convencer...-, dijo de manera intimidante.

-¿Convencerme? ¿Por quién?-, reclamó.

-Ya me escucho: Quizá SE PUEDA CONVENCER-, dijo, enfatizando las últimas palabras.

La cara de la princesa cambio de furiosa a confundida, otra vez. No entendía para nada lo que le había dicho. Pero de algo estaba segura: ya no quería estar más junto a aquel tétrico ser; estar con él le provocaba escalofríos.

Así que se dio la vuelta, tomo la perilla de la puerta, la giró y se dispuso a entrar.

-Mucha suerte, princesa-, susurró la Muerte al cerrarse la puerta.

 

 

Después de unos cuantos segundos de caminar por un pasillo oscuro, por fin algo de luz empezó a verse hacia el fondo. Siguió caminando, insegura de lo que podría encontrar en la fuente de aquella luz, pero aliviada de alejarse de aquel espectro.

Y por fin, llegó hasta un hermoso salón, totalmente pintado de rosa, con un gran candelabro colgando sobre él. Era completamente redondo. Alrededor, varias estatuas de ella misma, en diferentes poses. Una de ellas, ataviada con su bata de laboratorio, analizando dos tubos de ensayo. Solo había dos entradas/salidas: una, por la que entró; y la otra, una puerta rosa que se abrió y de ahí salió... ella. Literalmente.

-¿Pero qué ca...?-

-¡Ey! ¡Ese no es lenguaje de una princesa!-, reprochó

-Tú... tú... tú eres...-

-Sí, sí... yo soy tú... ahórrate el balbuceo-

La princesa (original) estaba atónita. Pero logró recuperar la capacidad de asimilar la situación rápidamente.

-Ven, te estamos esperando-, dijo su contraparte

Así, la princesa se siguió a sí misma hacia la puerta por la que había salido. Después de unos cuantos metros de otro pasillo oscuro, esta vez la luz provenía de un hermoso jardín, repleto de flores rosas (por supuesto) en el que se podían observar, otra vez, varias estatuas a los senderos del camino por el que estaban caminando.

Solo que, esta vez, las estatuas eran de otras personas: saltaba a la vista una gran estatua de Finn y Jake, observando hacia el horizonte, como buscando una aventura; otra de Arcoíris, en su inconfundible serpenteo al volar; otra más de Mentita, su fiel servidor.

-Eemm... ¿en dónde estoy exactamente?-, preguntó.

Su contraparte se detuvo y dio un pesado suspiro.

-Creía que te darías cuenta sin ayuda. Estamos en tu interior-

-¿Mi interior? ¿Cómo... mis órganos internos y eso?-

La otra princesa no hizo más que soltar una gran carcajada burlona.

-¡Oh, por Glob! Suenas exactamente igual a ese chico tonto-, dijo secándose la lagrima que le había salido por reír tan fuerte, -no, es algo mucho más... profundo. Para ser exactos, estamos en las fronteras entre tu mente y tu alma-

Una vez más, la soberana de dulce se quedaba totalmente atónita.

-¿Qué? ¿Cómo? ¿Mi alma? ¡Eso no es posible! No hay ninguna base científica para afirmar que...-

-¡Hey! ¡Tranquilízate! ¿Qué acaso no ves dónde estás?-

La princesa volteó en todas direcciones. Indudablemente, ningún lugar al que viera parecía guardar semejanza con cualquier paisaje que hubiera visto. De hecho, el cielo si que era diferente, parecía brillar con una tenue tonalidad dorada.

-¿Cómo sé que no estoy soñando?-

Su alter ego se acercó y le dio un fuerte pellizco en el brazo.

-¡Auch!-

-¿Eso es suficiente?-

-Supongo...-, dijo la princesa, con voz de niña regañada y sobándose el brazo.

-Vamos. No hay que llegar tarde-

-¿A dónde?-

Ya no recibió respuesta. Sólo se vio caminar dándose la espalda. Y no tuvo otra opción que seguirse. Sin embargo, antes de avanzar demasiado, algo le llamó la atención. Una estatua estaba completamente cubierta por un gran pedazo de tela blanca, cómo si la estuvieran ocultando.

-¿Por qué esta estatua está cubierta?-, dijo acercándose para ver que había debajo.

-¡No la toques!-, gritó su contraparte, -está en reparación y se encuentra muy frágil-

-Oookaaayyy... pero, ¿de quién es?-

-Dímelo tú-, dijo mientras volvía a caminar.

-Somos la misma persona. Si tú me lo dijeras sería básicamente el mismo principio-, argumentó mientras volvía a seguirse.

A unos cuantos metros, pudo observar una hermosa cabaña de madera, pintada totalmente de (¡adivinen!) rosa. De la chimenea estaba saliendo humo. Tal parecía que había alguien ahí.

-¡Ya llegamos!-, anunció la contraparte mientras abría la puerta.

Y cuando la princesa entró, la sorpresa la volvió a invadir. En el centro de la habitación se encontraba una mesa redonda con varias sillas, todas ocupadas por... ella. Varias "copias" de ella misma le dirigieron la mirada al entrar, incluso una pequeña niña que le despertaba cierta añoranza.

-Vamos, siéntate. Tenemos que hablar-, le dijo una de sus copias.

Parecía que ya se había acostumbrado, pues no tardó mucho en reaccionar y obedecer a la "otra princesa".

-Así que... esto es a lo que La Muerte se refería-

-Exacto-, dijo otra, -es momento de que pongas en orden tus pensamientos y sentimientos, y decidir lo que sea mejor-

-No hay nada que discutir-, dijo una voz infantil, -¿de qué sirve seguir si no puedo hacer lo que quieras, si no puedes jugar, ni puedes estar con quien quieres estar?-, dijo con tristeza.

-Ahora tenemos responsabilidades-, dijo una voz adulta y mesurada, -no podemos seguir actuando para siempre como niños-

-Son tonterías, ¡tonterías estúpidas!-, gritó

-¡Jovencita, cuida tu lenguaje!-, reprochó la "parte de la realeza", ganándose que la niña le sacara la lengua.

-Me da igual, no soy tú. Yo sí puedo hacer lo que quiera-

-Aagghhh... cómo sea, tenemos que volver, tenemos un reino que cuidar y...-

-Tienes razón-, dijo la princesa original.

-¿Lo ven? ¡Tengo razón!-

-¡No! ¡Tú no! ¡Ella!-, gritó la princesa señalando hacia la niña, provocando una cara de sorpresa en su contraparte monárquica.

-¿Para qué regreso si no voy a poder estar con... él? De repente, él se convirtió en todo mi pensamiento. Todos esos meses sin verlo, pensando que me odiaba por intervenir entre él y su novia, por cortarlo con las tijeras... fueron los peores meses de mi vida. No dejaba de sentirme mal por él. No importa si regreso. De cualquier modo, no querrá estar conmigo, sino con ella...-

-¿Te estas escuchando?-, reclamó una tercera princesa alterna, -¿recuerdas lo que le dijiste a La Muerte antes de entrar? ¡Que decidir si seguías viviendo o no era una estupidez! ¡Sácame a mí, tu maldito valor!-, gritó

-¿Y de que serviría? ¡Regresaré a esa vida aburrida, fría y sin sentimientos!-

-Quizá taeyeon nos podría ayudar...-, susurró una débil voz al fondo de la mesa.

Todas las demás voltearon.

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-¿Está segura, su Majestad?-, preguntó la Muerte

-Sí, ya hice una decisión-

-Muy bien, espero que haya sido la correcta. Ahora, por favor, acompáñeme-, dijo con caballerosidad.

La Dulce Princesa camino detrás del ser, hacía una nueva vida.

 

-Ahora... sí haré las cosas bien-, pensó

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Comments

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BichitoShiz
#1
Chapter 14: en realidad este no es el final, nunca termino la historia
SharnLovesTaeNy
#2
Hello! I'm interested in your story but I can't understand it.. Can I have an english version of this? Thank you!
Skyth06
#3
Chapter 14: Divino *-*
KimYulBT
#4
Chapter 4: :''''0 <3
KimYulBT
#5
Chapter 1: :'0</1+2
KimYulBT
#6
:3