La Dulce Princesa se encontraba en su laboratorio. Estaba por mezclar dos líquidos en un tubo de ensayo, que al hacer contacto inmediatamente reaccionaron con efervescencia y una gran cantidad de burbujas. Después de observar eso, la princesa hizo notas en su libreta en un lenguaje que sólo ella misma podría entender (y eso era precisamente lo que buscaba; no quería que nadie más husmeara en sus anotaciones).

Un ruido fugaz desde su izquierda hizo que volteara en esa dirección. No se veía nada. Volvió de nuevo a anotar en su libreta hasta que sintió como algo pesado se posaba sobre sus hombros, y como esa entidad empezaba a apretarlos y a soltarlos en un ritmo bien definido.

-Por favor, taeyeon…-, dijo la princesa

-Has estado trabajando mucho. ¿Por qué no vamos esta noche a mi casa, vemos una o dos películas y nos relajamos un rato?-

-taeyeon, no puedo salir del castillo…-

-¡Ah! Entonces nos quedamos aquí, te preparo un baño de burbujas y después dormimos plácidamente-

-taeyeon…-, dijo la princesa, tomando las manos de su novia y levantándose de su asiento, -Agradezco tu consideración. Pero tú sabes que hay veces en que no puedo pasar tiempo alguno durante el día contigo…-

-Oh, está bien. ¿Qué tal mañana?-

-Lo siento, tae. Voy a estar ocupada toda la semana-

-Sí… ya me habías dicho eso antes…-, se quejó la vampiresa, soltando las manos de su novia y cruzándose de brazos.

-taeyeon, ya hemos pasado por esto…-

-Sí, ya lo hemos hecho. ¡Pero desde hace tres semanas que no salimos ni una sola noche!-, reclamó taeyeon.

-Tú sabías que yo no podría estar disponible las veinticuatro horas, los siete días de la semana-, contestó la princesa.

-¡Y tú sabías que estábamos empezando una relación, tiffany!-, reclamó de nuevo taeyeon, -¿Cómo es posible que no te des ni siquiera el tiempo para atender a tu novia?-

-taeyeon, no empieces…-

-¿Qué no empiece a qué? ¿A quejarme de que eres mi novia pero estás siempre ausente? ¡Tengo mi derecho!-

-¡taeyeon, no entiendes!-

-¡No! ¡Tú eres la que no entiende cómo funciona una relación! Además, ¿por qué estás aquí? ¿Por pura diversión? ¿Viniste a hacer tus jueguitos químicos para distraerte de mí?-

-¡No son juegos, taeyeon!-, reclamó la princesa, -Y no son por pura diversión. Estoy haciendo una investigación importante para…-

-Bla, bla, bla. ¿Sabes qué? Mejor me voy de aquí. No sé para que vine si sabía muy bien como ibas a reaccionar-

taeyeon salió por la puerta del laboratorio, poniéndose encima un montón de ropa que ocultaba cada parte de su cuerpo del sol y salió volando por una de las ventanas sin que nadie la viera.

Mientras tanto, en el laboratorio se quedó una Dulce Princesa bastante seria, que regresó al trabajo con un nudo en la garganta.

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La princesa se encontraba ahora en un pequeño estudio ubicado en una de las torres más altas del castillo. Se encontraba analizando los apuntes que apenas unas horas antes había hecho. Le costaba un poco de trabajo concentrarse en ello. Aún estaba fresca la ira de la discusión que había tenido con su novia. Eso, por una parte.

Por otra, también estaba el remordimiento de haber actuado así; de haberla dejado irse con ese humor. Se suponía que ella era la más centrada, la que veía las cosas con más detenimiento. Era su papel en esa discusión evitar que las cosas se salieran demasiado de control y ayudar a taeyeon con sus propios problemas de emociones. No debió haber actuado así. Ahora, preguntas malditas e inseguras asaltaban su mente. Preguntas de un futuro incierto, de ausencia.

Por fin había encontrado alguien con quien se sentía a gusto, con quien sentía felicidad cada vez que estaba junto a esa persona. Tal vez la princesa pensase que emociones como esas no eran tan importantes y era mejor dejarlas en un segundo plano. Pero eso no significaba que, en el momento adecuado y con la persona adecuada, se dejara envolver por la liberación de oxitocina que su cuerpo producía con el solo hecho de pensar en tal persona.

Sacudió su cabeza, intentando librarla de los terribles pensamientos que podrían surgir y decidió concentrarse en su trabajo, buscando allí, no sólo una salida o un escape, sino la claridad mental para pensar mejor en lo sucedido. En las intrincadas fórmulas que su mente se encargaba de descifrar con sagacidad encontraría también algún tipo de fórmula que le ayudara a sortear su actual dificultad respecto a su relación amorosa.

Y antes de que las fórmulas químicas fueran resueltas, la otra lo fue. La respuesta, la solución era clara. A la princesa le costaba admitirlo, pero no había otra vía. Eso era algo que muy pocas veces en centenares de años de vida había hecho; no era muy común en su actitud, y eso la ayudó a llegar al sitio en el que ahora estaba como la autoridad más importante en todo Ooo.

Y sin embargo, esto era más importante. Estaba dispuesta a romper un juramento implícito con ella misma con tal de no perder la felicidad que había encontrado después de tantos años y que quizá no volvería a encontrar. Tendría que ir con taeyeon y…

Un temblor ligero sacudió el estudio, la princesa perdió un poco el equilibrio y la concentración en la disertación que se encontraba realizando. Más sonido y más movimiento, haciéndose cada vez más fuerte… y acercándose. Eran como pisadas de un gigante que hacían vibrar todo el lugar.

-¿Qué está pasando allá afuera?-, gritó.

Y de repente, uno de los muros de la torre cayó, permitiendo la entrada al estudio de un gran puño, con piel de color rosa. El puño se retrajo, para permitirle a una gran cabeza, con solo unos dobleces y arrugas en su piel formando lo que parecían ser sus ojos y su boca, observar dentro de la torre. Esa cabeza estaba conectada a un cuerpo robusto que se sostenía de la torre con los dedos de una de sus manos clavados al ladrillo de dulce.

Esa cabeza miró (si se puede decir eso de algo que parece no tener ojos) hacia la persona dentro de la torre. Su boca sonrió y empezó a moverse, dejando escuchar una voz profunda y penetrante, muy familiar.

-Hola, princesa…-

-No…-

La criatura tomó a la Dulce Princesa, sosteniéndola fuerte con uno de sus brazos. El gigante saltó desde la torre hasta el suelo, donde cayó con gran fuerza. Después de eso, se retiró del Dulce Reino dando enormes saltos, mientras la princesa gritaba demandando ser liberada, hacia las montañas del Reino Helado.

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taeyeon aún no tenía claridad en su mente. Todo era un torbellino de emociones pesadas y furiosas que no le dejaban pensar. Las notas que se encontraba tocando en su bajo en ese momento eran frenéticas, rápidas, profundas. Sus dedos rasgueaban con fuerza las gruesas cuerdas del instrumento, provocando sonidos casi tenebrosos salidos del amplificador.

Pero en medio de ese torbellino, se encontraba una chica desolada, al borde de las lágrimas por actuar de esa manera frente a la persona que más quería en el mundo. Sin embargo, los sollozos de esa chica no podían atravesar los muros de orgullo que la rodeaban. Esto sólo provocaba un nudo en la garganta de la vampiresa, un nudo hecho con muchas cuerdas de enojo y orgullo, y algunas cuantas imperceptibles de auténtica tristeza.

La puerta sonó. Golpes fuertes y rápidos. Pensó que podría ser ella. Pero si lo fuera, los golpes hubieran sido más suaves y delicados. Realmente molesta por la interrupción, dejó su bajo a un lado y se dirigió a abrir la puerta, dándose cuenta de que se trataba del mayordomo Mentita.

-¿Qué quieres?-, preguntó de manera dura la vampiresa.

-¡Señorita taeyeon! ¡Es urgente que venga conmigo! ¡La princesa fue secuestrada!-, exclamó Mentita

-Mhm… Sí, claro. No vuelvo a caer en cosa tan simple. Si quiere que vuelva, va a tener que venir a disculparse en persona-, dijo Marceline, cerrando la puerta.

-Por favor, señorita. Le juro que no estoy bromeando. ¡Lo hago sobre el nombre de su padre!-

La puerta se abrió de nuevo, dejando ver a una todavía escéptica taeyeon.

-Muy bien, digamos que es verdad. ¿Por qué tendría yo que hacer algo? ¿Por qué viniste a buscarme a mí? Llama a Finn y a Jake, ellos siempre son los que se encargan de poner a Simon en su lugar-, dijo, empezando a cerrar la puerta de nuevo.

-Ya los llame, pero no podrán ellos solos. Además… ¡Por su padre otra vez juro que no es el señor Petrikov quien secuestró a la princesa! Rayos, esto me puede traer problemas con Hunson…-

taeyeon se detuvo y abrió completamente la puerta de nuevo, mirando con intriga a Mentita.

-Entonces… ¿quién fue?-

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La Dulce Princesa despertó. No recordaba en que momento había perdido la conciencia. Su vista era borrosa al principio pero en cuanto sus pupilas se ajustaron a la iluminación del lugar en el que estaba, se dio cuenta que este parecía algún tipo de cueva. Sólo que, las paredes no eran de roca, sino que parecían estar cubiertas de algún tipo de sustancia rosada que (y no sabía si eso era resultado del dolor de cabeza que tenía en ese momento) parecía estar palpitando.

Se dio cuenta de la situación en la que estaba. Su visión era como si estuviera de pie, pero resultaba imposible que se hubiera desmayado y se hubiera despertado así. Cuando intentó caminar algo impidió el movimiento de sus piernas. Volteó hacia ellas para darse cuenta de que se encontraban atrapadas por la masa rosada que cubría las paredes; atrapadas al igual que sus brazos. Se dio cuenta también que, esa masa que la aprisionaba, era piel y cartílagos.

-Buenos días, querida-.

Esa voz, tan profunda y familiar. Fue la última pieza necesaria para saber quién había sido el artífice de su rapto.

-Ricardio…-, siseó

-Es bueno ver que aún me recuerdas. Supongo que cause una gran impresión en ti, ¿no es verdad?-

La princesa lo escuchaba, pero el origen de la voz no aparecía por ningún lado.

-Pues a decir verdad, sí. Nunca olvidaré al tipo con el peor conocimiento sobre zanoides que haya conocido ni al que construyó un cuerpo tan deficiente que no me costó más de un minuto mostrarle su patético intento de sorprenderme-, contestó fríamente y con sarcasmo la princesa.

-Oh, pero la gente aprende, querida. Los errores no son sino recuerdos de nuestra imperfección mejorable. La perfección es el más alto ideal. Y, aunque no lo creas, es gracias a ti que me encuentro mucho más cerca de esa perfección que nunca-

Al momento, el mismo cuerpo gigante que la había secuestrado salió de entre las sombras. Alrededor de dos metros y medio, músculos anchos de apariencia poderosa. Era un cuerpo completo: piernas, brazos, abdomen, pecho, sin cartílagos expuestos… El único problema era la cabeza, que era bastante redonda y con arrugas y pliegues en su piel que simulaban los orificios de sus ojos y boca.

-¿A eso le llamas estar cerca de la perfección?-, reclamó la Dulce Princesa.

La piel en el pecho del nuevo cuerpo de Ricardio comenzó a retraerse, permitiéndole ver a la princesa dentro de ese cuerpo y enfrentar la verdadera cara de su raptor.

-Debo decir que he mejorado un poco; mi corazón ya no está tan expuesto. Pero admito que hay partes en las que es necesario hacer unos cuantos ajustes. Mi rostro es una de las cosas en las que necesito mejorar. Crear ojos es bastante difícil, ¿sabías?-

-Te lo dije la última vez: Sé una o dos cosas sobre crear un cuerpo y creo que es más de lo que tú puedes decir-

-Por eso es que estas aquí, hermosa. Contigo como mi consorte, seré la criatura más perfecta del mundo-

-¿Sólo para eso me quieres? ¿Cómo una herramienta para lograr tu cometido?-

-¡Oh, no! ¡No me malinterpretes!-, dijo Ricardio, -Yo vibre desde el primer momento en que te vi. No he conocido a nadie más perfecta que tú. Eres una delicia, eres una diosa. Intento salvarte de aquellos que no son dignos de ti. Nuestro amor será el sello de nuestra perfección-

-¿Quieres dejar por favor esa obsesión con la perfección?-

-Como quieras. No pasará mucho tiempo antes de que decidas lo que es mejor para ti. Al fin y al cabo, mi perfección está casi lista. Incluso, estoy a punto de conseguir convertirme en un hombre completo-, dijo haciendo énfasis en sus últimas palabras mientras empezaba a retirarse, -Un hombre capaz de hacerte su mujer, si tú me entiendes-

-Estás enfermo…-, gruñó la princesa.

Ricardio se retiró de nuevo a la oscuridad, con una sonrisa de autosatisfacción en su verdadero rostro, mientras su piel se volvía a cerrar.

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Un par de horas pasaron. La princesa ya se había dado cuenta de que era imposible escapar de la prisión de tejidos en la que se encontraba atrapada. Y eso hería su orgullo. La última vez que estuvo ahí fue tan sencillo para ella acabar con todo e incluso ayudar a cuatro personas a regresar al Dulce Reino para ser atendidos, una de ellas embarazada. Era un golpe duro para ella el saber que no había nada que pudiera hacer, más que esperar.

Sólo le quedaba esperar que Finn y Jake llegaran a rescatarla, como en los viejos tiempos, y eso le trajo una pequeña sonrisa al rostro al recordar. Sería salvada, Ricardio sería golpeado y vencido y, quizá después, iría con taeyeon a disculparse por lo que había pasado.

-¿Por qué me tienes aquí de todos modos, eh? ¿Para qué tanto esperar? Ya han pasado varias horas-, gritó la princesa, demandando una respuesta de su captor.

-Todo tiene un sentido, una función, princesa-, respondió Ricardio desde la oscuridad, -Si no me equivoco, no pasará más de media hora antes de que lo averigüe-.

Después de casi quince minutos, la princesa escuchó voces familiares acercándose.

-¿Princesa? ¿Princesa?-

-¿Estás aquí, princesa?-

-¿Finn? ¿Jake?-, gritó la princesa, para llamar la atención hacia el sitio donde estaba.

De inmediato, las figuras del humano y su perro fueron visibles, acercándose hacia ella.

-tiff… ¡Wow! ¿Qué es eso?-, exclamó Finn al ver el estado en el que la princesa se encontraba atrapada.

-¿Cómo me encontraron?-, preguntó la princesa

-Mentita nos dijo hacia donde te habían traído y cuando nos dijo que no había sido el Rey Helado, pensamos en este lugar-

-Tienen que sacarme de aquí, rápido. Él no está muy lejos-, susurró la princesa

-¿Quién? ¿Ricardio?-, preguntó Finn en manera de burla mientras desenfundaba su espada para romper el aprisionamiento de su amiga.

Pero antes de que pudiera dar el primer sablazo, un puño gigante, golpeó al perro mágico y al humano, haciéndolos chocar contra una de las paredes de la cueva. Cuando los dos héroes abrieron los ojos, pudieron ver el nuevo cuerpo de Ricardio interponiéndose entre ellos y la Dulce Princesa, sin mostrar el verdadero Ricardio.

-Oh, no. No, esta vez, estimado Finn-

-¡Ricardio! Te ordeno inmediatamente que liberes a la princesa o sufrirás las consecuencias-, demandó Finn, levantándose del suelo.

-No puedo arriesgarme Finn. Tengo que eliminar a todas las posibles amenazas para mi plan-, dijo Ricardio, antes de soltar otro puñetazo que fue esquivado por el humano y el perro, -¡No dejaré que tú te quedes con mi princesa!-, dijo, soltando más puñetazos.

-¿De qué estás hablando?-, preguntó Finn, extrañado.

-Sí, ¿de qué demonios estás hablando?-, preguntó la Dulce Princesa desde atrás.

-¡Por favor! Este chico estaba totalmente loco y celoso por ti cuando nos conocimos. No puedo arriesgarme a que te reclame como suya-, dijo Ricardio.

Inmediatamente, Finn, Jake y la Dulce Princesa comenzaron a carcajearse ante el comentario de Ricardio.

-¡Qué tonto!-, exclamó la princesa en medio de su carcajada.

-Viejo, te hace falta salir más seguido-, dijo Finn, riéndose e incluso secándose una lágrima.

-Sí, ¿dónde has estado el último año? En una cuev… Oh, cierto-, dijo Jake.

-Yo ya tengo novia-

-¡Oh! Entonces, mis felicitaciones, Finn-, dijo cortésmente Ricardio.

-Uh… ¿Gracias?-

-Pero… no puedo arriesgarme-, y después de decir eso, Ricardio golpeó de nuevo al humano y al perro, dejándolos fuera de combate esta vez.

-¡Finn! ¡Jake!-, gritó la princesa.

-Siguen sin aprender que nunca hay que enfrentarse con fuerzas más poderosas. Que tontos-

-¡No hables así de mis amigos! ¡Son las personas más valientes que he conocido!-

-La valentía es sólo ignorancia, princesa. Incluso un acto de estupidez frente al impulso de supervivencia. ¿Qué persona en su sano juicio enfrentaría a alguien más poderoso con el propósito de salvar a otros? Es simplemente tonto-, dijo Ricardio, quien se ganó un escupitajo por parte de la princesa al terminar la oración.

Ricardio tomó los brazos de la princesa y los apretó con fuerza. El pecho en su cuerpo se abrió para dejar ver su verdadero rostro.

-¡Ya me cansé de juegos! ¡Me cansé de esperar que este momento llegara! Ahora estás aquí, ¡eres mía! ¡Te convertirás en mi mujer!-, gritó Ricardio en el rostro de la princesa.

De repente, alguien tocó el hombro de Ricardio por detrás, haciéndolo voltear.

-¿Qué?-, gritó, haciendo voltear la cabeza de su rostro y su pecho para poder observar quien era.

-Um… Lo siento, pero esta chica ya tiene a alguien-

La persona de cuya boca salieron esas palabras golpeó con fuerza el rostro falso de Ricardio, pero aun así provocándole dolor y haciéndolo caer.

-¡taeyeon!-, gritó sorprendida tiffany.

-¿Quién eres tú?-, preguntó Ricardio de manera indignada al levantarse.

-Yo soy taeyeon, la Reina Vampiro-, dijo, haciendo un tono y una reverencia burlona, -También conocida como "Tu Peor Pesadilla"-

-¿Ah sí? ¡Pues no voy a dejar que me quites a mi princesa!-

Ricardio corrió hacia la vampiresa, intentando asestarle varios golpes. Pero la vampiresa sólo tenía que hacer unos cuantos movimientos para esquivar cada uno de ellos. Los grandes músculos de Ricardio le quitaban mucha velocidad a la hora de sus ataques y la vampiresa había adquirido una gran habilidad a través de los siglos.

-¿Acaso escuche bien? ¿La llamaste "tu princesa?-, preguntó taeyeon.

-¡Sí! ¡Es mía y juntos seremos felices y perfectos!-, dijo Ricardio mientras seguía intentando golpear a su contrincante.

En ese momento, Finn empezó a despertar. Su visión era borrosa al principio pero después de unos segundos logró ver la batalla entre su amiga y el cuerpo de Ricardio.

-ta… ¿taeyeon?-, balbuceó Finn.

-Pues déjame decirte algo, corazoncito…-.

taeyeon dio un salto hacia atrás, permitiéndole guardar distancia con su enemigo. Desde su espalda desenfundó su fiel bajo-hacha y se dirigió flotando rápidamente hacia Ricardio y de un solo tajo cortó uno de sus brazos.

-¡No!-, gritó Ricardio

-¡Nadie…!-, gritó taeyeon, regresando para cortar otro brazo de Ricardio, -Repito, ¡nadie…!-, dijo antes de cortar la cabeza del cuerpo de Ricardio, -¡…me va a quitar…!-, taeyeon regresó al suelo justo enfrente de Ricardio, -¡…A MI NOVIA!-

Con esas últimas palabras, taeyeon dio un sablazo que cortó las piernas de Ricardio, haciendo caer su pecho al suelo. La vampiresa se echó el bajo al hombro y caminó hacia la princesa.

-No te muevas-, dijo taeyeon de manera suave, empezando a hacer cortes alrededor de la prisión de tejidos de la princesa con la mayor concentración y precisión.

-taeyeon, yo…-

-Shh. Me desconcentras. Es bastante difícil cortar de manera suave con un arma tan grande-, dijo taeyeon.

Cuando tiffany por fin estuvo libre, fue tomada en brazos por taeyeon, quien la ayudó a pararse de nuevo sobre el suelo.

-¿Acaso es cierto eso que escuché?-, gritó Ricardio, -¿Cómo puedes involucrarte sentimentalmente con seres tan inferiores y despreciables? ¡Seres tan imperfectos!-

taeyeon tomó de nuevo su hacha, lista para atacar y con pasos pesados se dirigió hacia el quejoso.

-¡No provoques a una persona que puede matarte en menos de un segundo!-, gritó taeyeon, alzando el hacha sobre su cabeza.

-¡taeyeon, no!-, gritó tiffany, deteniendo a la vampiresa, -No vale la pena. Es un pobre tonto-, dijo al acercarse a su novia y poner la mano sobre su hombro.

-Supongo que tienes razón-, respondió taeyeon después de pensarlo un poco y bajó su arma.

-Monstruo…-, susurró Ricardio.

Los ojos rojos y flameantes de taeyeon se posaron sobre el corazón, quien cerró la piel alrededor de él, buscando esconderse. Pero no fue suficiente. Las garras en las manos de taeyeon penetraron la piel, sacando al asustado corazón de su escondite.

-¡Te dije que no me provocaras!-, gritó, para después lanzar a Ricardio en el aire y golpearlo con su bajo como si fuera una pelota de beisbol, mandándolo de nuevo a la oscuridad.

-Chicas, ¿están bien?-, preguntó Finn acercándose a sus amigas.

-Sí, Finn. ¿Cómo estás tú? ¿Estas herido?-, preguntó tiffany, agachándose y revisando al chico por todos lados en busca de alguna señal de herida.

-Nah, estoy bien-, dijo Finn con una risilla, -Así que… ¿es cierto lo que dijiste, taeyeon?-

-¿Qué?-, preguntó la vampiresa

-Pues… que tú y… tiffany… son… ya saben… pareja-

De inmediato, los rubores se agolparon en las caras de las chicas y una sensación de vacío se formó en sus interiores. Finn las había descubierto.

-Yo… no… eh… Finn, yo…-, balbuceaba la vampiresa

-Finn… eh… ella… yo… nosotras…-, balbuceaba la princesa.

-¿Cuándo… cuándo escuchaste eso?-, preguntó taeyeon.

-Hace un momento, cuando te pusiste toda celosa por que Ricardio se quería robar a tu noviecita-, dijo Finn con tono burlón al final.

-Ay… ¿qué pasó? ¿Dónde está Ricardio?-, preguntó Jake quejándose un poco al acercarse a sus amigos.

-taeyeon lo venció. Gracias al poder del amor-, respondió Finn con voz exagerada.

-¡Finn, no!-, gritaron taeyeon y tiffany al mismo tiempo, completamente avergonzadas.

-¿A qué te refieres con eso?-, preguntó Jake, confundido

-taeyeon y tiffany son novias-, dijo Finn casualmente.

-¡Vaya! ¡Ya era hora!-, exclamó Jake

-¡No! Esperen, ¿qué?-, exclamaron la princesa y la reina.

-Finn, ¿no estás molesto de que salgamos?-, preguntó tiffany

-¿Qué? ¡No! ¿Por qué habría de estarlo?-, preguntó Finn

-Pues, tú sabes… tú… tú tuviste sentimientos por nosotras dos-, respondió taeyeon.

-¡Ah! ¿Por eso?-, preguntó Finn, antes de hacer una trompetilla, -¡Claro que no! Mis dos mejores amigas se hacen felices la una a la otra. ¿Cómo podría yo estar molesto con eso?-, dijo Finn, provocando una gran sonrisa en sus amigas.

-Bueno, ya es hora de irnos. El muchachito y yo necesitamos descansar y las noviecitas necesitan tener un tiempo juntas después de esta mala experiencia-, dijo Jake, agrandándose y alargándose para permitir que los presentes subieran a su espalda.

Después de que sus tres amigos estuvieron sobre su espalda, Jake se dirigió fuera de la montaña en donde se encontraba Ricardio. Ya afuera, el perro mágico aumentó su tamaño. Su espalda formaba una especie de caja con bordes que no les permitían caer. Finn se dirigió cerca de la cabeza de su hermano, dejando a las chicas solas.

Por unos segundos, hubo un incómodo silencio entre ellas hasta que…

-Lo siento-, dijeron las dos al mismo tiempo.

Y después de eso, risillas y rubores por parte de la pareja.

-Siento mucho haber reaccionado tan intempestivamente, tiff. Es sólo que… me siento muy bien cuando estoy contigo y no quiero que eso se pierda. Yo sé que a veces puedo exagerar en mis reacciones pero… es que… de verdad me importas-, dijo taeyeon.

-No, Marce. Tú perdóname a mí. He sido una mala novia últimamente por no dedicar tiempo para ti. Sí, mis responsabilidades son importantes pero tú también lo eres. Y debería saber hacer tiempo para que estemos juntas-

-Pero yo te grité-, dijo taeyeon

-Pero yo te descuidé-, dijo tiffany.

-Pero las dos se quieren-, dijo Finn desde la cabeza de Jake, -Así que hagan las paces por cualquier cosa que se hayan peleado. No quiero que rompan apenas cuando supe que eran pareja-

taeyeon y tiffany sonrieron, sabiendo que las palabras de su amigo humano eran verdad. Se vieron a los ojos, sonrieron y se dieron un abrazo.

-Perdonada-, dijeron al mismo tiempo, antes de darse un beso.

-Ternuritas-, expresó Jake.