¿Qué haces cuando te han lastimado? ¿Qué haces cuando la traición golpea a tu puerta? ¿Qué haces cuando te hieren por dentro? Pues, siempre existen personas que están ahí para reconfortarte; personas que te aman y que les duele verte así. Siempre puedes acudir a la persona que más quieres en busca de un rayo de luz. Pero, ¿y si esa persona es quien te ha provocado el dolor?

Aparte del hecho de que dormir de noche no era algo a lo que estaba acostumbrada, taeyeon  no había podido conciliar el sueño. Deseaba con todas sus fuerzas que la causa fuera tanto color rosa a su alrededor pero eso era imposible, después de tantas noches ya se había acostumbrado al color. Ella sabía en el fondo la razón y no le agradaba para nada. Por alguna razón sentía como si la persona que más quería en el mundo le hubiera clavado un puñal por la espalda.

¿Por qué? No había razón para sentir eso, ¿o sí? Después de todo, esa playera significaba mucho, para ambas.

________________________________________

-tiff, ¿por qué estás usando siempre esa aburrida pijama? ¿Dónde está la playera que te regalé?-, preguntó taeyeon, con algo de preocupación en su voz, -Pensé que la usabas siempre…-

La princesa, que en ese momento le estaba dando la espalda a su novia mientras se abotonaba su larga pijama amarilla, se dio la vuelta y miró a la vampiresa con una cara seria y segura.

-Se la di a Maja, la bruja del cielo-, dijo, sin dramas, sin lágrimas, como cualquier frase normal.

Las palabras de la princesa aun no lograban tener sentido en la mente de la vampiresa, quien se encontraba perpleja mientras su comprensión del lenguaje se realizaba. Tan sólo la mención del nombre de esa bruja era suficiente para crear un sentimiento de incomodidad en su interior, un sentimiento de vacío insoportable.

-Hi… hiciste… ¿qué?-, preguntó taeyeon

tiffany suspiró. -Se la di a Maja-

Ahora taeyeon comprendía mejor, pero seguía sin entender. Pronto, la sorpresa y el miedo se vieron sobrepasados por la ira.

-¿Por qué lo hiciste, tonta?-, gritó con furia, -¡Pensé que te importaba! ¡Pensé que era la cosa que más querías en el mundo!-

-¡Lo es!-, gritó tiff, -Lo hice por ti-, dijo con voz más suave

-¿A… a que te refieres?-, preguntó la vampiresa, temiendo la respuesta que estaba segura de recibir.

-¿Cómo crees que conseguí a Hambo?-, preguntó ella

-No…no… no es cierto… eso no es verdad. ¡Dime que no es cierto tiff!-

-taeyeon, tranquila. Todo salió bien. Tienes a Hambo…-

-¿Pero a qué precio? ¡Perdiste lo que más querías en el mundo! ¿Por qué?-

La princesa respondió acercándose a su novia y abrazándola con fuerza de cariño. Su mentón descansando sobre el hombro de la vampiresa y un beso en su quijada.

-Porque me importas-

taeyeon se tensó con el abrazo. Su espina dorsal sintió una sensación eléctrica cuando su novia confesó sus razones. Un calor, que antes resultaba extraño pero ahora era tremendamente disfrutado, se esparció por su anatomía, concentrándose en su pecho y mejillas. Destensó su cuerpo y correspondió el abrazo, pero aún no se sentía completamente contenta.

-Te agradezco lo que hiciste tiff, pero aún no me agrada para nada. No creo que pueda pasar la noche aquí-, dijo taeyeon al separarse de tiffany.

-Pero…-

-Sin peros, tiff-, dijo la reina, tomando a su oso de peluche y dirigiéndose a la ventana, -Hambo y yo nos vamos. Necesitamos algo de tiempo a solas-

Cuando la vampiresa abrió la ventana, se dio cuenta que afuera caía una fuerte tormenta, más no una tormenta cualquiera, sino una inclemente y peligrosísima (incluso para ella) tormenta de cuchillos. taeyeon cerró la ventana y volteó hacia la otra chica.

-Pero sin acurrucarnos-

tiffany suspiró, sus sentimientos una mezcla de decepción, alegría y diversión por la actitud de su novia. -Está bien-

________________________________________

taeyeon suspiró. Toda la noche, dándole la espalda a su novia, había tenido suficiente tiempo para pensar acerca de su reciente desacuerdo. Llevó a Hambo (que estaba entre sus brazos) al nivel de su rostro.

-¿Qué dices, amigo? ¿Deberíamos hacer algo para agradecerle a Bubs?-, susurró para no despertar a la otra persona en la cama.

Con un simple movimiento de su débil y manipulable cuello de felpa, el oso hizo un movimiento afirmativo, provocando una sonrisa en su poseedora. La vampiresa se levantó con cuidado de la cama. Observó que la princesa ahora estaba dormida sin dar la espalda a la posición en la que se encontraba taeyeon. Tomó una almohada y la restregó en su cuerpo, por debajo de su playera; la colocó junto a la princesa quien, después de unos cuantos olfateos inconscientes, se acercó a la almohada y se acurrucó con ella. taeyeon no pudo evitar soltar una risilla ahogada.

La vampiresa salió del cuarto (flotando, para evitar cualquier ruido) y se dirigió hacia otra habitación, en donde encontraría a la persona perfecta para ayudarle en su más reciente plan. Abrió lentamente de la puerta. Ahí, en una pequeña cama, se encontraba una figura circular con líneas rojas y blancas en su rostro. taeyeon siguió flotando hasta quedar a un lado de su cama. Con la lengua fuera de su boca (ya sea en seña de concentración o de diversión) comenzó a picar la cara del mayordomo.

-¿Eh? ¿Gog?-, balbuceó Mentita, -No te voy a regresar tus poderes, ya vete-, dijo todavía dormido.

La vampiresa volvió a picar su rostro, logrando esta vez una respuesta algo más positiva. Mentita empezó a olfatear el aire.

-¿Señor Abadeer?-

-Casi…-, contestó taeyeon.

El mayordomo, sentándose en la cama, encendió la lámpara sobre el buró y se talló los ojos, acostumbrándose a la nueva iluminación. Un poco más despierto, notó quien estaba junto a su cama.

-¿Señorita Abadeer? Es muy temprano para despertarme todavía. ¿Ocurrió algo?-

-Mmm… no exactamente. Necesito tu ayuda con algo-

-¿Y por qué debería ayudar a alguien que interrumpió mis sueños, eh?-

-Porque yo soy una reina y tú eres un sirviente-, palabras que hicieron que el mayordomo frunciera el ceño, -Además, es para tiff-

El silencio dominó la habitación por unos cuantos segundos. Mentita miraba fijamente a la vampiresa, pensando su respuesta.

-Tiene toda mi atención, señorita-, contestó Mentita, pero aun con el ceño fruncido.

________________________________________

La luz era tenue, apenas si podía llamarse luz. Pero al menos no era la oscuridad de la noche anterior. El cielo seguía nublado y el sonido del metal chocando contra el tejado de caramelo resistente persistía. La Dulce Princesa empezó a retomar la conciencia pero aun sin abrir los ojos. Un olor captó sus sentidos. Un hermoso y gratificante olor. Había una presencia entre sus brazos bastante familiar y querida.

-Si no hubieras querido no me hubieras dejado abrazarte-, susurró la princesa con una sonrisa.

Sus labios besaron esa presencia pero había algo extraño en ella. No se sentía como la piel de la vampiresa, se sentía como… tela. tiffany, extrañada, abrió sus ojos y se dio cuenta que se encontraba abrazando una de sus almohadas. Se sentó en la cama esperando ver la vampiresa en algún lugar de la habitación pero lo que llamó su atención inmediatamente fue Hambo, quien estaba de pie en la cama.

-¿Hambo?-, preguntó la princesa.

-Buenos días, princesa-, respondió el oso de peluche con una voz infantil, haciendo una reverencia.

Aunque al principio le pareció extraño, la princesa no pudo evitar soltar una risilla al final.

-Quisiera agradecerle por haberme reunido de nuevo con mi queridísima, genial, inigualable, hermosa, guapa, radical, extraordinaria…-, un raspado de garganta por parte de la princesa le indicó que debía acortar la historia, -…amiga taeyeon.

Hambo entonces comenzó a flotar (cosa que no sorprendió a la princesa) hasta la puerta del dormitorio. Tomando el picaporte con sus delgados brazos carentes de dedos, lo giró y permitió la entrada del mayordomo Mentita, quien traía una charola con el desayuno: huevos estrellados y tocino, jugo de arándano, hot cakes, el diario puesto en la sección de crucigrama y un vaso de agua.

-El… aahh… señor Hambo y yo…-, comenzó Mentita, -…le preparamos este desayuno para usted. Ambos esperamos que lo disfrute-

Mentita hizo una reverencia y salió de la habitación. La princesa, mientras tanto, observaba sorprendida la charola puesta en su regazo y luego volteó a ver al oso de peluche, quien hizo un movimiento con uno de sus brazos, invitándola a probar la comida recién traída. tiffany tomó sus cubiertos y se detuvo un instante.

-¿No está envenenado, verdad?-, preguntó

-¡Por supuesto que no! ¿Qué le hace pensar eso?-

-Bueno, estuviste mucho tiempo con una bruja malvada. Pudiste haber aprendido un truco o dos-

-No se preocupe, princesa, lo hice con mucho cuidado. Además, su mayordomo estuvo siempre conmigo. No hay que temer-

Con esa seguridad, tiffany llevó un pedazo de huevo a su boca. Inmediatamente, un sentimiento de felicidad invadió su lengua y se extendió hasta su cerebro. Tenía la sospecha de que Mentita había hecho todo pero este huevo sabía diferente a cualquier otro que hubiera probado. Había un sabor especial en ellos y no podía adivinar de qué se trataba. Saboreó el manjar y pronto le siguieron más y más bocados.

-¡Wow! Te ha quedado delicioso Mar… digo, Hambo-, dijo la princesa con una risilla final.

-Me agrada que le encante-, respondió el oso de peluche, alzando sus brazos.

tiffany siguió con los hot cakes cubiertos con mermelada de fresa y, mientras los devoraba, contestaba con una de sus manos el crucigrama del periódico. "Es un juego de niños", pensó. Bebió el jugo y el agua, dejando a su estómago realmente satisfecho y a su lengua agradecida con el exquisito banquete que había terminado de consumir.

-Tengo un regalo más para usted, princesa-, dijo Hambo

-¿En serio?-, preguntó la princesa, impresionada por la actitud de su… del oso.

-Cierre los ojos, por favor. Y no haga trampa, eso es muy importante-

-Está bien, no lo haré-, respondió tiffany con una risilla

La princesa, al ya no escuchar ningún ruido en la habitación, se sintió tentada a abrir un poco los ojos, pero sabía que eso podía decepcionar a Hambo… o a quien estuviera detrás de Hambo. En pocos segundos, su nariz empezó a captar un agradable aroma floral que empezó a llenar la habitación. Era un olor delicioso. Cuando Hambo le pidió que abriera los ojos, se quedó totalmente sorprendida. Sin palabras. Se levantó de la cama para apreciar mejor como es que su cuarto había quedado lleno de floreros repletos, aunque…

-Estas… son rosas…-, dijo tiffany, tomando una de las flores entre sus manos

-Así es-, respondió Hambo, orgulloso.

-Rosas grises-, indicó la princesa

-Eemm… ¡Sí! Son un tipo de rosas muy especiales, especiales para su majestad. Indican que… aahh… que no importa la apariencia de la flor porque… eh… ¿su olor sigue siendo el mismo?-

tiffany sonrió e hizo un movimiento negativo de cabeza. Se dirigió hasta el punto donde Hambo se encontraba flotando. Elevó sus brazos, dispuesto a tomar al oso de peluche entre sus manos; pero éstas pasaron de él y fueron más atrás, hasta hacer contacto con un par de figuras delgadas pero invisibles. Su agarre se apretó en ellas e, inclinándose hacia delante, hizo chocar sus labios con otra presencia invisible justo delante de ella.

-No almorzaste antes de hacer todo esto, ¿verdad?-

-¿Cómo lo supiste?-, reprochó la vampiresa mientras su cuerpo volvía a ser observable.

-¿Qué? ¿Qué eras tú todo el tiempo?-

-¡No! Yo sabía que sabías. ¿Cómo engañar a la mayor cerebrito de todo Ooo con algo tan simple?-

-¿Entonces a que te refieres?-

-¿Cómo sabias donde estaban mis labios?-, preguntó la vampiresa

-¡Oh! ¡Eso era fácil! Sólo había que resolver vectores basados en tus medidas y la posición de tus brazos. ¡Tú misma me llamaste un cerebrito!-

-Y…-, comenzó taeyeon, sobándose el brazo izquierdo, -¿estás molesta porque le quité el color a las rosas?-

-¿Aun tienes hambre?-, preguntó la princesa

taeyeon se quedó callada, no sabía cómo responder. Se sentía algo avergonzada por haberse comido el rojo de las flores y haber arruinado el regalo sorpresa para su novia. ¿Por qué no almorzó mientras preparaba la comida? ¿Cómo responder a la pregunta? No tuvo que pensar demasiado, pues la respuesta vino segundos después desde su estómago, con un ligero gruñido.

-Tal vez…-, respondió, todavía un poco avergonzada.

La princesa sonrió y se dirigió hacia el teléfono de disco colocado en el buró a un lado de su cama. Lo giró una sola voz y esperó hasta que contestaran del otro lado de la línea.

-¿Mentita? Quiero que traigas a mi habitación un paquete especial 35. Aquí te espero-

La princesa dejó el teléfono y se dirigió de nuevo hacia uno de floreros repletos de rosas grises. Tomó una de las descoloridas flores entre sus manos y la separó de las demás, llevándosela consigo y caminando hacia taeyeon.

-No importa el color, el aroma es el mismo-, dijo mientras olfateaba la rosa, -Sinceramente, estaría más molesta si me supiera que no has almorzado nada desde que te levantaste-, dijo tiffany, depositando después un beso en la mejilla de la vampiresa.

tiffany rodeó a taeyeon con sus brazos, obligándola a dejar de flotar y poner sus pies en la tierra para responder a la muestra de cariño. A veces pensaba que, después de tantos años, su corazón había desaparecido, que ya no había nada detrás de sus milenarias costillas; pero, en ese justo momento, había un calor allí, allí donde solía sentir una percusión constante y vivaz. Un calor que se expandía a cada centímetro de su cuerpo. Se sentía cómoda entre los brazos de la princesa. Hasta que un sonido extraño cerca de su cuello llamó su atención.

-tiff, ¿estás olfateándome?-

-El olor es el mismo…-, respondió la princesa en un suspiro.

En ese momento, se oyeron toques en la puerta.

-¡Adelante, Mentita!-, respondió tiffany, separándose suavemente del abrazo con su novia.

El mencionado mayordomo entró en la habitación. En su mano, un platón lleno de deliciosos frutos rojos, frescos y brillantes. Podría decirse que los ojos de la vampiresa brillaron tanto como los astros nocturnos al observar aquel manjar: cerezas, fresas, manzanas, arándanos, incluso tomates, los cuales la vampiresa sólo consumía en ocasiones especiales y estando completamente sola; las cosas solían ponerse extrañas cuando extraía el rojo de esos particulares frutos.

-Dime Mentita…-, dijo la princesa mientras tomaba el platón de las manos del mayordomo, -¿qué hay que hacer hoy?-

-Bueno, pues ya que la tormenta de cuchillos no ha parado y no parece que vaya a hacerlo pronto, todos los eventos exteriores han sido pospuestos. Creo que eso deja libre su agenda, su Majestad-

-Oh… Gracias Mentita; puedes retirarte-

-Con su permiso, señoritas-, dijo Mentita antes de salir de la habitación.

-Bueno, parece que será todo un día sólo tú y yo-, dijo taeyeon, con voz suave y una gran sonrisa en su rostro.

-Sí, así parece. Pero no te acostumbres, la naturaleza nos hizo un favor ésta vez-

La princesa se acercó hasta la reina y tomó una de las grandes manzanas en él. Lo llevo hasta la boca de la vampiresa quien, delicadamente, posó sus colmillos sobre ella y absorbió la tonalidad roja del fruto hasta dejarlo de un color gris brillante. Sus manos estaban unidas a las de tiffany para un mejor agarre del fruto y, una vez que terminó con su alimentación, sus manos voltearon las de la princesa para depositar un suave y tierno beso sobre ellas.

-¿Y? ¿Qué quieres hacer, tiff?-

________________________________________

La princesa llevaba una larguísima e intrincada trenza de color rosa realizada por la chica que estaba de espaldas frente a ella, quien no dejaba de reírse cada vez que su cabello era cepillado por la gobernante del Dulce Reino.

-¿Qué pasa, taeyeon? ¿Es que acaso tienes cosquillas en los cabellos? Me encantaría estudiar si tienes terminaciones nerviosas allí-

-¡No! Aleja tus locas manos científicas de mi cabello-, reclamó la vampiresa, bromeando y riéndose, -No, es que… me encanta que me cepillen el cabello. Se siente muy bien cuando alguien más lo hace-

-¿Y quién más lo ha hecho?-

-Sólo mi mamá y Simon-, respondió taeyeon, dejando salir un suspiro, -Ash ni siquiera lo intentó-

-Un momento. Entonces, ¿eso significa que nadie más, aparte de ti, te ha cepillado el cabello en casi novecientos años?-

-Sí, básicamente-, respondió taeyeon en su tono característico, sin mucha emoción.

Pronto, taeyeon sintió como los brazos de la princesa la rodeaban por detrás y se apretaban a la altura de su cintura. tiffany dejó descansar su mentón en el hombro de su novia y desde allí depositó un beso en su mejilla.

-Pues ahora tienes a alguien que te cepille el cabello cada vez que quieras, para volver a sentir esa sensación que tanto te gusta. Claro, ten en cuenta que no estoy disponible cuando estoy haciendo mis deberes reales o mis experimentos-

taeyeon sonrió y volteó su cabeza para responder con un beso en la comisura de los labios de la princesa.

-Con eso me conformo-, le respondió suavemente, -Oye, estaba pensando en algo-

-Sí, dime-, dijo la princesa mientras empezaba a crear una trenza en ese largo cabello negro.

-Quizá la próxima vez que no almuerce y me sienta hambrienta, podría absorber el rojo de tu linda carita rosa-

Ante la broma, ambas mujeres comenzaron a reír.

-No-, dijo la princesa con voz realmente sería y cortando su carcajada.

________________________________________

Todo estaba preparado. Había pasado más de un año desde su último intento. Pero, ésta vez, no habría forma de fallar. Era un plan a prueba de fallos. Toda contingencia había sido analizada para evitar los mismos resultados. Y más que nada, ahora era él quien había cambiado considerablemente. Ya no había espacio para el mismo error. Estaba seguro que ahora si la impresionaría. Por fin estaba completo.