A pesar de la incomodidad de estar en una plataforma rocosa flotante, se sentía feliz al ver el capitolio de la Nación del Aire a la distancia. Había estado viajando apenas por una semana, lográndolo hacer un excelente tiempo, pero aun así Kyungsoo pensó que había  sido un trayecto largo. No había sido el más confortable de todos sus viajes, ni social ni físicamente. La mayoría de los otros parecían muy involucrados en sus propios problemas como para prestar atención con quien sea que estuvieran viajando.  Especialmente Baek quien difícilmente había mencionado siquiera una palabra en toda la semana, prefiriendo sentarse solo cuando acampaban o comían. Las pocas veces que Suho había tratado de incluirlo en sus conversaciones era como si su mente estuviera en otro lugar.

Durante la última parte del viaje el Shifter del Rayo parecía haber salido de su caparazón; parecía hacerse difícil para él una vez que se detuvo el viaje. Yixing había estado curándolo por mucho tiempo por las noches, finalmente parecía mostrar avances.  Chen seguía sin ser demasiado comunicativo y Soo podía ver lo emocionalmente frágil que aún estaba alrededor de los acantilados, pero lograba mantenerse a sí mismo en su lugar. Parecía agradarle la compañía de Suho, a menudo sentándose entre medio de Suho y Yixing durante las comidas.

Esto había desacomodado su formal posición de asientos, como siempre Tao sentándose al lado de Suho y del otro de Kyungsoo. Aquello causó inadvertidamente que Kyungsoo se siente un poco alejado del grupo en las comidas; y que inesperadamente haya encontrado compañía en el Oráculo. El Oráculo había interactuado tan poco con ellos que Kyungsoo lo había pensado antisocial, hasta posiblemente arrogante, pero en cambio había sido amable, sorpresivamente así que inclusive se encontró haciéndole un lugar para Kyungsoo al lado de él y entablándole entusiasmadamente una conversación. Estaba lleno de preguntas acerca de la Nación Tierra, acerca de los poderes de Kyungsoo, y  también sobre su amistad con Kai. Luego de muchos días y muchas comidas sentándose a su lado, Kyungsoo había llegado a la conclusión que el Oráculo y Kai eran, de alguna manera, amigos. Lo cual explicaba por qué se había ido Kai junto con su ridículo plan de espiar al Fénix.

Kyungsoo suspiró al mirar al dragón elevándose  arriba de ellos. No había estado mucho tiempo durante el viaje con Kai, yendo a ver solo un par de noches. Se encontró a sí mismo recibiendo algunos comentarios sarcásticos de parte de varios generales de la Nación del Aire. Ya no podría tomar más en cuenta la fina sabiduría de la Nación del Aire, pero Kai insistió en que no debería hacerlos enojar aún más, y entonces Suho remarcó la importancia de la unión de las naciones. No podían permitirse enfrentamientos en la condición en la que se hallaban en estos momentos. Kyungsoo no podía entender por qué todo su esfuerzo para ser estar de lado de la Nación del Aire, pero iba a hacer lo que Kai y Suho dijeron.

Llegaron a las góndolas en el momento en que alcanzaron el horizonte. Kyungsoo se bajó del caballo, deseando nunca volver a montar uno semejante largo viaje. Cada parte de su cuerpo dolía de alguna manera, llegando el dolor aparentemente a sus huesos. Montar a caballo cada día y luego dormir en  el suelo por las noches no había sido muy cómodo, incluso para él que gustaba estar tan cerca del suelo, por lo que no podía imaginar lo doloroso que debió haber sido para los otros.

Su tropa subió dentro de dos góndolas y ya encima de ellas, partieron. El dragón se había metido dentro del bosque. Kai probablemente estaría tratando de dar un bajo perfil. Kyungsoo estaba demasiado fatigado incluso hasta para ponerse inquieto del despegue de la tierra sobre él.

Los otros cinco Ancianos y montón de nobles estaban esperando por ellos sobre el muelle en el aire, con un Kyungsoo bastante cerca de gemir fuertemente. A decir verdad, ya había comenzado a hacerlo pero Suho le pisó el pie. Entonces su quejido se transformó en uno más bien de dolor.

“Bienvenidos a casa,” dijeron los Ancianos a los otros dos que se unieron en el camino. ”Y bienvenidos de regreso, invitados,” agregaron en dirección a Kyungsoo y a Suho.

“¿Estaremos asistiendo a una reunión de inmediato?” preguntó Suho, Kyungsoo estaba impresionado de que esa idea no le estremeciera por completo como lo hizo con Kyungsoo.

“No,” dijo el Anciano Mayor, “tenemos asuntos que nosotros los Ancianos debemos discutir entre nosotros primero. La reunión se hará mañana, en el momento que lo decidamos. Por ahora, serán llevados a sus cuartos, donde podrán dormir más cómodos que donde lo han estado durante el viaje.”

Kyungsoo pensaba en la cama que le había parecido increíblemente suave la primera vez que llegaron y de la cual casi se le escapa un suspiro al pensar en ella. Suho lo mira algo divertido, como si pudiera leer sus pensamientos.

“Pero primero-,” el Anciano principal posó sus manos sobre sus hombros. “Lleva al Oráculo hacia el Cuarto de Purificación y asegúrate de activar la custodia.  Necesita su tiempo para purificarse”. Hubo un fuerte suspiro y Kyungsoo se giró a ver la expresión de pesar en el rostro del Oráculo. Humedeció sus labios y con voz temblorosa dijo, “Me gustaría mucho ser llevado a mi habitación.”

“Pero toda esa mala energía de seguro te ha afectado de manera grave. Necesita tiempo para sacarse toda esa polución fuera. Además, estará a salvo allí. Y los guardias lo mantendrán alejado de visitas indeseadas.”

Kyungsoo sabía que estaban haciendo mención sobre su pequeña aventura entre el Oráculo y Kai. Se preguntaba cómo era ese tal Cuarto de Purificación, o si era alguna clase de castigo.

Por un momento, Kyungsoo pensó si el Oráculo lloraría. Varios sirvientes guiaron a los demás a sus respectivas habitaciones. Kyungsoo no estaba exactamente de ánimo para hablar con nadie, así que cuando el sirviente de Suho se dirigió por un camino el de Kyungsoo tomó otro, y lo único que consiguió hacer fue dar una señal de despedida en dirección a Suho. Suho sólo lo vio y siguió a su sirviente dar la vuelta a la esquina.

Una vez en su cuarto, puertas cautelosamente cerradas tras de él, realmente suspiró de alivio al tener a la vista la cama. Estúpidas sábanas de gaza y exageradamente esponjosas almohadas que nunca antes lucieron tan tentadoras. Se dejó tumbarse en ellas, pero luego decidió que si seguía posiblemente no podría ser capaz de levantarse hasta mañana, y aún tenía que cambiarse la ropa del viaje. Al empezar a cambiarse se dio cuenta de lo sucio y harapiento que estaba, no habiendo tomado un baño desde… ni siquiera se animaba a contar los días. Después de soltar un largo respiro se metió dentro del baño. Los azulejos, como se esperaba, eran blancos y la bañera demasiado larga y pegada al piso.

Puso el agua a correr, la cual estaba divinamente caliente. Mientras esperaba a que se llene la bañera, volvió vagamente a la habitación principal, quitándose el resto de ropa en el camino allí, arrojándola a un lado de la habitación. Dio un par de palmadas a la cama, suspirando sobre las cómodas mantas.

"Te quiero más," dijo con sinceridad a las sábanas.

"Pensé que me querías más," dijo una voz detrás de él.

Kyungsoo gritó, girando alrededor para ver a Kai apoyado en la pared. "¿Cuánto tiempo ha estado de pie allí?”

"No mucho," Kai respondió con calma. Dándole a Kyungsoo una mirada arrebatadora de pies a cabeza, Kyungsoo sintió su rostro a su vez enrojecerse. Se acercó más de lo que estaba detrás del sofá en el centro de la sala, la mitad inferior protegida de la mirada de Kai.

"Estoy desnudo," dijo Kyungsoo.

"Me di cuenta," respondió Kai. "¿Por qué estás tan avergonzado? No es como que hayas cambiado desde la última vez que te vi desnudo." Él desapareció, y Kyungsoo parpadeó. Luego hubo una mano empujando su hombro y se dio la vuelta de nuevo agitando, con la esperanza de golpear a Kai en la cara.

"Yo no me gustas. ¡Vete a dormir fuera!" Gritó, empujando el pecho de Kai. "Y mis ojos están para aquí arriba."

Kai se rió, dando vuelta para ir al cuarto de baño. "Quiero tomar un baño primero."

"Lo puse para mí. Puedes bañarte en algún arroyo en el suelo."

"Nop. Quiero agua caliente." Kai se quitó su camisa rápidamente, entonces los pantalones. Kyungsoo gorgoteó y desvió la mirada. El sonido de salpicaduras llegó a sus oídos y cuando miró hacia atrás pudo ver a Kai en la bañera. "Vamos," dijo Kai con una sonrisa. "Únete a mí."

Kyungsoo se mordió el labio, luego suspiró. Se quejó en voz baja y pisoteó el cuarto de baño. "Quiero descansar," Kyungsoo murmuró.

"Voy a dejarte descansar," dijo Kai, viendo Kyungsoo puso un pie en la bañera, "después".

Él sonrió, y el aliento de Kyungsoo se cortó. "Después," él estuvo de acuerdo. Dejó que Kai lo remolcara en la bañera el resto del camino.

A la mañana siguiente, Kyungsoo se encontró sentado en la sala de reuniones demasiado pronto para su gusto, a pesar de que estaba cerca de mediodía. Todavía estaba medio dormido, parpadeando con cansancio a todos y a todo. Podía sentir que Suho deslizaba miradas a través de él, un tanto crítico, pero a Kyungsoo en realidad no le importaba.

El salón de reuniones estaba lleno. Kyungsoo había notado las caras de Chen y de Baekhyun en la multitud, probablemente allí para ayudarles con su conocimiento interior. Chen, en particular, sería de utilidad ya que había tenido acceso a gran parte de los planes de batalla de la Nación del Fuego. Tao ya estaba de pie junto a la plataforma vacía de los Ancianos, limpio y arreglado en sus túnicas formales. Mostrándose mas gruñón que de costumbre.

Cuando los ancianos finalmente aparecieron, lucían igual de agotados como Kyungsoo. Los siete tomaron asiento, y, entonces, rápidamente llamaron a la reunión. Empezaron a correr tras lo que necesitaban discutir, Kyungsoo deslizándose más y más en su asiento mientras discutían de nuevo la información que él ya conocía.

Entonces uno de ellos agarró una hoja de papel y les dijo: "Si bien los Shifters Superiores y su grupo viajaban de regreso, recibimos nueva información de las tropas en nuestras fronteras, así como rumores de nuestros espías en la Nación del Fuego." Kyungsoo parpadeó, sentándose y haciendo un esfuerzo para concentrarse. "El grupo más grande del ejército de la Nación del Fuego, la que actualmente está marchando a través de la Nación de la Tierra, está a sólo unos días de distancia. Y la otra mitad de su ejército, la mitad de nuestras tropas que se reunieron en la batalla del desierto de la Nación del Fuego, se están dividiendo. Algunas tropas están regresando para mantener a salvo el Capitolio, y el resto están siguiendo nuestro ejército al norte, posiblemente para unirse a la mitad del ejército de la Nación del Fuego que ya casi está aquí. Tenemos la suerte de que nuestras propias tropas tienen la ventaja de varios días."

"¿Volverán aquí nuestras tropas antes que el primer ataque del ejército de la Nación del Fuego llegue a nuestras fronteras?" preguntó un general perteneciente a la Nación del Aire.

"Eso se está viendo cada vez más improbable," dijo un Anciano. Murmullos comenzaron a circular en la sala ante sus palabras, e hizo un gesto con la mano para silenciarlos. "Debemos ser capaces de mantenerlos a raya, aunque sólo sea por un rato. Puede que perdamos algo de terreno, pero no mucho, antes de que nuestras tropas lleguen. "

"¿Y entonces qué?" preguntó uno de los generales de Suho. "No podemos ganar, no tenemos suficientes hombres."

"Podemos resistir un ataque, por algún tiempo," dijo un anciano.

"Y nos tiene a nosotros," dijo Suho, señalando a sí mismo y a sus compañeros Shifters Jefes. "Puede que no tengamos la ventaja a nuestro favor, pero sin duda podemos ayudar a algunos."

"Ehm, sí, acerca de eso," dijo el Anciano Jefe, recogiendo un pergamino. Él lo desenrolló, buscando algo en él, luego levantó la vista y se dirigió a la sala. "¿Está acá el tal Señor Chen? Proveniente de la Nación del Fuego."

Kyungsoo miró a su alrededor y vio a Chen saliendo de la multitud de nobles. "Aquí, mi señor."

El Anciano Jefe se aclaró la garganta. "Hemos sido informados," dijo con voz resonante, “que luchó para la Nación del Fuego en contra de su voluntad, obligado a hacerlo a causa de aquellos al mando que mataron a su clan."

Kyungsoo pudo ver cómo tragaba Chen. “Si, mi señor.”

El Anciano asintió. "Lo mismo, si no me equivoco, le pasó a la familia del Fénix, ¿estoy en lo correcto?"

Chen frunció el ceño, moviendo despacio las vendas de su rostro por la conmoción. "Algo similar, pero no exactamente lo mismo."

"Sin embargo, a diferencia de ti, ¿él no está peleando por ellos por propia elección, sin ningún tipo de amenaza?"

Chen negó con la cabeza ligeramente. "Él está peleando por ellos, sí; pero se le ha mentido—"

"Mentido o no, él les es leal, ¿verdad? Él no es un rehén, y ¿tampoco escapará si es que surge la oportunidad como tú lo hiciste, no?"

"Yo," Chen comenzó a titubear, "supongo; pero—"

"Él luchará contra nosotros con todo lo que tiene, él no nos escuchará, ¿o no?"

"Está siendo engañado," espetó Chen.

El Anciano Jefe suspiró. "El Fénix está viajando con una parte del ejército de la Nación del Fuego en dirección al norte. Él viene hacia aquí, y engañado o no, él seguirá luchando en contra de nosotros, así que debemos atacar antes de que él lo haga."

Hubo silencio luego de esas palabras. "¿Qué?" dijo Kyungsoo.

"El Fénix está viniendo, y no podemos permitir que nos alcance."

"¿Qué propones que hagamos?" preguntó Suho sigilosamente.

"Hemos decidido," dijo el Anciano Jefe, levantando el brazo para indicar al resto de los Ancianos, "en enviar un grupo élite de Shifters, para tirar abajo al Phoenix. Sólo serán unos pocos, y tendrán que ser sigilosos, pero creemos que pueden hacer el trabajo. Con él fuera del camino sufriremos menos daño, y el perderlo a él será un golpe bajo a las tropas de la Nación del Fuego.”

Sin ninguna gracia Suho dio una carcajada. "No tengo Shifters lo suficientemente fuertes para una misión de este tipo."

"Bueno, más bien pensábamos en enviarlos a ustedes," dijo el Anciano Jefe. "Tú y el Príncipe Kyungsoo, así como nuestro principal Shifter, Lord Tao. Tal vez un par de otros Shifters que a usted le parezca podrían ir también. Creo que con ustedes debe de ser suficiente para matar al Fénix.”

"¿Matar?" la voz de Baekhyun sonaba estridente, produciendo eco dentro de la cámara. Él se puso de pie, pequeño entre todas las personas. "No pueden matarlo, ustedes no pueden sólo—"

"El Fénix es una amenaza para todos nosotros," dijo de golpe El Anciano Jefe. "Es mejor destruirlo antes de que él nos destruya a nosotros. Siéntate, esclavo. "

"¡No pueden hacer eso!" gritó Baekhyun, abriéndose paso entre la gente a su alrededor hasta que estuvo frente de la plataforma del Anciano. "Él no sabe- oyó lo que dijo el Shifter del Rayo, le han estado mintiendo, no lo pueden matar, se lo suplico, por favor no lo maten—"

Demasiado cerca llegó de la escalera hasta la plataforma y un par de guardias lo sujetaron por los brazos, tirando de él lejos. Kyungsoo se sacudió, como saliendo de un sueño; había estado tan sorprendido ante la idea de ser mandado a asesinar al Fénix que ni siquiera había sido realmente capaz de procesar lo que estaba viendo. Baekhyun se movía violentamente, tratando de liberarse de los guardias.

Kyungsoo volcó su mirada de él a Tao, quien parecía no saber qué hacer. El aspecto irritable de antes había sido completamente reemplazado por una especie de temor choqueante con la cual Kyungsoo podía simpatizar. Cuando Baekhyun tropieza y casi cae, Tao da un paso adelante, su mano afuera, como si fuera a parar lo que estaba sucediendo, y luego se detuvo, permaneciendo inmóvil.

"Por favor," dijo Baekhyun, todavía luchando para acercarse a los ancianos. "Si lo matan - no pueden matarlo, díganme que no lo harán."

"Usted estará en silencio", dijo El Anciano Jefe, comenzando a elevar su tono de voz, "y volverá a su asiento, o será acompañado a la salida."

Baekhyun se giró con exaltados ojos en dirección al Shifter Superior. "No dejes que hagan esto," rogó. "Por favor, Señor Suho, no pueden hacer esto."

"Sáquenlo de aquí," dijo el Anciano Jefe con desdén, agitando la mano.

Los guardias sacaron a Baekhyun de la sala, luchando y gritando. "Por favor," exclamó, "por favor, Señor Suho, no lo hagas, no les permitas, Suho."

Parecía una eternidad para Baekhyun y los guardias alcanzar las grandes puertas de la habitación. Aquellas se habían abierto en su llegada y una vez allí los guardias arrojaron descuidadamente a Baekhyun. Antes de que las puertas se cerraran de nuevo, Kyungsoo pudo ver a Baekhyun hundirse en el suelo, sus gritos dando paso al llanto. A continuación, las puertas se cerraron, una vez más, bloqueando todo sonido o ruido.

Luego de varios golpes apareció el silencio. Kyungsoo pasó a mirar a Suho, quien estaba pálido, con ojos muy abiertos observando las puertas ya cerradas. Su pecho subía y bajaba rápidamente, y sus manos  apretaban los brazos de su asiento de piedra. Entonces Kyungsoo miró a Tao, pero no podía ver su cara porque él había dado la espalda a todos.

El Anciano Jefe se reincorporó en su asiento. "Ahora," dijo, "¿podríamos continuar?"

Kyungsoo se quedó boquiabierto, horrorizado a causa de esas palabras. "No," dijo por lo bajo.

"¿Hm? ¿Qué fue eso, príncipe Kyungsoo? “preguntó El Anciano Superior.

"No," Kyungsoo repitió, la voz notablemente más fuerte. Se paró con rigidez, sintiendo como su ira había tornado su sangre en llamas. Se volvió hacia Suho, pero se encontró demasiado furioso como para articular palabra alguna. En lugar de eso, él simplemente negó con la cabeza y se dirigió a la puerta.

"Príncipe Kyungsoo? ¿A dónde va?" El Anciano Jefe espetó.

"Kyungsoo," dijo Suho despacio.

Kyungsoo no se detuvo. "La Nación de la Tierra rechaza la oferta de ayuda." Empujó las grandes dobles puertas y entró.

Baekhyun  todavía permanecía donde los guardias lo habían arrojado, ceñido y sollozando en el suelo. Kyungsoo se agacho, agarró su brazo y tiró de él. "Ven," dijo en voz baja.

Baekhyun lo miró, su rostro lleno de lágrimas. "No maten a Chanyeol, por favor."

"No lo haré," dijo Kyungsoo. Siguió tirando y Baekhyun no se movió.

Entonces otra mano apareció para agarrar el otro brazo de Baekhyun. Kyungsoo levantó la vista para ver la cara decidida de Suho. "Vamos," dijo Suho suavemente. "Te llevaremos a los Sanadores, ellos pueden darte algo para calmarte." Baekhyun parpadeó. "No vamos a matarlo, así que vamos."

Juntos fueron capaces de poner a Baekhyun en pie, y  llevárselo fuera de la sala.

___

Suho observaba  a Kyungsoo pasearse por la habitación. Baekhyun se sentó en la cama, luciendo como si estuviera solo la mitad consciente de dónde estaba. Yixing le había dado algo que parecía que ser bastante fuerte. Él le había dicho a Suho