Cap 10.

Insensata Geometría

Miró su reloj:

- Un cuarto para las cuatro… Si, creo que lo mejor es que vayamos yendo.

Cuando llegamos al Majestic la sorpresa fue mayúscula. La amenaza a Fiumicino había resultado la broma macabra de un demente que ya estaba entre rejas y hacía poco menos de una hora que el contingente había partido y nos habían dejado en tierra.

Nos envaramos con el conserje, que por un cambio de turno no era el mismo cual yo había hablado por teléfono y pedimos explicaciones que no supo dar.

Yo insistía en que la azafata había mencionado el atardecer como hora mas probable, y que habíamos confiado en su palabra.

El hombre se reafirmaba en su ignorancia, no tenía mas explicaciones y si mucho trabajo por atender. En cualquier caso tenía razón, toda reclamación resultaba inútil porque era evidente que la responsabilidad o peor, la irresponsabilidad, corría de nuestra cuenta y no podíamos culpar al hotel, al aeropuerto ni a la compañía.

Ofuscada, me senté en uno de los desvencijados sillones de cuero en un intento por poner orden en mis ideas.

Desde luego era una faena, y de las buenas. No me faltaba dinero para otro billete, pero no era el caso. Me reprochaba mi negligencia por haber aceptado la invitación de Tiffany a sabiendas que dependíamos de circunstancia ajenas, y fundamentalmente que me hubiera despreocupado tan a la ligera en contra de mi natural predisposición a la prudencia. Incluso me había olvidado de telefonear a mis padres para avisarles del retraso.

¿Y mi equipaje, que sería de él? La perspectiva de llamar a un taxi e ir al aeropuerto para recuperarlo, si es que no estaba ya camino de Seúl, me resultaba francamente ingrata, un verdadero incordio. Estaba fastidiada, pero al mismo tiempo sentía que me embargaba una sensación de alborozo que me confundía aún más.

La duplicidad de sentimientos parecía ser la tónica de este día tan extravagante, y la vivía como una suerte de puzzle mal ensamblado que no atinaba a solucionar.

Eso pensaba cuando oí que Tiffany me preguntaba a voces desde el mostrador de la recepción:

- ¿Quieres viajar hoy o mañana?

Móvil a mano, era evidente que se había puesto en contacto con sus famosos amigos de Fiumicino.

- ¿Hay otro vuelo a Seúl? – pregunté en voz alta.

“¿Qué hago? – dudé -. A las siete esta muy bien, hay tiempo suficiente pero la cuestión es: ¿Quiero o no viajar hoy a Seúl?”

- ¿Y hay billete? – indagué dilatando mi decisión.

Tiffany se impacientó:

- Venga, decídete, hay sitio en el avión de esta tarde, pero tampoco tienen problema en cambiarlo para mañana, puesto que la responsabilidad ha sido de ellos.

Me moría por preguntarle que arreglo había hecho ella. ¿También había un Roma-Japón hoy mismo o tenía que aplazar su vuelo? ¿Se iba al aeropuerto de inmediato o se quedaba en la ciudad? Caí en la cuenta de lo mucho que me había ilusionado la perspectiva de estar mas tiempo a su lado, pero no estaba dispuesta a decírselo y tenía que decidirme ya. ¿Qué hacer? Tomé una determinación repentina:

- Mañana. Ya que se puede elegir que sea mañana.

El alma me volvió al cuerpo cuando le escuché decir a su interlocutor:

- ¿Mañana a que hora? Okey, reserva dos billetes en ese mismo. Oye te debo una, eres un cielo…Si, les saludo de tu parte, ciao.

¿Dos, había oído bien? ¿Pero esta mujer no se iba a Japón? No entendía nada, pero me sentía feliz por el retraso, por mi súbita elección, porque iba a estar con ella mas tiempo del esperado y porque además regresaríamos juntas a Seul.

Vino hacía mi y se sentó a mi lado, evidentemente satisfecha por el éxito de su gestión:

- Listo, arreglado. Tenemos reserva en el vuelo de las once de la mañana, los del checking estarán sobre aviso y no habrá problemas con el cambio de pasajes.

No pude reprimir la pregunta:

- Creí entender que te ibas a Japón…

¿Me lo pareció o dudo antes de responder?

- He cambiado de planes y me vuelvo a Seúl, pero como por hoy ya tengo bastante con las idas y venidas, acabo de reservar una habitación y me voy “domatina” ¿Se dice así, verdad? Repito lo que dijo el conserje porque aun no se muy bien lo que significa.

- ¡Brava, aprendes rápido! – reí -. Es fácil: Domattina es una contracción de domani y mattina, o sea, mañana por la mañana.

- Eres buena profesora, lo supe desde el primer momento – comentó desperezándose a gusto-. Estoy cansada, pero dudo que pueda dormir una siesta.

- ¿Tu que piensas hacer?

¿Yo que pensaba hacer? No tenía la menor idea. Leer no me apetecía en lo más mínimo y mucho menos enclaustrarme el resto del día en el Majestic.

- Supongo – empecé – que reservar una habitación y …

La miré y me encogí de hombros como excusándome por mi carencia de proyectos, pero improvisé sobre la marcha:

- ¿Conoces la Villa Borghese?

Era muy improbable que no la conociera. Cualquier turista, por mas breve que sea sus estancia en Roma, le dedica al menos una hora de peregrinación porque no se perdonaría regresar a su país y admitir que no había visitado una de las joyas de la corona romana. ¿Tiffany era diferente también en esto? Por lo visto si, porque respondió con candor:

- Pues la verdad es que no la conozco…

Genial, Tiffany. Ahora teníamos un plan.

Fui hasta el mostrador, pagué por adelantado mi habitación y salimos otra vez a la calle. Desde una cabina llamé a mis padres y dejé un mensaje en el contestador informándoles de las novedades.

 

 

- Si no les importa señoritas, vamos a cerrar.

El camarero de El Trianón permanecía de pie a nuestro lado sosteniendo una pequeña bandeja de plata con la cuenta y por lo visto llevaba algunos minutos intentando cobrarla sin que nos diéramos cuenta, apasionadas como estábamos discutiendo sobre lo femenino y lo masculino.

Sostenía Tiffany que las diferencias entre hombres y mujeres son rotundas, “y las características masculinas a mi me atraen mucho”. Yo estaba básicamente de acuerdo en cuanto a la rotundidad de la disimilitud, pero matizaba que “masculino” no es sinónimo de hombre así como “femenino no lo es de mujer, que ambos términos son conceptos ideológicos y no compartía del todo las cualidades que se les atribuyen a uno y a otro

- Por ejemplo la división entre el yin y el yang – aportaba yo como prueba pese a mi decidida admiración por las filosofías orientales-. Si lo masculino, o sea el yang, representa la fuerza, la luz, el día, la razón, la ecuanimidad, la justicia, etc. Es evidente que lo yin, lo femenino, es su contrario especular, y no estoy para nada de acuerdo. Creo que la atribución de connotaciones es tendenciosa y destila idolología masculina.

“Supón que hacemos un elenco de cualidades presuntamente femeninas . propuse, como por ejemplo…no se, intuición, tolerancia, perseverancia, presencia de ánimo…¿Qué más?

- Respeto por la vida – aportó Tiffany -, prudencia…

- ¡Bien! – aprobé -. Ahora pasemos a sus opuestos. ¿Me dirás que hombre aceptaría sin rechistar que por oposición lo definan como inflexible, pusilánime, intolerante, veleidoso, irrespetuoso ante la vida, imprudente y cobarde? Todos a una alegarían que no se puede generalizar, lo que cuenta es la individualidad, que patatín que patatán… Verías como la ley del yin y el yang en lo que se refiere a la simbología de los os quedaba derogada de inmediato.

El camarero no solo tosía con descaro para llamar la atención sino que plantó la bandeja en medio de la mesa haciendo temblar las copas. Tiffany lo miró indignada y casi le ordenó en Inglés:

- Muchas gracias, si queremos postres le llamaremos

El individuo, a punto de acabar su jornada de trabajo, decidió que ya estaba bien de genuflexiones y respondió en un italiano de lo más vulgar:

- Verá, señora, salvo el gato ya no hay nadie en el local y solo falta que ustedes paguen para cerrar caja. Es casi medianoche y yo duermo en casa, ¿Sabe?

Tiffany me preguntó abriendo mucho los ojos:

- ¿ Que me ha dicho?

La risa no me permitía hablar. Su cara perpleja era un poema, y el camarero echaba chispas por las orejas. Acepté la cuenta y me encaré con él hablándole en su mismo tono:

- Vaya a dormir, buen hombre, tenga mi tarjeta y tráigame rápido el recibo, no tenemos toda la noche.

Me miró con odio y se dio vuelta.

Tiffany seguía sin entender, pero echó mano a su cartera.

- Deja, estas invitada – dije aun riendo.

- De ninguna manera . protestó -. Aquí está mi Visa 

-¿No me dejas que te invite o es que te disgusta que te agasajen? ¿ Lo encuentras masculino, tal vez?

Abrió la boca para decir algo pero la cerró de inmediato. En cambio, me tomó de la mano y prometió:

- La próxima te festejo yo a ti.

La frase era tan potente que me sacudió hasta el pubis, pero no dije una palabra.

En rigor, tampoco hubiera podido emitir una sola silaba, tal era mi conmoción.

Mientras, el fastidio del napolitano subió varios puntos cuando al devolverme la tarjeta le pedí que llamara a un taxi por teléfono, de modo que aún permanecimos unos diez minutos de pie en la puerta del restaurante.

Durante el trayecto no nos dijimos nada, envueltas en un silencio confortable y cómplice. Tiffany insistió en pagar la carrera con las pocas monedas que le quedaban. Pedimos las respectivas llaves en la conserjería y subimos el ascensor.

Mi habitación estaba en el tercer piso, la de Tiffany en el cuarto. Al abrirse la puerta en mi planta quise despedirme con alguna frase impecable, un exquisito fin de fiesta para un día tan especial, pero solo atiné a balbucear un escueto “Hasta mañana”. Creí que Tiffany iba a darle al botón del cuarto pero en cambio bloqueó las puertas y dijo mirándome sin recato:

- Hay dos llaves, creo que sobra una…

¿Era una insinuación? No: era una orden. Más tarde me habituaría a los imperativos de Tiffany, pero en ese momento mis sentidos lo único que percibían era como un deseo sofocante y viscoso hacia temblar mi cuerpo. Con un gesto callado de mis manos y la emoción palpitándome en la garganta la invité a seguirme por el pasillo. Cuando estaba maniobrando con la llave en mi cerradura me abrazó por la espalda, recogió mi pelo con un movimiento apenas perceptible y me beso en la nunca mientras musitaba con esa voz suya que me llegaba a las entrañas:

- Yo también me muero de amor…  

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Comments

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audaf27 #1
!!?!?! donde anda?!?! no lo vayas a dejar así >>
yuyesj #2
Chapter 13: TIFF ES RARA, AUNQ TAE IGUAL, MMMMM AUN KIERE A SICA???
audaf27 #3
Chapter 13: sadsdsdsads *w* wooooo <3 <3 te esperé Dx... tardaste mucho >< pero te comprendo Dx... gracias por hacer esto muchas gracias ^^ :D
sonelf1509
#4
Chapter 13: Gracias por los dos capitulos :D esta muy bueno y ya hacía falta leer, continualo pronto por favor!!!
audaf27 #5
Chapter 11: dadsafsdafds ^^^<3 <3 sensual :D jajaja
yuyesj #6
Chapter 11: q buen finc me gusta mucho por fin Taeny, la menera en como esta escrita me gusta mucho, espero actualices pronto,
sonelf1509
#7
Chapter 11: Cada vez se pone mejor akdfjksdfj ya quiero la continuación!!!
tachineko #8
Habitación en Roma? O.O
audaf27 #9
Chapter 10: OMG!! sadsdsd estoy muriendo pero que genial... Fany eres una loquilla xD OMG!! s y continua por favor no lo dejes ahí asdsadasd :D :D <3
-Yiime- #10
Chapter 10: O.o me gusta esta tiffany xD sii va aver accion