VISCOUNT LEE

El día fue rápidamente cubierto por el manto nocturno, aquel a diferencia de otras noches, no lucía estrellado, pues aquellos cuerpos celestes fueron reemplazados por espesas nubes, estrepitosos truenos y un frío que calaba hasta los huesos…

-parece que lloverá fuertemente-comentó un hombre rubio de poco menos de 40 años

-así es-apoyó su esposa mientras sostenía a su pequeña y adormilada hija-deberíamos llevar a Soonkyu a dormir-el hombre sonrió levemente y tomó a la bebé en sus brazos, llevándola hasta a la habitación siendo acompañado de su esposa

-mi más grande tesoro-susurró el rubio mientras la recostaba en su cuna y le dejaba un beso en su pequeña frente

-nuestra-protestó la mujer mientras cubría al bebé con su suave manta, ambos se abrazaron al mismo tiempo que la veían descansar, observando su paz al dormir

-debemos descansar-musitó él al oído de su esposa, aquella asintió y se dirigieron a su cuarto, aun aferrados el uno al otro.

En el palacio la morena terminaba de vestir su negro uniforme y mientras la rubia le alcanzaba su espada ella cubría su rostro con el antifaz

-ten cuidado-repitió Taeyeon por décima vez

-no te preocupes, solo le advertiré del peligro y le diré que se vaya del pueblo mientras logramos deshacernos de Jang o al menos hasta que se calme todo esto

-pero aun así, ten cuidado-habló la rubia preocupada

-¿estás bien?-cuestionó Yuri seriamente

-no-musitó-algo extraño le sucede a Stephanie, hoy me ignoró todo el día y ni siquiera me dio un simple saludo-comentó con tristeza-¿crees que sospeche algo?-cuestionó nerviosa

-no lo creo-dijo la morena pensativa-pero de igual forma deberías hablar con ella, decirle la verdad… ya es tiempo-susurró mientras apoyaba su mano en el hombro de la más baja

-tienes razón, tengo que hacerlo y lo haré, no puedo mentirle más, no puedo seguir con esto que me carcome por dentro-Taeyeon sonrió débilmente y Yuri asintió; ambas mujeres caminaron hasta uno de los pasadizos escondidos en el palacio, allí esperaba la pelinegra de nombre Hara con una antorcha en sus manos

-debes apresurarte, se avecina una fuerte tormenta-murmuró la rubia viendo el inquieto cielo-odio este clima-se dijo

-todo estará bien-la morena intentó calmarle

-cuídate mucho-susurró Hara al entregarle la antorcha y Yuri asintió

-las veré luego-musitó antes de perderse por aquel pasillo, la pelinegra suspiró y luego miró a la rubia, suspirando de nuevo pero esta vez mas fuerte

-¿te sucede algo?-le preguntó Taeyeon al verle el rostro de desconcierto

-siempre me pareció atractivo el general-comentó- ¡siento que tengo una crisis de identidad!-la mujer negó varias veces-¿en serio eres una mujer?-preguntó con desilusión ocasionando que la bajita riera estrepitosamente

-sí, lo soy-respondió entre risas y luego pasó su brazo por los hombros de la mujer-deja de torturarte ya llegará tu príncipe, además no puedo ser pretendiente de todas las mujeres del reino-Hara sonrió levemente

-las cosas que hay que ver…

En aquel pasadizo la morena seguía en su camino por encontrar la salida, guiándose con la luz que le proporcionaba la antorcha pero de repente sintió un escalofrío recorrerle hasta el último centímetro de su cuerpo y su antorcha se apagó de golpe, dejándole a ciegas, Yuri se estremeció pues sintió que algo malo iba a suceder-¡No!-gritó en medio del estrecho y oscuro pasaje y con todas sus fuerzas corrió hasta alcanzar su corcel, aquel esperaba relinchando a la afueras, la morena lo montó con prisa y este galopó con todas las fuerzas que sus grandes músculos le daban…

A las puertas de una gran casa un grupo de hombres enmascarados esperaban a la orden de su líder.

-¡entremos!-exclamó el hombre y un estrepitoso trueno resonó en aquel pueblo acompañado de un rayo que pareció partir el cielo en dos, seguido de gruesas gotas de agua, los hombres asintieron y derrumbaron la puerta de la vivienda.

-dos de ustedes encárguense de la salida, los otros vayan por nuestro anfitrión-habló el líder y sus secuaces asintieron-¡¿hay alguien en casa?!-gritó con todas sus fuerzas levantando de golpe a los dueños de la morada, lo segundo que se escuchó fue un agudo grito proveniente de una mujer, el hombre con una sonrisa burlona encendió algunas de las lámparas que se hallaban en la sala principal y luego se sentó plácidamente, esperando por su víctima, segundos después dos de sus hombres traían consigo a un rubio maltrecho por algunos golpes, aquel lucía furioso

-vizconde Lee-evocó

-¿quién eres hijo de puta?-el hombre se movió con fiereza intentando soltarse pero uno de sus captores lo golpeó fuertemente en su cabeza, el rubio cayó de rodillas algo atontado

-esa es una buena pregunta-susurró el enmascarado mientras se ponía a la par del vizconde-pero no me place responderla ya que quien hará las preguntas seré yo

-¿qué quieres?

-una sola cosa-el misterioso hombre sonrió-quiero que me responsas una simple pregunta, ¿quién es el caballero oscuro?-Lee abrió sus ojos de golpe y luego sonrió con fastidio

-no lo sé-replicó haciendo que el enmascarado soltara una risotada mientras se ponía de pie

-¿en dónde está la esposa?-cuestionó a sus hombres, el vizconde tembló de temor

-siendo custodiada por nuestro compañero

-tráiganla-ordenó mientras miraba a aquel que estaba a sus pies, su secuaz asintió

-no le hagas daño-suplicó el rubio

-no le haré nada si respondes mi pregunta-sugirió el hombre

-Lya-musitó el rubio al ver a su esposa siendo traída por el malhechor, el líder miró a la mujer y luego caminó a ella tomándola fuertemente de su rostro, haciéndole daño, el vizconde se lanzó al hombre pero antes de tocarlo uno de sus captores puso el filo de su espada en su cuello

-es muy bella

-¡suéltala!-gritó impotente el hombre

-cálmate amor-musitó la castaña con ojos llorosos-estaremos bien-el rubio lloró

-vamos vizconde, puedes convertir esto en una simple pesadilla en la cual te podrás levantar mañana y reírte de esta mala experiencia si solo me dices quien es el caballero

-no lo sé-evocó el hombre provocando que el enmascarado tensara su mandíbula por la ira

-tú lo pediste-aquel le propinó al rubio un fuerte golpe en su mejilla

-¡imbécil!-exclamó la mujer viendo a su esposo intentar levantarse

-¡habla de una puta vez!-gritó el hombre exasperado

-ya te dije que no lo sé-el enmascarado rió con furia

-¿recuerdas los panfletos?-cuestionó -algunos de ellos fueron pequeñas trampas, dirigidos únicamente a usted y misteriosamente el caballero se enteraba de todos-el rubio tragó en seco-ahora le pregunto una vez más ¿quién demonios es el caballero oscuro?-el vizconde lo miró con seriedad-no convierta esto en una tragedia

-si le respondo ¿se irá y nos dejará en paz?-el enmascarado asintió

-así lo haré

-de acuerdo, el caballero es….

-¡NO!-gritó la mujer con todas sus fuerzas llamando la atención de todos-no lo hagas-imploró-prometiste guardar ese secreto… Tawha, tú eres un hombre de palabra-habló al borde del llanto

-Lya mi amor, debo hacerlo si esto asegura que sigas con vida

-no puedes hacerlo-repitió la mujer

-¡ya cállenla!-gritó el líder harto y uno de los secuaces intentó taparle la boca pero la mujer le mordió la mano con fiereza

-¡ramera!-exclamó aquel y luego le dio una bofetada, el vizconde hirvió en furia y sin pensarlo se lanzó contra aquel hombre, demoliéndolo a golpes  hasta ya no sentir sus manos, los compañeros del golpeado hombre intentaron separarlo pero fue inútil, el rubio parecía más fuerte, el líder gruñó y desenfundó su arma, estaba dispuesto a acabar con ese dolor de cabeza, así que apuntó y sin piedad jaló del gatillo, el sonido del disparo rompió todo ruido en aquel cuarto y solo se escuchó el caer la lluvia a las afueras

-Lya-susurró el hombre sosteniendo a su esposa entre sus brazos

-te amo-le musitó ella con una sonrisa y una línea de sangre salió de su boca manchándole aquel hermoso rostro, el vizconde tembló mientras amargas lágrimas escapaban de sí-no digas nada-le dijo llorando mientras se desplomada en los brazos de su esposo

-hijo de puta-evocó el hombre entrecortadamente

-lastima, era muy bonita-comentó el enmascarado con una mueca, Tawha lo miró con rabia, dolor, resentimiento…

-lárgate de aquí o mátame porque no te diré nada-dijo con su vista perdida

-de acuerdo-el hombre apuntó y lo siguiente que se escuchó fue el disparo, el vizconde cayó al suelo aun con su esposa en brazos-vámonos de aquí, esta visita no dio frutos-replicó el líder-no olviden borrar todo rastro de nuestra pequeña reunión-los hombres asintieron. En cuanto los enmascarados salieron de aquel lugar todo empezó a consumirse en llamas, minutos después un caballo relinchó a las afueras, su jinete lo desmontó y entró con rapidez a la vivienda, sintiendo al instante como su alma se rompía en mil pedazos

-vizconde, señora Lya-susurró en cuanto les vio tirados en medio de la sala, con temor se acercó y los movió con delicadeza-perdónenme-imploró en medio del llanto-perdónenme, he llegado tarde

-Yu-Yuri-tartamudeó el hombre con sus últimas fuerzas y su esposa aun con debilidad también abrió sus ojos-casi traiciono tu confianza, la de Taeyeon y la de tu padre-la morena sollozó-querían tu identidad, yo no tenía escapatoria pero al final mi esposa me detuvo-la castaña alzó su mano acariciando las húmedas mejillas de la mujer

-lo hubiera hecho-Yuri gimoteó-habría preferido que dijera mi identidad a que tuvieran que perderlo todo-la pareja sonrió débilmente

-tú y Taeyeon son como una hijas para nosotros-tartamudeó la mujer-si decíamos tu identidad sería entregarlas a la muerte, no podía permitir eso-la morena lloró con más fuerza-si tus padres estuvieran vivos estarían muy orgullosos… de ambas

-así como lo estamos ahora nosotros-comentó el vizconde con una sonrisa

-no los voy a perdonar-susurró Yuri con rabia

-no pequeña-habló la mujer-no pienses en eso

-¿por qué no?-habló con furia-yo sé quién hizo esto y ese desgraciado solo nos ha quitado todo lo que le da sentido a nuestras vidas, yo no puedo perdonarlo más…

-así que fue Jang-comentó sonriente Lee-ese desgraciado-el hombre negó-Yuri déjalo así, en estos momentos no me arrepiento de haber callado la verdad, por el contrario me siento feliz porque guardé la promesa de tu padre hasta la muerte además de que mi único amor me acompañará para siempre- la mujer le sonrió con debilidad-lo único que  entristece mi corazón es que dejaré a mi pequeña hija sola

-Yuri por favor cuídala-susurró la castaña-cuídala como si fuera tuya-una lagrima escapó de sus ojos

-cuida a nuestra pequeña Soonkyu-la morena asintió mientras gimoteaba

-lo haré, la educaré bien-la pareja sonrió-y algún día cuando crezca y pregunte por ustedes le contaré lo fuerte que fue padre y lo hermosa y valiente que fue su madre

-nos vamos en paz-evocó él

-mi pequeña-la mujer bajó saliva con dificultad- por favor no desgastes tu vida en venganzas inútiles, disfruta del amor y aléjate de los males y dile a nuestra pequeña que la amamos-Yuri asintió-ahora vete porque este lugar no aguantará mucho-la morena afirmó y luego dejó un beso en la frente de cada uno

-gracias-les dijo en medio del llanto y luego se fue de allí

-mi hermosa Lya perdoname por arrastrarte a esto-la mujer sonrió al escucharle y luego acomodó su cabeza en el pecho de su esposo

-te amo Tawha

-y yo a ti, Lya mi gran amor- evocó, ambos se tomaron de sus manos y juntos cerraron sus ojos por última vez.

Yuri subió las frágiles escaleras, caminando por los quebradizos pisos de madera producto de las abrazantes llamaradas, llegando al cuarto de la bebé, afortunadamente el fuego aun no llegaba a su habitación, en cuanto entró la vio, recostada en su cuna, perdida en sus sueños, tan ajena al mal, más lágrimas le recorrieron el rostro, aun no creía lo que pasaba, en un abrir y cerrar de ojos aquella pequeña lo había perdido todo pero ella aún no era consciente de eso, Yuri se quitó su capa envolviendo a la niña y luego corrió alejándose del lugar, pasando por la sala de estar y echando un último vistazo a los cuerpos inertes, sintió rabia e impotencia y ganas de cobrar venganza pero ahora no era el momento, ahora tenía un vida entre sus manos y debía protegerla a toda costa.

-gracias-musitó una vez más y salió del lugar, sintiendo como la lluvia la empapaba al instante, con prontitud montó su corcel y cabalgó a toda velocidad, el camino se le fue recordando las palabras de la pareja, llorando una vez más, sintiendo como su corazón se quebraba, “no es justo” pensó con rabia y automáticamente las imágenes de su padre agonizando entre sus brazos y de Taeyeon a punto de morir aquella noche en que la habían acorralado golpearon su mente, haciendo que la furia creciera en ella tanto que sintió faltarle la respiración, agitó su cabeza y reaccionó, ya había llegado a la parte trasera del palacio, la morena desmontó su caballo y lo llevo a un pequeño establo, escondido en medio de la maleza, allí se sentó en medio del heno, meditando un instante sobre el pequeño bulto que tenía entre sus brazos, delicadamente lo abrió y encontró el angelical rostro de la bebé, una gotita de agua escurrió de su cabello cayendo directamente en la nariz de la pequeña, aquella arrugó su naricita y lentamente abrió sus ojos, Yuri se petrificó al ver esos ojos color avellana que la miraban con curiosidad, la pequeña sonrió con ternura y la morena sintió que todo su enojo se había, lentamente la meció en sus brazos haciendo que la pequeña retomara sus sueños.

-haré todo lo posible porque seas feliz-le susurró-y espera a que conozcas a papá Tae-Yuri sonrió antes de besarle sus grandes mejillas.

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Hola :) les dejo un nuevo capítulo, que sé que no es lo que les prometí pero es que me salió muy largo así que decidí cortarlo >//< espero que les haya gustado y nos vemos en la próxima.... por cierto, gracias por sus mensjes de apoyo ^^ ♥