LA HERMANDAD DE LAS COREANAS LESBIANAS

Yuri había llegado, llevaba la ropa arrugada, el pelo desarreglado, tenía los ojos rojos enmarcados por unas profundas ojeras pero una amplia y maravillosa sonrisa en sus labios.

- Sooyoung! SOY GAY – había exclamado tan pronto había entrado por la puerta.

Pues menuda noticia, pensó Sooyoung, por suerte Yuri no se dedicaba al mundo de la información o a estas alturas aún estaría anunciando la caída del muro de Berlin.

- Eso explicaría perfectamente el hecho de que tu ex sea una mujer – le contestó en tono sarcástico.

Yuri se rió libremente, completamente inmune al sarcasmo de su compañera de piso – oh, ahora que la mencionas – Yuri cogió su móvil nuevamente y buscó el numero de Jessica.

- Jessica … sí, …espera…no se qué te dije anoche, fuera lo que fuera lo siento, olvídalo… no, digo si, estoy genial, gracias por preguntar, bueno, eso es todo, tengo que colgar… si claro…seguro, adiós -

A Sooyoung la actitud de Yuri la tenía completamente intrigada, no es que la conociera mucho, apenas llevaban tres meses compartiendo piso, pero en ese tiempo Yuri nunca se había mostrado tan relajada ante su ex, de hecho cualquier mención a ella solía ponerla de mal humor, si se encontraba algo que le hubiera pertenecido su rostro se ensombrecía y se deshacía de ello como si el simple contacto con el objeto pudiera matarla, lo suyo estaba entre mujer deprimida y enfurecida, ambas facetas se mostraban aleatoriamente y sin preaviso alguno.

 - ¿Y eso? –

- A eso se le llama tener clase – respondió Yuri – me voy a dormir –

- ¿y Hyoyeon, y los vestidos? –

- Qué pasa con ella ¿qué vestidos? – Sooyoung la miró sin añadir nada más, esperando que Yuri fuera lo suficientemente inteligente como para unir ambos conceptos – mierda!, la boda, los vestidos de dama de honor – ahí estaba 20 segundos tarde, pero al fin había conseguido utilizar sus neuronas – te esperan de aquí – Sooyoung miró el reloj – quince minutos –.

- Quince minutos!, por qué no me has avisado antes – protestó Yuri.

- Lo he hecho, si hubieras contestado al teléfono hace dos horas, hubiera podido decirte que hace dos horas y media que Taeyeon ha llamado para recordarte que hace un mes que habías concertado cita para dentro de unos diez minutos – Yuri arrugó la frente algo irritada con la explicación – llegas tarde – concluyó Sooyoung.

Tras exactamente unos quince minutos Yuri salió de su habitación – qué tal estoy? – preguntó.

- Horrible – contestó Sooyoung, porque de hecho lo estaba, pese a la ducha, pese al cambio de ropa, su pelo estaba alborotado y su rostro cansado le otorgaban un aspecto lamentable.

- Perfecto – respondió Yuri mientras cogía un casco de moto que Sooyoung no había visto nunca antes – vámonos, llegamos tarde –

Sooyoung hizo el ademan de protestar, porque ella no llegaba tarde a ningún sitio, ella pensaba pasarse todo el domingo tirada en ese cómodo sofá viendo una larga lista de películas que hacía tiempo que quería ver, lo tenía todo, refrescos, palomitas, dulces, ese era su gran plan. 

- Soo, date prisa – insistió Yuri – no tengo ni la más remota idea de donde aparqué ayer noche mi moto, necesito que me lleves –

- Ni tan siquiera me he arreglado – se excusó, claro que tampoco estaba desarreglada del todo, pero no podía presentarse en una boutique de lujo con esa sencillez, era modelo, tenía una imagen que vender y su imagen se vendía justamente en esos sitios.

Yuri la miró de arriba abajo – Sooyoung, eres modelo, estas jodidamente buena te pongas lo que te pongas, ahora mueve ese pequeño culo hacia el ascensor –

Sooyoung sonrió sin querer, no es que fuera una mujer vanidosa, de todas formas estaba acostumbrada a oír halagos, pero nunca de su compañera de piso, esta vez, Yuri se saldría con la suya.

Tras llegar treinta minutos tarde y realizar las presentaciones de rigor, las chicas entraron a la boutique donde una mujer exquisitamente arreglada las recibía como si de princesas se tratara, a Sooyoung esa exagerada amabilidad siempre le había disgustado, la simpatía por comisión no iba con ella, por otro lado había algo que si que le gustaba de esas boutiques, el champan y los canapés, quizá por deformación de su profesión Sooyoung había acabado detestando las “pruebas de vestidos” pero todo era mejor con champán.

Sooyoung observaba distraídamente como el grupo de amigas escogían los vestidos mientras ella se encargaba del champán y los canapés, la voz de una de las dependientas dando la bienvenida a otro grupo de mujeres le llamó la atención, su mirada saltaba de una mujer a otra intentando averiguar quién de ellas sería la afortunada novia, hasta que la vio, la vio sonriente, esa manera tan bella de colocar esos increíbles labios hasta formar una perfecta y dulce sonrisa, esa forma tan suya de andar, la vio sentándose despreocupadamente en el sofá, ese cruzar de piernas tan elegante, tan imponente, su postura, sus gestos, lo amaba todo de ella.

¿Debía saludarla?, aunque tampoco es que se conocieran mucho, se había topado con ella en la fiesta de un diseñador y habían hablado durante más de uno hora, hasta había conseguido hacerla reír ¿eso era bueno verdad?, ¿se acordaría ella?, por otro lado en esa fiesta había mucha gente, con cuanta más gente habría hablado, 5, 10, 20 personas ¿la habrían hecho reír, habrían podido esas personas escuchar esa simpática risa?.

- Sooyoung, qué haces? –

La voz de Yuri la sacó de ese absurdo y patético trance, Yuri la miraba extrañada con una mueca en los labios, entonces se dio cuenta de su postura, se había ido escurriendo por el sofá hasta quedar casi estirada, se había encogido tanto como pudo, se había estado refugiando.

Yuri no tardó en buscar el motivo del absurdo comportamiento de su compañera de piso, hasta recaer en el nuevo grupo de mujeres que se encontraban en el otro reservado de la boutique.

- las conoces? –

- si…digo no – vaciló.

En ese momento su conversación ya había atraído la atención de sus otras tres amigas – qué pasa?- preguntó Hyoyeon.

- Sooyoung está jugando al escondite – respondió Yuri.

- ¿Aquí? – preguntó Taeyeon mientras seguía la mirada de Yuri - ¿contra quién? –

 Sooyoung observó horrorizada como ahora todas ellas miraban directamente y sin disimulo alguno al otro grupo – no estoy jugando a nada - protestó mientras se incorporaba  y se adentraba más en los bastidores - podéis ser más discretas, es de mala educación mirar fijamente a desconocidos - pero las otras cuatro ignoraron sus protestas empezando un absurdo juego que consistía en averiguar de quién se escondía y por qué.

- No, yo creo que se esconde de esa que lleva el vestido rojo, si l