Sulli POV:

Quería grabar todas las imágenes posibles en mi cabeza, memorizarlas antes de que se desvanecieran, nos podía separar mis ojos del chico que estaba a unos dos metros por delante de mí, tantos kilómetros nos separaban un día atrás y ahora que le tengo delante me siento mucho más lejos de lo que podía asimilar en los 5 años que no le he visto. Intenté planear algo en el caso de que Minho no nos ayudara, pero por más que lo intentaba no se me ocurría donde podría ir. 

Cinco minutos después de haber comenzado a andar, Minho se detuvo delante de una pequeña casa, parecía ser bastante humilde y pequeña pero me pareció bastante acojedora ¿Él vivía allí? Me fijé en que así debía de ser ya que sacó unas llaves de su bolsillo y abrió la puerta, tomando las dos malestas poco después y entrando en la casa, le recordaba más caballeroso, pero es cierto que ahora parece demasiado enfadado conmigo, así que le seguí dentro sin rechistar y cerré la puerta, me dolían los brazos de cargar a Noah así que lo dejé en el suelo sujetando su manita para asegurarme de que no correteara por ahí sin permiso. La entrada no era más que un pequeño pasillo de menos de 2 metros que conducían a una sala de estar, sencilla y con bastante colorido, muy juvenil en comparación con otros lugares que yo había visto, claramente era un piso de estudiantes, ya que había bastantes libros y ropa por el medio, mi mirada se detuvo en una de las fotos que estaban en  la estantería, en ella se encontraba Minho con un chico que no me sonaba conocido, aunque era muy atractivo y Minho reía estando a su lado, así que debía de ser alguien querido para él.

-No toques nada- La voz de Minho me devolvió a la cruda realidad, me volví hacia él y lo ví sentado en uno de los dos sillones que había, mirándome fijamente- Dijiste que querías explicarme en un lugar tranquilo lo que estaba pasando, bien, yo que tu me daba prisa si no quieres que se te haga tarde para tomar el próximo tren.

Suspiré, no entendía bien su hostilidad hacia mí, debería de ser yo la que estuviese enfadada, aún recordaba el día en el que me había abandonado como si fuera ayer, y si, utilizo la palabra "abandonada" porque así es como me sentí, un mes después de la muerte de mi madre, cuando yo aún le necesitaba, él había desaparecido sin ni siquiera despedirse o decirme a donde iba. Me dejó atrás y tuve que enterarme por mi padre que a mis 15 años y tras ña traumática muerte de mi madre, mi mejor amigo se había marchado de la noche a la mañana por una vida mejor, una vida que a mi no me incluía.

-Noah...- Me arrodillé delante del niño, no quería que escuchara todo eso- ¿Quieres escuchar de nuevo música? Igual que en el autobús que tomamos antes- El pequeño se mostró contento con ello y me sonrió sin hablar, como siempre, aún no había escuchado la voz de Noah, pero me la imaginaba igual de dulce que su aspecto, puse los auriculares en sus pequeños oídos y bajé el volumen, ya que había escuchado que era malo para los niños ponerles música alta con los auriculares. Luego me volví hacia Minho de nuevo, no me senté aunque sabía que podía hacerlo- Hace una semana escuché algo que no debía, mi padre está metido en algo, en algo sucio y grande, tanto que saber que clase de persona es realmente me ha hecho sentir que no le conozco. No sé que ocurrió, ni porqué necesita vengarse con tanta necesidad, no sé nada, solamente sé que su odio por el padre de Noah ha llegado hasta el punto en el que se ha vuelto completamente loco- Mis piernas temblaban, al igual que mis manos, no sé la razón, pero no me gusta, me acerqué al sillón que estaba enfrente del de Minho y me senté allí, sin mirarle directamente, tratando de poner en orden mis pensamientos, Minho conocía muy bien a mi padre, él fue el presidente de una de las empresas más importantes a nivel nacional, pero a raíz de la muerte de mi madre, lo perdió todo, absolutamente todo y puede que no haya nada más peligroso que un hombre que lo ha perdido todo.

-Él... No habrá intentado hacerte daño ¿Verdad?- Por un momento, la voz de Minho no parecía ser a la defensiva y eso me hizo alzar la mirada hacia él. Nota Mental: mirarle a lo ojos era algo que debía de volver a hacer, porque simplemente con ese contacto sentí que todo a nuestro alrededor temblaba como si el cielo estuviera punto de caer sobre nosotros.

-No, pero no creo que se detenga solamente porque soy su hija si me encuentra, desde que tu te fuiste él ha cambiado mucho, antes era algo estrícto y brusco, pero desde la muerte de mamá el comenzó a pasar demasiado fuera de casa y ahora he descubierto que era porque estaba teniendo encuentros con gente realmente mala, gente que hace cosas horribles a cambio de dinero y lo peor es que mi padre encontró exactamente a un grupo de personas que tenía el mismo objetivo que él, el padre de Noah, quién se conviertió en el presidente de la antigua empresa de mi padre cuando este fue despedido- Me sentía extraña explicando todo eso, como si estuviese contando una película fictícia sobre máfias y misiones espía, incluso es probable que Minho no me crea- Secuestraron a Noah y lo llevaron a mi casa, mi padre me dijo que era el hijo de un socio, que le había pedido que lo cuidara por unos días, pero yo no le creí y cuando escuché los planes que tenían para él no pude evitarlo y me escapé de casa con él, a fin de cuentas, yo tampoco tengo nada que perder.

Minho POV:

Está agotada, eso puedo verlo incluso desde aquí y aunque ella trate de ocultarlo, todo lo que dice suena a una burda mentira aunque lo cierto es que no tiene razón para mentirme, sé que ella es muy buena mentirosa eso lo dejó claro desde pequeña, pero a mi nunca me había mentido y por ello quería creer en ella. Sin embargo, si todo lo que decía era cierto, esto era mucho más grande de lo que esperaba, se estaba jugando mucho más de lo que me podía imaginar, esta chica... Siempre será igual, primero hace una locura y luego usa la cabeza cuando ya es demasiado tarde. Pero parecía tan decidida que ni siquiera un huracán podría haberla detenido, ahora la pelota estaba en mi tejado, debía de decidir que hacer, si alejarme de ella por mi propia seguridad y no meterme en sus asuntos o mantenerla aquí, para asegurarme de que nada malo le suceda. Mi cuerpo me pedía a gritos que hiciera lo último, que aunque intentara negarlo, siempre la he protegido y aunque ahora la odie no puedo simplemente girar la cabeza hacia otro lado y fingir que no la veo marchar. Miré al niño ¿Cómo podría alguien querer hacer daño a algo tan dulce? 

-Minho...- Ahí está de nuevo, mi nombre en sus labios ¿A que Dios le tengo que rezar para que deje de decirlo? - Por favor, eres la única persona en la que he confiado alguna vez- Sus ojos suplicaban ayuda y se mordió el labio con algo de ansiedad por mi respuesta ¡Maldición! Ella sabe que soy débil ante eso, tengo 20 años y ni siquiera he sido capáz de lograr hacerme inmune a ese tipo de trampas...

-Debió de ser duro- Comenté mientras la miraba sin terminar de creerme que después de tanto tiempo estuviera allí de verdad.

-¿El qué? -Preguntó ella confundida, luego pareció pensar en la situación en la que nos encontrabamos y dirigió su pensamiento en la dirección equivocada- ¿El escaparme de casa? ¿El ser la madre temporal de un niño? ¿Descubrir la clase de persona que era mi padre? ¿Cargar dos maletas y un niño a la vez? ¿Tener que...?

-No- La interrumpí, sin cambiar mi expresión mientras la miraba- Cortarte el pelo, sé el significado que le dabas, así que debió ser duro- Recordar aquello despertó algo en los dos, en mi lo sabía porque notaba ese nudo creciendome en el estómago mientras que ella se había quedado mirandome totalmente perpleja, sabiendo que había dado en el clavo. Sus ojos parecieron aguarse por un momento, pero no lloró, creo que solamente la había visto llorar una vez en toda mi vida así que no me sorprendió que no lo hiciera, aunque me sentí algo culpable por traerle de nuevo esos recuerdos, su madre había muerto de leucemia cuando teníamos 15 años, estuvo enferma durante varios años y debido al tratamiento había perdido todo el pelo, así que le hizo prometer a Sulli que mantendría su pelo por ella. Sulli amaba tener el pelo largo ya que aprovechaba el tiempo con su madre para que esta le hiciera  diferentes peinados, yo era demasiado pequeño para entender porque para la madre de Sulli era algo tan importante, pero ahora que he crecido creo que puedo entender el porque quería que su hija mantuviera su promesa, uno nunca sabe lo que tiene hasta que lo pierde.

-Si, lo fue- Repondió mi antigua mejor amiga tras un lago silencio y sin apartar la mirada de mí, Noah se acercó a ella y puso su pequeña mano en el brazo de Sulli para llamar su atención, entregandole los auriculares poco después y señalandose el estómago- ¿Tienes hambre? 

-¿No habla?- Pregunté algo extrañado ya que recuerdo que Sulli dijo que el niño tenía 3 años y a esa edad ya son perfectamente capaces de hablar, Sulli negó con la cabeza volviendo a mirarme.

-Creo que sufrió un shock cuando lo secuestraron o algo así, yo reaccioné de la misma forma que él cuando murió mi madre, así que estoy segura de que si le hago sentir seguro se le pasará- Cuando ella dijo esas palabras una especie de corriente recorrió mis espalda hasta llegar a mi cuello erizando mis pelos de la nuca, como un mal presentimiento, recordé aquello, el día de la muerte de su madre, Sulli la vió morir y una parte de mi siempre pensó que no fue la leucemia lo que la mató, porque sea lo que sea que Sulli vió en aquella habitación no podía ser bueno. Aún así, su mente lo borró por completo y aunque en el pasado investigué para tratar de averiguar la verdad ahora ya las cosas son totalmente diferentes.

-Podéis quedaros- Acepté mientras me ponía en pie- Pero no vivo solo, tengo un compañero de piso y si él no acepta vuestra presencia aquí no tendrás más remedio que...

-¡De acuerdo!- Exclamó ella entusiasmada, su sonrisa era tan pura que de pronto toda la seriedad del ambiente desapareció, como si nada hubiera pasado, desde luego esta chica no tiene remedio.

-Siempre has sido una crea problemas, no he conocido jamás a una chica más problemática que tú, y a pesar de eso pareces totalmente feliz con los inconvenientes que les causas a los demás- Dije entrecerrando un poco los ojos como si la regañara.

-¡Eso no es cierto! - Se quejó ella como si fuera una niña pequeña y me dieron ganas de golpear mi frente con la mano, claro que era cierto, pero lo peor es que parecía que a mi me gustaban los problemas, porque en lugar de alejarme de ella corriendo en la dirección contraria siempre me veo atraído directamente hacia ella, volviendo a por más. Iba a continuar la pelea con ella cuando se escuchó el sonido de la puerta cerrandose despues de que entrara alguien.

-¡Cariño, ya estoy en casa!- La voz de mi compañero de piso se escuchó en toda la casa, alargando las palabras como si cantase alegremente.

-¡YAH! ¡Para de bromear!- Me quejé sonriendo un poco cuando lo vi entrar, Sulli se levantó también para mirarle y pensé en lo extraño y difícil que sería de explicarle a mi amigo la presencia de nuestros dos "Invitados".

------------ Preview próximo capítulo---------

Minho POV:

-Así que... Nuestro Cassanova ha encontrado su talón de Aquiles en el amor... ¿Y es ese flacucho? ¡Debiste avisarme de que jugabas esas ligas! ¡A partir de ahora no pienso dejar que me veas en ropa interior- Se quejó mi amigo mientras colocaba sus manos en forma de X sobre su pecho como si se protegiera de un ertido.

-¡Oye! ¡No digas estupideces!- Exclamé golpeandole con fuerza en el brazo, él se quejó por el dolor pero luego se empezó a reír mientras se lo masajeaba sin dejar de mirarme. Espero que de verdad esté bromeando, no hay nada entre Sulli y yo y nunca lo hubo, es más ahora mismo su presencia me pone de mal humor y es una verdadera molestia- Se irán pronto, tanto él como el niño, no te preocupes.... Esto se acabará antes de que te de tiempo a acostumbrarte a su presencia...

-----------------

Mmm ¿Quién será el chico? Para dar una pista os dejaré ver la foto que llamó la atención de Sulli, a ver si eso ayuda xD (?)