Minho POV:

Poco a poco sentía que una luz me obligaba a abrir los ojos, supuse que sería la luz del Sol, pero no me atreví a abrirlos, no sé que pasaría si descubro que la noche anterior no fue una pesadilla, aunque debería de dejar de intentar engañarme a mi mismo, el olor a hospital es demasiado fácil de reconocer como para ni siquiera intentar evadirme de la realidad. Abrí los ojos lentamente y me encontré en el mismo lugar de donde no había salido desde hacía poco más de un día, la sala de espera del hospital en donde todo había comenzado a derrumbarse, me incorporé un poco y pude sentir el peso de Noah sobre mi, se había quedado dormido sentado sobre mi regazo y dejandose caer sobre mi pecho, le miré mientras me sentía realmente miserable, no parabamos de crear malos recuerdos para ese niño. Le tomé en brazos para incorporarme y me dispuse a buscar a Key, me imaginé que estaba en la habitación de Amber, yo aún no había entrado a verla, no me sentía con la confianza suficiente de mirarle a la cara después de que le hicieran daño por mi culpa, incluso me siento violento de hablar con Key con normalidad. 

Caminaba despacio para no despertar al pequeño mientras llegaba a la habitación, pensar en Sulli se me hacía demasiado duro, tanto que practicamente apenas parecía reaccionar a lo que me rodeaba, era como si continuara dormido y no fuese a despertar hasta que alguien me dijera el estado de Sulli, habían pasado varias horas y nadie me había dicho nada aún y el silencio me estaba matando de forma despiadada. llegue a la habitación y me encontré con que Key se había quedado dormido dejando caer medio cuerpo sobre la cama de Amber, incluso mientras dormía su expresión demostraba lo preocupado que estaba, miré a Amber que también dormía, parecía estar mucho mejor, su cara tenía un buen color y eso me hizo sentir algo de calidéz, me acerqué a Key para tocarle el hombro levemente y hacerle que se despertara, él se incorporó como si tuviese incorporado un resorte y miró a todos lados con algo de confusión, como si buscase a alguien.

-¿Amber?

-Está bien- Le dije mientras señalaba a la chica y Key recordase donde estaba, él asintió y se la quedó mirando por un momento, pude ver lo que pasaba, Key, mi mejor amigo, él chico que siempre parecía estar preocupado solamente por si mismo, cuya única prioridad en su vida era la de estar siempre perfecto y que parecía el chico más narcisista del país, estaba enamorado de Amber. Antes había pensado que solamente le interesaba acercarse a ella como uno de sus juegos, pero esta vez era diferente, tenía un aspecto horrible, estaba desarreglado y apenas había dormido. Estaba claro que sus prioridades habían cambiado. Amber se despertó al notar el movimiento de los dos y lo primero que vió fue a Key, al que sonrió y luego se fijó en mi, dejando que la sonrisa también me alcanzara.

-No hagas eso...- Le pedí mientras apartaba la mirada- No merezco eso- Susurré a la vez que aupaba un poco a Noah para soportar mejor su peso, lo que lo despertó también, desde luego no puedo hacer nada bien.

-Si quieres vivir culpandote por las cosas que no son culpa tuya, puedes hacerlo, pero así tu corazón se cansará más rápido- Dijo ella tratando de hacerme sentir mejor, Noah estiró los brazos hacia Amber así que lo dejé sobre la cama de ella, automáticamente fue hacia la chica y puso su mano con cuidado en la herida vendada de su cabeza comenzando a tatarear una canción infantil que según él la ayudaría a curarse más rápido, Key me hizo una señal con la cabeza para que saliesemos fuera y yo le seguí, dejando a Noah con Amber, seguramente su compañía le haría bien.

-¿Cómo está?- Pregunté después de cerrar la puerta de la habitación.

-Bien, preocupada por Sulli, se negó a tomar la medicación si no le decía como estaba ella, así que le dije que aún no sabíamos nada pero que su operación había salido bien... ¿Tú como estás?

-Me estoy volviendo loco- Confesé sin ningún tipo de verguenza, era una estupidez tratar de mostrar lo contrario, a pesar de estar hablando con él no me di la vuelta, dandole la espalda quedandome de frente hacia la puerta- Ni siquiera estuve allí para cuidarla aunque le prometí que lo haría... La última conversación que tuve con ella fue acerca de lo que ocurrió aquella noche y ni siquiera fui sincero con ella.

-Te sientes vulnerable- Mis ojos se abrieron como platos y me giré hacia él al momento, no estaba bromeando, su rostro estaba totalmente serio- Te has dado cuenta de que tu punto débil es Sulli y temes que si ella no sale de esta tu tampoco, incluso si se recupera totalmente te sientes totalmente expuesto porque ya saben que deben de ir a por ella para que tú reacciones- ¿Desde cuando Key era un experto en leerme la mente? ¿Desde cuando él se metía en ese tipo de cosas? Es más ¿Desde cuando él sabía algo acerca de ese tipo de cosas?

Cerré los puños con fuerza ante sus palabras sintiendo rabia, no hacia él, más bien la sentía hacia la situación en donde nos encontrabamos, si no lograba volver a Sulli, si no lograba decirle la verdad, si ella moría, iba a perderme a mi mismo de nuevo y esa vez ya no existiría un sitio en el que encontrarme, esa vez sería para siempre. Key se acercó hacia mí para tocarme, solamente hizo eso, me tocó el hombro como para que me diese cuenta de que él estaba allí.

-No estás solo esta vez, vamos a esperar a que Sulli y Amber se recuperen y entonces irémos allí, iremos todos juntos te guste o no- ¿Debía hacerle caso? Asentí lentamente sin dejar de mirarle casi con admiración- Pase lo que pase ahora mismo, debes de centrarte en que Sulli está bien ¿De acuerdo? Tienes que ser fuerte para ella, pero no me odies...- Sus últimas palabras me confundieron ¿Porqué razón iba a odiarle? Era él quien debería de odiarme a mi, al fin y al cabo le habían dado una paliza por mi culpa.

Si dijese que las cosas ya no podían empeorar, sería mentir, porque estaba apunto de vivir uno de los momentos más horribles de mi vida, le reconocí enseguida, sus ojos, su forma de andar, su expresión sombría, todos esos rasgos que encendían mi odio eran inconfundibles. El señor Jenkins, el padre de Sulli, el hombre que deseaba golpear con todas mis fuerzas estaba allí, delante de mi, en la misma planta de hospital en donde su hija se debatía entre la vida y la muerte y el niño que buscaba se encontraba en la habitación de al lado, mi corazón se aceleró hasta el punto de resultar doloroso.

-Minho, Minho... Nunca me habría esperado que un joven educado como tú fuese un vulgar mentiroso- Sus ojos echaban chispas, estaba furioso, sabía lo de Sulli, por un momento de locura pensé que incluso parecía preocupado-Si mi hija muere te lo haré pagar... Me la llevaré de aquí viva o muerta, pero te lo haré pagar- Di un paso hacia él, casi agazapandome como un león antes de atacar pero Key me sujetó sin dejar de mirar con desprecio al hombre que teníamos delante, si quería llegar hasta Sulli antes iba a tener que pasar por mi, porque no pienso volver a fallarle. Uno de los médicos que parecía estar buscándonos llegó hasta nosotros y sentí como Key pellizcaba con fuerza mi brazo queriendome decir algo que no logré entender.

-¿Son ustedes los parientes de Sulli Kellington?- Preguntó el recién llegado de una forma que no me gustó, el señor Jenkins respondió que era el padre de Sulli y el doctor asintió- Yo... Lo siento mucho, hemos hecho lo imposible pero el cuerpo de su hija no lo ha soportado, perdió demasiada sangre....

-¿Pero que está diciendo? La operación había salido bien ¡Lo dijo esta madrugada!- Grité aún sostenido con fuerza por Key.

-Lo sé, logramos extraer la bala con éxito pero no logramos mantenerla.... Siento mucho decir esto pero la joven falleció hace unos instantes, mi más sentido pésame...- Y ya esta, dijo eso y se marchó, me asestó un golpe mortal sin ni siquiera prepararme y se marchó.

Sentí que caía a más de 50 kilometros por segundo, tan rápido que debería ya de haberme desintegrado desvaneciendome en el aire, pero de alguna manera mi cuerpo seguía en pie, continuaba respirando.

-Minho...- Sentía la voz de Key me llegó distorsionada, desde muy lejos, sonaba preocupada pero para mi no existía ya nada, deseaba desaparecer en aquel momento y así dejar de sentir ese dolor que escalaba por mi pecho y me impedía respirar, pensé en Noah, en como iba a explicarselo a Noah.

Noah....

Aún no puedo rendirme, antes tenía que alejar a ese niño del padre de Sulli, tengo que aguantar un poco más, solo un poco más. Miré al padre de Sulli que parecía totalmente descolocado y ni siquiera se volvió de nuevo hacia mi, se dio la vuelta y se marchó también, mis piernas dejaron de responderme y finalmente el dolor me tiró al suelo, Key gritó mi nombre mientras trataba de sujetarme, pero el no podía entenderlo, no podía sentir como sentía que me desgarraba por dentro, como había supuesto me había perdido de nuevo y esta vez me sentía tan devastado que nadie jamás podría entenderlo, no podrían entender que la única luz que había conocido acaba de desaparecer por completo arrancandome un grito que hizo a todo el que me rodeaba estremecerse al imaginarse lo que debería de sentir en ese momento.

-¡Minho, Minho escúchame! -Key tomó mi cara entre sus manos para obligarme a mirarle, parecía angustiado, pero por mi y no por la noticia de la muerte de Sulli, eso me hizo reconsiderar si tal vez, solamente tal vez, esto no era la razón por la que me pidió que no le odiara, mis ojos se encontraron con los suyos- Está viva, Minho, Sulli está viva.

Sus palabras fueron apenas un susurro, pero sentí que me devolvían el aire ¿De qué hablaba? ¿Qué era todo eso? ¿¡Qué demonios estaba pasando!? Mi grito había alertado a Amber y Noah, podía escuchar la voz de la primera llamando a Key, para intentar averiguar que había pasado para que se armara tanto alboroto.

Dos pasos, eso era todo lo que me separaba de la puerta de su habitación.

Dos pasos.

A penas un metro.

Pero se sentía como si fueran años luz, Key me había explicado su plan, quería librarse del padre de Sulli ¿Y qué mejor que fingir su muerte contada en directo por un doctor? Había pagado a alguien que conocía para que se hiciese pasar por uno y se había asegurado de que le dijese que el cuerpo de Sulli no podía serle entregado hasta pasados 3 días. Lo que él no esperaba es que él apareciera antes de poder contarme lo que iba a pasar, admito que fue un buen plan, pero eso no evitó que le diera a Key un puñetazo con todas mis fuerzas, mi amigo admitió que se lo merecía aunque podría haber sido, según él, algo menos brusco. Respiré antes de entrar en la habitación y abrí la puerta por fin, acortando esa maldita distancia, cuando entré allí y la vi me di cuenta, de que no importaba lo lejos que intentase correr para alejarme de Sulli, desde el momento en el que regresó de nuevo ya no había marcha atrás. Estaba despierta y su mirada parecía estar algo perdida, pero al escuchar como cerraba la puerta se encontró con la mía, jamás encontraría, ni aprendiendo todos los idiomas de este planeta, palabras para describir la clase de sensación de alivio que sentí al verla de nuevo.

Sulli POV:

Aún estaba manchado de sangre, de mi sangre, ver a Minho en ese estado me provocó una punzada de angustia en el estómago, pero no pude ecitar sonreírle de forma dulce segundos después de que mi mirada se topase con la de él, estaba realmente feliz de haber llegado a tiempo, de haberle protegido, pero él no parecía nada complacido con la idea, se acercó a mi y se sentó en mi cama sin decir nada.

-Tienes un aspecto horrible- Le dije como si tratase de bromear, pero él no parecía de humor para eso así que mis intentos de aliviar la tensión en el ambiente no dieron sus frutos, suspiré dejando de sonreír- Estás muy enfadado conmigo ¿Verdad?

Minho me miró en silencio un largo rato antes de asentir varias veces, alargó su mano hacia mi cara y me apartó un poco el pelo, prestandole atención a mis mejillas, acariciandolas despacio.

-Nunca vuelvas ha hacer nada parecido- Su voz sonaba algo ronca, como si le costase hablar- Si querías torturarme podrías haber buscado otros medios, pero te pido por favor que nunca vuelvas a darme un susto parecido- Se movió más para acercarse y se tumbó a mi lado despacio, no podía prometerle eso, yo le debía muchas cosas y su vida para mi no era algo que pudiese dejar que se desvaneciera sin hacer nada para evitarlo. Su cercanía hizo que mi ritmo cardiaco se acelerase y me moví un poco para poner unos centímetros más de distancia entre nosotros, pero hacerlo hizo que se me escapara un gemido de dolor- ¿Duele?

-No tanto como puede parecer...- Me sentía demasiado extraña, Minho no se comportaba de la misma forma, no se mostraba tan distante, más bien me miraba como si estuviese totalmente indefenso, parecía realmente agotado- Lo siento- Me disculpé automáticamente, aunque no sabía la razón por la que me disculpaba, verle de esa forma me hizo sentir que debía de hacerlo. Él se mantuvo varios minutos más de esa forma, sin decir nada, solamente mirandome en silencio y yo no me moví, me daba miedo hacerlo y de pronto darme cuenta de que esto tampoco es real, de que estoy muerta o algo así.

-Vamonos de aquí, Sulli.

-¿Qué?

-Al menos unos días, quiero alejaros a Noah y a ti de todo esto, al menos unos días vayamonos muy lejos... Y busquemos un nuevo lugar.

-¿Un nuevo lugar?

-Un lugar al que irnos cuando encontremos a los padres de Noah, una vez que él esté a salvo con su familia... Quiero que nos vayamos de la ciudad, del país si tu quieres- Eso me sorprendió ¿Me estaba pidiendo irnos juntos? ¿Qué quería decir con eso? No me siento con demasiadas fuerzas como para pensar en ello, los medicamentos me tienen totalmente adormilada, así que antes de poder responderle, mientras debatía mentalmente el significado de sus palabras me quedé dormida.

---------------Preview próximo capítulo----------------

En mi rostro se dibujó la sorpresa, como si hubiese descubierto la cura a alguna enfermedad o algo parecido, los demás me miraron algo confundidos y yo casi hablé gritando mientras me incorporaba.

-¡Lo sé! ¡Se donde están! ¡Se como encontrar a los padres de Noah!