Capítulo 2

My Inmortal Love (editada)
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Hermanos Jung

 

 

     La popularidad es el rango más alto en la sociedad estudiantil, ya sea de nivel básico, intermedio o medio superior, y suele ganarse el título por muchas razones. Yo por ejemplo, me gane la popularidad por negarme a pertenecer al grupo de Gyuri y defender a los indefensos que son molestados por ella y su grupo.

     Podría decirse que he creado mi propio grupo de populares, pues gran parte de mis amigos lo son y de la misma forma que yo, defiende a los estudiantes de las garras de Gyuri.

     El asunto realmente aquí, es que, como todos los inicios de semestre, soy recibida por el cariño de mis compañeros de clase y por los piropos del guapísimo mariscal, Kang Yoon Sun. Por supuesto, para mí esto ya es absolutamente normal, pues no es ningún secreto cuan enamorado esta de mí, pero para su mala suerte, ha decidido pertenecer equivocadamente al grupo de los populares de Gyuri, y en lo particular detesto a todo aquel que pertenece a ese grupo, pues terminan demostrando porque pertenecen ahí. 

     —Se corre el rumor que Yoon Sun piensa dejar al grupo Gyuri por ti. —me susurra Tiffany. Abro los ojos.

     —¿Por mí?

     —Eso se dice.

     —Ni que tuviera una oportunidad.

     —El cree que sí.

     Cuando he encontrado el lugar más apropiado para sentarme, el Dr. Park entra al aula con su bella sonrisa de siempre.

     ¡Dios!...ese hombre está como quiere. A sus cuarenta y cinco años sigo conservando una figura tan envidiable para los hombres y tan deseable para las mujeres, incluyéndome.

     —La verdad es que no me importaría tomar clases extras con el Dr. Park. —comenta Sunny entre risas.

     —Te hago compañía.

     Ambas nos reímos.

     Como era de esperarse de todos los semestres, el Dr. Park comienza a introducirnos a la nueva materia sin perder el tiempo preguntando como nos fue en las vacaciones. Es un profesor estricto, pero comprensivo.

     Pasando veinte minutos, todos los estudiantes de la clase escriben en sus libretas u hojas blancas lo que el doctor lleva repitiendo más de cinco veces, pero inesperadamente, de un momento a otro, mis compañeros comienzan a murmurar entre sí, lo que me desconcierta pues en esta clase siempre procuramos poner atención.

     Cuando mis ojos se dirigen hasta la entrada del aula, descubro que la responsable de la distracción de mis compañeros es nada más y nada menos que la directora de la universidad. No obstante, detrás de ella, esperan pacientemente tres de los nuevos los alumnos de intercambio.

     ¡Oh por dios, oh por dios!

     Lo imposible sucedió, la chica que me ha cautivado será mi nueva compañera de clases. Esto sí que no me lo esperaba, tengo una suerte.

     Desde que la vi, mi cabeza no ha dejado de pensar en ella. Tal vez, dirán que no es la gran cosa, pero realmente lo es, nadie, absolutamente nadie ha llamado tanto mi atención como lo ha hecho ella.

     —¿Directora?—pregunta extrañado cuando se percatada de su presencia—¿Sucede algo?

     —Lamento tener que interrumpir su clase, Dr. Park—se disculpa—, pero como podrá ver—se hace a un lado para permitirle mirar a los nuevos, que ni se mueven—se integran a su clase tres nuevos estudiantes.

     —¡Oh sí!—dice recordando—los de intercambio.

     —Así es, en total son ocho hermanos, pero solo tres de ellos estarán en este grupo, doctor.

     —Entiendo—se gira a verles—, bienvenidos chicos. —sonríe, pero ellos no.

     Esa actitud inquieta al doctor, pues es la primera vez que una mujer no se emociona ni se comporta coqueta después de sonreírle.

     No logro comprender porque tanta frialdad de su parte, creí que solamente eran así con los estudiantes, pero veo que es con la gente en general.

     —Escuchen chicos—su voz se volvió más de sería de la habitual—, sé que muchos de ustedes están ansiosos por conocer a sus nuevos compañeros, pero deben saber que espero sinceramente sean agradables con ellos—su mirada cae en Gyuri—. No quiero enterarme que les faltan al respecto porque entonces tomare medidas drásticas ¿Entendido?—todos asienten, pero Gyuri no lo hace.

     ¡Maldición!

     Conozco muy bien esa mirada, Gyuri tiene en la mira a las nuevas y no puedo permitir eso. Gyuri no va arruinar mi única oportunidad de acércame a la rubia, aun cuando mis amigos me prohibieron hacerlo.

     —Sus compañeros aquí presente viene de Alemania y ha regresado a Corea después de varios años, por favor cuiden de ellos.

     Alemanes ¡Eh!

     La chica definitivamente es hija de padres coreanos, pero ¿En verdad será alemana?

      —Las dejo a su disposición doctor Park.

     —Si, directora.

     La directora se acerca hasta los chicos para entablar una corta conversación. Supongo que ha de estar advirtiéndole de Gyuri, espero que lo esté haciendo. Los nuevos asienten a lo que sea que les haya dicho y sin más, la directora emprende su viaje de regreso a la dirección

     —Bueno, yo soy el doctor Park Soo Wook y sean bienvenidos a esta, su nueva universidad—vuelve a sonreír, pero el resultado es el mismo. Ninguna expresión.

     ¿Cómo es posible que ni la bella sonrisa de uno de los doctores más guapos y populares de la universidad, les provoque sonreír de igual de forma?

     ¿Tan grande y difícil de destruir es aquella barrera fría e invisible que han construido?

     No sonríen, no lucen nerviosos ni contentos, al menos lucen enojados, pero parecieran ser simples estatuas moviéndose.

     —¿Quisieran decirme sus nombres, sus gustos?... no sé, algo para irlos conociendo un poco—los tres hermanos se regresan a ver el uno al otro ¿Por qué? No tengo idea—… sé qué todavía tenemos tiempo para hacerlo, pero esto es solo para comenzar.

     El varón es el primero de los tres en quitarse los lentes de colores polarizados y mirar de manera directa al doctor Park ¡Por fin!

     —Mi nombre es Jung Seung-hyun, nací y viví en Alemania por un largo periodo de tiempo—su voz es tan fría, pero extrañamente su acento no es tan remarcado—. Tengo veintiséis años y me gusta la literatura inglesa, la música clásica y el invierno—menciona sin mucha importancia—. Soy de personalidad fría y suelo se llamado de otra manera por mis hermanos que preferiría que así se quedase—suspira—. Estuve mucho tiempo sin estudiar, no sabía lo que quería, pero entonces, tuve la oportunidad de ayudar a mi padre en un accidente vial y fue ahí donde me di cuenta que mi vocación era ayudar a los demás.

     Bueno, eso ha sido sin duda lo mejor que ha podido sacarle el doctor a uno de los nuevo y me sorprende. Se nota bastante lo reservados que son y creí que le costaría un poco más averiguar algo sobre los nuevos.

     Físicamente, Seung-hyun o T.O.P como ha sido llamado por mis amigos y sus hermanos, es lo bastante atractivo (para que negarlo). Su alta estatura lo hace realmente intimidante, pero atrayente ¿Me explico?, y aun, cuando su complexión es delgada, se nota que se ejercita continuamente.

     —Aun eres muy joven Seung-hyun—el chico desvía la mirada—, nunca es tarde para estudiar.

     —Lo sé, créame, ahora lo sé.    

     La chica de baja estatura y de belleza natural que se le acerco a la castaña en el estacionamiento, toma la mano de su hermano, ya que es lo suficientemente alto para tomarle del hombro. Este gira su cabeza para mirarle con una tristeza reflejada en su rostro, pero la chica tan solo niega lentamente.

     No sé por qué, pero soy capaz de percibir cierta tristeza en aquel trio de hermanos que no sé cómo explicar, sin embargo, de algún modo la chica está dándole el apoyo que necesita.

     —Yo soy Jung Taeyeon y estuve viviendo en Alemania junto a mi familia—esta vez es el turno de la chica que tiene un gran parecido con la castaña—. En realidad soy de nacionalidad coreana—revela con naturalidad—, pero desde muy pequeña me mude debido al trabajo de mi padre.

     Me sorprende lo fácil que está resultando saber algo de ellos ¿o será que tendrán cosas más interesantes que contar?

     —Al igual que mi hermano, me gusta la música clásica, aunque en algunas ocasiones suelo escuchar lo más actual—se deshace de los lentes con reflejante azules, pero no soy capaz de verle bien los ojos—. En mis tiempos libres suelo dibujar y pintar porque me sirve de terapia para mi ansiedad—me sorprende esa revelación y parece que no soy la única—. Tengo veintitrés años y soy cinta negra en Tae Kwon Do, campeona en las artes marciales mixtas—mi boca se abre ligeramente—y experta en el Jiu Jitsu. Eso es todo lo que tengo que decir de mi misma. 

     ¿Es una especie de máquina para matar o qué?

     Está chica es incluso más fría que su hermano, su mirada de cierta forma me da un poco más de miedo, aunque lo hermosa nadie se lo quita. Su única desventaja podría ser la baja estatura porque físicamente de cuerpo está muy bien, tiene un abdomen delgado y me he de suponer que bastante marcado.

     Espera… ¿A quién está mirando?

     Soy capaz de percatarme que su mirada está muy enfocada justamente en mi dirección… ay no, no puedo ser yo ¿o sí?

     Cuando sigo su mirada descubro que a quién realidad está mirando es a mi mejor amiga ¡Por dios!  

     La nueva está viendo a mi mejor amiga y la muy tonta también ¿Qué rayos está pasando aquí?

     —¿Te han dicho lo hermosa que eres Jung Taeyeon?

     Aquel comentario coqueto por pare de Sun Ye (enemiga número uno de Tiffany)) sorprende a todos en el aula, incluyéndome a mí, al profesor y por supuesto, a mi mejor amiga, quien no tarda en mostrar su molestia.

     —En reiteradas ocasiones—contesta la castaña por su hermana—. No cambia en nada el hecho de que se lo digas tú—la sonrisa de Sun Ye desaparece—, tan solo eres una más en la lista—¡Auch! eso debió doler—. Mi hermana tiene mejores gustos—se posiciona a su costado con los brazos cruzados—y déjame decirte, tú no  pasas la prueba. —se quita los lentes negros polarizados.

     ¡Uh!

     Me tapo la boca tratando de contener la carcajada que quiero soltar, pero es la primera vez que alguien es capaz de callarle la boca de manera olímpica.

     Ahora, con mayor razón está chica me gusta.

     Ha sido un golpe tremendamente duro hacia el ego de Sun Ye, quien siempre se ha creído ser la más hermosa después de Gyuri.

      —Creo que esa chica me agrada, Yuri. —la sonrisa que se le forma es la más grande.

     —A mí me gusta.

     —Pues no tienes malos gustos

     Dela nada, la chica de baja estatura comienza a carcajearse sin contenerse ¿Qué le pasa?

     Sus hermanos se giran para mirarle extrañados, pues me supongo que no es normal verla reír, siendo tan fríos, tal vez nunca sonríen.

      —¿Puedes compartir el chiste?—le regresa a ver con una ceja levantada.

      —¿No escúchate?

     —¿Qué cosa?—pregunta confundida.

     —Nada, nada.

     Le sonríe de una manera tan cálida, que la sonrisa dejo sorprendidos a todos, eso incluye a Tiffany, quién parece estar fascinada.

     —¿Qué cosa?—insiste

     —Luego te digo.

     —Te aprovechas de que yo no tengo telepatía. —¿Telepatía?

     —Pero si no…

     —Dejen la plática para después, será mejor que te presentes hermanita, muchos aquí esta intrigados por saber sobre ti.

     —Eres más impacientes que ellos, Top —gira su cabeza hacían un lado—, pero bueno. Mi nombre real es Jessica—regresa a ver al doctor—, Jessica Jung y soy de nacionalidad americana. —mis ojos se abren.

     ¿Americana?

     ¿Es americana como yo?

     Esto sí que es una enorme coincidencia.

     —Tengo…—duda—veintitrés años y prefiero la música instrumental porque me relaja más que cualquier otra música, aunque también escucho la clásica y la moderna—me lo imagine—. Practico la esgrima y el patinaje sobre hielo, por eso, mi estación favorita es el invierno y la que más detesto es el verano—en verdad me sorprende lo honestos que están siendo—. En general, soy buena en los deportes.

     A comparación de su hermano, a ella si se le remarca más el acento americano, pero lo que me extraña, es qué los tres son de nacionalidades diferentes a pesar de ser hermanos.

      —Sabe hasta boxear, ¿Verdad, Soo Yeon?

     ¿Soo Yeon?

     —¡No me llames así! —su hermano ríe ligeramente. Aquel acto sorprende una vez más a todos—¡Argw!—se queja—Gracias Top, ahora saben que tengo un nombre coreano—dice con fastidio—, pero pobre de aquel que se atreva a llamarme así. —amenaza.

     ¿Así que tiene un nombre coreano que detesta al igual que yo?

     ¿Coincidencia o destino?

     —Jessica—susurre—, bonito nombre.

     Como si hubiese escuchado, su rostro gira hacia mi dirección y siento su intensa mirada impactar con la mía.

     Intento despejar mi oscura mirada de la suya, pero me es imposible, realmente imposible. Jamás me ha pasado algo como esto y comienza asustarme.

     Creo que Gyuri no lo va tener tan sencillo, este trio de hermanos son tan peculiares y extraños. Supongo que se lo pensara dos veces antes de molestar a una chica que sabe boxear, otra que sabe un sinfín de artes marciales y a un chico de casi un metro con ochenta.

     —Discúlpenme si estoy siendo mal educado, pero tengo algo de curiosidad—el trio presta atención—. Los tres son hermanos ¿Verdad?

     —Creo que ya sé que va preguntar.

     —Sí, lo somos. —contesta el más alto de los tres.   

     —Tú eres el mayor, por lo que has comentado, pero—mira a las dos chicas—las gemelas son de diferente nacionalidad—inevitablemente se sueltan a reír a carcajadas—¿Cómo es posible eso?

     Me alegra que el doctor saque a relucir ese hecho porque no me queda claro cómo es que los tres son de nacionalidades diferentes si son hermanos, aunque tengo mi sospechas.

     —En primer lugar—menciona la castaña entre risa y risa—, no somos gemelas.

     —Aunque mucha gente nos lo ha dicho.

     —Y en segundo lugar y para que todo quede aclarado, somos hijos adoptivos, por eso los tres tenemos nacionalidades diferentes.

     ¡Bingo!

     Lo sabía, sabía que debían ser hijos adoptivos pues esa es la única explicación que tengo para sus diferentes nacionalidades.

     —Disculpen, debí suponerlo.

     —No importa, realmente no nos importa, somos hermanos y eso es lo único que importa.

     Con que adoptados, eh.

     Sin apartar mi mirada de la castaña, posiciono mi mentón en una de mis manos mientras me pregunto ¿A qué edad habrán sido adoptados?

     No logro comprender como es que una madre abandona a su propia sangre y lo deja a su suerte. Es un alivio que exista gente dispuesta a ejercer un papel, que en sí, no le corresponde, pero del que está más ansioso de ejercer.

     Tengo tanta curiosidad ¿Me pregunto cómo habrán sido de pequeños?

     ¿Igual de fríos que ahora?

     ¿Traviesos?                                                                                            

     ¿Inquietos?

     ¿El hecho de no haber crecido con su verdadera familia los volvió así de frívolos?

     Ojala algún día tenga la oportunidad de conocerles.

     No sé si mecánicamente o si intencionalmente lo hace, pero su atención vuelve a caer sobre mí, su mirada está sobre la mía, y por un segundo, el mundo a nuestro alrededor parece desaparecer o al menos eso es lo que siento yo, y no me explico el por qué.

     Sorpresivamente, la chica de baja estatura se interpone entre su mirada y la mía, parece reprenderle por algo, pero la castaña no le da tanta importancia, tan solo deja que hable.

     Aquella intromisión me molesta absolutamente y tengo deseos de golpear a la chica, pero tan solo se queda en un deseo.

     —Una vez más, sean bienvenidos—repite el doctor—, detrás de Tiffany y Yuri…—todos el mundo se gira a vernos—¿Están ocupados los asientos detrás de ustedes, chicas?

     ¡Ay no!

     No me diga que van a…

     —¡Perfecto!

     Esperen… ¿Qué demonios acaba de pasar?

     —Tomen asiento en la última hilera, por favor.

     ¡Joder! ¡Joder!

     Van a sentarse detrás de nosotras.

     Cálmate, cálmate Yuri, no pasa nada, tranquila, respira, son solo alumnos nuevos, alumnos nuevos. 

     Bajo la mirada de todos, excepto la mía, comienzan a subir los escalones para tomar asiento donde se les indico.

     Debo mencionar que los asientos en la universidad son muy diferentes a los asientos en la escuela media. En vez de pupitres son mesas alargadas en forma de U con diez sillas perfectamente distribuidas, y cada mesa se encuentra posicionada en un nivel más que el anterior.

     Poco a poco, con cada escalón que van subiendo, los latidos de mi corazón van aumentado el ritmo cardiaco y por consecuente las inhalaciones y exhalaciones son más rápidas.

     Jamás me había sentido así ¿Qué está pasándome?

     ¿Por qué no puedo controlarme?

     Sé que es imposible que suceda, pero puedo jurar que he dejado de respirar al sentir muy, pero muy de cerca la mirada que claramente está recorriéndome de arriba abajo

     ¿Por qué no continua?

     Quiero girar, realmente quiero girar a verle, pero ¿Por qué temo hacerlo?

     ¿Qué es lo que sucede conmigo?

     ¿Desde cuándo la gran Kwon Yuri teme mirar a una chica?

     Valientemente mi rostro es capaz de enfrentársele, pero lo que menos esperaba es que su belleza fuese tan impactante como para dejarme sin palabras.

     ¿Qué clase de ser divino es está chica?

     Su rostro es tan fino y brillante, parece ser muy suave al tacto, pero es muy pálido, tanto que soy capaz de verle las ojeras, es como si no hubiese dormido en años, son muy grandes.

     ¡Oh por dios! Sus ojos, al fin soy capaz de ver sus ojos, aunque es extraño, en mi vida había conocido a alguien que tuviese los ojos tan claros.

     ¿Miel?

     ¿Ambar?

     ¿Dorado?

     ¿Qué clase de color será?

     Jamás había conocido a alguien tan hermoso como ella. Su piel pálida, sus llamativos ojos y sus labios tan rojizos, tan finos, tan deseables ¡Por dios!

     Empiezo asustarme, en serio esto empieza asustarme ¿Qué está haciéndome?

      Es tan y y tan atractiva que no creo haya alguien que la merezca.

     Su mirada se aparta de la mía y retoma su paso hacia su asiento asignado, seguida por sus dos hermanos.

     Detengo el impulso de seguirla, mi vista regresa al frente y así permanezco, pero un escalofrió recorre toda mi espina dorsal. Puedo sentir su mirada clava a mis espaldas y los nervios regresan.

     —Te está mirando. —me susurra.

     —Lo sé. —puedo sentirlo.

     El doctor retoma la clase explicando un sinfín de cosas que no logro escuchar gracias a mi nueva compañera.

     Durante el primer periodo soy incapaz de concentrarme, tan solo miro como los doctores hablan y habla, pero no capto ni escucho nada.

     El primer periodo termina al medio día y posteriormente tenemos un descanso de una hora, por lo que a la una debemos estar de regreso en el aula para el siguiente periodo.

     Cuando me levanto de mi lugar puedo sentir mi cuerpo descansar, su mirada ya no está sobre mí.

     ¡Qué alivio!

     Antes de abandonar el aula, eche una última mirada a los transferidos, que no hacen otra cosa más que descansar sobre las sillas con los ojos cerrados.

     ¿Se habrán quedado dormidos?

     Nuevamente detuve el impulso de subir e invitarles a reunirse con nosotras.

     No era una buena idea y lo sabía, así que, aunque tuviera tantas ganas, debía controlarme.

     Me marche del aula de clases rumbo a la cafetería con una Tiffany quejándose sobre las penetrantes miradas de los nuevos sobre nosotras.

     La verdad es que resulta algo cansado fingir que no sientes la mirada de la persona que está detrás de ti, pero no podíamos simplemente girarnos y decirles que dejaran de hacerlo. Yo en lo personal no me atrevía y para que Tiffany, siendo más impulsiva que yo, no lo haya hecho, es que también le intimidan.

     Ya en la cooperativa, mis pies me llevaron hasta el primer asiento disponible en la mesa donde todos nuestros amigos están reunidos. Suspirando fuertemente, me deje caer en la silla.

     —¿Tan mal estuvieron las primeras clases?

     —Mmm… —fue todo lo que atine a decir.

     —¿Estás bien?

     —Sí. —fue el turno de Tiffany de contestar.

     —Seung Ri, ¿Ya sabes en que aula están?—pregunta discretamente—Por qué no los he visto y en mi aula nadie entro.

     Ay no, ¿Por qué me haces esto Ji Yeon?

     Lo último que necesito en este momento es otro sermón de Seung Ri.

     —Tres están en nuestra aula. —comenta tranquilamente mi hermana.

     Levanto la mirada con los ojos ligeramente abiertos y mecánicamente giro para mirar la reacción de mi mejor amigo, que no esconde su preocupación, nuevamente.

     Sulli, que mantenía la cabeza hacia abajo mirando el celular risa y risa, alza la mirada rápidamente al escuchar la especie de confesión que mi hermana les hace a los chicos.

     —¿Krystal es una de ellas, Sulli?

     Las risas desaparecen para dar paso a la seriedad. Creo que no fue buena idea que mi hermana informara aquello.

      —Suzy no empieces. —pidió casi suplicante.

     —¿Está o no Krystal en tu aula de clases?—pregunta autoritariamente.

     —¿Tendría algo de malo si estuviera en nuestra aula?

     —¿Está en su aula de clases?

     El silencio se apodera de la mesa y puedo ver que mi hermana no sabe qué hacer, tiene la respuesta en la boca, pero presiente que no es la respuesta que Suzy quiere escuchar.

     ¿Será que el grupo tiene rivalidad con los nuevos por Suzy y la tal Krystal?

     —Jung Yoon ah y Jung G.O también están en nuestra aula, no solo...

     —¡Maldita sea!—exclama bastante molesta.

     Mi hermana y el resto de los chicos se sobre exalta por el tremendo golpe que da en la mesa.

     —¿Es que esa maldita de Jung no puede dejarte en paz?

     —Suzy no empieces, por favor.

     —¿Qué parte de “le gustas” no entiendes?

     Es eso, esa es la razón por la que no se llevan, tienen rivalidad porque a la tal Krystal le gusta nuestra amiga Sulli y Suzy ya se dio cuenta.

     Debí suponer que de eso se trataba.

     —Esa precisamente. Yo no gusto de Krystal.

     —Podra negarlo mil millones de veces, pero yo veo lo que tú no puedes y le gustas.

     —Ya hemos hablando de esto hasta el cansancio Suzy—suena suplicante—. Estas viendo cosas donde no las hay, para ya con tus celos. —le abraza.

     —Es que tú no entiendes, tú nunca has sentido celos porque yo no soy la que tiene a una va…—se calla rápidamente—a una Jung encima suyo.

     OK, estoy casi segura que iba a decir otra cosa, pero por alguna razón se dio cuenta del error que estaba por comerte, ¿Qué podría ser?

     El ambiente parece haberse tranquilizado, pues aquella sensación asesina que desprendía Suzy ha desaparecido y todo vuelve a la normalidad.

     —No siento celos porque confió en ti—¡Awww! Qué lindo—¿No confías en mí?

     —No confío en ella.

     —No quiero que confíes en ella, quiero que confíes en mí.

     —Lo siento, pero es como un golpea al hígado el hecho de que ella este en tu aula y yo no.

     —Krystal ni siquiera me habla, así que no… no comprendo tus celos.

     Enarco una ceja extrañada por lo que acabó de escuchar ¿Fue mi imagino o aquello lo ha dicho con cierta tristeza?

     —Volviendo al tema que Ji Yeon inicio ¿Alguien más tiene a un Jung en su aula de clases?

     Mi vista se dirige a mis cuatros amigos que de igual forma me miran. No es difícil descifrar lo que sus ojos tratan de decirme. Creo que a Seung Ri no le va gustar lo que estamos por decir.

     —Será mejor que hablen ahora, de todas formas me enterare si alguno de ustedes tiene de compañero a uno de los Jung.

     Mis dos amigas: Sunny y Hyoyeon se regresan a ver suspirando resignadas.

     —En nuestra aula entraron Jung Nicole y Jung Soo Young. —informan con prudencia.

     —Veo que los Jung decidieron estudiar los grados superiores.

     ¿Cómo que decidieron?

     ¿Se puede decidir qué grado estudiar cuando eres un sabelotodo?

     —Tiffany, Yuri ¿Algún Jung en su aula de clases?

     Al igual que el SunHyu, regresamos a ver para coincidir con nuestras miradas la respuesta.

     —Seung-hyun, Taeyeon y Jessica. —revela.

     —Así que Soo Yeon está en su aula de clases.

     —Odia que le digan así, Ji Yeon.

     —Lo sé. —su sonrisa es algo malvada.

     —Hablando de la reina de roma.

     Los hermanos Jung hacen acto de presencia en la cafetería, ajenos a lo que causan en la población femenina buscan una mesa donde puedan sentarse mientras que los gritos a todo pulmón pueden escucharse de aquí hasta marte.

     Era de esperarse que la población estudiantil se volviera loca con tan solo verlos. Son nuevos, guapos por naturaleza, multilinguistas y tal parece que adinerados. Los mejores prospectos para cualquier ser humano. Sin embargo, para mí, la única persona que me sigue hipnotizando, es esa chica de nacionalidad americana. 

     ¡Por Jesucristo!

     Esa mujer es tan jodidamente belleza, atractiva y deseable, que estoy segura fue esculpida por los mismos dioses y que por equivocación la mandaron a la tierra, ya que una mujer tan hermosa como ella no puede ser humana.

     Ji Yeon que se encuentra frente a mí, no puede articular palabra alguna. Reconozco que es bonita y tendría una aventura con ella, incluso reconozco que posiblemente hay más bonitas que ella, pero Jessica Jung sobrepasaba toda expectativa de mujer bonita y solo encuentro una sola palabra para describirla.

     P E R F E C T A.

     Los ahora populares hermanos Jung, pasan a un lado de nuestra mesa con su característica expresión. No puedo evitar seguirlos, toman asiento en la mesa más alejada y recóndi

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Comments

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_MAX_KWON_JUNG_
#1
Chapter 14: Buenisiiiiiimoooo uf ya espero una nueva actualización
_MAX_KWON_JUNG_
#2
Chapter 13: Esto esta buenísimo!!!!! Espero puedas seguir con esta historia
angeles48 #3
Chapter 13: Esto se va a poner muy bueno jijiji
Gracias por actualizar 🙂
Jouhmi #4
Chapter 13: Bueníssimo regalo de navidad^^ Muchas gracias!
angeles48 #5
Chapter 12: Wow, hoy si vamos con todo!! Jejeje
Gracias por actualizar ;)
_MAX_KWON_JUNG_
#6
Chapter 9: Excelente cap espero todo vaya bien donde estás... que tengas buenas noches
Eriika
#7
Chapter 8: Uou
_MAX_KWON_JUNG_
#8
Chapter 8: Graciaa por esta historia porfa actualiza que de lo buena me he leído dos veces los capa para no perder detalle
langsircoklat #9
Chapter 1: No english?
Eriika
#10
Chapter 7: Sad por Krys... Feliz por Yulsic :v