El clan de Japón: Los Choi

 

     POV Yuri

     Una cosa me ha quedado bastante claro. La tranquilidad del día puede cambiar drásticamente cuando de vampiros en guerra se trata.

     De un momento a otro, mi día que parecía iba ser tranquilo se vio alterado, en un principio, sin razón aparente.

     Habíamos terminado el primer periodo de clases y moría por probar un par de bocadillos de la cafetería, así que Jessica junto a Tae Yeon y Tiffany accedieron acompañarme. Además, la conversación que habíamos tenido en la mañana sobre el rastreo de las llamadas no había finalizado y quería saber más a detalle esa situación, pero, a mitad de camino ambas hermanas frenan su caminar solo para mirarse a los ojos e informar que debían desviarse. Por supuesto, Tiffany y yo no entendíamos que había hecho cambiar de parecer a las hermanas, pero accedimos a su petición con la única condición de acompañarles para averiguar la razón.

     Por supuesto que no protestaron.

     El nuevo camino que tomamos nos llevó hasta uno de los lugares poco frecuentados en la universidad: la azotea.

     Lo más misterioso de todo esto, es que no fuimos la únicas que había llegado a ese lugar. Sunny junto a Soo Young y Seohyun junto a Yoon Ah estaban ahí y ninguna de mis dos amigas entendía lo que estaba pasando, ni siquiera yo era capaz de entenderlo.

     —Yuri… Tiffany…

     —¿Qué está pasando?—una muy preocupada Seohyun no puede evitar sentirse nerviosa por esta reunión tan repentina.

     —No lo sé—digo con honestidad—, pero me supongo que pronto lo sabremos.

     Y efectivamente, al abrir la puerta, descubrimos que este cambio radical, se debía a la llegada de un miembro del clan que habitaba Japón hasta hace un par de día atrás (el clan Choi) y que se desconoce si es el único que ha logrado salir con vida (aparentemente), pues su cuerpo estaba muy lastimado, tiene heridas por todos lados y por más que le nombran una y otra vez, no responde.

     —Kai… —las cuatro hermanas restantes pronuncian aquel nombre con cierta incredulidad

     La preocupación y el miedo se apodero de los Jung como jamás lo había visto antes, pero quién parece estar sufrimiento más por esa persona de nombre Kai, sin duda es Krystal.

     —Unnies…

     —Pero ¿Qué le ha pasado?—a veces me olvido de los super poderes que tienen y está no es la excepción, pues en menos de un segundo, está a su alrededor.

     —Kai—mi bello vampiro intenta despertarlo—, Kai—vuelve a intentarlo—, vamos Kai, no nos hagas esto—creo que nunca antes se había sentido tan impotente—, venga reacciona—está vez lo zarandea desesperada.

     —¿Por qué está en ese estado?

     —No lo sé—y no parece mentir—, ha aparecido así de repente y se ha desplomado contra el suelo.

     —Lo que sea que le haya pasado, eso ahorita no importa, debemos llevarlo con papá de inmediato—habla mi vampiro como si supiera que algo malo le pasara—, está muy mal, está muy deshidratado y no sabemos con qué lo han herido, pero si no hacemos algo ahorita, no va sobrevivir.

     Ninguna de ellas espera aquellas palabras, ni siquiera nosotras que desconocemos al chico esperábamos una mala noticia como está.

     —pero, ¿Y los demás? —está vez es Soo Young quién se gira a mirar a Krystal—¿Qué te ha dicho de los demás?

     —¿Dónde están los demás, Krystal?—le preguntan como si supiera, pero claramente no lo sabe.

     —¿Sí están escuchando o su sistema auditivo super desarrollado está fallando?—la manera en cómo se dirige a sus hermanas da a conocer su molestia—, ha aparecido así de repente y se ha desmayado ¿Que parte de eso no entendieron?

     —Pero debiste preguntarle... —¿Habla en serio?

     —¿Cómo demonios pretendes que le preguntarle a alguien que está casi moribundo donde está el resto de su familia? —su molestia incrementa más —¿Qué sucede contigo, Soo Young?

     La situación definitivamente se está saliendo de control y es comprensible, el miedo que están sintiendo es enorme y esa tranquilidad que siempre demuestran se está desmoronando, pero siento que en vez de pelear entre ellos mismos deberían unirse aún más para dar con el resto de los miembros.

     —Paren las dos de una buena vez, no es el momento para estar discutiendo entre nosotros—, el único varón de esta familia hace acto de presencia—. Comprendo tú desesperación Soo Young, pero Kai apenas tuvo las fuerzas necesarias para llegar hasta donde Krystal, no le pidas más de lo que puede dar.

     —Pero... ¿Y si no es el único que está mal?

     —Por esa misma razón, yo llevaré a Kai con nuestro padre—lo toma en brazos—, mientras ustedes van a buscar al resto del clan Choi.

     —¿Y dónde se supone que buscaremos?

     —Por el único medio por donde pudieron llegar.

     La mirada de todas cae sobre el chico que se encuentra inconsciente en brazos de T.O.P y como si la respuesta fuese tan obvia, sus hermosas figuras desaparecen de nuestra vista y una ligera ventisca se produce al pasar a un lado de nosotras.

     En lo más profundo de todo mi ser, ruego por que el resto de los miembros se encuentren aún con vida o no estoy muy segura de cuál será la reacción que tendrá el clan Jung antes una perdida como está.

Días después…

     Hace días que no sabemos nada de los Jung y tampoco tenemos alguna clase de noticia sobre el clan Choi.  Nadie de la manada sabe absolutamente lo que está pasando en la casa de los Jung, no han querido revelar nada aun y mantienen a la manada alejada de la situación por el momento, por otro lado, tampoco han asistido a clases y, por lo tanto, no puedo preguntarle directamente que es lo que está sucediendo, pero, no sé por cuanto tiempo sea capaz de esperar.

     —Me supongo que hoy tampoco vendrán—menciono totalmente desanimada—, así que, lo mejor es que vayamos a clases e intentemos distraernos.

     No me queda duda alguna sobre el gran amor que sentimos cada una por las Jung, la necesidad de saber que están bien es algo importante para nosotras, sobre todo, en esta situación. Si algo malo hubiese pasado, ya nos hubiésemos enterado.

     —Estoy segura que ellas están bien—la mirada perdida de todas mis amigas cae sobre la mía—, pero no creo que lo esté el clan Choi, por eso pienso que no se han comunicado con nosotras y tampoco han venido.

     —Aun así, no puedo evitar preocuparme.

     —Tú y yo sabemos lo importante que son el clan Choi para ellos.

     —Lo sé…

    Desconozco si tienen alguna clase de conexión sanguínea o algún pasado con algunos de los miembros, pero sea cual sea la conexión que tengan los Jung con los Choi, sé que cuando importante son para ellos, lo supe desde el momento en que Jessica salvo mi vida.

     —Pero no podemos hacer nada por ellos—nuevamente decepcionada de no ver a mi vampiro y triste por la situación, doy media vuelta para marcharme—, no podemos hacer nada por ninguno.

     Y eso me molesta, me molesta muchísimo porque Jessica es capaz de protegerme y yo no, no soy capaz de protegerla ni de brindarle seguridad como ella me la brinda a mí, soy un simple mortal que solo... solo podría traerle problemas.

     Cuanto daría por qué está maldita guerra terminará, sí no existiera podría pasar más tiempo con mi vampiro y estaría menos preocupada tanto por ella como por su clan, pero también, sino existiera la guerra, no la hubiese conocida nunca.

     A estas alturas ya no sé cuál de las dos opciones sería mejor, lo único que sé, es que estoy enamorada de ella y debo luchar por nuestro amor.

     —Aguarden un momento—aquella voz no hace detenernos instantáneamente y de manera sincronizada regresamos a verle—, por favor—hasta que por fin aparece—. Sé que están esperándolas, sé que están preocupadas...

     —Oppa…

     —Solo queremos saber si están bien, comprendemos la situación por la que están pasando.

     —Lo sé, por eso mismo vengo informarles que están bien, cansadas, hambrientas, pero están bien—¿Cansadas? ¿Hambrientas?—, sin embargo, debo ser totalmente honesto con ustedes—eso no me gusta cómo suena—, es muy probable que las Jung vengan hasta la próxima semana.

     —¿La situación con los Choi está muy mal?

     —Todos han sobrevivido—una pizca de alegría embarga nuestros corazones y no podemos ocultarlo—... hasta el momento—la ligera sonrisa se nos borra del rostro—, están muy mal, sus heridas son profundas y su regeneración se llevaba a cabo muy lentamente.

     —¿Cómo es posible que haya logrado herir a todo un clan?

     —Son seres inmortales, se supone que nada puede matarlos. —el miedo en los ojos de cada una de nosotras es casi difícil de esconder.

     —Pues encontraron una forma de hacerlo—silencio, el silencio se apodera del lugar—. Sé que no debería de estarles diciendo, pero es mejor que lo sepan.

     No puede ser, no es posible... no es posible que los cazadores estén más cerca de la victoria que los vampiros y los licántropos.

     No puedo perder a Jessica, no la puedo perder, no ahora que he encontrado el verdadero significado de amar con locura, no puedo permitir que la muerte nos separe.

     —Extrajeron de sus cuerpos, un par de balas y...

     —¿Balas? —Ok, eso sí, no lo esperábamos.

     —¿Cómo unas simples balas pudieron causarles tanto daño?

     —¡Es ilógico!

     No tiene sentido lo que está diciendo, unas simples balas no pudieron poner en riesgo la vida inmortal de los Choi, es estúpido, aunque… ahora que recuerdo, Jessica también fue herida por una bala en su enfrentamiento con los cazadores en Brasil.

     ¿Qué clase de bala están utilizando?

     —Pero es verdad—todas me regresan a ver sin poder creer lo que decía—. Cuando regresaron de Brasil, Jessica tenía una herida de bala y aun no se había regenerado.

     —Y es que no son unas simples balas—está vez la mirada de todas, incluyendo la mía va dar hasta la de Key—. Estas balas están fabricadas con plata cien por ciento pura y están impregnadas de agua bendita...

     —¿Balas de plata?—resulta inevitable fruncir las cejas en señal de confusión—, ¿Que no se supone que la plata solo afecta a los hombres lobo?

     —Es cierto, siempre nos han hecho creer mediante libros, películas o series que la plata es el arma mortal de los hombres lobo ¿Estás seguro que eran de plata?

     —Por esa misma razón los Jung no se han presentado todavía—cada vez entiendo menos—. Es verdad lo que están diciendo, la plata es la única arma que puede aniquilarnos, a nosotros, los hombres lobo—¿Y entonces?—, pero a los vampiros resulta que también puede hacerles daño, más no matarlo.

     Vale, la plata no mata a los vampiros, pero entonces ¿Por qué razón la recuperación de los Choi está tomando más de lo debido?

     —Pero, entonces...

     —De acuerdo a las investigaciones que ha hecho los Jung—interrumpe bruscamente—, se determinó que la plata puede perforar esa piel dura que tienen los vampiros—nunca antes había prestado tanta atención como ahora lo esto haciendo—, además, el hecho de que estén impregnadas en agua bendita facilita a la bala traspasar gran parte de esa piel dura que tiene o incluso a traspasar totalmente el cuerpo.

     —Ahora si tiene sentido—tal vez para ti, hermanita, pero aún no lo tengo claro—, el agua bendita los hace prenderse en fuego.

     —No, no en realidad, el agua bendita solo les quema o les derrite la piel.

     —Pero el fuego si los mata ¿No?

     —Sí, irónicamente sí.

     —¿Por qué irónicamente?

     —Porque hay vampiros que manipulan el fuego, como T.O.P, pero ese es otro tema, si quiere una explicación, lamento decirles que no la tengo, es algo que ni siquiera yo aun comprendo.

     Vaya y yo que pensaba que los vampiros tenían una vida tan sencilla, pero aun siendo vampiros, hay algunas cosas que no tiene sentido y otras que se van descubriendo poco a poco.

     Mentiría si dijera que no estoy completamente intrigada.

     —De acuerdo, pero, entonces, sí la plata no los mata y el agua bendita no los hace prenderse en fuego ¿Que origino que los Choi estén tan mal?

     —El contenido de la bala.

     —¿El contenido de la bala? —decimos todas a la vez.

     —¿Que hay dentro de la bala?

     —Pues, aunque no me lo crean, sangre.

     —¡¿Sangre?! —la sorpresa es evidente en las cinco. 

     Eso es completamente imposible, todo el mundo sabe que los vampiros viven gracias a la sangre, sangre humana y en el caso de los Jung, sangre animal ¿Cómo es posible que ahora resulte que la sangre también les haga daño?

     No entiendo, definitivamente no entiendo que carajos está pasando.

     —No, eso-eso-eso es-es totalmente imposible ¿Como es posible que la sangre les haga daño si la necesitan para vivir?

     —Sé que no tiene sentido lo que estoy diciendo y por esa razón los Jung aún están investigando—pues sí, no tiene sentido—. En cuanto tenga más información, se los hare saber, por ahora es todo lo que puede decirles sobre la situación con los Choi.

     Ojalá pudiera hacer algo, ojalá pudiera ayudar, pero no soy un vampiro, soy un humano, un humano que no puede ayudar en absolutamente nada y, aunque me convirtiera en un vampiro, también sería blanco de los cazadores.

     La verdad, es que no tengo muchas ganas de entrar al aula clases, tanta información en mi cabeza mantiene a mi cerebro sumamente ocupado, tanto, que se me ha estado dificultado últimamente prestar atención a todo lo que dicen los profesores.

     A estas alturas, ya no tengo idea de cómo me va ir en los exámenes.

     Cuando termina el primer periodo, siento que no podré soportar las siguientes clases, pero prefiero estar aquí en vez de estar en casa. Al menos aquí puedo conversar con mis amigas, que al igual que yo, tienen la misma inquietud ante lo que está sucediendo.

     Me pregunto si Jessica estará pensando en mí como yo estoy pensando en ella o estará tan ocupada que a lo mejor no se ha de acordar de mí.

     —Rompí mi compromiso con Minho.

     —¿Qué? —la atención de todas cae sobre mí, pero solo es Tiffany quien expresa la sorpresa.

     —Y yo con Chan Yeol.

     —¡¿Qué?! —en está ocasión todas reaccionan 

     —¿Cuándo?

     —¿Por qué no nos lo dijeron?

     Mejor manera de distraerlas no hay más que está, por lo tanto, puedo decir que he logrado mi cometido.

     Me pregunto si ellas después de esto romperán con los suyos.

     —Hace un par de días atrás.

     —Pero con tantas cosas pasando a nuestro alrededor, no tuvimos la oportunidad de comentarles.

     —O sea, e