I.

Mis pies descalzos sienten la áspera y fina arena del mar. El oleaje y la brisa marina no hacen más que refrescarme, y hacerme sentir relajada. La hermosa vista hacia el horizonte me recuerda que el planeta está lleno de maravillas naturales.

Y el viento que corre agitando mi cabello hace la remembranza de que no estoy sola.

Al girar mi rostro puedo ver su perfil, aquel perfil que no me canso de observar. Su rostro dibuja la más hermosa de las sonrisas y sus ojos brillan debido al reflejo del sol en el agua, estos son castaños y cuando me observan siento en mi interior una sensación que no puedo explicar.

Su mano sostiene con firmeza la mía y me llena de confort. Ella gira su rostro y me observa con aquellos hechizantes ojos provocando en mi interior una extraña sensación de calor y revoloteo.

Cuando estoy con ella todo es tan diferente, todo se vuelve más positivo y la sonrisa que asoma en mi rostro solo con verle, es una sonrisa que nunca antes había tenido. Muchos me han dicho que mis ojos muestran el brillo del amor, de un amor que nunca antes había sentido.

Giro mi rostro, alejando mi mirada de ella pues siento que me desnuda el alma cuando me observa tan profundamente. Mi corazón late a un ritmo que nunca antes había latido y el calor que lo inunda tan solo ocurre cuando estoy cerca de ella.

¿Es así el amor?

Es la vaga pregunta que atraviesa mi mente cuando recuerdo las miles de sensaciones que me invaden junto a ella. Mi estado de ánimo cambia drásticamente cuando a la distancia puedo ver su deslumbrante sonrisa o cuando tan solo me envía un mensaje de texto.

Mi conocimiento por el amor es nulo, pero si puedo asegurar que todas estas sensaciones nunca antes las había sentido con nadie más. Ella es como un sueño, es alguien que nunca creí alguna vez conocer y que ahora no puedo dejar de pensar.

Sus labios me dan un sorpresivo beso que me hace desvariar. Cierro mis ojos al instante y me dejo envolver por esta sensación tan indescriptible, en mi estómago parece haber mariposas revoloteando, es un cosquilleo que tan solo aparece cuando sus labios tocan los míos.

Taeyeon.

Su nombre juega en mi cabeza y no puedo evitar que una sonrisa juegue en mis labios. Llevo mi mano hasta mis labios, dejando que mis dedos toquen la suave piel de estos y espontáneamente el recuerdo de su mirada me atraviesa la mente, mis dientes se aferran a mi labio inferior pues siento el remolino de emociones en ascenso.

Todo lo que siento seria como estar en una montaña rusa. Puedo estar extremadamente feliz y a la vez nostálgica por su ausencia.

¿Es así como se siente?

Le pregunto a mi reflejo en el espejo que no aparta la mirada de mí. Sin embargo, no obtengo respuesta de él. Mis ojos se muestran turbados y confundidos, temerosos y motivados. Mi interior tan solo quiere seguir experimentando todas estas sensaciones que lo hacen vibrar.

—¿Te sigues pensando las cosas? —Escucho a mi espalda.

De un cubículo sale Jessica, me observa unos segundos a través del espejo y después empieza a hurgan en su pequeño bolso para acercarse a los lavamanos.

No respondo absolutamente nada. Tan solo me limito a observar cada uno de sus movimientos. Saca un labial de su bolso y comienza a retocarse los labios.

—Ese es t