I.

Luces parpadeantes. Es lo que mis ojos enfocan a la lejanía, no puedo evitar ver que se acercan a gran velocidad hacia mí y es cuando me congelo en el momento. Mis pies parecen clavarse en el pavimento y no querer avanzar, el pánico me recorre y los latidos de mi corazón son intensos.

'¿Este será mi fin?'

Es la pregunta que destella en mi mente y al instante recuerdos de mi pasado llegan, simplemente aquellos recuerdos en los que sonreí y fui muy feliz.

Las luces me ciegan y un fuerte chillido se escucha, soy consciente que son los neumáticos al ser forzados a detenerse con fuerza, pero es demasiado tarde. Todo me da vueltas y es cuando me doy cuenta que mi cabeza golpea el frío pavimento.

'Esto es todo'

Siento líquido caliente salir de mi nariz, en mi boca se siente un sabor ferroso que no sé exactamente deducir de donde viene. Sangre. Eso es lo que escurre por mi rostro y mi cuerpo duele al sentir los golpes del impacto. Mis ojos se mantienen fijos en la distancia y veo cuando un hombre alto baja del vehículo que me ha impactado.

Sí, este era mi fin.

—¡Santo cielo! —Lo escucho gritar, pero mis ojos quieren cerrarse de una sola vez—. Señorita... —se agacha a mi altura y lo siento inspeccionarme—. Dios —cubre su boca con una de sus manos temblorosas y el pánico recorre sus ojos. Una tenue sonrisa abandona mis labios y cierro los ojos.

•••

Mi cuerpo duele, mi cabeza también y no siento la mayor parte de ella. El llanto desconsolado de alguien me alerta y es cuando mis sentidos se agudizan.

—La señorita fue impactada a gran velocidad al cruzar la calle —la gruesa voz de alguien informaba—. Presenta varias costillas rotas, una fractura de pierna derecha y de brazo izquierdo. Al ingresar en el hospital tuvo que ser intervenida de emergencia debido a una hemorragia interna a causa de su costilla rota, parece que tiene una contusión cerebral debido al impacto que se llevó. Lo más probable es que no despierte —el llanto aumentó en potencia y en ese momento supe—. Lo siento mucho, Srta. Hwang —que ella estaba aquí.

Mi interior se sacudió por el sentimiento de culpa y necesidad, pues estaba consciente de todo el dolor que le estoy causando con mi estado.

'¡Tiffany!'

Grito, pero mi voz no sale, siento lágrimas bajar de mis ojos, pero ella no se inmuta de ellas, tan solo puedo sentir el terrible dolor que le estoy ocasionando.

No sé exactamente cuánto tiempo es que ha pasado, solo sé que ella ha dejado de llorar. Lucho contra mí misma para que mis párpados se abran y que mi voz salga, pero nada resulta.

Me siento frustrada, me siento terriblemente asustada en estos momentos por la completa oscuridad que veo y el dolor interno que cargo.

'¿Qué es lo que sucedió?'

Trato de recordar, de hacer memoria exactamente a lo que ha pasado, pero realmente no puedo hacer remembranza, solo a mí viene el destello de esas farolas acercándose con rapidez hacía mí y de un momento a otro sentir el agudo dolor en todo mi ser.

—Tiffany —la profunda voz de alguien resuena en la habitación.

—Siwon —su voz se rompe en un repentino sollozo. Siento el odio recorrerme por completo y sé que no puedo hacer nada para alejarlo de ella.

—¿Qué sucedió? —El llanto inició e incremento aún más. Ella estaba herida, estaba preocupada y estaba temerosa por lo que me pasase.

Miles de ideas atraviesan mi cabeza y el dolor punzante comienza ya, una maquina a mi costado comienza a pitar, alertando el latir desesperado de mi corazón. El dolor es tan intenso que no puedo soportarlo, siento que la cabeza me explotará en cuestión de segundos y no puedo siquiera moverme, o gritar para liberar esto que siento.

—¡Taeyeon! —El ahogado grito de Tiffany me ensordece por completo, pero a estas alturas estoy perdiendo la cordura—. Por favor... —le oigo suplicar—, ¡Hagan algo! —El desespero en su voz es tan alarmante que me pregunto cuan destrozada estará.

Las puertas se abren abruptamente y escucho múltiples voces a mí alrededor.

—Su pulso está muy acelerado —escucho mencionar—. ¡Dios! —La exclamación me asusta—. Su nariz sangra —y nuevamente siento vértigo, esta vez mis ojos no están abiertos, pero me siento tan débil que dudo abrirlos alguna vez.

—¡¿Ella estará bien?! —Es lo que escucho antes de que todo quede en silencio.

«...»

'¿A dónde han ido todos?'

El dolor ya no está más, puedo respirar tranquilamente sin sentir ardor en mi costilla, puedo sentir el movimiento de mi cuerpo, el dolor de cabeza se ha ido y extrañamente me siento bien.

Abro los ojos a la espera de ver la blanca habitación de hospital, pero en su lugar veo paredes color celeste, unas blancas cortinas se mueven con el viento que entra a través de una puerta corrediza abierta y es cuando todo se vuelve tan extraño para mí.

Parpadeo una, dos y una tercera vez para captar lo que estoy observando. Cierro los ojos, apretando los parpados con fuerza y los abro para encontrarme con una amplia sonrisa que me muestra el brillo de sus blanquecinos dientes.

—Me alegro de que hayas despertado ya —sus cálidos ojos chocolates no dejan de observarme fijamente y —es cuando me sonríe nuevamente que— estos se esconden en medias lunas.

—Tiffany —susurro incrédula y no puedo evitar que unas lágrimas escapen de mis ojos. Aquella perfecta sonrisa rápidamente se desvanece de su bello rostro y es cuando veo la preocupación asomar de sus ojos.

—¿Sucede algo? —Me interroga y rápidamente niego. Ella se acerca a la cama, sentándose a mi costado y limpiando las lágrimas de mis mejillas—. ¿Por qué lloras? —Le escucho cuestionarme.

Esa era una perfecta pregunta y simplemente la abrazo como si mi vida dependiera de ello. Ella estaba aquí, a mi lado y me sonreía de la misma manera que lo hacia todas las mañanas.

—Te amo —le susurro cerca de su oído. Simplemente me dejo impregnar por su aroma y me aferro cual niña a las faldas de su madre. No quiero que se esfume de entre mis dedos, no quiero que ella se vaya de mi lado, no otra vez.

—¿Segura qué estás bien? —Su preocupada voz me saca una sonrisa.

'¿Hace cuánto no la escuchaba de esta manera?'

Me alejo de ella y la observo con mucha devoción, por ella soy capaz de dar mi vida, por ella estoy dispuesta a morir.

—Nunca me dejes —le pido aún con el nudo apretando mi garganta. Ella suaviza su mirada y acaricia mi mejilla.

—Nunca lo haré —me asegura y con eso siento la paz recorrerme, pero sé que nada es para siempre.

No he hecho más que observarla todo el día, ella me sonríe de manera afectuosa y con amor, y no puedo evitar todo el revoloteo que en mi interior se lleva. Ella solo tiene este efecto en mí, solo ella tiene la llave directo a mi corazón, solo ella es capaz de destrozarlo.

Bajo el nudo en mi garganta ante la agonía.

'Ella lo destrozará'

Me repito y el ardor en mi corazón crece aún más.

«...»

El dolor vuelve y es cuando me doy cuenta que eso solo ha sido un simple recuerdo. Nuevamente escucho la maquina pitando a un ritmo normal y sigo sin poder moverme.

—Tiffany, deberías ir a descansar —escucho en el silencio.

'Así que aún sigue aquí'

Es lo que me digo. Me siento feliz de que al menos este a mi lado en estos momentos.

—No —es la cortante respuesta que sale de su ronca voz—. No me moveré de aquí hasta que ella habrá los