II. I'm alone

Colección de One-Shot's
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II.

 

La llamada que había recibido esa mañana la tenía muy pensativa y nerviosa, simplemente no podía apartar sus ojos del celular que aún sostenía entre sus manos.

—Amor —escuchó la voz de su novia.

La rubia no tardó mucho en hacer acto de presencia en aquella habitación para vislumbrar la silueta de su novia sentada sobre la orilla de la cama, la mirada clavada en el celular que apretaba con fuerza entre sus manos temblorosas y ojos perturbados.

—¿Estás bien? —Preguntó la rubia preocupada por su novia.

La castaña al fin alzó la vista y sonrió forzosamente.

—Estoy bien, TaeTae —trató de sonar convincente, plantó los pies sobre la alfombra y se encaminó a ella—. No te preocupes —envolvió los brazos alrededor de su rubia novia, consciente de los imperceptibles temblores de su cuerpo, escondió su rostro de la vista de Taeyeon y dejó que el sentimiento de miedo le inundara cada célula.

Taeyeon la envolvió entre sus brazos con fuerza y aunque no estaba segura de las palabras de su novia, confiaría en ella y esperaría hasta que ella decidiera hablar.

—¿Por qué no salimos a dar un paseo por la ciudad? —Propuso tratando de alegrarle el día a su hermosa castaña.

Tiffany se estremeció entre los brazos de Taeyeon.

—¿Hoy? —Preguntó dubitativamente. Solo quería aprovechar al máximo su cercanía—. Mejor quedemos en casa —apretó aún más sus brazos alrededor de su novia.

Taeyeon simplemente no podía negarse a los deseos de su novia y mucho menos desperdiciaría uno de los mejores días a su lado, en realidad no le importaba donde pasaran el día, solo importaba que lo pasarán juntas.

Tiffany se paró muy temprano, pero no más temprano que su rubia novia quien ya se encontraba bajo la lluvia artificial de la regadera. En ese momento no importó nada, solo quería sentirla cerca de ella y decidió que no había mejor momento, esa mañana en particular estaba más asustadiza que el día anterior y los nervios parecían un remolino en su estómago. Se metió en la ducha, tratando de olvidar lo que se presentaba ese día y se abrazó a la espalda de Taeyeon con fuerza.

Su novia se giró con una amplia sonrisa y le besó, el sentimiento de dolor comenzó a desgarrar sus entrañas y devolvió el beso con más intensidad, quería recordarle cuanto la amaba y que sin importar nada, trataría de luchar por lo que ambas tenían. Quería congelar ese momento y no soltarlo nunca, pero a veces los deseos solo son eso, deseos.

—Las chicas me invitaron hoy de compras —dijo con un fingido entusiasmo—. Les he dicho que iba con ellas —sentía la sensación amarga en su boca.

Aquella sensación se intensificó más cuando vio el rostro de su novia, no parecía querer compartirla ese día y ella quería refugiarse entre sus brazos y olvidar todo, se resistió a la mueca infantil en el rostro de Taeyeon.

—Pero yo quería estar más tiempo contigo antes de que termine el fin de semana —fue inevitable no ablandarse ante el tono inocente que usaba su novia, acarició una de sus mejillas y besó sus labios suavemente.

—Prometo pasar el resto del día a tu lado —besó nuevamente sus labios.

Su novia parecía contenta con aquella promesa y no puso objeción cuando tomó su bolso y salió de casa, la sintió mirarla desde su ventana y sonrió sinceramente cuando sus miradas se cruzaron, pero cuando su rostro giro al frente, sus facciones se ensombrecieron.

Solo un sórdido pensamiento le acribillaba el corazón con fuerza, el daño que haría a la mujer que amaba con tanta intensidad.

Miró con nerviosismo las grandes letras del restaurante, no quería estar ahí, pero tampoco podía huir tan fácilmente. La bola en su estómago cada vez crecía aún más y jugaba con las fibras nerviosas de su cuerpo, suspiró resignadamente y mordió su labio en busca de calma.

—Que el juego comience —su boca amarga y el dolor entumeciendo sus huesos cuando entró a aquel lugar.

«Es para protegerla». Recitó su mantra una vez más.

Jugó con el anillo que se envolvía con ímpetu en su dedo anular izquierdo, su promesa, el anillo que ella le había dado en su último aniversario y esperó a que el mesero volviera a ella para dirigirla a su reservación. No quiso mirar a su alrededor, no quería aumentar sus nervios, pero fue inevitable mantener la vista en la alfombra por mucho tiempo.

Su estómago se retorció y el corazón le palpito sin descanso. Su aliento se atascó en su garganta cuando estuvo frente a él.

—Pero que hermosa estás —él le dijo con una sonrisa brillante en el rostro—. Me alegra tanto volver a verte hermanita —sentía la boca seca, pero no podía negar que también estaba emocionada de verlo a él.

Él era alto, mucho más alto que ella y eso lo hacía ganar ventaja cuando la envolvía entre sus brazos, a Tiffany le gustaba abrazarlo y escuchar los latidos apacibles de su corazón, eran como una anestesia cariñosa que la tranquilizaba y cuando aún era una niña y él la protegía, esos latidos la calmaban.

Se puso de puntas y besó su mejilla.

—También me alegra verte —le confesó antes de llevarla a un gran abrazo.

—Vamos, sentémonos —se alejó de ella para sacarle una silla.

«Tan caballeroso». Recordó con una sonrisa.

Se sentó y espero a que él tomara asiento, los nervios aún seguían corriendo por su sangre.

—Viene tarde —negó su hermano mientras observaba la hora en su reloj de pulsera—. Igual no debe tardar.

Tiffany asintió y bajó la vista a los brillantes cubiertos sobre la mesa. Escuchó a su hermano hablar por minutos, incluso pensó que ya habían pasado horas, pero se sentía apacible con la presencia de su hermano delante de ella.

—Me disculpo por la tardanza —la voz masculina que dibujaba cada una de las palabras, la sacudió.

No quería alzar la vista. No. Sabía a quién pertenecía y la bola gigantesca de nervios en su estómago quería explotar con fuerza.

—Pierde cuidado, hombre —la voz cantarina de su hermano la hizo alzar la vista.

Ahí estaba, alzándose en sus largas piernas, sonriendo elegantemente, mostrando aquellos perfectos dientes blanquecinos, con sus ojos pareciendo medias lunas y cabello castaño peinado tan perfectamente que te preguntas si ha salido de un empaque.

Pero lejos de todos sus encantos, era él. El chico torpe y tonto del que todos se burlaban, del que tuvieron envidia toda la secundaria por salir con ella y ahora él había hecho metamorfosis. Ella se había enamorado de él perdidamente, obviando todos sus defectos y amando a la dulce persona que era, luego de aquella época de jovialidad y el cambio radical en su personalidad, lo dejó.

—NichKhun —su voz fue un sofoco al decir aquellas palabras. Estaba sorprendida de tenerlo delante de sus ojos—. ¿Qué hace él aquí, Siwon? —Miró con recelo a su hermano.

—No desesperes hermanita —podía verse en sus ojos la culpa, pero NichKhun era parte fundamental de aquella reunión—. Vamos, siéntate —le palmeó el hombro al castaño—. No, aquí a mi lado no —río nervioso, evitando a toda costa los ojos acusadores de Tiffany—. Al lado de ella —señaló con la cabeza.

Con una sonrisa compasiva, se sentó al lado de Tiffany.

—Me alegra tanto volver a verte, Stephanie —su sonrisa de niño bueno no la convencía por lo que solo se limitó a mirarlo.

—Pues para mí no —el veneno en su voz hizo temblar a ambos hombres.

NichKhun suspiró y se hundió en su silla. Él tenía la culpa de que ella reaccionara así, después de todo fue él quien huyó sin dar alguna explicación.

—Al parecer no le has contado nada —le sonrió a Siwon.

—No —sacudió la cabeza—. Quería verla en persona para poder hablarle, pero... apenas llegó nos pusimos al día y me olvidé de todo —se encogió de hombros y dio un trago a su copa con agua.

—¿De qué hablan?

—Pues... —miró nervioso sus manos—. Como mencioné al teléfono —suspiró—. Descubrí tu mejor guardado secreto —Tiffany pasó saliva, escucharlo de propia voz no era lo mismo que escucharlo por teléfono y eso la sobresaltaba. Siwon la miró fijamente—. Sé que guardaste silencio para protegerla de nuestro padre, pero papá no es tonto —la seriedad en sus ojos asustaba.

Su hermano no tenia malas intenciones y mucho menos quería tomar partido de la situación, solo quería protegerla de su propio padre. Ninguno de los dos conocía los alcances que podía tener por protegerla y mucho menos sabían cuál sería su reacción ante aquella situación.

—Él nos hará el favor de encubrir tu secreto —señaló Siwon—. Papá esta de camino acá. Dile que después de años se volvieron a encontrar y retomaron lo que habían dejado en el pasado, que se quieren e hicieron borrón y cuenta nueva —propuso.

Tiffany apretó la mandíbula.

—¿Qué gana NichKhun con esto?

—Verte feliz —le respondió y ella le lanzó una mirada filosa—. No soy el chiquillo tonto que huyó Stephanie. En verdad he cambiado y no sabes cuánto me arrepiento del daño que hice —sus ojos parecían sinceros, pero ella no quería bajar la guardia del todo—. Tu hermano me llamó y me preguntó si podía ser parte de esto. Solo... tómalo como un pago.

Ambos se miraron intensamente, pero muchas cosas habían cambiado desde que rompieron y ella las tenía muy claras.

—Lamento interrumpirlos, pero el show debe empezar —dijo Siwon.

Tiffany lo miró y se dio cuenta de que él miraba a la entrada, sus ojos siguieron el rango de visión y el corazón se le paralizó por una fracción de segundo para después comenzar a latir con mayor intensidad. En la entrada, con una sonrisa ególatra y de superioridad estaba su padre, aquel hombre que desprendía poder por cada uno de sus poros, su canoso cabello solo hacía más referencia a los años que labró su imperio.

Pasó saliva cuando aquellos ojos profundamente oscuros miraron en su dirección, un escalofrió recorrió su cuerpo cuando las esquinas de los pálidos labios de su padre se elevaron en una sonrisa. Trató de sonreírle, pero estaba segura de que solo una mueca extraña había dejado ver.

Miro en cámara lenta como el avejentado rostro de su padre se transformaba en una dura capa de hielo al ver a su costado. El entrecejo fruncido, pero desapareció cuando estuvo en la mesa.

—Pero qué tenemos aquí... —murmura con cierta reticencia en la voz, recorriendo de uno a uno a los presentes.

—Sea bienvenido padre —vocalizaron Tiffany y Siwon, se pusieron de pie e hicieron una gran reverencia a su padre.

—Mis muchachos siempre con sus modales —palmeó el hombro de su hijo y miró a su hija con orgullo. Pasó sus ojos hacia el invitado y alzó una ceja.

Rápidamente NichKhun hizo una reverencia en señal de respeto.

—Bienvenido, señor —su cuerpo se sacudía imperceptiblemente por la penetrante mirada de aquel señor y no era para menos, no confiaba en él.

—¿Cómo ha estado su vuelo, padre? —Siwon intercedió para alejar la tensión de NichKhun.

—Cansado —respondió sin fijar ni siquiera sus ojos en su primogénito, su vista solo estaba en su princesa—. ¿Cómo has estado? —Su tono se suavizó, claro, era su niña y no podía hablarle como si fuera cualquier empleado. La envolvió entre sus brazos y sonrió. La había extrañado tanto.

—Perfectamente —era obvio que estaba bien, tenía una vida hecha y completa, era feliz y estaba con la persona que amaba.

Su padre miraba su rostro, sus ojos brillantes y alegres, le gustaba verlos brillar tanto. Sonrió, pero no dijo alguna cosa para descubrir que tenía tan feliz a su pequeña niña.

—¿Han ordenado ya? —Preguntó mientras colgaba su gabardina en un perchero a su costado.

—Sí —respondió Siwon—. He ordenado por usted —una sonrisa tiró de los labios de su padre.

—¿Tú quién eres? —Sus frías palabras provocaron piel de gallina en el castaño.

—Disculpe mis modales... —intervino Siwon—. NichKhun, él es mi padre, One Junn. Padre, él es NichKhun Horvejkul, un amigo —la frente de su padre se arrugó y escrutó el rostro de NichKhun.

—Un gusto conocerlo, señor —se puso en pie y se medio inclinó hacia delante para tenderle el brazo y poder estrechar su mano.

—El gusto es mío —mintió, pero aún así estrechó su mano con aquel joven. Sus ojos viajaban de él a su hija y de su hija a él—. ¿Y ustedes están muy juntos porque...

—N-no-noso...

Tiffany suspiró. Dolería.

—Es mi novio —interrumpió el pobre intento de explicación que NichKhun trataba de darle.

El amargo sabor volvió a su boca, las lanzas perforaban su pecho y la hacían sangrar, estaba mintiendo, estaba engañando a todo mundo y, sobre todo, estaba negando a la única persona que amaba. Taeyeon.

One Junn alzó una ceja, sorprendido y a la vez dudoso de las palabras de su hija. Observó cuidadoso y detalladamente a su hija, la conocía tan perfectamente que a veces se preguntaba si su hija era tan despistada como para no darse cuenta de que él podía oler las mentiras.

—Relájate muchacho, no suelo comer personas, solo atemorizarlas —sonrió altaneramente y negó ligeramente divertido por la situación. Si su hija quería jugar, él también jugaría a ser ciego de la verdad.

El silencio era ensordecedor y One Junn disfrutaba de la tensión en cada uno de los rostros de esa mesa, quería reír, pero debía mantener su impecable papel de padre ignorante y protector. La comida llegó y silenciosamente todos tomaron sus cubiertos para empezar a cortar el filete.

—Y... ¿cuánto tiempo llevan saliendo? —Fue una pregunta como quien no quiere la cosa, en realidad solo los estaba probando.

—¡Cinco meses!

—¡Un año!

El bocado que One Junn llevaba a su boca fue interceptado a medio camino al escuchar la absurda respuesta por parte de ambos. Alzó una ceja divertido por la situación, pero aparentando confusión y poniendo cara de "¿quién dice la verdad?".

—¿Debo preguntarme si mienten?

Siwon les lanzó una mirada amenazante desde su lugar, prediciendo los pensamientos de su padre, pero a decir verdad, poco podía imaginar de lo que su padre pensara.

—Es un año cinco meses, señor —trató de arreglar NichKhun—. ¿No es así, cariño? —Tomó la mano de Tiffany y le besó el dorso con fingida adoración, inconscientemente se sonrojó.

—S-í...

One Junn los observó fijamente.

—Me gustaría ver que es real —se cruzó de brazos y se reclinó hacia atrás, dejando su peso en el respaldo de la silla.

Tiffany entró en pánico y sus ojos eran un poema en ese momento, pero NichKhun ya la tenía mirando hacia él, la sonrisa en su rostro la atemorizó, no quería llegar tan lejos, no, eso sería engañarla y no estaba dispuesta.

—Solo relájate —le susurró, pero sus extremidades estaban tensas, ella no quería hacerlo. Los ojos frívolos y burlones de su padre no se alejaron de ellos, tragó saliva y suspiró.

«Es para protegerla». Se repitió su mantra.

Cerró los ojos, con la imagen de ella esa misma mañana, inconscientemente sonrió y sintió los labios de NichKhun conectar con los suyos. El beso no duro demasiado, solo lo suficiente para convencer a One Junn de su relación.

Abrió los ojos y el malestar subió su intensidad al darse cuenta que él no era ella, una punzada le atenazó el corazón. Respiró hondo y alejó sus ojos de él, se sentía herida, manchada y culpable.

Las ventanas de cristal daban la perfecta vista hacia la calle y pudo ver el cielo gris comenzando a derramar sus primeras gotas, la gente comenzaba a correr en diferentes direcciones para cubrirse de la lluvia que se intensificaba con cada segundo transcurrido, pero ahí, clavada en la cera con la mirada fija en su dirección estaba una figura femenina.

Era ella, su Taeyeon, su novia mirándola con profundo dolor. El aliento se le atascó en la garganta y sus ojos no la dejaron aún cuando ella había alejado la mirada de la suya.

Dolía.

—Taeyeon —su voz débil.

Sus ojos no se habían molestado en parpadear, solo esperaba que ella volviera a mirarla para poder decirle que eso era un error, pero ella nunca regresó la mirada a su dirección. Sin embargo, la observó alejarse con paso lento y doloroso. La había roto. La lluvia se intensifico mucho más y ya no pudo ubicarla.

—¡NO! —Gritó alterada, poniéndose de pie estrepitosamente. Sus ojos rojos y cristalinos, solo quería salir corriendo detrás de ella.

—¿Sucede algo? —Preguntó su hermano preocupado por su actuar.

Se había olvidado donde estaba y con quien. Parpadeó desconcertada y miró los tres rostros preocupados. ¿Qué debía decir? ¿Qué su novia la vio besarse con alguien más? ¿Qué la lastimó? ¿Qué ella se odia a sí misma por no poder ir tras ella?

—Es solo... —susurró nerviosa, tragando el nudo de llanto en su garganta—. Está lloviendo terriblemente allá afuera y me olvidé de cerrar las ventanas —mintió y sintió su corazón hundirse—. El agua podría meterse a mi habitación —volvió a susurrar mientras se dejaba caer en su silla.

Apretó sus manos en su falda con rabia e impotencia, quería irse, quería salir corriendo a buscarla y darle una explicación, pero lo único que hizo fue quedarse ahí en silencio, escuchando huecamente la conversación de los tres mientras su corazón seguía perforándose con los segundos.

El cielo seguía oscuro y el reloj marcaba la inminente noche que abrazaba fríamente la soledad que cubría su corazón destrozado. Sonrió a su padre cuando era necesario, pero deseaba desesperadamente volver a casa y solucionar el conflicto. Mandó mensajes a cada oportunidad y ninguno de ellos era contestado.

Apenas cruzó la puerta de su casa, la buscó por cada rincón y llamó desesperadamente a su novia, pero tampoco había respuesta, estaba ansiosa por contactarla, por darle una explicación, por resolver lo que aún no sabía si era un problema. Sus lágrimas no dejaban de salir, sus ojos hinchados y rojos, denotaban la depresión en la que se estaba sumiendo.

Los primeros rayos de la mañana, comenzaron a filtrarse por las finas cortinas molestando a Tiffany sin piedad. Se había quedado dormida en el sofá, esperando nerviosamente la llegada de su novia, pero ella nunca llegó y lloró sin parar hasta que el cansancio la venció. Se movió incomoda, adolorida por la posición en la que durmió, cansada por la preocupación y deprimida por la soledad. Sus ojos se abrieron con dolor y su cabeza lanzaba más de mil palabras que apachurraban su corazón.

Mordió su labio inferior, tratando de contener las lágrimas.

Nuevamente la noche llegó y ella seguía plantada en el sofá esperándola. Las luces apagadas en su totalidad.

Escuchó el tintinear de las llaves en la puerta, después unas torpes risas que se avecinaban con despistados golpes contra los muebles. Ella había llegado y su corazón se había acelerado por saber que ella no se había ido.

—¿Dónde estabas? —Preguntó apenas pudo identificar su sombra en la oscuridad. Encendió la lámpara de su costado para que Taeyeon pudiera verla—. ¿No piensas responderme? —Fingió molestia. Taeyeon lanzó una carcajada al aire y eso la estremeció, estaba ebria y así no podría arreglar nada con ella—. Deja de reírte. Esto no es para nada gracioso —trató de acercarse a ella—. Estaba muy preocupada por ti. No respondías a mis llamadas, ni a mis mens...

—No quise hacerlo —su tono tajante y frío la destrozaron. Nunca antes la había visto así y eso la asustaba.

—Taeyeon —intentó abrazarla, pero Taeyeon la esquivó.

—Estoy cansada —bostezó—. Iré a dormir —apretó los puños con fuerza, sus lágrimas comenzaban a deslizarse por sus mejillas mientras miraba con fijeza la alfombra bajo sus pies—. Descansa, Tiffany.

Alzó la vista, solo para ver la espalda de su novia. El dolor desgarraba sus entrañas con furia y la hacían sangrar. Estaba perdiendo a su Taeyeon.

—Lo siento —musitó cuando ya no la vio más, solo entonces se desmoronó en la alfombra y dio rienda suelta a su llanto.

•••

No parecía haber salvación para su relación y cada uno de sus intentos por resolver las cosas eran un desperdicio de tiempo, Taeyeon ya no quería estar con ella, la evitaba y pasaba demasiado tiempo fuera de casa y cada día se alejaba mucho más que el día anterior.

—Tiffany —su hermano pasó una de sus manos por delante del rostro de su hermana menor, pero ella parecía ida en los últimos días—. ¡Reacciona! —Palmeó dos veces delante de su rostro y muy apenas logró obtener su atención. Sus labios se torcieron inconformes con la situación de su hermana—. ¿Es ella?

Suspiró cansada—: Sí —fue su corta respuesta.

Se quedaron en silencio, ella perdida en sus pensamientos y él perdido en la angustia de poder ayudar a su pequeña hermana.

—Le diré a papá la verdad —sus ojos no miraban a nada en específico—. Yo... —su voz se quebró y sus ojos se humedecieron—. La estoy perdiendo —un pequeño sollozo escapó de sus labios—. Perderé al amor de mi vida por ocultar nuestra relación de papá —se atoró con sus lágrimas—. Por miedo a que él pueda dañarla... si... —se rompió, ya no podía seguir fingiendo ser fuerte—, si sigo con miedo... nunca seré feliz —sus ojos se encontraron con los de su hermano mayor.

Siwon tragó saliva, las tripas se le revolvieron de solo ver el dolor en la dulce mirada de Tiffany. La envolvió entre sus brazos con fuerza y la dejó llorar en su pecho.

—Todo estará bien, pequeña —besó la cima de su cabeza—. Oppa está aquí para cuidarte y apoyarte —la apretó suavemente entre sus brazos—. Solo... no quiero que papá te lastime con su indiferencia por amar a alguien de tu mismo o —Tiffany negó contra su pecho.

—Papá... entenderá... —trató de sonar segura, pero ni ella misma sabía cuál sería la reacción de su progenitor—. Fui egoísta... —lloró—. Ocultándola de mi familia por miedo... —sollozó—. Cuando ella... ella habló a sus padres de mí...

Lloró en brazos de su hermano mayor, lamentándose el no ser demasiado valiente para poder revelarle a su padre la verdad, estaba tan agotada de sentir el rechazo de su ser amado.

Su hermano la había convencido para que hablara con ella, le había dado palabras de aliento y también había jurado estar con ella al primer llamado. Se paró delante de la puerta de su casa, miró la madera con añoranza y apretó los labios. Su novia no había estado en ninguna oc

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Comments

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L_ight_ #1
Chapter 14: Fue tan trágicamente bello. El final deja un muy buen sabor de boca.
Saludos.
sone009_ #2
Chapter 16: Me encantan! Continúa por favor, son muy buenas
LlamaAmerica #3
Chapter 16: Disfrute mucho volverlos a leer!!! Siempre encuentro sentimientos cuando los leo!!! Espero sigas escribiendo y sigas tus historias <3 gracias por traernos nuestro hermoso TaeNy <3
LlamaAmerica #4
Chapter 14: Siento que me muero de la tristeza!! :'(

Jajajaja sigueeeeee!!! <3
LlamaAmerica #5
Chapter 13: Haaaaaay muy corto el cap!!! :( jajajaja
sone009_ #6
Chapter 12: <3 continúa por fa, muy buenos todos :)
LlamaAmerica #7
Chapter 11: Haaaaaay estoy que lloro este fic me parte el </3 :(
roguecr #8
Chapter 10: No puede quedar asi , pobre fany y tae se ha dado cuenta d muchas cosas estan en coma.
Que despiert y se queden juntas.
sone009_ #9
Chapter 10: Estos me hacen llorar T.T
LlamaAmerica #10
Chapter 9: El fanfic de este es re genial!!!!!! Jajaja