Las obras en White Caps acabaron a finales de la primavera, pero el hotel no abrió hasta Julio.

La familia Hwang estaba creciendo tan rápido, que apenas podían habituarse a tantos cambios.

Yuri y Jessica compraron una casa cerca de la de Seohyun a orillas del lago, toda una reliquia de los años veinte, que estaban acondicionando.  Luego de casarse iniciaron una serie de pruebas y tratamientos para lograr que una de las dos quedara embarzada, siendo Jessica quien afortunadamente obtuvo resultados positivos. Su bebe nacería a finales del mes de septiembre y confiaban poder mudarse a su nueva casa al principio del invierno.

Yuri y los hermanos Norwich habían comenzado a construir veleros. Ahora que ya le habían quitado la férula, la morena podía conducir donde quisiera.

El diez de Mayo, Yuri, Tiffany y  Yoona visitaron juntas la tumba de sus padres y planeaban hacerlo cada año.

El primer sábado de cada mes, toda la familia comía junta. Yuri recogía a la abuela  Boa de la residencia y todos comían juntos. Los amigos también eran bienvenidos y siempre había un sitio en la mesa de las Hwang para quien quisiera.

Lo bueno siempre era mejor cuando se compartía con amigos, y lo malo, se hacía más llevadero. Y era así como debía ser.