¿Quieres bailar?

1.2 “AMOR HECHICERO” (YoonSeo Ver.)
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YOONA

–¿Dónde aprendiste a bailar así? —preguntó Yoona.

—Fui a clases de baile cuando vivía en Albany. Al Principio me obligó mi antigua novia, pero después me encantaba.

Acababan de sentarse en una mesa con su comida y Yoona miró hacia dónde estaban Seohyun y Jessica. Ésta se acababa de levantar. Yoona se preguntaba cómo podía verse tan y con unos simples vaqueros y franela rayada.

—Me alegro de que me hayas invitado a salir —dijo Jiyeon sin mirarla.

—Ji, yo…

—No tienes que decirlo, Yoona. Lo sé. Sólo amigas —dijo ella, sonriendo al plato, tratando de ocultar el dolor que había en sus ojos.— No importa. No te sientas mal. Lo hemos pasado bien.

—La verdad es que esperaba…

—Yo  también  —la  interrumpió  ella.  Las  explicaciones  eran innecesarias La miró—. Pero no te preocupes. Cuando nos veamos en la cocina será como antes.

La rubia sacudió la cabeza, y no pudo evitar seguir con sus ojos a Seohyun, que regresa a su mesa con el plato lleno.

Jiyeon se limpió las manos con una servilleta de papel.

—Es un hecho de la naturaleza —dijo entonces. -A las mujeres les atrae el poder. Razón por lo que tú la deseas tanto.

Yoona abrió desmesuradamente los ojos, pero no pudo decir nada.

—Venga, Yoona. Es más que evidente, por parte de las dos. Cuando nos hemos acercado a su mesa, Seohyun quería pillarme por el cuello. Ten cuidado —le advirtió no por celos, sino con la sinceridad de un amiga—. Debajo de todo su dinero y toda su clase, hay algo que da miedo.

Yoona volvió mirar a Seohyun y a Jessica. Dos personas se habían acercado a su mesa, y Jessica estaba asintiendo con la cabeza y poniéndose de pie con el plato en la mano. Seohyun hizo lo mismo y después los dos se dirigieron hacia ellos.

Yoona dejó caer el tenedor en la mesa.

—Hola —dijo Jessica—. ¿Podemos sentamos aquí? A nuestra mesa acaba de llegar el resto de la familia y hemos preferido dejarlos solos.

—Claro —dijo Yoona.

Seohyun se sentó junto a Jiyeon. Las castañas se saludaron con un breve movimiento de cabeza, y continuaron comiendo. Ninguna de las dos parecía muy contenta con la situación.

Jessica sonrió.

—Sabes, Yoona. Tus diseños me han gustado mucho. Llevo toda la tarde pensando en ellos.

—¿Qué clase de diseños? —preguntó Seohyun con curiosidad.

—De ropa. Trajes, unos trajes de noche preciosos. Dime, ¿aceptas encargos?

—¿Encargos? —Yoona no podía creerlo.

—Si te pido que me hagas un vestido, ¿lo harías? —Yoona la miró sin entender. La mujer llevaba una exquisita chaqueta de Chanel.

—Tú puedes pagar diseñadores mucho mejores que yo —dijo.

Jessica se encogió de hombros y sacó una tarjeta.

—Si prefieres no hacerlo, no importa. Pero si te interesa, llámame.

Tras el breve descanso, la orquesta volvió a subir al kiosco de música y los músicos empezaron a afinar los instrumentos.

—Jiyeon —dijo Jessica—. ¿Te importa darme una clase de baile? Si a Yoona no le molesta, claro.

—Por supuesto que no —se apresuró a responder ella.

Jiyeon miró a Seohyun, pero ésta se limitó a continuar comiendo, y la joven se puso en pie y desapareció con la pequeña rubia.

En el largo silencio que siguió, Yoona intentó encontrar alguna distracción, aunque nada de cuanto les rodeaba era tan interesante como la presencia de Seohyun.

—Estás loca si no lo haces —dijo la mayor por fin.

 —¿Qué?

—Diseñar algo para Sica —dijo ella, limpiándose las manos con una servilleta—. Su influencia en Nueva York es notoria. Si quieres llamar la atención, es la mejor manera.

—No sé si quiero llamar la atención —murmuró ella. Seohyun sonrió, como si la respuesta le gustara. Aunque sólo Dios podía saber por qué.

—¿Quieres bailar? —preguntó la castaña, mirándola a los ojos, incapaz de resistirse a la posibilidad de tenerla más cerca.

—No creo que…

—No soy tan buena como Jiyeon —le aseguró ella—, pero sé lo suficiente para no pisarte.

Se puso en pie y le tendió la mano. Y esperó.

Más contacto con ella era lo que no necesitaba, y por eso Yoona se maldijo por su falta de autocontrol al ponerse en pie y tomar la delicada y suave mano que le ofrecía.

Seohyun la llevó hasta la pista y en aquel momento la orquesta empezó a tocar una antigua balada de Frank Sinatra. Sujetándola delicadamente por la cintura, Seohyun empezó a moverse, y ella la siguió instintivamente colocando sus manos alrededor de su cuello. No podía mirarla a los ojos, y por eso se concentró en la blanca piel del cuello ligeramente bronceada, en el pelo moreno sobre sus hombros, en la suavidad de las manos que la sujetaban con firmeza.

Seohyun la apegó un poco más a ella.

Yoona alzó los ojos. Los pálidos ojos azules de Seohyun quedaban ocultos bajo sus espesas pestañas, y no pudo leer su expresión. Sus bocas estaban muy cerca. Apenas separadas por unos centímetros. Yoona sólo tenía que  inclinarse hacia adelante para besarla.

—Yoona —dijo ella con voz suave pero severa—. Mírame, Yoona.-la rubia frunció el ceño.

 —¿Qué pasa?

—Quiero que recuerdes con quién estás bailando. -Como si pudiera olvidarlo.

—Créeme, no voy a confundirte con Jiyeon.

—Entonces deja de mirarme a los labios como si estuvieras hambrienta. Guarda esas miradas para tu novia.

Yoona sintió que le ardía la cara.

—No sé de qué me hablas.- Por supuesto que lo sabía.

—Claro que lo sabes. Y quítame la mano del cuello —ni siquiera se había dado cuenta de que tenía la mano apoyada en su nuca y le acariciaba el pelo.

Las manos de Seohyun se tensaron en su cintura. Y entonces agachó la cabeza y le habló al oído con una voz grave y un poco ronca.

—¿Tienes idea del efecto que tienen esos ojos en mi?

Yoona dejó de respirar. Casi de moverse. La música, la gente, los toldos, todo se desvaneció. Sólo era consciente del calor que emanaba del cuerpo femenino junto a ella y la envolvía por completo. Alzó la vista. Los ojos azules ocultaban promesas de cuerpos desnudos y relaciones peligrosas y temerarias que romperían su corazón en más de mil pedazos.

—Maldita sea, Yoona. Me estás matando.

La rubia continuó quieta, perdida en sus ojos.

—Te lo he avisado —continuó—. Vas a ver lo mucho que me afectas, pero anoche no te hizo mucha gracia, ¿te acuerdas?

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Comments

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UnicornBronze92
#1
Chapter 16: OOHHH YEAAAAH!! A FIN CARAJO!!
*lloranding de felicidad* Gracias por compartir la historia :3
sakuratsukino #2
Chapter 14: actualiza pronto porfa, muy buena historia
mv007842 #3
Chapter 13: Actualiza pronto esta buenisima segire esperando no tardes bay
UnicornBronze92
#4
Chapter 14: Oh dios pero por que son tan tercas estas mujeres ??? SOLO DIGAN QUE AMAN Y YAAAAAAAA
gabriela021
#5
Chapter 13: :O Actualiza prontooooo seo me esta desesperando con esa actitud, le daría unas buena cachetadas para que reacciones. Podrías hacer como una segunda parte de esta historia pero con el yulsic(?) es decir que esta vez se enfoque en ellas, saber que pasará con ellas, y que fue lo que paso para que yuri pasará por aquellas operaciones en su pierna y eso (ya sé, enfado mucho)
gabriela021
#6
Chapter 12: Yo no me quede con ganas de saber sobre el taeny, pero si sobre yuri y jessica, a demás de saber que pasará con yoona y seo
Luhana2005 #7
Chapter 11: ;) gracias.. Una excelente historia..
L2asfje #8
Chapter 12: Alv!! Se les quemo la casa!!
UnicornBronze92
#9
Chapter 12: LA COCINAAAAA!! La casa volo por los aires debido a la fuga de gas .__. oh !!
UnicornBronze92
#10
Chapter 11: Ooooh que genial va esta historiaaa!! me encantaaaaa