Así inicia...

1.2 “AMOR HECHICERO” (YoonSeo Ver.)
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Seohyun

El motor del barco sonaba rítmicamente mientras Seo Jo Hyun mantenía el Hacker navegando despacio cerca de la orilla del lago. La embarcación de unos diez metros de eslora era su orgullo, una reliquia de épocas pasadas que le recordaba el estilo de vida del Gran Gatsby. Fabricada en madera de caoba, el barco era, sin duda, toda una belleza. Y muy veloz. El diseño alargado y elegante del barco proporcionaba tres áreas para sentarse, y el inmenso motor, capaz de disparar la embarcación sobre la superficie del agua casi a cien kilómetros por hora, ocupaba casi dos metros de longitud en la mitad del casco.

Seohyun pensó que lo echaría de menos en invierno, estación que aquel año estaba llegando más deprisa que de costumbre. Ella lo notaba en el aire. Aunque era prácticamente mediodía, el mes de septiembre era frío en las montañas de Adirondack, al norte del estado de Nueva York.

Para protegerse del frío, ella llevaba un anorak forrado, y su único pasajero, aparte del golden retriever que mantenía perfectamente el equilibrio, se abrigaba con un suéter de lana gruesa.

Miró a la mujer que contemplaba en silencio con la mirada perdida la costa de acantilados que iban dejando atrás. La larga melena rubia de Jessica Jung iba recogida en una coleta a la espalda, y sus bellos y expresivos ojos verdes quedaban ocultos tras unas grandes gafas de sol. Las gafas también escondían las profundas ojeras por falta de descanso y agotamiento.

No había duda de que apenas veía las rocas y los pinos que salpicaban los acantilados. La vida se había tornado en un algo borroso e incomprensible para una mujer que se había quedado viuda tan sólo hacía seis semanas.

—¿Cómo estamos? —preguntó Seohyun a su amiga, con quien le unía una amistad de toda la vida.

Ella sonrió ligeramente, aunque con evidente es fuerzo.

—Me alegro de que me hayas convencido para salir de la ciudad. El aire fresco me está haciendo mucho bien.

—Me alegro.

—Aunque no creo que mi compañía sea muy divertida —dijo la rubia, tratando de dar un tono simpático a su voz.

—No estás aquí para entretener a nadie —le aseguró Seo.

 Se concentró en el lago y continuó navegando, disfrutando del sol del atardecer, el denso verde de las montañas y el aire limpio y fresco que los rodeaba.

Era un día de otoño perfecto. Y ella estaba a punto de arruinarlo.

Al alejarse del embarcadero de su mansión, podía haber dirigido el barco en cualquier dirección. Al sur, donde podían haber navegado alrededor de un encantador archipiélago de islotes, o hacia el oeste, a contemplar desde el agua algunas de sus propiedades.

Pero no, había elegido el norte donde tarde o temprano aparecería la antigua mansión de las Hwang, White Caps era una espléndida mansión blanca rodeada de jardines y praderas que se alzaba sobre los acantilados rocosos. Y lo que hasta hacía poco había sido la residencia familiar de las Hwang se había reconvertido, por motivos económicos, en un acogedor hotel rural que gozaba de un excelente restaurante y hacía las delicias de los visitantes de la zona. Pero ella no iba a ver la mansión. Cuando el peñasco sobre el que se erguía majestuosa la mansión apareció a lo lejos, Seo entrecerró los ojos. A lo lejos, distinguió las verdes y cuidadas praderas de césped que unían los porches y terrazas de White Caps con el océano, y los robles y arces centenarios que rodeaban la casa.

No vio a nadie, e incluso mientras empezaba virar el barco, volvió a mirar.

Se dijo que sería mejor que Jessica no se acercara al lugar. La amiga de su difunta esposa que había sobrevivido al accidente de yate se estaba recuperando allí con su familia. Seohyun no sabía si Jessica lo sabía, o si querría ver a Yuri, pero prefirió no arriesgarse. Últimamente su amiga había tenido demasiadas sorpresas desagradables.

La voz de Jessica interrumpió su concentración.

 —Mi esposa te apreciaba, Seo.

—Y yo a ella —dijo ella sin dejar de mirar hacia la casa.

 —Pero te consideraba una mujer peligrosa.

—¿En serio?

—Decía que sabías dónde estaban enterrados todos los muertos de Washington, porque muchos los habías enterrado tú, con tus propias manos.

Seohyun emitió un sonido sordo y continuó mirando hacia la casa que se iba haciendo cada vez más pequeña en el horizonte.

—No es la única que lo piensa —continuó ella. —¿Tú crees?

—Dicen que hasta el Presidente se anda con pies de plomo cuando tiene que tratar contigo.

—Habladurías —dijo Seohyun, mirando hacia la casa una vez más—. Sólo habladurías.

—Teniendo en cuenta cómo estabas mirando a esa casa; no estoy tan segura —dijo Jessica ladeando la cabeza hacia un lado y mirándola con curiosidad—. ¿Quién vive allí? O más exactamente, ¿qué quieres de ella?

Seohyun permaneció en silencio y la suave risa de Jessica flotó en el aire.

—Sea lo que sea me da lástima. Porque tienes cara de estar al acecho y lista para saltar.

-------*--------

En WhiteCaps:

—Estate quieta o te pincharé —dijo Yoona Hwang a su hermana.

 —Ya me estoy quieta.

—Entonces ¿por qué este dobladillo, parece un blanco a la carrera? -Yoona se echó hacia atrás y observó su obra.

El traje de novia de satén blanco colgaba elegantemente de los hombros de su hermana Tiffany,  Yoona había tenido mucho cuidado con el diseño evitando el exceso de adornos y buscando un estilo sencillo y elegante que hiciera juego con la personalidad de su hermana.

 Para Tiffany, unos pantalones vaqueros podían ser una prenda de vestir si se llevaban con el pelo recogido en un moño.

—¿No parece que llevo un vestido que no es mío? —preguntó Tiffany.

 —Estás preciosa.-dijo la menor con una sonrisa.

Tiffany rió sin amargura.

—La guapa de la familia eres tú, no yo. Yo soy la hermana práctica y fea, no lo olvides.

—Ah, pero la que se casa —le recordó Yoona aun sonriendo—. Me alegro mucho por ti.

 Todos se alegraban por ella. Toda la pequeña ciudad de Saranac Lake estaba encantada e invitada a las celebraciones que tendrían lugar seis semanas después en White Caps.

—Cuando termine con los arreglos, te quedará perfecto. Ahora te lo puedes quitar —dijo Yoona.

—¿Hemos terminado?

Yoona asintió y se levantó del suelo.

—Lo coseré esta tarde y mañana haremos otra prueba.

—Pero no olvides que esta noche tienes que ayudarnos. Vamos a servir en la fiesta de cumpleaños del señor Seo. Le recordó a su hermana menor.

Yoona se afanó en recoger la caja de la costura para disimular la alegría que sentía; No quería que su hermana se diera cuenta, pero esperaba la llegada de aquel día con expectación.

—Lo sé.

—Y la fiesta puede alargarse hasta tarde.

—No importa.

Yoona sabía que tampoco podría dormir cuando regresara a casa.

—Te casas dentro de mes y medio y tengo que terminar el vestido. A menos que prefieras acercarte al altar en ropa interior —dijo a su hermana—. Aunque supongo que Tae preferirá guardar esa imagen sólo para sus ojos. Además, ya sabes que me encanta hacerlo, sobre todo si es para ti.

Yoona se volvió hacia su hermana. Ésta estaba mirando por la ventana, acariciando con gesto ausente el vestido.

—¿Tiff? ¿Qué ocurre?

—Anoche le pedí a Yuri que me acompañara al altar.

—¿Y qué te dijo? —susurró Yoona, aunque sabía que sería difícil lograr que su hermana fuera a la ceremonia.

—No quiere. Dice que no quiere llamar la atención. —Tiffany sacudió la cabeza —. No puedo explicarlo pero me encantaría que fuera… ¡Oh, cómo me gustaría que estuvieran aquí papá y mamá!

Yoona tomó las manos de su hermana.

—A mí también —le aseguró, entendiendo su dolor.

Después Tiffany se quitó el traje de novia de satén blanco y Yoona lo extendió sobre su mesa de trabajo. El dormitorio no era muy espacioso, por lo que en la máquina de coser el maniquí y los rollos de tela apoyados contra la pared no quedaba, mucho espacio libre.

A lo largo de los años, había sido en aquel mismo lugar donde había arreglado innumerables trajes de tarde y de noche dé la abuela Boa, Bo Ah Hwang, más conocida como la abuela Boa, sufría de demencia senil y tenía una serie de irracionales obsesiones que la hacían sufrir innecesariamente. Dado que en el pasado había sido una joven de la alta sociedad, miembro de una acaudalada y respetada familia de clase alta, y gozado de una excelente educación, la mujer siempre quería estar preparada y lucir sus mejores galas para las fiestas que aseguraba iban a empezar en cualquier momento.

Aunque nunca hubo ninguna fiesta. Desde hacía décadas.

El declive económico de la familia Hwang significó que no había dinero para mantener el lujoso y sofisticado estilo de vida que su abu

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Comments

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UnicornBronze92
#1
Chapter 16: OOHHH YEAAAAH!! A FIN CARAJO!!
*lloranding de felicidad* Gracias por compartir la historia :3
sakuratsukino #2
Chapter 14: actualiza pronto porfa, muy buena historia
mv007842 #3
Chapter 13: Actualiza pronto esta buenisima segire esperando no tardes bay
UnicornBronze92
#4
Chapter 14: Oh dios pero por que son tan tercas estas mujeres ??? SOLO DIGAN QUE AMAN Y YAAAAAAAA
gabriela021
#5
Chapter 13: :O Actualiza prontooooo seo me esta desesperando con esa actitud, le daría unas buena cachetadas para que reacciones. Podrías hacer como una segunda parte de esta historia pero con el yulsic(?) es decir que esta vez se enfoque en ellas, saber que pasará con ellas, y que fue lo que paso para que yuri pasará por aquellas operaciones en su pierna y eso (ya sé, enfado mucho)
gabriela021
#6
Chapter 12: Yo no me quede con ganas de saber sobre el taeny, pero si sobre yuri y jessica, a demás de saber que pasará con yoona y seo
Luhana2005 #7
Chapter 11: ;) gracias.. Una excelente historia..
L2asfje #8
Chapter 12: Alv!! Se les quemo la casa!!
UnicornBronze92
#9
Chapter 12: LA COCINAAAAA!! La casa volo por los aires debido a la fuga de gas .__. oh !!
UnicornBronze92
#10
Chapter 11: Ooooh que genial va esta historiaaa!! me encantaaaaa