MoonByul estaba parada frente a la ventana de su oficina, tenía una vista clara a la entrada del edificio, miraba a las personas entrar y en uno de esos grupo venía Solar tan alegre y sencilla como la recordaba, definitivamente era una muñeca. Llevaba una semana haciendo lo mismo. Ella no era una fisgona, pero mejor era verla que acercarse a ella, eso sería muy peligroso. Esa chica tenía algo que la tenía aturdida como ninguna otra mujer lo había hecho en mucho tiempo desde Bo Ram. 
En ese momento entró SuHo a la oficina sin tocar. Sólo él y Irene se atrevían a algo como eso; estaba muy molesto se le notaba en la cara.
        —Byul, necesitamos hablar ahora. —
Dijo SuHo sin preámbulos.

En otra parte del edificio estaba Irene dando indicaciones a los pasantes.
        —Buenos días chicos, —Saludó tan amigable como siempre. —voy a nombrar a los pasantes y a las oficinas a las que han sido asignados esta semana. —Comenzó a decir nombre. — Sungjae tú vas a finanzas. Hyun-Sik a papelería. Hyo Eun tú vas al departamento de derecho. Hwasa a finanzas, Solar a Publicidad...
     Solar no podía escuchar más nada después de eso. Ella no había rotado, se había quedado con Irene justo donde quería estar y eso la hacía muy feliz. No pudo dejar de notar la sonrisa de Hyo Eun. Definitivamente no le gustó la idea de verla trabajando con MoonByul, había querido volver a ver a la abogada, pero al parecer ésta no había salido de su oficina en toda la semana.
        —Solar, —La llamó Irene y la saco de sus pensamientos. —vamos a mi oficina. —Le pidió. 
      Cuando llegaron a su oficina, Solar le dijo a Irene. 
—Gracias de verdad, me gusta mucho estar aquí. —Pronunció las palabras sin poder ocultar su emoción.
Irene sonrió algo conmovida por la reacción de la pasante.
        —No lo agradezcas chica, me has ayudado mucho con este proyecto y no estoy dispuesta a perderte, menos ahora que tengo tanto trabajo y esos tontos de la remodelación hacen un desastre con mi casa, así que bien ganado tienes tu lugar aquí. Ahora espérame aquí, voy a buscar unos bosquejos que si no están para hoy, voy a matar a alguien. —Yo los puedo buscar. —Se ofreció rápidamente Solar.
        —No, esto lo hago yo, tranquila. Ayer di una indicación y si no se cumplió, lo arreglo de una vez. —Dijo Irene y salió de la oficina.
     Solar se quedó sola esperándola, con todo el trabajo que habían tenido la semana previa, no había tenido tiempo de detallar la oficina. Era muy bonita, con colores alegres y muchas fotos de ella con SuHo. También había unas de MoonByul, se acercó para mirarlas. Había una donde MoonByul llevaba un kimono y alzaba un trofeo, estaba mucho más joven y llevaba el cabello corto, no largo como ahora. Estaba mirando otras fotos cuando sonó el teléfono. Solar lo atendió después de un par de timbrazos.       
         —Buenos días, BM & Asociados.
         —Irene, ¿Eres tú? —Preguntó desde el otro lado MoonByul. Al escuchar su voz, a Solar se le aceleró el corazón. 
          —Em... eh… Habla Solar, ¿Cómo estas, MoonByul? —Respondió con timidez la pasante. Su respiración estaba agitada, así que intentaba controlar la voz. —Irene salió, ¿quieres que le deje algún mensaje?
     Silencio en la línea durante algunos segundos. —Sol busca a Irene y tráela a mi oficina es urgente. —Dijo sin más MoonByul y colgó.
     “Sol, me llamó Sol y se escuchó tan lindo, —Pensaba para sí Solar, pero sin comprender por qué escuchar su nombre dicho de esa manera por MoonByul le causaba tanta emoción, era algo que iba más allá de su comprensión—, pero ¿Por qué ella la llamaría así? Sólo su familia usaba ese diminutivo”. No quiso pensarlo más. Ella dijo que era urgente así que salió disparada a buscar a Irene.

     Cinco minutos después, entraban las dos a la oficina de MoonByul.  SuHo estaba sentado en el sofá que estaba en la oficina de MoonByul, al ver a su esposa entrar a la oficina, su rostro se transformó por la rabia, se acercó de una zancada a MoonByul y la sujetó a MoonByul por la camisa. Entre dientes le dijo:
       —¡Comadreja traidora!, ¡¡la llamaste!!
       —Tranquilo SuHo, esto debes hablarlo con Irene, es algo de dos. —Le dijo tranquilamente MoonByul a su amigo, tratando de calmarlo e intentando zafarse de su agarre. 
     Irene al ver la actitud de su esposo, corrió hacia ellos y puso su mano sobre la de SuHo e intentó que soltara a MoonByul.
         —SuHo, suéltala y dime qué pasa. —Le exigió Irene a su esposo.
     SuHo mecánicamente la soltó, pero sin dejar de mirar a MoonByul. Cuando la abogada se vio liberada, aprovechó y tomó la mano de Solar y se la llevo a un pequeño cuarto que tenía en su oficina donde se cambiaba de ropa cuando era necesario. Era una habitación pequeña con un banco y acceso al baño de la oficina. La habitación era tan pequeña que no podían estar a más de un metro de distancia.
       —Disculpa por favor que te arrastrara a esto, pero la verdad es que SuHo e Irene necesitan revisar esto juntos y a solas. — Le explico MoonByul a la pasante casi susurrando.
     Solar se removió un poco para intentar sacudir el temblor de su cuerpo.
        —Disculpa que te lo pregunte pero, ¿Qué pasa? —Le pregunto Solar a MoonByul con cierta precaución, no quería parecer una entrometida.
     MoonByul, miró la puerta detrás de Solar, tomando tiempo para decidir si contarle a Solar o no. respiró profundo y de nuevo miró a los ojos a la pasante.
       —   Supongo que ya que te arrastre a esta situación y a este cuarto, mereces que te lo cuente. —Hizo una breve pausa. —Veras, SuHo y Irene, como toda pareja enamorada, decidieron tener un hijo. Mi tío se enteró y explotó la bomba. Como sabes, esta compañía se llama “BM” de Bae y Moon mi tío quiere que el niño lleve el apellido Bae en lugar de Kim, que es el apellido de SuHo y él está muy dolido por eso, siente que lo continúan rechazando por no ser rico de cuna.
     Solar escuchó con atención y se quedó meditando en las palabras de la abogada, de pronto sorprendió a MoonByul preguntándole:
        —¿Qué piensas tú de esto MoonByul?, me gustaría saber tu opinión.
     MoonByul pensó unos segundos antes de contestar.
       —Yo pienso que un apellido puede abrirte puertas en la vida. Bae es un apellido de legendario que dónde se escuche, iluminará el lugar. Así funciona tristemente nuestra clase. Sin embargo, si se me concediera el milagro de tener un hijo, me importaría muy poco el apellido que llevara. Me sentiría agradecida con Dios solo por tenerlo, pero eso nunca va a ocurrir. —Finalizó MoonByul casi con tristeza.
     Solar se aproximó a MoonByul un poco más, sentía su tristeza aunque no terminaba de comprenderla. MoonByul, ¿Por qué piensas que no vas a tener hijos?
     MoonByul sonrió ante lo que a ella le pareció una inocente pregunta.
        —No sé si lo sabes Solar, pero soy lesbiana y además de eso no merezco tener un hijo, no sabría ser su madre. —Dijo casi con amargura la abogada.
     A Solar le sorprendió la seguridad con que MoonByul sentenció lo de ser madre. Pudo ver dentro de MoonByul el deseo oculto de convertirse en madre. Se acercó un poco más, la necesidad de consolar a MoonByul era muy superior a todas sus reservas.
       —El que seas lesbiana no es una limitación para tener un hijo y escúchame Moon Byul Yi, serias una excelente madre, —Le aseguró Solar con firmeza. —no te permito pensar lo contrario. —MoonByul la miró sorprendida, nunca nadie le había hablado así.
     Dicho esto, MoonByul perdió su reservas y giró el rostro para que Solar no viera la tristeza que reflejaban sus ojos. Una familia era algo que ella deseaba pero no se sentía capaz de tener y mucho menos de merecerla. Estaba contándole sus mayores anhelos y tristezas a una desconocida, era una locura pero se sentía tan natural.
     Solar no pudo soportar más verla tan triste, se acercó a ella y la abrazó. MoonByul se sorprendió al sentirse rodeada por los cálidos brazos de la pasante y sin pensarlo un segundo, le devolvió el abrazo y se quedaron así más tiempo de lo que sería reglamentario para un abrazo de consuelo, pero ninguna de las dos era capaz de soltar a la otra.

     Solar se percató de que la oficina estaba en silencio, se notaba que ya Irene y SuHo habían salido y no existía razón para seguir en ese cuartito abrazada a una mujer que, además de todo, le gustaban las mujeres. Tenía que retomar el control, esto no estaba bien y ella no podía dar una impresión errada, porque a fin de cuenta, a ella no le atraían las mujeres. Al menos eso era lo que pensaba hasta ahora. Siempre le había gustado el cuerpo femenino, en especial así como el de MoonByul, fuerte y suave. Porque, Dios, esa mujer era todo eso y más, pero de eso a pasar a enamorarse de una, a pecar de esa forma, no era posible. Ella sencillamente estaba apoyando a alguien que lo necesitaba y eso era todo, así que era hora de regresar a la realidad.
     Solar se apartó un poco.
        —MoonByul, creo que ya se marcharon, espero que solucionaran todo. —Dijo.
     —Oh sí, es cierto, salgamos de aquí. — Respondió MoonByul algo sobresaltada porque estaba sintiendo demasiado, un minuto más y de seguro comenzaría a acariciarla y un segundo más, pasaría a besarla. Se reprendió a sí misma por esos pensamientos. Esa chica la consolaba y ella pensando en seducirla.
     Salieron de la habitación y a MoonByul se le comenzaba a hacer incómodo el silencio entre ambas porque insistían en volver a su cabeza esos pensamientos. Para llenar el silencio, dijo:
       —Sol, ¿Me permites invitarte a comer? Ya es mediodía y no creo que Irene te de trabajo por el resto del día.
     “Dios me llamo Sol de nuevo, que lindo se escucha de sus labios, ¿Cómo decir que no?” — Pensaba Solar.
       —Claro MoonByul, acepto tu invitación, vayamos a comer, dicen que el comedor tendrá carne a la parrilla hoy.
       —Nada de eso señorita, vamos a comer afuera y ya que te gusta la carne, — MoonByul parecía emocionada ante la mención de la carne. —vamos a ir a restaurante que me gusta mucho y comeremos carne término medio.
       —¿Término medio? —Preguntó Solar frunciendo el ceño bastante extrañada. Había escuchado el término, pero no nunca había probado la carne así.
     Entraron en el ascensor. Casualmente eran las únicas allí así que la conversación siguió muy amena.
       —Sí, me encanta la carne medio cruda, es una delicia. ¿No la has probado? —Le preguntó MoonByul y al ver el gesto en la cara de Solar, supo la respuesta. Se rió por la cara de la pasante. — Mira, tienes que probarla, no puedes saber si te gusta o no, sino la pruebas.
     Más gestos de desagrado en la cara de Solar. Más risas de parte de MoonByul.
    —Al menos pruébala, estoy segura que te va a gustar. —La instó MoonByul, guiñándole el ojo. 
     Llegaron a un restaurante que, según la perspectiva de Solar, definitivamente se parecía a MoonByul. Tenía el aspecto de ser unas cuevas, paredes de ladrillos, iluminación media. El suelo era de vidrio y debajo de él había botellas de vino. Para Solar era impresionante, nunca había estado en un lugar tan sofisticado.
     Al entrar, todos saludaban a MoonByul, el maitré muy solícito las recibió y les indico el camino hacia una mesa al fondo del restaurant. El hombre de la barra también saludó a la abogada de una manera bastante afectuosa, lo que no dejo de inquietar a Solar.
     Al llegar a la mesa, se sentaron y el maitré les entregó la carta de bebidas y se retiró para darle unos minutos mientras se decidían. Solar miró a MoonByul que en ese momento levantó la cabeza y le sonrió, luciendo bastante feliz. A Solar le pareció que los ojos de MoonByul estaban tan limpios, tan dulces que les encantaron. MoonByul había vuelto la vista a la carta y sin dejar de mirarla, preguntó:
       —Dime Solar, ¿Tomas vino? —Al no obtener una respuesta, MoonByul levantó la vista de menú y miró a Solar. En su cara había una leve mueca.
       —La verdad es que el vino me da sueño. — Confesó tímidamente la pasante.
     MoonByul sonrío y puso a un lado la carta. —¿Qué sueles tomar entonces Solar? — Preguntó con curiosidad.
       —Pues, me gustan las cervezas y el Whisky acompañado con una gaseosa de limón.
       —¡¿Qué?! ¡No, por dios! —Casi gritó MoonByul. —Estás loca mujer, con una gaseosa se pierde el sabor del Whisky, no puedo si quiera imaginarlo.
     Solar la ver la reacción de MoonByul no pudo más que reírse, parecía que la sola idea de juntar esas dos bebidas, era el mayor pecado del mundo.
       —Tienes que probarlo. —Le dijo Solar sonriendo.
       —Jamás lo haría, nunca. —Aseguró MoonByul poniendo cara de una niña malcriada que se niega a comer su sopa. Sin embargo, lo dijo sonriendo. 
     Solar contempló la sincera sonrisa de la abogada, era la primera vez que la veía de un modo tan natural. “Definitivamente me encanta su sonrisa, debería hacerlo más a menudo” —Pensó Solar.
      MoonByul pidió ensalada, tostones, espetadas término medio, acompañado de dos cervezas, por supuesto, ordenó todo sin preguntarle a Solar, sencillamente ordenó la comida. Solar pensó que debería estar molesta pero muy por el contrario, eso le pareció lo normal en MoonByul, estaba acostumbrada a llevar las riendas. Era como una niña malcriada, era verdad pero una malcriada adorable. Al darse cuenta de sus pensamientos, sacudió un poco para alejarlos de su mente, definitivamente, tenía que sacar esos pensamientos de su cabeza.
     Mientras esperaban la comida, conversaron un poco y disfrutaron de la fría cerveza. No tuvieron que esperar demasiado por la comida, pronto fue servida y Solar se quedaba silenciosamente admirada por cómo se servía la carne aún cocinándose frente a ellas. MoonByul amablemente sacó un trozo de carne de la vara y la sirvió en el plato de Solar.
       —Prueba la carne, —La instó MoonByul. —si no te gusta podemos pedir otra cosa.
     Para Solar era la primera vez que probaba una carne término medio, al cortarla con el cuchillo podía ver lo rosado de la carne, de ella brotaba jugos de sangre. Cortó un pequeño trozo y lo llevo a su boca. Lo degustó por unos segundo, sintiendo por primera vez el sabor vivo de la carne cruda. Se sorprendió gratamente por la mezcla del sabor y la jugosidad.
       —Está muy rica, es más jugosa y se siente más el sabor, es increíble, me gusta.
       —Te lo dije, algunas veces tenemos que animarnos a probar. La primera vez que me lo ofrecieron así, medio cruda, estaba en Brasil, — Comenzó a relatar MoonByul. —y dije que no, pero luego me lo pensé mejor y me dije a mi misma ¿Por qué no? Al fin y al cabo no soy precisamente amante de lo común. —Culminó la abogada tomando un sorbo de cerveza y guiñando el ojo.
       —De verdad, me gusta, está todo muy rico. —Dijo Solar.
     “Dios que hermosa es esta mujer”, pensaba MoonByul, “parece de mentira, que feliz me hace estar con ella, es como si su sola mirada me iluminara el alma. Me da la impresión que disfruta de mi compañía, ¿Será que lo intento? Ella es tan diferente, tan dulce, tan tierna y tan hermosa”. El rumbo de sus pensamientos la sorprendió. “Ummm, esto es preocupante, me está llegando demasiado hondo debería salir corriendo pero sencillamente no tengo ganas ni fuerzas para escapar de ella”.
     MoonByul luchaba contra su razonamiento, pero había algo dentro de ella que no le dejaba ganar la batalla.
     Habían estado conversando un poco sobre sus vidas y el trabajo mientras terminaban la comida.
       —Solar, deja espacio para el postre te prometo una delicia. —Le dijo la abogada.
       —¿El postre? Pero si esto ya es demasiada comida.—No te preocupes, si queda, nos lo llevamos. La comida no se tira, a algunas personas llevarse la comida le parece algo penoso, pero para mí penoso es dejarla, si no la quieres pues la regalas, muchas personas mueren de hambre en la calle. —Le dijo MoonByul.
       —Sí es así, está bien pero me detengo aquí con la comida, de lo contrario no podré probar ese postre que me prometiste.
     La promesa fue cumplida en todas sus palabras, le trajeron una Crep llena de Nutela flameada en licor, que era una delicia. La charla se extendió más de lo esperado, cuando Solar se percató ya era tarde, tenían varias horas hablando y no se aburrió en ningún momento.
        —Es hora de irme a casa, me la he pasado muy bien pero ya es tarde. —Dijo tímidamente Solar.—Muy bien, pago y te llevo a casa. —La abogada hizo señas al mesero para que traerá la cuenta. Solar no se atrevió a mirar la cuenta pero de seguro sería bastante alta.
     Tampoco se atrevía a mirar a MoonByul en todo el camino de regreso a su casa porque tenía miedo de lo que estaba sintiendo, no comprendía nada, solo deseaba llegar y salir corriendo de ese auto. Ahora le parecía muy poco espacio para ellas dos, cuando llegaron a su casa le dio las buenas noches y fue a abrir la puerta del auto pero en ese momento MoonByul la sujeto del brazo y le dijo:
      —¿Te vas a ir sin darme un beso de buenas noches? Era una frase inocente pero a Solar le tembló todo el cuerpo cuando la escuchó.
       —Claro que no, por supuesto, que te daré un beso de buenas noches. —Dijo Solar temblando de pies a cabeza.
         —Muy bien, porque sería de mala educación no hacerlo. —Una vez que MoonByul le dijo esto, se acercó y le dio un beso en la mejilla muy cerca de sus labios, fue suficiente para que Solar saliera corriendo.
      MoonByul se quedó con ganas de bajarse del carro, alcanzarla y besarla pero lo mejor era darle tiempo para que procesara todo, definitivamente no se lo estaba imaginando, sintió que Solar temblaba y que le había gustado ese beso y se dijo: “La próxima vez que me dé la oportunidad, la beso”.Se fue a su casa y esa noche… y soñó con ella.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~Yo también quiero carné :V