Byul pasaba sus días trabajando, pero esperando el momento de salir para buscar a Solar en la Universidad. El trabajo estaba difícil, cada vez tenia más y más, se acumulaba en un abrir y cerrar de ojos. Su tío le encargó especialmente un proyecto que se estaba desarrollando en el interior superando en sus responsabilidades la parte legal, pero era interesante, realmente estaba aprendiendo mucho. Sin embargo, no quería sacrificar su tiempo con Solar.

Ella también hacia su esfuerzo para compaginar el tiempo con Byul y los estudios. Estaba perdidamente enamorada de esa mujer.

Uno de esos días en que fue a buscarla a la universidad.

—Byul, llegaste tarde de nuevo. —Al final de la jornada, se le complicó un poco el trabajo a MoonByul. —Mira no quiero causarte problemas, mañana me voy a ir a casa, no necesitas buscarme, tienes que descansar. —Le dijo Solar a ver reflejado en el rostro de la mujer que amaba un profundo cansancio.

—No señora, —Se negó la abogada con determinación. —yo necesito de usted, de sus besos, de sus caricias, de sus masajes que tanto me gustan y su comida. —Le enumeró. —Sería más sencillo si no tuviera que llevarte a casa. —Le dijo Byul con cuidado.

Solar se sorprendió. El corazón le dio un vuelco.—¿Me estas pidiendo que viva contigo Byul?

—Te estoy pidiendo que lo pienses porque desde el primer día que despertaste en mi cama, no he pensado en otra cosa que en compartirla contigo Solar —Le confeso mirándola profundamente a los ojos.

Solar sabía que MoonByul siendo sincera, le estaba abriendo su corazón. Estaba tan conmovida, llena de tantas emociones.

—Byul, eres tan dulce mi amor. Mira, vamos a hablar eso este fin de semana, con calma. —Hizo una breve pausa. —Yo no tengo nada que pensar, pero si quiero ir con cuidado por mi familia lo sabes. No quiero que lo hagas porque quieras protegerme, cuando trabaje podré pagar un alquiler y me iré de casa.

—No lo hago por eso, lo hago porque quiero a mi mujer en mi casa es todo. —Dijo Byul como una niña malcriada, pero Solar podía ver todo el sentimiento con que lo decía. Eso la enterneció aún más.

“Como amo a esta mujer”, pensó, sonriendo. —Vamos a hablarlo cielo, este fin de semana, solo cómo lo haremos porque yo estoy segura que quiero amanecer en tu cama por siempre. Mañana tengo examen y necesito estudiar hoy, por favor llévame a casa. —Le pidió Solar a la abogada.

Estaban felices las dos, faltaba mucho por hablar y aunque las cosas estaban caminando bastante rápido, las dos se sentían seguras de lo que estaban haciendo.

MoonByul se encaminó a casa de Solar y en pocos minutos detenía el auto.

—Ya llegamos mi cielo, —Le anunció. —te dejo casa para que estudies y yo voy a ir directo a la cama, estoy cansada.

—Si mi cielo, descansa.

Le dijo Solar y se acercó para darle un pequeño, pero esta la tomó en sus brazos y la trajo a su regazo mientras la besaba con ansías, con desespero. Los corazones se agitaron, las respiraciones se hicieron pesadas.

—Mi amor… —Dijo apenas con aliento Solar. —eres insaciable, aun estoy cansada de ayer. —Confesó la pasante sonriendo. Volvió a besar a Byul y metió las manos dentro de su camisa

—Creo que la insaciable eres tu amor. —Le dijo Byul, ya totalmente enfocada en besar y acariciar a Solar.

Pero de pronto se abrió la puerta del Aston Martin y la voz de hombre interrumpió las caricias.

—¿Qué pasa Solar? ¿Para eso te educaron nuestros padres? —Alzó la voz el hermano de Solar. —Y tu Aston Martin baja del auto y dame la cara. —Exigió alejándose un paso del auto.

Por lo oscuro que estaba dentro del auto, Jung Hwan aún no podía identificar al acompañante de Solar.—Por Dios Jung Hwan, cierra la puerta que ya salgo. —Le pidió Solar con una calma que no sentía, apenas ella y Byul se habían podido arreglar, todo había sido muy rápido.

—No señorita, se baja ahora mismo. —Le exigió de nuevo su hermano y Solar iba a bajar pero Byul la detuvo.

—Un momento, —Se escuchó la voz firme de Byul. Había tardado en reaccionar por la sorpresa, pero ya estaba totalmente alerta. —Solar regresa a tu asiento y no bajes del auto hasta que yo te diga. —Le dijo intentando bajar del auto, pero Solar la detuvo.

—Byul no —Le pidió, pero Byul la corto rápidamente.

—Te dije que te pases a tu asiento. —Le ordenó con voz firme.

Solar obedeció a Byul y se bajó del auto haciéndole frente al hombre que estaba al otro lado del auto. Lo miraba fijamente.

Jung Hwan se quedó mirándola asombrado, no podía decir palabras. Sin embargó, se acerco a Byul, pero ella no se movió ni un milímetro. Le sostenía la mirada con la barbilla muy en alto.

En la cara de Jung Hwan había confusión y rabia al mismo tiempo.

—¿Qué le estas haciendo a mi hermana? — Le preguntó. —Por Dios, es solo una niña. ¿Qué le hiciste? —Le preguntó acercándose mucho más. Su confusión ardía en sus ojos. —Aléjate de mi hermana. —Le exigió hablando con los dientes apretados y empujo a Byul.

MoonByul resistió y se mantuvo firme frente a él. 

—Escucha… —Le dijo también con los dientes apretados. Estaba furiosa, nadie iba a meterse en su relación con Solar. —no he obligado a tu hermana a nada, ella esta conmigo porque quiere. —Se acercó también a él.

—Eso no verdad, ¿Qué le has hecho?

—Si te calmas, le pediré que se baje y que te lo diga ella misma.

—¿Ahora le das ordenes a mi hermana? —No vas a lastimarla, así que o te calmas o subo al auto y me voy con ella.

Jung Hwan pareció enfurecerse aún más.

—¿Yo lastimarla? —Gritó Jung Hwan. —Mi papá va a matarla y luego te matara a ti ¿Entiendes? Dile a mi hermana que baje, yo no voy a lastimarla.

Byul siguió parada firme frente a Jung Hwan, quería asegurase que el hombre se calmara. Finalmente, tras unos segundos, se acercó al auto y abrió la puerta sin dejar de mirarlo.

—Solar, baja del auto y ven conmigo. —Le pidió tendiéndole la mano. Una mano temblorosa la tomó. Solar salió. Tenía los ojos llenos de lágrimas, pero intentaba mantener la calma.

—Byul, escucha, —Le pidió Solar, luego de bajar del auto y acercarse a ella. —vete a casa yo me encargo de mi hermano.

—Ni lo sueñes Solar. No voy a dejarte sola. Solar sabía que Byul hablaba muy en serio, que no iba a marcharse. Se giró hacía su hermano que la miraba confundido. Se acercó a él.

—Jung Hwan escúchame, —Le pidió. —estoy enamorada de MoonByul. Soy muy feliz con ella, se que esto no es lo común, pero es lo que soy.

Jung Hwan la miraba sin decir palabras, pero sus ojos indicaban que dentro de sí había un huracán y que buscaba una explicación.

Tras un par de minutos en los que Solar se mantuvo expectante, habló.

—Dime Solar, ¿Te compró, te lleno de regalos para que le hagas el favor? —Le preguntó Jung Hwan. Solar dejó salir las lágrimas y se tapó la boca para contener el llanto. Las palabras de su hermano la lastimaron demasiado.

—¡Basta! —Gritó MoonByul furiosa y se acercó a Jung Hwan amenazante. Era apenas un par de centímetros más alto que ella, pero estaba segura que le partiría la cara.

Solar la detuvo y le hizo frente a su hermano. —Jung Hwan, dime, ¿Realmente crees que soy así? —Le preguntó solida. Su hermano no le contesto al instante. —¿Sabes qué? puedes inventarte lo que sea para no aceptar la realidad, pero estoy enamorada de Byul, soy muy feliz con ella. —Le aseguró mirándolo a los ojos.

Supo Jung Hwan entonces que Solar le decía la verdad.

—¡Por dios hermanita! —Se acercó y la envolvió en sus brazos.

—Jung Hwan, me has cuidado siempre pero ya estoy grande. Es hora de que asuma mis responsabilidades.

Byul, carraspeó haciendo que ambos la miraran.—Jung Hwan, soy Moon Byul Yi. —Se presentó la abogada con voz firme y tendiéndole la mano a Jung Hwan. Éste se acercó a ella y la estrechó sonriéndole tímidamente. —Soy la novia de tu hermana y no voy a permitir que la lastimen. Te ofrezco mi amistad si la quieres, pero tienes que saber que estés de acuerdo o no, no pienso dejar a Solar. —Le advirtió.

Jung Hwan sonrió y miró a su hermana.

—Ya veo que salió gallito tu noviecita. —Le dedicó una mirada más. —También es bonita hermana, me gusta. —Le dirigió una franca sonrisa a la abogada, pero luego se puso serio. —Y espero que cuides a mi Sol porque de lo contrario te la veras conmigo. —Le advirtió y MoonByul sabía que hablaba en serio.

Ya todo se había calmado.

—Byul, por favor vete a casa, déjame hablar con mi hermano por favor. Ya está todo tranquilo, es hora de que él y yo tengamos una conversación.

Byul miró a Jung Hwan más como una advertencia que nada.

—Está bien. —Le dijo acercándose y poniendo un beso en su la frente de Solar. — Cualquier cosa, llámame… hasta luego. —Le dedicó una última sonrisa.

Le tendió la mano a Jung Hwan, quien de nuevo se la estrechó, se miraron y asintieron ambos en silencio expresando así su acuerdo.

 

 

Una vez que Byul se fue, Solar y su hermano entraron a su casa y subieron a la habitación de la mujer. Era hora de hablar.

—Jung Hwan, soy feliz con ella la amo, es todo lo que he soñado en mi vida.

—Hermanita, pero es una mujer, ¿Sabes lo que eso implica?

—Si, lo se en todos los sentidos.

—Es bonita, tiene dinero, pero eso lo hace más difícil todavía. —Le dijo Jung Hwan.

—¿Crees que no lo se? —Solar hizo una breve pausa. —Tengo miedo de perderla, pero siempre me demuestra que está para mí. Me cuida, me apoya, es increíble. Soy muy feliz con ella. — Le confesó sonriendo como una adolescente enamorada.

Jung Hwan también sonrió.

—Si tú eres feliz, yo soy feliz hermanita. — Le dijo acariciando su mejilla.

La conversación se alargó un poco más y Solar estaba contenta de que al menos su hermano estuviera de su lado, pero todavía faltaban lo peor. Sus padres. 

 

A la mañana siguiente Byul llego temprano a la oficina. Seguía preocupada por Solar aunque la había llamado y le había asegurado que todo estaba bien. A ella no le gustaba lo que los hermanos decían de sus padres, pero de algo estaba segura, no iba a permitir que le hicieran daño a Solar. Ella cuidaría de su mujer.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por su tío, quien entró sin tocar a su oficina.

—Byul, muchacha, tengo un trabajo para ti. — Le dijo sin preámbulos. —Te vas a la sucursal de Lima a encargarte del nuevo proyecto. Es necesario que todo se cierre en tiempo, es un mes y medio. Si todo sale bien, recibirás una bonificación y estarás a un paso de estar en la junta. 

—¿Mes y medio tío? Es demasiado. —Le contesto Byul.

—¿Es que acaso algo es más importante para ti que levantar esta empresa?, ¿La empresa de tus padres? —Le preguntó inquisitivo.

—No tío. —Dijo Byul. Ella no podía defraudar a sus padres.

—Muy bien, sales mañana temprano. Me reportaras a mí personalmente. —Le dijo el hombre cuando salía de la oficina.

En cuanto su tío se fue, Byul llamó a Irene. 

—Hola Irene.

—Hola Byul, ¿Cómo está mi cuñis?

—Está muy bien, gracias. —Le respondió y luego fue directo al grano. —Irene, mi tío me envío al proyecto de la sucursal en Lima.

—¿Qué? Pero eso es de un mes y medio a dos meses.

—Tal como lo escuchas. —Byul tenía una opresión en le pecho. Sentía que no podía respirar. ¿Cómo iba a poder alejarse tanto tiempo de Solar? —Irene, quiero pedirte un favor. Encárgate que Solar entre en la pasantía, es muy importante para ella que esto ocurra.

 —¿Qué te preocupa Byul? 

—Mi tío es un buen hombre, pero ambicioso puede que no le guste que esté con Solar. Ya sabes, no es de clase alta.

—¿Buen hombre? Por Dios Byul, nunca lo fue y nunca lo será. —Irene siempre trataba de abrirle los ojos a Byul con respecto a su tío. —No solo me encargare de su pasantía, también dile que si tiene problemas que me llame. Yo la cuidaré por ti. —Le aseguró tranquilizando así a Byul.

—Gracias Irene. 

 

Esa tarde, cuando Byul fue a buscar a Solar estaba muy preocupada. ¿Qué pasaba sino la esperaba? ¿Y si Solar no comprendía sus razones? Esas preguntas rodaban la cabeza de Byul. Era su mujer, tenia que entender por qué ella necesitaba hacer esto.

Igual que todos los días, recibió a Solar con una sonrisa y un beso, aunque por dentro estaba paralizada.

—Hola cielo, me fue muy bien en el examen. ¿Qué tal si esta noche vamos a tu apartamento y me consientes un poquito como tu sabes? —Le dijo Solar con picardía y guiñándole un ojo.

MoonByul quería contagiarse con la alegría de Solar, pero no podía.

—Tenemos que hablar Solar. —Le dijo con seriedad, esto captó la atención de Solar.

—¿Qué pasa amor? —Preguntó preocupada Solar.

Byul respiró hondo antes de contestar, mientras tomaba las manos de Solar. Le sonrió intentado tranquilizarla y tranquilizarse ella misma.

—Tengo que viajar por un mes y medio o dos, —Dijo despacio. Vio los ojos de Solar sorprenderse. —pero trataré que sean sólo cinco semanas. Trabajaré día y noche si es necesario. — Le aseguró.

Solar guardó silencio por unos segundos procesando en su mente la noticia.

—Pero ¿Por qué te vas? ¿Qué pasó? ¿No me quieres? —Solar soltaba una pregunta tras otra sin darle tregua a Byul. —¿Fue por lo de ayer?

—No, no mi amor, —Byul trató de tranquilizarla para poder explicarle la situación. —no quiero dejarte. Es que mi tío me envío a este trabajo y me dijo que si lo hago bien estaré a un paso de la junta y tengo que hacerlo, se lo debo a mis padres.

Solar volvió a guardar silencio uno segundos. Miraba a Byul en busca de la verdad. Y allí estaba, honesta y transparente como siempre. En su rostro se formó una sonrisa que vino a tranquilizar a Byul, quien sintió que había estado sin respirar por mucho tiempo.

—Esta bien amor, yo se lo que significa para ti, —Le dijo Solar acariciando su mejilla y acunándole la cara entre sus manos. —pero te voy a extrañar tanto. —Frotó su nariz con la de la abogada. —¿Esto es realmente necesario? 

Byul respiró profundo.

—Si amor, es algo que tengo que hacer. 

—Está bien, ¿Cuando te vas? 

—Mañana.

Sofía se abrazó a Byul y rompió a llorar, no podía imaginarse tantos días sin ella. Byul le devolvió el abrazo.

—No llores mi amor, estaré contigo muy pronto. —A ella también se le estaba partiendo el alma. No quería separase ni un segundo de Solar. —Créeme regresaré lo mas pronto que pueda. Si tienes algún problema, el que sea llama a Irene. Yo te llamaré todos los días. —Le aseguró.

Cuando la bogada dejó a Solar en su casa, ella todavía lloraba. 

 

Byul no necesitaba el dinero, pero tenia que hacerlo por sus padres. Era su deber, era el peso del apellido. Solo le hubiera gustado dejar a Solar en su casa, podría estar más tranquila.

Los días pasaron lentamente. Solar y Byul hablaban todos los días, las dos sufrían la una por la otra, se extrañaban muchísimo aunque se mantenían en contacto, extrañaban el calor de cada una.

 Byul trabaja día y noche para terminar el proyecto lo más pronto posible. Solar estudiaba duramente para pasar todos los exámenes, así le quedaría solo la pasantía para terminar su carrera.

Cuando habían pasado cuatro semanas del viaje de Byul, Solar recibió una sorpresiva visita en la Universidad. Estaba sentada en unos de los locales donde solía pasar el rato entre clase y clase, de pronto cerca de ella sintió una presencia, levantó la cabeza y allí estaba.

—Buenas tardes Solar. —Pronunció el hombre delante de ella con su profunda voz. Solar dudó unos segundos.

—Buenas tardes, —Hizo una breve pausa. —disculpe, me sorprendió verlo. No espere verlo en la universidad. ¿Puedo ayudarlo en algo? —Le preguntó Solar al tío de MoonByul. El hombre sonrió. —Vine para hablar contigo chiquilla. —Claro, con gusto. —Le ofreció con un gesto una de las sillas que rodeaban la mesa.

—Pidamos café. —El hombre hizo una señal a unos de los mesoneros, quien se acercó rápidamente y tomó la orden.

Solar estaba muy extrañada, ¿Qué podía querer hablar el tío de Byul con ella?

En un par de minutos tenían frente a ellos un par de tazas con humeante café.

—Seré directo jovencita. —Tomó un sorbo de café. Solar se daba cuenta que buscaba intimidarla. —Usted esta saliendo con mi sobrina y quiero que tenga claro cuál es su lugar.

—Si, soy su novia. —Le dijo Solar con firmeza, aunque ella ya se imaginaba por donde venia la cuestión. Este hombre no quería nada bueno con ella.

—No eres su novia, —Le aclaró sin rodeos. La miró fijamente para darle efecto a sus palabras. —eres una aventura, un momento placentero. MoonByul sólo está probando lo que es salir con una niña necesitada. Mi sobrina es muy protectora, pero “su novia”, no lo eres, eso es para las de su clase. Solar tuvo que inspirar muchas veces para mantener la calma y tenerle paciencia al hombre.

—Mire señor, discúlpeme pero usted no me va a ofender y si es lo que tiene planeado hacer, será mejor que me vaya.

Solar comenzaba a levantarse para irse pero El Señor Moon la detuvo.

—Espera, tengo un trato para ti.

—Escúchame muchacha. —Le pidió, no estaba dispuesto a ceder. —Mira, después que te gradúes trabajaras en mi empresa. Eres buena en lo que haces, —Que dijera eso sorprendió a Solar. —por lo cual eso no será un problema. No me meteré en tu relación con Byul, dejaré que te dé lo que le pidas y podrás estar tranquila. Lo único que debes hacer es mantenerte en tu lugar.

—Quiere decir ser la otra, la amante, pero no la novia o la esposa.

—Exacto, pero para alguien como tú, eso es bastante.—¿Para alguien yo? —A Solar se le agotaba la paciencia. Esta vez se levantó de la silla, no estaba dispuesta a seguir aguantando al hombre. — A usted le queda grande hablar conmigo, así que olvídese, la única que me puede alejar de su sobrina, es ella misma. Ahora me voy, tengo estudiar, tengo mejores cosas que hacer. —Se dio la vuelta. —Que tenga un buen día. —Le dijo por sobre el hombro.

El Señor Moon se quedó sorprendido que a mujer se fuera sin más.

—Cometes un error muchacha, lo pagaras caro. —Fueron las últimas palabras que oyó Solar al alejarse.

Solar se fue llorando, aguantó todo lo que pudo para que el tío de Byul no la viera. “Ese hombre es un miserable. ¿Qué se ha creído?”, pensaba Solar mientras se alejaba. Ella estaba enamorada y esperaba todo. Con Byul era fácil imaginarse un hogar, una vida. No podía compartir a Byul porque era suya y ella era su mujer.

No le contaría a MoonByul de eso, pero necesitaría hablarlo con alguien. Decidió pasar por la casa de Irene. 

 

Una vez en casa de Irene, le contó todo lo que había ocurrido mientras lloraba. Aunque delante del tío de Byul se mostró fuerte, lo cierto era que se sentía muy mal y además, sola. Sin Byul, era más de lo que podía soportar.

Irene estaba molesta por lo que había hecho el tío de MoonByul.

—Ese miserable ha tratado siempre mal a Byul, solo que ella es tan buena que no lo ve. ¿Cómo se atrevió a hablarte así?

—Me sentí muy mal, —La imaginación de Solar se había llenado con las palabras del tío de Byul. —¿Será que Byul piensa lo mismo que su tío?

—No pienses eso ni por un momento Solar, ella te ama y sus intenciones son serías contigo. Es más, ya la voy a llamar, te aseguro que mañana estará aquí. —Dijo Irene dispuesta a llamar a su amiga.

—¡No! —Detuvo a Irene. —No lo hagas por favor, no es necesario. Ella está muy ocupada, no quiero darle más problemas.

—Ella tiene que saberlo Solar.

—No por favor, —Le pidió de nuevo a Irene. Al ver que esta cedía se sintió más tranquila. — Ahora tendré que buscar otro lugar donde hacer la pasantía.

—De eso nada Solar, olvídalo. Se lo prometí a Byul, tú vas a entrar, te lo ganaste.

—No Irene, mejor es que no. —Solar estaba muy pesimista.

—Bueno amiga, —Dijo Irene cruzándose de brazos frente a ella. —o entras o llamo a Byul en este instante y le cuento todo. 

—No puedes hacer eso. 

—Si puedo, es por tu bien. Así que yo guardo silencio y tú entras a la pasantía. —Se sentó junto a ella. —Créeme cuñi, tiene que ser así. Esa empresa también es mía y de Byul, por lo tanto tuya y de tus hijos si se animan a dar ese paso, así que cuídala. —Le dijo sonriéndole y guiñándole un ojo. 

Solar sonrió. 

—¿Hijos?

 Unos pequeños Moon, dulces y malcriados como Byul. Si, definitivamente. Si llegaba ese momento, ella daría ese paso, de eso estaba segura Solar. Nada la haría más feliz que tener los hijos de Byul. Formar una familia con ella seria tocar el cielo con sus manos.

Que increíble era todo, hasta hace nada no se plantearía una cosa como esta y hoy, estaba dispuesta a dar ese paso sin dudarlo ni por un instante.

 

 

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Bueno un capitulo un poco mas nutrido. :V nos vemos beibes

PD:  merugoo: el capítulo 10 también me dio la impresión de que dejo algunas cosas en el aire, así que re-lei los capítulos y están bien solo que el capítulo 9 es muy corto sin muchos detalles algunos capítulos son eventos del día tras día algunos de días y semanas posteriores por ello algunas cosas quedan sin resolver este libro es una lectura ligera sin mucho embrollo con escenas uales insinuadas(pero yo las agrando :V tehehehe) solo para que imaginemos el resto al igual que algunas situaciones de violencia por ello me e tomado mi tiempo con cada capitulo modificar muchas de las escenas algunas son ultra sosas y hay que meterle otras simple mente las e dejado tal cual solo adaptando nombres de personaje en fin el capitulo nueve y diez dejo algunos vacíos que nos dio la impresión de que allá falta contenido la autora es de dejar muchas cosas tacitas y sobrentendidas. Y gracias por la observación me da gusto que estén los lectores al pendiente un abrazo :*