Los días pasaban con tranquilidad, ajustándose a sus nuevas vidas, a sus distintas formas de ser. Byul dejando tirada la ropa por todos lados, Solar mandándoselo a recoger, haciendo las compras, cambiando cosas, colocando fotos. Algunas veces en desacuerdo con las cosas, pero sumidas en una profunda felicidad. Cada una ponía su granito de arena en la relación. El amor se sentía en todas partes, estaban más que seguras del paso que habían dado, habían formado un hogar que se sentía sencillamente natural y lleno de felicidad.

—¿Qué tal está tu familia Solar? —Le pregunto Irene una vez mientras estaban en la oficina.

—Están bien, papá acusa de que Byul de que lo mandó a golpear. Byul me dice que no, pero no estoy segura de creerle. Cada vez que me responde no me mira a los ojos.

 

—Mi hermano siempre me llama, él hace tiempo se fue de casa y alquiló una habitación y me dice que vive tranquilo, que debí marcharme hace tiempo. Mi madre me llamo para pedirme dinero, apenas cobre le comenzaré a depositar una pequeña pensión que aumentaré una vez que tenga un trabajo estable. —Le explicó Solar.

—Dile a Byul, ella se encargara de eso, no necesitas sacar dinero de tu paga de pasantía, yo se que los pasantes no ganan casi nada.

—No por favor, no quiero que se entere. No quiero darle más problemas, además estamos muy bien en estos momentos, tenemos que ajustarnos a vivir juntas en eso quiero enforcar nuestro tiempo.

—¿Cómo te va con Byul? —Preguntó Irene. —Yo sé que es una mujer difícil algunas veces. 

 

—No que va, —Dijo Solar. —es un amor.

Tiene sus cosas, es necia con la comida y no sabe ni poner mantequilla a un pan. —Se rió. —Lo que no soporto es lo desordenada que es, pero es demasiada dulce cuesta molestarse con ella.

Irene soltó una carcajada, la descripción que hacía Solar no encajaba en nada con la mujer que ella conocía. Claro, solo encajaba lo de desordenada.

—Bueno, en la comida creo que soy igual, —Confesó Irene —pero no soy necia como ella. Se la pasa diciendo: “Me gusta la sopa bien caliente. No mezcles mi comida” —Irene imitó la voz de Byul. Solar reía de buena gana, hacía una muy buena imitación. —Si, realmente es necia esa Byul. 

—Todos tenemos nuestros defectos, también tiene un carácter fuerte. —Dijo Solar.

—Si lo tiene, pero no contigo. Hace lo que sea por ti.

Solar se sonrojó un poco.

—Es tan linda, me ha dejado cambiar todo el apartamento sin rechistar. Me consiente, me mima. Tiene sus defectos, no es perfecta, pero es la mujer que amo.

—Me gusta que la quieras, sino tendría que matarte. —Le dijo Irene y sonrió.

—Lo desordenada, ¿Crees que se lo pueda quitar? —Pregunto Solar frunciendo el ceño.

 

Irene soltó otra carcajada. Solar torció el gesto, ya sabía la respuesta.

—No lo creo, pero ¿Qué tan desordenada es? Siempre hemos sido amigas pero nunca hemos vivido juntas. Cuando va a mi casa deja la chaqueta o lo que cargué en el primer lugar que encuentre.

—La chaqueta, espera que te cuento algo sobre la chaqueta. —Irene se preparó para escuchar la anécdota. —El otro día compramos una mesa bella, me encantó. Era costosa, pero Byul se empeñó en comprármela. Cuando la llevaron al apartamento, la puse en el lugar justo que imagine para ella, a los pocos minutos Byul le montó su chaqueta como si fuera un perchero y la rayó. — Irene reía a carcajadas. —Los pantalones los deja donde se los quitas, así sea en la cocina. Es terrible. —Culminó Solar.

—Byul, ¿Se desviste mucho en la cocina? — Pregunto Irene con malicia. —Ya veo que muy a menudo comen postre.

Solar se puso tan roja como un tomate y Irene estaba que caía al piso de la risa.

En ese momento entraron SuHo y Byul a la oficina salvando a Solar de los comentarios mordaces que le estaba lanzando Irene sobre la cocina.

—¿De que se ríen? —Preguntó SuHo.

—Yo no estoy riendo. —Aclaró contrita Solar.

—De los desórdenes de Byul. —Dijo Irene aún riendo.

 

Byul se defendió de inmediato. 

—¡Heyyyy!... es solo un poco. Irene volvió a ser presa de un ataque de risa. 

—Es mucho… —Dijo Solar, levantándose de su silla y acercándose a MoonByul —pero igual te amo. —La beso ligeramente en los labios.

—No te preocupes siempre fastidian por algo, —Defendió SuHo la causa. —yo voy al baño y subo la tapa, siempre me reclaman que no la bajo. Estoy gastando un montón de dinero remodelando y no me dejan poner dos W.C. Quiero una con la tapa arriba y otra con la tapa abajo.

—¡Por Dios! Que locura. —Dijeron Irene y Solar al unísono.

Ambas rieron y Byul y Solar se miraron sabiendo muy bien que no ganarían una.

 —Tiene su punto. —Apoyó Byul. 

—Sabes que no lo tiene alcahueta. —Le recriminó Irene. 

Renuncia a la vista. 

—Bueno, no tengo esos problemas. —Dijo Byul levantando los brazos en señal de rendición y lanzándole la bola a SuHo, que se defendiera como pudiera.

—No se, tengo mis dudas. —Dijo SuHo y todos rieron a la vez.

La conversación fue interrumpida por el teléfono.

—Hola, buenas tardes. —Contestó Irene, puso atención a lo que decía. —Si, ya vamos. — Torció un poco el gesto mientras devolvía el teléfono a su lugar. —Es tu tío Byul, nos quiere en su oficina a todos. Tiene un muy buen cliente que necesita ser atendido como rey.

 

—Tú también tienes que venir Sofía, mi tío quiere que me ayudes con esta campaña. —Le indicó Irene a la pasante.

Solar estaba sorprendida.

—¿Hablas en serio? —Pregunto Byul también sorprendida.

—Eso fue lo que dijo. —Respondió Irene. —Que bueno, mi tío esta aceptando mi relación con Solar —Dijo Byul, desconociendo la verdadera situación.

Irene y Solar cruzaron miradas.

—Solo tu Byul esperas cosas buenas de ese monstruo. Solar quédate conmigo y prepárate. —Le dijo Irene.

—Vamos Irene, dale una oportunidad a mi tío por favor. —Le pidió su amiga.

Irene negó con la cabeza, no podía creer que MoonByul fuera tan ciega.

 

Salieron todos de la oficina de Irene en silencio, nadie más te atrevió a hablar.

Llegaron a la oficina del tío de Byul, fría como el hielo. Era de un color caoba como los muebles lo que creaba un ambiente oscuro y simplón, solo había un par de fotos. Una de los padres de Byul y otra de su graduación de abogado.

Solar se preparaba tal como dijo Irene porque sabia que el tío de Byul no era de fiar y estaba segura estaba tramando algo, pero nunca le cruzó por la mente tal cosa.

El hombre se levantó de su silla, viéndose tan imponente como lo era. Al ver entrar a todos sonrió con suficiencia.

—Pasen adelante por favor. —Les invitó. —Les presento, para quienes no la conocen a Park Bo Ram y a su hermano Kyung.

Los nombres fueron como un golpe directo al estómago de MoonByul, su mente cayó en un torbellino indescifrable.

 

Solar miró inmediatamente a Byul quien estaba desenfocada y aturdida.

¿Era esa su Bo Ram? ¿Su amor del pasado, la mujer a quien le quería proponer matrimonio, con quien quería tener hijos? Ella nunca le había hablado de eso.

Al observar a la mujer pudo apreciar que era hermosa, no cabía duda. Piel bronceada, cabello y ojos negros, alta, delgada, generosos senos que no habían sido obra de la naturaleza y quien sabe que más era obra de un cirujano. Lo que si se podía concluir a simple vista que era una mujer de clase, elegante y muy bella.

Su hermano se acercó y se presentó a todos con estupenda galantería y Kyung estrechó su mano con todos menos con Byul, a quien con toda confianza, besó en la mejilla mientras ésta permanecía inmóvil y en silencio. Solar ya quería matar a esa mujer y la acababa de conocer. Segundos después Byul logró reaccionar. —¿Cómo esta tu esposo No Ram? — Preguntó Byul tranquilamente.

 

“Aún le duele”, pensó Solar.

Bo Ram sonrió con desdén antes de contestar.

—Estoy divorciada. En cuando me casé era una niña tonta, en ese entonces no sabia qué quería, pero… —Permanecía cerca de Byul y rozó el cuello de la camisa de ésta de manera seductora. —ahora si lo sé. —Su voz se hizo más profunda. —Y llámame Bo, como siempre. Le pidió guiñándole un ojo.

 

Byul permanecía impasible.

“Pues de malas te lo perdiste idiota”, pensó Solar, “Ahora desaparece”.

Al ver que había logrado lo que quería el tío de Byul, intervino.

—Bueno Irene y Solar encárguense de la campaña. SuHo y yo veremos la parte financiera.

Ellos tienen precio especial. —Y dirigiéndose a su sobrina. —Y tu Byul, te encargarás de la cuenta.

—Yo por las empresas Park seré la encargada también de la cuenta. La campaña la pueden ver con mi hermano. —Dijo Bo Ram complacida.

—Muy bien, ustedes dos —Dijo señalando a MoonByul y a Bo Ram, —pónganse de acuerdo, pueden ir a cenar esta noche para que revisen todo.

—Me parece una excelente idea, tenemos mucho de que hablar Byul. —Dijo Bo Ram.

El ambiente era tenso, pero ni Moon Se Yoon ni Bo Ram iban a dar un paso atrás.

—Tío, ¿Podemos hablar en privado? —Le pidió MoonByul a Se Yoon y salió de la oficina. Éste fue detrás de ella.

—Nosotros también nos vamos. —Anunció Irene, no quería seguir soportando la presencia de Bo Ram. Fue seguida por SuHo y Solar.

Bo Ram se quedó con su hermano en la oficina y aprovecharon para ponerse de acuerdo sobre lo que pensaban hacer.

—Kyung, necesito tu ayuda. Se Yoon está de mi parte, se que la puedo reconquistar, lo siento en la piel, el único estorbo es esa pobretona de Solar, ya Se Yoon me puso al tanto. Ella hace nada salía con un hombre, se que eso le debe doler a Byul y tu me la vas a sacar de encima. Yo quiero a Byul de vuelta conmigo, yo seré su esposa eso esta decidido. —Sentenció Bo Ram.

—Será un placer hermanita. Solar está preciosa. Me encantará comerme ese caramelo y será más interesante aún si se lo quito a Byul. — Dijo Kyung.

 

En la oficina de Byul.

—Tío, no puedo trabajar con esa mujer. 

—Estas loca esa mujer, es la ideal para ti, tiene mucho dinero y más aún después de su divorcio. —Los ojos de Se Yoon brillaban por la codicia. —Tiene apellido. Además, esta cuenta traerá buen dinero a la empresa y está dispuesta, más que dispuesta diría a yo, a tener a los Moon Park, ¿Qué te parece? MoonByul estaba sorprendida. —¿Dispuesta? Esa mujer me dejó si es que no lo sabias.

Se Yoon soltó una suave carcajada.

—Era una niña tonta lo dijo o es que no escuchas Byul.

La abogada respiró profundo para llenarse de paciencia.

—Está Solar tío, vivo con ella es mi pareja, no estoy para relacionarme con nadie más.

Se Yoon se acercó un poco a ella y le puso una mano en el hombro como un padre cuando va dar un consejo.

—Byul, te he criado como a un hijo y te digo algo, quédate con Solar, déjala en tu apartamento eso es más de lo que ella podía aspirar. Estará feliz, pero tu esposa… —Apretó el agarre en el hombro de la abogada. —ella no lo puede ser, no está a nuestra altura, ¿Es que no lo ves? 

 

—Ella es la mujer que amo y será mi esposa, tendrá mis hijos eso es lo único que podré hacer por ti. Tendrás a tus Moon. Ella aceptará lo se, pero no más que eso. Ella será mi esposa, no Bo Ram y esa es mi última palabra. — Dijo mirando fijamente a su tío. Estaba más que dispuesta a luchar por Solar.

Se Yoon retrocedió un paso al ver la determinación de su sobrina. Nunca la había visto así. 

—Si te casas con ella sales de esta familia y por lo tanto de la compañía. —Le advirtió. 

 

La abogada no se amedrentó.

—Yo soy accionista, no puedes sacarme. — Dijo con suficiencia.

—Seguirás siendo accionista, pero no trabajaras aquí así de sencillo. Estarás lejos de la empresa de tus padres, seguramente avergonzándolos como siempre. —Sabía cómo atacar a Byul.

 

La abogada perdió la firmeza. Se Yoon se percató rápidamente y actuó.

—Ahora ve y cena con Bo Ram. Es nuestro cliente y piensa lo que te he dicho.

Se Yoon salió de la oficina de Byul sabiendo que una vez más había movido las fichas adecuadas con su sobrina.

MoonByul estaba aturdida. Esto no podía estar pasando. ¿Qué clase de monstruo era su tío? Ella no podía dejar la empresa de sus padres, no podía hacerles eso a ellos. Tenía que pensar en algo y rápido. Tomó el teléfono y llamó a SuHo.

—Ven a mi oficina ahora mismo. —Le pidió al escuchar la voz del otro lado del teléfono.

 

 

Solar caminaba aturdida por la empresa. “Todavía la ama lo sé, no me miró siquiera en la oficina. Ella quería que fuera su esposa y esa mujer se le ofreció en bandeja de plata”, la mente de Solar iba a mil por horas.

—Hola guapa. —La saludó el hermano de Bo Ram sorprendiéndola y sacándola de sus pensamientos.

—Hola. —apenas respondió con una media sonrisa. 

 

Este se acercó galante.

—Parece que nos veremos muy seguido. — Le dijo sonriéndole ampliamente. —Me han dicho que eres una promesa en tu carrera. —Se acercó más a Solar y tomó entre sus dedos un pequeño mechón de su cabello. La pasante con un suave movimiento evitó el contacto. Kyung sonrió y dejó caer la mano. —Tenemos oficinas en Europa donde podría contratarte cuando te gradúes.

Si antes, cuando se presentó en la oficina de Se Yoon, no le había agradado, ahora desconfiaba totalmente de él.

—No tengo planeado salir del país, no creo que eso le gusté a mi pareja. 

—Hablas de Byul, ¿Verdad? 

—Si. —Respondió Solar aunque un poco sorprendida por la pregunta. La tomo con la guardia baja.

 

El hombre volvió a sonreír.

—Aún no lo dices directamente. —El hombre era muy perceptivo. —Quizás seas una heteroual experimentando. 

—No es así.

Kyung seguía sonriendo.

“¿Por qué sonríe este imbécil?”, se preguntó Solar. Era como si el hombre supiera algo que ella no. 

—Es una lástima porque Bo Ram sabe lo que quiere y siempre lo consigue.

Solar no contestó nada, no tenia qué decir. Kyung se encogió de hombros y siguió su camino, dejando a Solar llena de dudas.

“La voy a perder, estoy segura”, pensó una muy triste Solar. Era lo que Byul quería como esposa, una mujer a su altura, de su misma clase y ahora venia a reclamar lo que era suyo.

 

SuHo entró en la oficina de Byul y se encontró con una imagen que no le gusto. La abogada muy seria, pero al mismo tiempo se le veía deprimida. Además, tenía un trago en la mano.

—¿Qué pasa Byul?

—Estoy muy mal amigo, —Le respondió. — y necesito tu ayuda.

—¿La llegada de esa mujer te afectó tanto? MoonByul torció el gesto.

—No te digo que no me sorprendió, —Se levantó de su silla y se paró frente a la gran ventana. Contempló la hermosa vista de la ciudad. —esperé mucho para escuchar que se había divorciado, que sabia lo que quería, pero ahora ya me da igual. Hoy me doy cuenta que Bo Ram fue un simple enamoramiento. —Se dio la vuelta y miró a los ojos a su amigo. —Con Solar ahora se que es amor. 

—Entonces, ¿Qué pasa?

Byul le contó lo que había ocurrido con su tío. 

—No me sorprende. —Dijo simplemente SuHo.

 —Pensé que me quería, pero si lo hiciera no me haría esto. —Byul comenzaba a abrir los ojos. 

SuHo sonrió con ironía.

—A mi me ofreció dinero y meterme a la cárcel, sino fuera por Yunho, tal vez allí estaría. —Confesó SuHo.

MoonByul estaba realmente sorprendida. Una ola de rabia recorrió su cuerpo.

—¡No puede ser!, ¿Quien diablos es mi tío?

 El hombre se alegró de que por fin MoonByul comenzara a ver a Se Yoon como realmente era.

—Tú tío es un manipulador, un estafador y sobre todo, un hombre muy ambicioso. Y tu amiga, eres su oportunidad de aumentar su poder. —Le dijo SuHo mirándola con firmeza.

—Eso no va a pasar. —Sentenció Byul.

SuHo guardó silencio un par de minutos, quería que MoonByul reflexionara.

—Dime algo, ¿Te gusta tanto Solar como para casarte con ella? —Él sabía que la razón de esta determinación de la abogada era por defender su relación con la pasante.

 

Byul se movió hasta su escritorio, abrió la gaveta y sacó una caja cuadrada de terciopelo. La abrió y adentro había un hermoso anillo de compromiso. Era un aro de oro blanco, adornado con un gran diamante en forma de rombo. Ella lo tendió para que él pudiera mirarlo, éste lo tomó y lo contempló por unos segundos, luego en su rostro se formó lentamente una sonrisa de orgullo.

—Está todo dicho amiga, ¿Qué tenemos que hacer? —Pregunto SuHo, supuso que MoonByul tendría un plan y que por eso lo había llamado.

—Necesito que te accedas a los documentos de la empresa, quiero los detalles financieros. — Había determinación en su mirada. —Necesito comprar más acciones, tener más poder que mi tío y presidir la junta.

—Eso es mucho dinero.

—Tu inviertes y manejas mi dinero, dime ¿Tengo suficiente?

—Con buenos precios, puede ser. 

—Contrata investigadores, busca a los accionistas que puedan necesitar dinero. Ofrece tratos, acuerdos. Llama a nuestro amigo de la bolsa, haz todo lo que tengas que hacer SuHo, —Le pidió con decidida a dar el golpe. —No dejaré la empresa de mis padres y tampoco al amor de mi vida. 

SuHo asintió.

—Bien, de acuerdo, pero si tu tío sospecha nos detendrá. —Le advirtió su amigo.

—No lo hará, habla con Irene para que ayude, pero Solar no se puede enterar.

 

Byul había llamó a Solar a su oficina, tenía que hablar con ella, tenía que decirle mucho pero no decirle nada al mismo tiempo.

—Hola Byul. —La saludó la pasante al entrar a la oficina.

Byul levantó la cabeza y sonrió al verla. 

—Hola mi amor, ven quiero hablar contigo. —Le dijo Byul al tiempo que se levantaba y se acercaba a ella. Le dio un suave beso, la tomó de la mano y llevo hasta su escritorio, sentó en la silla y sentó a Solar en sus piernas.

 Solar se resistió un poco. 

—Byul, nos pueden ver.

 —Shhh… —La acomodó más sobre sus piernas y la sostuvo por la cintura. —No me importa ni un poquito. Ahora si te molesta. —La abogada dejó la opción en el aire.

—Ni un poquito. —Le dijo Solar sonriéndole y posando un suave beso en los labios de MoonByul. 

 

La abogada guardó silencio por unos segundos, pero sin dejar de mirarla. Solar frunció el entrecejo interrogándola en silencio.

—Solar, esa mujer fue mi novia en el pasado, —Comenzó a hablar Byul. —me dejó por su esposo. Me dolió mucho, pero me recuperé. Ahora estoy enamorada de ti, eres mi mujer y te amo.

Solar hizo una breve pausa mientras las palabras de Byul penetraban en ella.

—¿La olvidaste Byul? —Preguntó Solar insegura.

—¿Qué clase de pregunta es esa Solar? —Byul se tensó. —Ella no me importa, pero es una clienta importante. Tengo que tratarla bien, por eso tendré que cenar con ella hoy y tal vez algunas veces más.

Solar trató de levantarse de las piernas de Byul, pero ella no se lo permitió. La pasante se negaba a mirarla. Sin embargo, Byul la tomó por la barbilla con delicadeza y la obligó a mirarla.

—Solar, tienes que confiar en mi amor, siempre. Haga lo que haga, tú siempre serás la dueña de mi corazón y mi mujer. La madre de mis hijos. Te hablo con el corazón en la mano.

 

Solar guardó silencio unos segundos. Esos penetrantes ojos la miraban con adoración.

—Yo también te amo y quiero ser siempre eso para ti, no puedo ser menos Byul, no podría vivir con eso.

—No serás menos que eso Solar —Le aseguró. —Nunca. No se cómo si quieres puedes pensarlo. Dame tiempo y confía en mí, apóyame incondicionalmente. No dudes nunca de mí. Mi amor es sincero. —Le dijo Byul y la besó.

Fue un beso suave, pero posesivo. Unos segundos después Solar se alejó unos centímetros para tomar un poco de aire.

—Esta bien Byul, se que hay algo que no me quieres decir, pero confío en ti.

MoonByul respiró con alivio, Solar estaría a su lado, era todo lo que pedía. Le sonrió tiernamente y pegó su frente a la de Solar disfrutando de la presencia de la mujer que amaba, de su aroma. Su perfume la llenaba de calma.

—Solar, quiero preguntarte algo. —Le dijo alejándose ella ahora unos centímetros. —No será ahora, pero mas adelante, ¿Te gustaría tener a mis hijos? —Le preguntó Byul y se sintió vulnerable ante Solar. Que ella aceptará serlo, para ella, era primordial. Formar una familia con Solar se había convertido en su sueño y deseo más anhelado.

—Byul, —Ahora fue Solar quien tomó la barbilla de la mujer que tenía en frente. —nada me haría mas feliz. —Le dijo sonriéndole con ternura y timidez al mismo tiempo.

 

Byul sonrió, pero aún faltaba algo.

—Espera Solar, no he terminado de decirte todo. —Byul hizo una breve pausa. —Quiero que sean mis óvulos y el donante de esperma que tú decidas.

—No me importa si son tus óvulos o los de quien sea, mientras los tenga contigo. 

La abogada sonrió.

—Solar, si alguien te pregunta, di que yo te propuse eso, pero la realidad es que llegado el momento, te inseminaras pero no de mis óvulos. No vamos a complicar más algo que ya es difícil. Solo quiero que lleve mi apellido tanto tu como el niño por un tema legal y por un capricho mío. Me gusta no lo puedo evitar es algo machista lo se aunque no soy hombre y no pretendo serlo, pero soy posesiva. Es una forma de sentir que son totalmente míos. —Le explicó.

—Si quieres que diga que son tus óvulos, lo haré y si quieres que sean tus óvulos lo haré también. Estaré muy feliz de llevar tu apellido y tener a tu hijo. Me siento tuya cielo, y te siento mía también, no lo olvides. —Le dijo Solar.

—Gracias mi amor. —Le sonrió. —Soy tuya para toda la eternidad, pero no le digas a nadie que hablamos de esto. —Le pidió. —Ahora vamos a cerrar nuestro pacto.

 

Solar no entendió.

Byul tomó el teléfono y habló a su secretaria. 

—Por favor, no me pases llamadas y que nadie entre. —Esperó una respuesta. —Gracias. 

Tomó a Solar y la subió al escritorio.

 —¿Los pactos no se cierran con saliva o sangre? —Preguntó Solar.

—Yo prefiero cerrarlos con la lengua. —Le respondió Byul sonriendo con picardía y guiñándole un ojo.

 

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Después de este Capitulo necesitare un Te doble de valeriana :'V 

Bienvenidos a los nuevos subscriptores ya somos 40... No, 41 :V los loveo al igual a los que comentáis allá abajo tenqiu XD .

Y para los que me siguen con REVENGE hay doble actualización... Bueno eso fue ayer. :V

See You beibes!!