Capitulo 10
Por Siempre (Version Moonsun)A la mañana siguiente, Solar esperaba en la puerta la llegada de Byul, quien como dijo, pasó puntualmente por ella. Solar subió al auto y beso a su novia con emoción y luego le relató la inesperada visita de Min Hyuk.
—Es un idiota. —Dijo Byul cuando Solar terminó.
Solar se rió, eran obvios los celos de la abogada.—Menos mal mi hermano Jung Hwan me ayudó un poco, no pienses mal de mis padres solo piensan a la antigua.
—No tienen de qué preocuparse, a ti no te va a faltar nada. —Le aseguró con orgullo.
—Yo no busco a alguien que me mantenga si no que me ame. —Le dijo con ternura la pasante.
—También lo tienes, mi amor, mis cuidados, mi protección todo en un solo paquete. —Le dijo guiñándole un ojo.
Solar soltó una carcajada. Byul tenía cada ocurrencia.
—Si no fuera porque… bueno ya sabes, estarían más que felices contigo. —Le dijo Solar.
—Pero algo es cierto, tengo que dar la cara, no quiero que piensen que no voy en serio.
—No es el momento créeme, tengo que decirte algo. —Hizo una breve pausa. —Mi papá cuando se molesta pierde el control, así que tendremos que esperar un poco.
Los sistemas de alarma de Byul se encendieron y más al ver la cara de tristeza de Solar.—Dime, ¿Qué tanto lo pierde? —Le pregunto Byul.
—No te preocupes, no te va a pasar nada, yo no lo permitiré. —Le aseguró.
—Solar no lo digo por mí, me preocupo por ti. Solar se quedó muy callada y Byul supo que era el momento de cambiar el tema.
—Le pedí la tarde libre para ti a Irene — Le informó Byul.
Solar se sobresaltó.
—No Byul, no quiero que piense que me aprovecho de ser tu novia para trabajar menos.
—No lo va a pensar, es más va contigo. Dijo que se encargaría de que uses muy bien la tarjeta y comprar ropa para mañana. Quiero que pases esta noche conmigo.
Solar sabia que eso podía ser un problema, ella no estaba acostumbraba a dormir fuera de casa. Su papa se molestaría, pero ya era una adulta y se moría por pasar la noche con Byul.
—Está bien, quiero dormir contigo, tengo demasiadas ganas de repetir lo de la otra noche. —Dijo Solar y bajo la mirada con timidez.
A Byul no le pasó desapercibido el gesto de Solar y eso la enterneció.
—Amor tranquila, me complace mucho que me desees tanto como yo a ti, es normal aunque digan lo contrario, nuestro amor es natural. —La tranquilizó Byul y luego anunció que habían llegado a la oficina.
Llegaron juntas, Byul se fue a su oficina y Solar a su puesto de trabajo. En unos segundos se acercó Hyo Eun y le dijo con sarcasmo:
—Espero que sepas en lo que te estas metiendo, —Hizo una pausa mirando de arriba abajo a Solar para darle mayor efecto a sus palabras. —lo que hace la gente por una pasantía, no esperes más que eso por tu bien. Byul es las ligas mayores muchachita.
Y luego se marchó sin dar tiempo a que Solar pudiera decir algo.
Solar se quedó perpleja. ¿Qué le pasaba a esa mujer? Más le valía mantenerse lejos de su novia. El teléfono interrumpió sus pensamientos.
—Hola. —Respondió la pasante.
—¿Qué pasa cuñis, estás molesta? — Irene hablaba muy rápido. —Te puedo llamar así, ¿Verdad? —Preguntó.
Solar no pudo evitar reírse. —Claro que si.
—Pensé que este día no llegaría. SuHo no tiene hermanas así que tu eres mi única cuñis, tenemos un cambio de planes nos vamos ya, te veo en el estacionamiento. —Anunció Irene y colgó, dejado también a Solar sin tiempo a decir algo.
“Las mujeres hoy debieron volverse loca”, pensó Solar. Tomó su cartera y le mando un mensaje a Byul.
"Cielo, tu hermana esta loca, ya nos vamos". Byul al leer el mensaje se rió.
"Si, lo se amor, cuídate. Nos vemos esta noche".
Ya en el auto y rumbo a un centro comercial, Irene le preguntó a Solar por qué estaba molesta cuando contesto el teléfono.
—Es por Hyo Eun, me insinuó que estaba con Byul por las pasantías y que yo solo era un juego para ella. —Le explicó.
Irene notó la angustia de Solar porque pudieran creer que lo de las pasantías fuera cierto y especial, que ella fuera un juego para MoonByul.
—Solo está celosa Solar, la he visto coqueteándole a Byul, pero no representa ningún peligro. —Le contó para tranquilizarla. —Así que ahora no piensen en eso, vamos a comprar muchas cosas cortesía de Byul.
Solar se rió, pero no se sentía del todo cómoda con la idea.
—No creo que sea buena idea, solo lo necesario algo sencillo. —Le dijo la pasante.
—Mira Solar, no tomes a mal lo que te voy a decir, pero Byul es muy guapa, con dinero, influencia, apellido, amable, educada en fin una lindura. Las mujeres le saltan encima aunque ella ni cuenta se dé, ¿Estamos de acuerdo en eso? Solar asintió, pues todo eso, era cierto. —Si, ya se que no soy de su nivel social ni nada de eso pero la amo.
Irene respiró profundo, Solar no había captado el mensaje.
—No me refiero a eso Solar. Mi esposo es muy guapo un caballero sin apellido es verdad pero un bombón. —Solar se rió. —Así que tenemos que vernos bellas para ellos, que no exista mujer que se nos compare. Así como Hyo Eun habrá muchas, pero tú eres su amor, su centro, su hogar y por supuesto, su esposa o novia bella, espectacular y maravillosa. —Irene hizo una pausa para guiñarle el ojo a Solar, quien sonrió de nuevo. La pasante estaba comprendiendo ahora. — Así que esta noche los dejaremos babeando, la competencia es dura pero nosotras somos más duras todavía. —Terminó levantando el puño con gesto triunfante.
Esta vez Solar se contagió con las palabras de su amiga y no sólo se rió sino que se lleno de emociones. Si, no iba a dejar que la atención de Byul fuera hacía otra mujer. La iba a seducir totalmente.
—Muy bien, me gusta la idea de dejar babeando a Byul.
—Nuestra primera parada, —Anunció Irene. —la ropa interior.
Entraron a una tienda de lencería muy linda pero demasiado y. Solar no había usado nunca algo así, se moriría de la pena. Estaba apunto de salir cuando Irene la detuvo y le mostró un conjunto muy pequeñito y extremadamente y.
Irene se rió al ver la expresión en la cara de Solar.—No puedo usar eso, me muero de la pena.
—Le dijo Solar sonrojándose.
—Te voy a decir algo, —Comenzó a decirle su amiga. —puedes seleccionar lo que sea, pero la ropa interior se compra en base a quien la ve, es decir la compras para quien tu quieres que te la quite, en base a sus gustos. Yo no se muy bien como le va el o a Byul, y tampoco quieto saberlo, —Aclaró rápidamente. —pero no lo veas en plan puritano. En fin, da una vuelta y no vemos en la caja. Voy a buscar algo que enloquezca a SuHo. — Dijo guiñándole un ojo a Solar quien continuaba roja como un tomate. Definitivamente no estaba acostumbrada a la actitud liberal de Irene.
Mientras daba una vuelta mirando acá y allá, Solar se lo pensó mejor. Tal vez podría buscar algo y, pero no tanto como lo que le había mostrado Irene y así darse tiempo de conocer mejor los gustos de Byul y tal vez podría comprar algo de ropa interior para Byul, algo también lindo que ella pudiera quitar. Le gustó la idea y mucho. Comprendió el mensaje de Irene. Ella también quería quitar algo lindo para descubrir algo más hermoso todavía.
“Voy primero por algo para Byul”.
Nada en la tienda tenia el precio marcado, era complicado comprar así. En una esquina vio un conjunto negro. La tela era súper suave, cerró los ojos y vio a Byul con eso puesto, automáticamente su cuerpo se tensó de deseo. “Pues bien, me lo llevo”. Lo tomó, pero la asaltó una duda. “¿Qué le gustara a ella hilo o bikini?, Hagamos una prueba”.
Tomó una foto de un conjunto negro con hilo y se lo pasó a Byul por el teléfono, inmediatamente recibió una respuesta: “Si usa eso, cancelaré la cena y me la comeré a usted. Me encantan los hilos”.
La respuesta fue más que satisfactoria. Perfecto, ya sabia lo que quería, tomó otros conjuntos y uno que le pareció demasiado pequeño pero lo llevaría igual. También metió una y minivestido de encajes y transparente para dormir esa noche.
Luego fueron a comprar ropa de trabajo. Compró cuatro conjuntos y tres pares de sandalias. Inicialmente había decidido pagar todo a Byul, pero la cuenta subía demasiado. Pensó en parar cuando se acabara el crédito, a fin de cuenta era para una emergencia pero la tarjeta parecía no tener límite.
—Irene estoy apenada, soy un peligro con esta tarjeta es demasiado. Byul se va a molestar conmigo y con razón. Vamos a la tienda quiero devolver esto, me acompañas por favor. —Le pidió angustiada Solar a su amiga.
—Ni lo sueñes, estas loca. Además, no vas de compra todos los días, después de esto no compraremos nada en tres meses… —Irene se lo pensó mejor. —Bueno en dos meses… —Y un poco más. —en fin, ya veremos. —Solar no parecía convencida. —Vamos Solar, disfruta el momento. Nos falta ir por el vestido y luego a que nos consientan.
En la tienda todos los vestidos eran lindos, Solar no sabia cual ponerse hasta que se probó uno negro ajustado a su cuerpo como un guante, largo y con una abertura en una pierna que le llegaba al muslo. La parte de arriba le permitía mostrar sus generosos senos pero con sutileza y elegancia. “Si, este mismo es el que quiero”. Luego se fueron a la peluquería. Irene la llevó a un local muy moderno, decorado con un estilo retro pero a la vez moderno. Enseguida saludaron a Irene y ella la presentó como su amiga. Una mujer muy atractiva preguntó por Byul y le mando saludos.
“¿Será que todas las mujeres se quieren meter con mi novia? Es increíble que Byul no se de cuenta de eso”.
En la peluquería de verdad las consintieron: manos, pies, cabello. Solar se sentía radiante. “Espero que a Byul le guste y no me mate por gastar tanto dinero. Cuando comience a trabajar se lo pagaré”, Pensaba Solar.
Ya en la noche, Byul estaba en la sala con SuHo esperando a que bajaran Irene y Solar, no podía creer que llevaran todo el día en esto y no estuvieran listas.
SuHo se reía de la impaciencia de Byul. —Relájate Byul, no pareces mujer, —Bromeó. —siempre tardan, es lo común. Toma, guarda los paquetes en el auto, gana tiempo en algo. —Le dijo SuHo
Byul se sorprendió al ver una significativa cantidad de paquetes de las compras que habían hecho sus mujeres.
—¿Todas esas bolsas?
—La mandaste con Irene, ¿Qué esperabas?
Byul resopló.
—Tienes razón, es que he salido con muchas mujeres, pero nunca he tenido una relación seria, sólo con Bo Ram y bueno, ya sabes como fueron las cosas.
—¿Extrañas a Bo Ram? —Le preguntó SuHo. Byul reflexionó unos segundos.
—Hubo un tiempo que pensé que no podría vivir sin ella, que daría lo que fuera porque volviera conmigo. —Sonrió con ironía. —Hoy pienso que todo paso por una razón y esa razón se llama Solar. —Esta vez sonrió de feliz.
—Por Dios Byul, eres de lo más cursi, —Se burló SuHo. —con razón traes como locas a las mujeres, hasta yo me enamoraría con esas palabras. Con decir que no la extrañabas bastaba, un poco más y lloro. —Dijo SuHo y se lanzó en el sofá tapándose la cara con las manos y fingiendo que lloraba.
Byul le lanzó un cojín.
—No sé como Irene te quiere tanto.
SuHo soltó una carcajada logrando con éxito esquivar el misil que le habían lanzado.
—Porque yo soy menos palabras y más… — Movió su pelvis con ritmo para que supiera a que se refería. —acción.
Otro cojín fue lanzado.
—¡Oh por Dios! —Y un tercer cojín se dirigía a buena velocidad hacía SuHo. —¡Eres un idiota! SuHo estaba totalmente tumbado en el sofá con un ataque de risa, con trabajo logro esquivar el tercer cojín.
—Además, no te la des de muy… machito, todavía recuerdo como llorabas por ella. SuHo paró de inmediato la risa. —¡Ey! —Levantó un dedo en advertencia. —Con whisky todo es valido y no puedo vivir sin ella.
En ese momento venía bajando Irene muy bella en un traje dorado largo y ajustado. SuHo no respiraba estaba, literalmente, babeando por la hermana de Byul.
“Definitivamente la adora”, pensó Byul.
SuHo esperó a su esposa al final de las escaleras. Tendió su mano para recibirla, Irene posó su mano en la de él.
Fue el turno de bajar de Solar
Byul desvió su atención de Irene y SuHo para ponerla toda en la mujer que ahora bajaba como en cámara lenta por las escaleras.
Solar sonrió al ver a Byul que se había quedado paralizada.
“Sabia que este era el vestido apropiado”, pensó. Se sintió feliz del resultado. Byul estaba muy atractiva también. Llevaba un traje de chaqueta y pantalón de rayitas ajustado tipo gangster. Su cabello iba suelto y el collar que llevaba, la hacia lucir hermosa. Quería quitarle esa chaqueta y todo lo demás.
Byul se acercó a las escaleras al tiempo que Solar bajaba cada escalón. Su mirada no se apartó por un segundo de ella. Estaba prácticamente con la boca abierta. Al igual que SuHo, tendió su mano para recibir a su amada y no pasaron muchos segundos hasta que sintió una delicada mano posarse en ella. Byul estaba parada como lo haría un príncipe, el cuerpo totalmente recto y su mano brazo izquierdo doblado detrás de la espalda. Miró intensamente a Solar antes de besar su mano sin apartar la mirada.
—Esta noche no hay estrellas en el cielo, todo lo iluminas tú. —Dijo con la voz un poco ronca. A Solar le pareció totalmente y y sintió un escalofrió recorrer su espina dorsal.
—Eres tan dulce. —Dijo Solar con emoción.
—No pensará lo mismo cuando le quite ese vestido. Byul se separó un poco para apreciar el vestido. Arqueó una ceja.
—Esa abertura está muy arriba señorita.
—Tendrás que esperar que termine la cena. —Le dijo Solar sabiendo que lo decía en serio, pero también que le gustaba. Desde que había regresado de las tiendas, su conciencia había estado molestándola por la cantidad de dinero que había gastado. —Yo quiero decirte… —Bajo la cabeza hacia sus manos entrelazadas para ocultar su pena. —que cuando comience a trabajar te pagaré.
Byul se rió.
—Nada de eso, ahora ni nunca. —Le advirtió. —Vamos, permítame darme el gusto de llevar de mi brazo a la mujer más bella de la fiesta. —Le ofreció el brazo y Solar se agarró a él llena de felicidad.
Cuando llegaron a la cena, Solar se alegró de haber comprado ese vestido, con cualquier otra ropa hubiera desencantado en el lugar y nada más que ver a Byul, estaba rozagante de alegría y tontamente creída. Juraba que iba acompañada una miss universo.
“Me mira con ojos de amor definitivamente”, pensó Solar.
Pero además de Byul, también sentía las miradas acusadoras de los demás sobre ella. Si estaba con Byul, que todos sabían que era lesbiana, pues obviamente, sabrían que ella también lo era. Comenzó a sentirse mareada, era un gran paso el que estaba dando.
Byul pareció notar la incomodidad de Solar.
—Discúlpame, soltaré tu mano y me encargaré de correr la voz que solo eres una acompañante. —Le dijo y así fue, la soltó y se alejó un poco más de ella.
—No Byul, no es necesario, estaré bien. —Le aseguró Solar
—Estoy feliz que vengas conmigo, lo demás no es importante.
La cena estuvo deliciosa. Lo primero que sirvieron fue carpacho de lomito con hongos y parmesano, luego langosta gratinada con espárragos y de postre tartufo flameado, apenas terminó la comida vino un baile.
—Solar, si bailas conmigo estará todo dicho y ya no soporto más tener mis manos lejos de ti, vámonos. —Dijo Byul con determinación.
Solar notaba la incomodidad de Byul por aparentar que no estaban juntas.
—Byul perdóname, yo estoy tan agobiada.
Byul entendía la situación de Solar.
—No pasa nada princesa, vámonos a casa.
—Le dijo con más suavidad para tranquilizarla.
“A casa”. Sonó tan delicioso, Byul no podía ser más dulce.
Ya en el auto.
—Byul lo siento, perdóname por favor.
Byul se sorprendió al escuchar a Solar.
—¿Por que Solar?
—Por no bailar contigo.
—No lo estaba esperando. Es normal, date tiempo. —Le dijo con ternura. —Yo no estoy apurada. Bueno… estoy apurada pero por llegar a casa. —Le dijo sonriendo y guiñándole un ojo.
Solar se sonrojó.
Minutos más tardes entraban al apartamento de Byul, quien no perdió ni un segundo más, tomó a Solar por la cintura que estaba de espaldas a ella y le pasó la lengua por el cuello de punta a punta. Solar gimió solo con ese contacto, estaba tan deseosa como Byul.
—No te muevas, —Le ordenó Byul y bajó la cremallera del vestido que se deslizó suavemente por el cuerpo de Solar y calló al suelo.
Solar llevaba debajo un conjunto negro de hilo. Byul casi estalla de placer en ese momento. La llevó al cuarto, la acostó en la cama y le subió las manos sobre la cabeza.
—No las bajes Solar. No te muevas, es una orden. —Le dijo mirándola intensamente. Solar asintió con la cabeza.
—No lo haré. —Le respondió en un susurro. —Muy bien mi amor.
Byul tenía la respiración agitada. Se alejo, con lentitud se quitó la ropa ante el escrutinio de los ojos de Solar, quien se moría de ganas por tocarla, que la nueva manicura arañen esa piel ardiente. Luego de que se desnudo quedando solo en bragas, siguió con la mujer que amaba quitándole la ropa interior lentamente y mientras lo hacia acariciaba suavemente su cuerpo que no aguantó y bajó las manos, pero lo que ganó fue un par de nalgas que en lugar de molestarla le subió el ritmo cardiaco.
Byul se deslizó hasta sus pechos y succionó los pezones de Solar deliberadamente suave y con fuerza a la vez, luego bajó más y separó sus piernas, pero se deslizó más abajo y comenzó a retirar eso tortuosos tacones comenzó a besarle un pie y fue subiendo por toda su pierna; al llegar a la rodilla cambió los besos por suaves mordidas que estremecían y llenaban de placer a Sofía. Al llegar a su centro, lo besó y lo lamió un par de veces antes de volver a bajar cambiarse a la otra pierna y comenzar de nuevo a besar el otro pies. Sofía se retorcía bajo las manos de MoonByul.
—Por dios Byul, —Dijo a penas respirando. —me estas matando.
Byul sonrío con malicia y comenzó a subir por su pierna con besos para pasar luego a los suaves mordiscos y llegar nuevamente a su centro. Esta vez la lamió un par de veces más, subió hasta los labios de Solar y la besó profunda y posesivamente. La mujer ya no pudo más, bajó los brazos y la abrazó.
Byul se movió contra el cuerpo caliente de Solar y ella respondió clavándole sus uñas en la espalda, lo que provocó en ella unos profundos gemidos y el aumento de la intensidad de sus movimiento.
—Solar, me vuelves loca y me haces perder el control de lo que hago, —Le dijo con dificultad. —pero tengo planes para ti, así que tranquila. — Le pidió.
Bajó de nuevo dejando una cadena de besos por el cuerpo de Solar separó sus piernas y hundió su cabeza y su lengua en el o de Solar, succionando aquel oris erguido para la bbatalla, al sentir lo duro que estaba, intensificando sus movimiento tanto como Solar aumentaba sus gemidos y no paró hasta que la hizo alcanzar el cielo una vez y otra vez. Fueron dos os demoledores que dejaron a Sofía sin fuerzas.
Una vez que Solar recobró el sentido de donde estaba, fue en busca de su amante. Byul, que aun estaba caliente por la pasión que le desencadenó hacerle el amor a Solar inmediatamente calló en las garras de su amante que comenzó a correr sus uñas por su cuerpo y a dejar pequeños mordiscos por todo su cuerpo. Cuando tomó sus senos, ya Byul no podía más, estaba en llamas. Solar sonrío al ver el placer que era capaz de producir y decidió aventurarse a saborearla. Fue algo inimaginable. Era deliciosa y su lengua rápidamente tomó el control. Mientras lamia en círculos el clítoris de Byul, atrapándolo entre sus labios creando un intenso estremecimiento hasta lo mas profundo, sus músculos temblaban ya sin control inundados por placer, sus jugos eran ya abundantes un placentero sabor que quería seguir gozando, los gemidos de Byul acompañaban cada roce de aquella lengua virtuosa, su cuerpo se arqueo cuando Solar araño su vientre siguiendo un camino errático hasta su o, húmedo, hinchado su clítoris como botón de rosa en floración rodeado de una piel aterciopelada de un rosa intenso junto sus labios para soplar sobre su clítoris produciendo un respingo brusco por parte de Byul que apretaba sin piedad las revueltas sabanas se dijo así misma que no la torturaría ya mas , suavemente deslizó su dedo índice desde su clítoris por toda longitud hasta su entrada que emanaba excitación, introduciendo dos dedos dentro de ella; Solar gimió por la suavidad de aquel nido de placer, si perder tiempo su lengua inicio un cabrioleo apasionado, originando un placer que ya no era de este mundo. Sus dedos entraban y salían en una delirante sinfonía acompasada con gemidos apremiante las manos de Byul sin control busca en que aferrarse esta cerca de liberarse su cabeza olvida lo que sus manos querían no pudo soportar y estalló en un intenso o dejando su cuerpo sin aire, sudado y convulsiónate aun con los ojos cerrados buscaba con desespero a que su mujer llegue a su encuentro, calmando su éxtasis.
Esa noche no pudieron parar, la pasaron amándose la una a la otra, apenas durmieron un par de horas quizás. En la mañana tuvieron que salir disparadas a la oficina.
Esta rutina se fue repitiendo con la diferencia de que Solar no se quedaba a dormir con Byul para evitar problemas con sus padres. Sin embargo, ya tenía un lugar con sus artículos personales y ropa en el closet y baño de Byul. El refrigerador ahora estaba lleno de ingredientes con los que algunas veces preparaba algunas delicias para cenar.
Siempre evitaron mostrarse abiertamente en público, pero los rumores de que estaban juntas corrían por las oficinas. Esto molestaba a Solar, pues afortunadamente, cada vez era más inmune a eso. Era el último día para terminar las pasantías cortas, por lo que Solar debía regresar a clases. Para celebrar la culminación de esa primera etapa, tuvieron una gran fiesta.
Sin embargo, Byul tenia miedo de que ese fuera el final de todo y Solar se sentía muy triste de que ya no pudieran tener el mismo contacto que durante la pasantía. Pero sería sólo dos meses y luego regresaría para hacer pasantías de nuevo y si tenía suerte, que la contrataran para trabajar en la empresa.
La inquietud de Byul se acrecentaba cada minuto que pasaba. Mientras compartían con los demás pasantes. Byul se acercó y la llevó hacía un lugar más privado.
—Solar, tus pasantía terminan hoy y regresas a la universidad. —Hizo una pausa, respiró hondo y continuó hablando.
—Yo quiero seguir viéndote, pero se que estarás ocupada estudiando y haciendo tu informe. Va a ser difícil buscarte en la Universidad y que no sospechen nada, no tendríamos razón para estar juntas. Tal vez puedas dedicarme tiempo, algún que otro sábado. —Le pidió con tristeza y el corazón partido la abogada, pero dejando a Solar decidir qué hacer.
Esos momentos en que Byul mostraba su fragilidad le resultaban a Solar tiernos.
—Byul, eso no va a pasar.
—Le dijo acariciándole la mejilla.
—Si, tengo que estudiar y nos veremos menos, pero quiero que me busques todos los días y me lleves a casa, que pasemos nuestro tiempo juntas como pareja que es lo que somos. No importa lo que los demás piensen.
—Su mano pasó de la mejilla a la nuca de Byul y la atrajó hacia ella, se puso de puntas para tener mayor control y besó a Byul en plena fiesta, prácticamente delante de todos, pues aunque tenían más privacidad, aun estaban a la vista de los presentes.
El mundo desapareció para Byul y sólo estaban ellas dos. Se sentía amada y feliz como nunca en mucho, mucho tiempo.
Irene y SuHo miraban desde lejos junto con algunos amigos de la oficina. En ese momento el tío de MoonByul estaba entrando a la fiesta y no le gusto para nada lo que vio.
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no tengo espacio en la tablet asi que alli les va otro zukulento cap ;)
PD: una nueva historia para los Moonsun shipper http://www.asianfanfics.com/story/view/1119203
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