A la mañana siguiente Solar ya tenía todas las maletas listas. Había llorado demasiado ya, tenía la cara hinchada. Era momento de pasar la página y sacar a Moon Byul Yi de su vida para siempre.

Abrió la puerta y no vio a nadie. Byul era tan cobarde, pensó, seguramente se había ido para no darle la cara. Bo Ram y ella se debían estar riendo de ella en este momento. Sacó sus maletas y camino hacia la puerta, fue cuando vio a Byul durmiendo en el piso junto a la puerta, bloqueándola. No se había marchado. 

“¿Por qué seria?”, se preguntó.

 

La abogada saltó levantándose del piso inmediatamente.

—¡Por Dios mujer! Estás loca, me quieres matar. —Le grito Byul sacudiéndose el agua de encima. A Solar le dieron ganas de reír pero se aguantó y logró disimular.

—No, solo quiero que te quites del medio. —Le dijo. —Aquí están tus llaves, tu tarjeta y tu teléfono. —Le lanzó las cosas encima, Byul apenas logró agarrar en el aire las llaves y el teléfono. — Puedes revisarme para que estrés segura que no me llevo nada mas.

MoonByul estaba atónita, pero en su mente se formó una idea.

—Quiero revisarte no me fío de ti. —Le dijo Byul muy seria.

Solar estaba roja de la ira, pero dejaría que la revisara, no tenía nada que ocultar. Además, quería salir ya mismo de esa casa que alguna vez sintió como suya.

—Que bajo has llegado Byul. —Le dijo Solar con los dientes apretados conteniendo su rabia.

 

Byul se acercó a Solar para revisarla, pero en lugar de ello, la abrazó, le aplicó una llave y la inmovilizó sobre el sofá. Quedando frente a frente. Solar se resistió, pero no pudo deshacerse del agarre.—Que mujer tan fiera me gasto, pero usted va a aprender. Me voy a cobrar esa mojada, mire que aquí la que manda soy yo.

—¡Suéltame idiota! —Solar se resistía sin éxito. —Te odio Moon Byul Yi. —Le gritaba Solar.

—Yo en cambio te amo mi amor. —Le dijo la abogada e intentó besarla, pero Solar movió la cabeza y lo evitó. Byul sonrió, la verdad es que estaba disfrutando mucho tener bien contralada debajo de ella a la mujer. 

—Estas demente. 

—Estoy loca por ti. —Le dijo muy de cerca. —Ahora escúchame amor por favor. —Le pidió con ternura. —Te voy a soltar, pero dame diez minutos y luego si no quieres quedarte, no te detendré. —Le aseguró Byul.

Solar se resistió un poco más, pero Byul negó con la cabeza. Finalmente la mujer se rindió.

—Está bien, escucharé. Ahora suéltame, no soporto tenerte cerca.

La abogada asintió y lentamente, y con pesar, se quitó de encima de Solar y la soltó. Solar se sentó y la acribillo con la mirada. Byul le respondió sonriéndole.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Byul. 

—¡Que frío! ¿Me puedo cambiar la ropa primero?—No, o hablas ahora o me marcho. —Dijo Solar.

 Byul torció el gesto. Se sentó también en el sofá, pero a cierta distancia frente a ella.

—Está bien, primero que nada quiero pedirte perdón. Yo te amo Solar y necesitaba que pensaras que no lo hacia, pero debiste confiar en mi, en mi amor. —Le dijo y Solar miró hacía otro lado como si no estuviera escuchándola. Byul se acercó unos centímetros. —Tenia mis razones y las mande al demonio, pero ahora tengo una razón de peso para esto. Necesito tu ayuda y tu apoyo.

—Al grano Moon que no tengo tiempo para perder contigo. —Dijo Solar malhumorada, pero curiosa ahora por lo que Byul tenia que decirle.

Byul le contó todo. Desde lo que le había dicho su tío hasta cómo le había robado sus acciones. Solar hizo lo propio contándole sobre la visita que le hizo en la universidad y la propuesta de trabajo que le dio Kyung Park.

MoonByul estaba muy molesta, ya no sentía frío, su piel estaba caliente por escuchar lo que le había dicho su tío a Solar.

—Solar, perdóname. Debí decírtelo desde primer momento y tú debiste contarme lo de mi tío.

—Byul, era tu familia. —Le dijo como explicación.

—Mi familia eres tu Solar. —Le dijo acercándose mucho más a ella. Tomó su mano con cuidado temiendo que Solar la rechazara otra vez. —¿Me perdonas por favor? Haré lo sea para que me perdones.

—Si, te perdono Byul. —Le dijo y la abrazo llorando.

—Te amo tanto Solar. Eres mi familia, mi mujer y muy pronto mi esposa.

Byul sacó una pequeña caja del bolsillo y la abrió, se arrodillo en piso y le dijo:

—Sol, ¿Quieres ser mi esposa, mi señora, la madre de mis hijos?

Solar se cubrió la cara con sus manos. No podía creerlo. Cuando su rostro volvió a aparecer, estaba sonriendo.

—Claro que si Byul, te amo. —Respondió Solar sin dudarlo ni un segundo.

Byul también sonrió, sacó el anillo y se lo puso en el dedo, luego la beso tiernamente. Solar la abrazo, era como si no quisiera dejar de sentirla cerca. Como había extrañado a la mujer que amaba, entonces sintió que Byul temblaba y lo mojada que estaba.

—Byul, te vas a resfriar, vamos a quitarte esa ropa mojada. —Le dijo Solar. La abogada sonrió. 

—Claro mi amor, tus palabras son órdenes para mí.

Solar la tomó de la mano y la llevó a la habitación. Byul se quito toda la ropa, luego le quito la de Solar. Se amaron lentamente, con ternura, con adoración. Definitivamente, esto era hacer el amor, era un hogar, una familia, eso era vivir de verdad.

Ese día la pasaron juntas en la cama haciendo planes para el futuro, tocando el cielo con los dedos.

—Yo quiero tres niños. —Dijo Byul.

—No, dos es suficiente. —Contrarrestó Solar.

—Tal vez cuatro o cinco.

—Pero bueno, me vas a tener embarazada todo el tiempo. —Se quejó Solar. —Estaba pensando… ¿Qué tal si usamos tus óvulos y le pedimos a mi hermano que sea el donante?

—No se, puede ser tu óvulos, no tengo problemas con eso.

—Pero de esa forma tendrán sangre de las dos y mi hermano seguro dirá que si.

—Es que Solar no me imagino embarazada.

—Byul torció el gesto. —¿Qué tal uno tu y uno yo? —Ofreció.

Solar soltó una carcajada por la cara de Byul. —Byul, que malcriada eres. Serán dos y los tendré yo, tu pones el ovulo y yo mi vientre.

—Está bien Sol, me gusta. —La abrazó. — Compraremos una casa grande con parque para los niños, salón de Juegos y la decoraras como tú quieras mi amor.

—Byul, —Se separó un poco de ella para mirarla a los ojos. —no necesito más de lo que me das. 

—Solar, este apartamento tiene una habitación y ya es hora que dejes ese plan de no quiero nada más. Tenemos dinero, mucho dinero, tu será una Moon lo mío es tuyo. Al pasar esto, te compraré un auto blindado y tendrás tus tarjetas de crédito.

—Pero Byul… —Quiso protestar Solar, pero Byul la detuvo.

—Pero nada, ese dinero es mío y por lo tanto tuyo, así que métetelo en la cabeza. Eres millonaria.

—¿Qué tanto dinero tienes? O mejor dicho, ¿Qué tanto dinero tenemos? —Preguntó Solar.

—Entre mis inversiones, propiedades, aviones, autos que tiene mi tío y que son míos. — Hizo una pausa mientras calculaba mentalmente. —Y teniendo la mayoría de las acciones de la empresa, tenemos dinero para tres generaciones.

—¿Más que los Park? —Preguntó Solar sorprendida.

—Son pobres delante de nosotros, así que disfrutémoslo, trabajemos por ello para nuestros hijos, pero sobre todo seamos felices.

Solar sintió alegría de tener más dinero que los Park, sabia que estaba mal pero odiaba a esa mujer.

—Lo sé mi amor. Será difícil acostumbrarme, pero está bien, viene con el paquete y te acepto, pero que quede claro que te amaría aun si no tuvieras tanto dinero.

—Si mi amor, estoy más que clara. —Le aseguró Byul y la besó.

Tanto Byul como Solar se apegaron al plan. Byul la ignoraba en la oficina, Solar estaba triste y juraba que se marcharía ya que la abogada había dejado de quererla.

Byul seguía viendo a Bo Ram, pero nada de besos. En la noche se encontraban Solar y Byul en su hogar, compartían y se amaban.

—Byul, ya quiero que esto termine y lo primero que haré será sacar a esa mujer de la empresa. La quiero a mil kilómetros de ti. —Le dijo Solar con rabia.

Byul río, cuando Solar dejaba salir sus celos, se ponía muy y.

—¿En serio? Es buena cliente.

 —¿Acaso no puedo? 

—Puedes, es tu empresa y yo soy tu prometida. —Le guiñó un ojo. —Espero que mañana SuHo nos diga que todo esta listo. Mi tío regresa y yo misma quiero echarlo de mi empresa. —La paciencia de la abogada estaba agotada.

—Ten cuidado Byul, tu tío es un hombre peligroso. —Le advirtió Solar algo preocupada.

—Lo que él no sabe es que yo también puedo serlo. —Contrarrestó Byul.

 

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Un capitulo mas para el final :'V ... Esta corto lo se el ultimo sera mas larguito <\3