Capitulo 7

Ajuste de cuentas (Adapt. Taeny)

 

 

—No lo han organizado muy bien —se quejaba a dos personas una mujer que Taeyeon creyó reconocer—. Debería haber taxis esperando fuera, si querían que los usásemos. —Taeyeon se unió a los otros tres «borrachos» que esperaban un taxi.

Un hombre alto, de prominente barriga, la saludó con un gesto. Taeyeon reconoció al que había sido un popular jugador de baloncesto. Diez años antes era delgadísimo y, según los cotilleos de las chicas en el baño, «¡una verdadera monada!». Taeyeon suspiró. A aquel paso, sería mejor esperar a que Tiffany se fuese para buscar el resguardo y recuperar las llaves de su coche. Aunque seguramente la esposa de Paul Zanziger no la creería si le decía que estaba en condiciones de conducir.

La puerta del gimnasio se abrió de golpe y salió Tiffany. Parecía tan sorprendida de ver a Taeyeon como Taeyeon de verla a ella.

«Parece triste.» La punzada de culpabilidad que sintió enfureció a Taeyeon. Después de todas las crueldades que aquella mujer le había hecho, ¿por qué tenía que importarle que estuviese triste? Y, sin embargo, no podía dejar de mirar a Taeyeon a hurtadillas.

—Por fin, aquí viene uno. Si alguno de vosotros va al hotel, podemos compartirlo. De lo contrario, tendréis que esperar muchísimo. —La mujer, cuyo nombre empezaba por K, según recordaba Taeyeon (Kristal, Kristie o algo parecido), se rio, y Taeyeon ponderó la posibilidad de esperar el siguiente taxi cuando olió el ron en el aliento de la mujer. Uno por uno, todos dijeron que iban al hotel. Sin mediar palabra, el antiguo jugador de baloncesto se acomodó en el asiento delantero y se abrochó el cinturón.

—Supongo que a los demás nos toca ir atrás —comentó Taeyeon.

—¿Y usted? ¿No va al hotel? —preguntó el taxista a Tiffany.

—Cerca, pero esperaré el siguiente.

—Tal vez tarde bastante —explicó el taxista—. Esta noche hay mucho movimiento en el aeropuerto. Puede subir con esta gente. De lo contrario, tendrá que esperar a que vuelva a recogerla. —Taeyeon sintió que se le erizaban los pelos de la nuca cuando Tiffany se acercó a ella. Ambas hicieron todo lo posible por ignorarse mutuamente. La mujer cuyo aliento olía a ron y sus dos acompañantes ya habían entrado en el taxi. La puerta trasera estaba abierta y sólo había sitio para otra persona. El taxista miró el reloj—. Hoy no hay polis por aquí. Si alguien está dispuesto a llevarla en el regazo...

—No, gracias. Prefiero esperar. —El taxista se encogió de hombros y se sentó en el asiento del conductor.

Taeyeon estaba a punto de entrar en el taxi cuando echó un vistazo al oscuro aparcamiento y se estremeció. Tiffany nunca había sido una esmirriada y, a juzgar por su aspecto, había seguido haciendo ejercicio. Taeyeon no dudaba de su capacidad para cuidar de sí misma, pero no le gustaba la idea de dejarla sola en medio de un aparcamiento desierto, esperando un taxi.

—Puedes sentarte en mi regazo si quieres —le ofreció, aunque acto seguido sintió ganas de darse de cabezazos. Primero la dejaba plantada después de pedirle que la follase y ahora le ofrecía llevarla sentada en el regazo.

—Gracias por el ofrecimiento —dijo Tiffany en tono amable—, pero tengo las piernas demasiado largas y peso mucho más de lo que parece.

—Vamos. Hace frío. —Taeyeon se agachó para reñir a Kristal, pero ésta tenía la cabeza inclinada, igual que el tipo sentado junto a ella. El del asiento delantero se había quedado dormido. Su cabeza oscilaba hacía delante y su nariz emitía un ronquido lento y sordo. El taxista parecía encantado de que el taxímetro corriese.

Taeyeon entró en el vehículo y miró a Tiffany.

—¿No vienes? ¿Te parece que no puedo aguantar tu peso? Te vas a morir de frío. —Tiffany se acercó a la puerta de mala gana y Taeyeon se acomodó en el asiento para dejarle sitio. Daba la impresión de que Tiffany quería seguir protestando, pero entró en el taxi, se sentó a regañadientes sobre el regazo de Taeyeon y cerró la puerta. El vehículo abandonó el aparcamiento y se deslizó sobre la carretera. Taeyeon estaba pensando que Tiffany no pesaba tanto como había dicho hasta que reparó en las manos, blancas por el esfuerzo, que se aferraban al asiento delantero.

—Deja de hacer eso —dijo Taeyeon, irritada por alguna razón—. No voy a morderte. —Su voz era un susurro que esperaba sólo oyese Tiffany —. Échate hacia atrás.

Taeyeon miró a la derecha para cerciorarse de que las dos oscuras figuras sentadas junto a ellas estaban tan dormidas como parecía, y luego se echó hacia atrás para decirle a Taeyeon:

—Deberías haber dejado que esperase el taxi siguiente. Sé que esto te resulta incómodo.

«Dios, ¿por qué se muestra tan considerada?» Tiffany continuó sosteniéndose hasta que Taeyeon le puso los brazos en torno a la cintura y la obligó a sentarse. El estómago de Tiffany se contrajo bajo sus manos y Taeyeon extendió los dedos, fascinada por el tacto de su sedosa piel. Evidentemente, Tiffany había dedicado mucho tiempo a mantenerse en forma. Incluso estaba mejor que cuando estudiaban en el instituto. Aunque ya entonces estaba muy bien. Taeyeon se recreó en la última idea. ¿Se había fijado en el cuerpo de Tiffany en el instituto? ¿Y cómo? El noventa y nueve por ciento de las veces Tiffany llevaba unos vaqueros flojos y una sudadera. Y aun así le había llamado la atención, ¿o no?

El estómago de Tiffany no se relajó bajo las manos de Taeyeon, que comenzó a frotarlo sin darse cuenta mientras seguía absorta en sus reflexiones. Todos los recuerdos que tenía de Tiffany eran desagradables. Bueno, la última vez que se habían visto antes de aquella noche no había sido... desagradable. En realidad, no. En absoluto.

—Relájate —intentó susurrar al oído de Tiffany, pero sólo llegó a su hombro. Tiffany no dejó de aferrar el asiento delantero, a pesar de que Taeyeon le había pedido que se echase hacia atrás. Taeyeon se movió para que su peso se distribuyese de forma más equitativa. Tiffany no había mentido: pesaba mucho más de lo que parecía, pero a Taeyeon le gustaba sentirla. Sus suaves frotamientos no surtían efecto, así que le subió la camisa sobre los pantalones y le acarició el estómago desnudo. Tiffany tomó aliento y Taeyeon disfrutó de unos instantes de felicidad frotando los músculos, lisos y duros como piedras, de Tiffany. Taeyeon iba al gimnasio cuatro veces a la semana como mínimo, entre tres cuartos de hora y una hora cada sesión, pero Tiffany debía de pasarse la vida allí. Taeyeon miró a los otros pasajeros del taxi y al conductor, que se hallaba atareado ajustando algo en el taxímetro y siguiendo con la cabeza los sonidos de una canción que sólo él escuchaba.

Taeyeon susurró sobre el hombro de Tiffany:

—Estás muy bien. —Tiffany se estremeció y por fin pareció que se relajaba—. ¿No te encuentras más cómoda? —Tiffany asintió con la cabeza, pero no dijo nada.

Los dedos de Taeyeon se hundieron bajo la cintura del pantalón de Tiffany y ésta tomó aliento de forma bien audible. Taeyeon jugueteó con los botones del pantalón, más para ver cómo reaccionaba que porque quisiese desabrocharlos. Pero cuando Tiffany levantó un poco las caderas con el fin de darle capacidad de maniobra, Taeyeon se excitó y reaccionó levantando a su vez sus propias caderas.

Los botones del pantalón de Tiffany se desabrocharon fácilmente y Taeyeon no perdió la ocasión de sumergirse en las húmedas braguitas y deslizar un dedo entre los cálidos pliegues. Tiffany dio un brinco. Si Taeyeon no hubiese ladeado la cabeza, se habría hecho daño al echar la cabeza hacia atrás bruscamente. El dedo índice de Taeyeon le acarició el clítoris y, al hacerlo, comprendió que Tiffany estaba dolorosamente excitada. Miró las figuras dormidas de sus acompañantes y al taxista, para cerciorarse de que no les lanzaba miradas furtivas por el retrovisor. Con una seña, atrajo a Tiffany hacia sí y la penetró. Sintió el temblor de sus muslos y le pareció oír un gemido. Tiffany echó la cabeza hacia atrás y la apoyó en el hombro de Taeyeon. Ésta le susurró al oído:

—Siento no haberme ocupado de esto antes. Apártate del asiento.

Tiffany obedeció y el pasajero de delante cabeceó.

—Bien, ahora abre las piernas todo lo que puedas.

En el atestado asiento trasero Tiffany sólo pudo moverse unos centímetros, pero fueron suficientes. Taeyeon enderezó el cuerpo, levantando consigo a Tiffany y penetrando más en su cálido interior. A Tiffany le costaba respirar y Taeyeon no dejaba de vigilar al taxista para asegurarse de que no las veía. Era un error hacer aquello, pero no podía evitarlo. Con Tiffany no. Había algo dolorosamente atractivo en ella.

Las manos de Tiffany se aferraron al asiento del coche y Taeyeon le volvió a decir que se soltase. Tiffany obedeció y su mano guio la muñeca de Taeyeon para ayudarla a penetrar mejor.

—Ahora échate hacia atrás. Voy a hacer que te corras. ¿Estás lista? —Cuando Tiffany asintió, Taeyeon levantó las caderas y apretó los muslos, irguiendo momentáneamente el cuerpo de Tiffany y penetrándola con vigor. Le introdujo dos dedos mientras apretaba el clítoris con el pulgar. El cuerpo de Tiffany se puso rígido y Taeyeon aceleró el ritmo.

Si sus dos acompañantes no hubieran estado tan borrachos, el movimiento los habría despertado, pero no habían abierto los ojos desde que entraron en el taxi. Taeyeon miró otra vez el espejo retrovisor para cerciorarse de que el taxista no las veía. Los muslos de Tiffany se cerraron contra su mano y Taeyeon temió que gritase. Pero las manos de Tiffany soltaron las muñecas de Taeyeon para tapar su propia boca y, con cierta decepción, Taeyeon vio que reprimía un grito mientras sus caderas saltaban salvajemente bajo su mano.

El temor de Tiffany de aplastar a Taeyeon desapareció de pronto, pues dejó caer todo su peso sobre ella. Taeyeon le abotonó muy despacio los pantalones. Remeter la camisa fue imposible, pero dudaba que los demás se diesen cuenta.

El taxi tardó cinco minutos en frenar en la calzada circular del hotel y Tiffany necesitó todo ese tiempo para recuperar la respiración.

—Ya hemos llegado, amigos. —La voz del taxista resonó en el silencio del vehículo. La mujer que se hallaba sentada junto a ellas se incorporó de un salto, lanzando un resoplido impregnado de ron. Mackenzie abrió la puerta y salió con paso vacilante.

Los otros tres pasajeros pagaron su parte de la tarifa, mientras Taeyeon observaba a Tiffany.

—¿Quieres subir?

Tiffany la miró durante unos segundos, como si lo estuviese pensando, y luego sacudió la cabeza.

—Lo siento, pero no puedo.

—¿Te espera alguien en casa? —Taeyeon reprimió una ráfaga de ira. ¿Por qué se molestaba en preguntar si ya conocía la respuesta?—. No importa. Da igual. Me voy mañana, así que...

Tiffany se sobresaltó.

—¿Mañana? ¿Puedo verte antes de que te vayas?

—Yo... no. El lunes tengo varias citas con unos clientes y debo prepararlas.

—Sí, claro. —El rostro de Tiffany expresó la decepción que no desvelaron sus palabras. Su empeño en manifestar sus emociones confundió de nuevo a Taeyeon. No era tan abierta cuando iban al instituto. ¿Qué había provocado un cambio tan drástico en ella?

—Me gustaría llamarte alguna vez. Quizá pudiéramos... La frase de Taeyeon fue interrumpida por el amistoso saludo de Kristal:

—Adiós a las dos.

Taeyeon la saludó con la mano y se volvió hacia Tiffany.

—Podríamos quedar para comer en algún sitio. —A Taeyeon le pareció que su ofrecimiento sonaba pobre después de lo que acababan de hacer, pero Tiffany asintió.

—Me gustaría. Aún quiero explicarte lo del instituto.

Taeyeon recordó de pronto lo que estaba haciendo y con quién. No necesitaba que le dijesen que había cometido un error al mantener relaciones uales con Tiffany, pero ¿por qué hacía planes con ella? El o era una cosa, pero la conversación... ¿Qué sentido tenía?

—Será mejor que continuemos, señoras —dijo el taxista. Taeyeon se apresuró a sacar un billete del minúsculo bolsillo que llevaba oculto en la costura de su vestido—. Espérela. Vive cerca.

Taeyeon rodeó torpemente la cintura de Tiffany con los brazos.

—Adiós, Tiffany  —dijo, y Tiffany correspondió a su abrazo.

—Llámame, ¿de acuerdo?

Taeyeon asintió y, sin mirarla a los ojos, entró en el hotel. ¿Qué diablos estaba haciendo?

 

 

 

 

 

 

Hola como estan ? bueno antes que nada disculpen la demora ando un poco ocupada con el trabajo :c pero aqui estoy de nuevo

con respecto a lo de 13 horas tratare de hablar con la (el) que esta haciendo la adaptacion si no me responde durante esta semana pues vere que hacer ^^

 

gracias a todos por su apoyo 

 

y lo de genderbender lo pensare buscare uno bueno para ver que tal resulta xD (aunque algunos me dijieron que no les gusta)

nos vemos gracias a todos los suscriptores besos muak!

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Comments

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skincrisday #1
Chapter 13: Que ha pasado? Porque desde el 2016 abandonaste la historia? Actualiza por favor es año 2020 y de seguro ya estas en mejor momento.
FlaCastro #2
Chapter 13: Graciiiiiias por actualizaaaar!!!! Estamos aqui atentoooos!! :3 :3 :3 :3
Enssei #3
Chapter 13: Ahh, no puede ser...
Drama dramita dramón, infaltable
Gracias por actalizar ♥
strawberryhearth #4
Chapter 8: gracias por continuarla. esta historia es muy bonita
KazKaz18 #5
Chapter 13: Como lo dejas ahí..... -.-
saramarmota #6
Chapter 13: hoooo margot
itaeyang9 #7
Chapter 6: Este capitulo me dejo sin aire ... lol
Gracias por el fic:)
FlaCastro #8
Chapter 12: Ooooh por Dios~ actualizanos pronto porfavooor~ amo esta historiaaa!! Porfavoor
saramarmota #9
Chapter 12: por que se quieren complicar tanto
LlamaAmerica #10
Chapter 12: Porque se complican tanto :'(