— ¿Qué? No... — Taeyeon lo entendió de pronto. «Está como una cabra, y nadie sabe que estoy aquí sola con ella»

— No quiero que nadie me mire. — Tiffany tomó aliento y miró a Taeyeon. Parecía confundida, incluso asustada.

Taeyeon se preguntó por qué nunca se había fijado en la perfección de sus labios, pero sacudió la cabeza, negándose a admirar a alguien que había estado a punto de pegarla. Además, nadie en su sano juicio admiraba la forma de unos labios. Tal vez no fuese Tiffany la que estaba loca.

—¿Tienes novio? ¿Te has puesto la blusa para él?

—Sabes muy bien que no. —La incredulidad se reflejó en la voz de Taeyeon antes de que pudiera disimularla.

—¿De verdad? No es eso lo que me han contado.

Una sensación de alivio inundó el estómago de Taeyeon, relajando la tensión nerviosa, mientras comprendía de qué iba todo aquello.

—¿Te refieres... a Baek? No es mi novio... ¿Es el tuyo? —

Byun Baekhyun había tenido la osadía de besarla. Taeyeon recordaba su empeño por apartar la boca de aquel aliento, mezcla de cigarrillos Pall Mall y de chicle de melón Bubbaloo.

La expresión de Tiffany pasó de la sorpresa a la diversión. Cuando su diversión se reflejó en una sonrisa de oreja a oreja, Taeyeon decidió que, por muy loca que estuviese, Tiffany tenía unos labios preciosos y, en aquel momento en que podía verlos, unos dientes estupendos. Taeyeon se olvidó del miedo y miró a Tiffany a los ojos. Ésta se puso colorada y sus largas pestañas aletearon como si quisiera ocultar sus emociones. Taeyeon también bajó la vista, inexplicablemente avergonzada por ambas.

—Entonces, ¿por qué dejaste que te besara? —preguntó Tiffany.

Taeyeon sacudió la cabeza, confundida por la pregunta y por el tono tierno que había empleado Tiffany.

—No le dejé... Me pareció horrible. Lo aparté de un empujón.

—Él me dijo que te había gustado. Que querías que lo hiciese.

—Sí, claro, me encantó que me besase ese descerebrado delante de todo el mundo. — Taeyeon se puso seria. No era la primera vez que tenía problemas por hablar de más, pero Tiffany no pareció molesta.

—Estupendo, porque no lo volverá a hacer. Le dije que, si lo hacía, acabaría caminando como un pato el resto de su vida. —

Tiffany estudió la cara de Taeyeon y, luego, asintió, como si hubiese oído algo.

—¿Cómo sabes lo que ocurrió? No estabas allí. —

Taeyeon estaba cada vez más confundida. «¿Cómo? ¿Ahora es mi protectora? Genial. Se quedará con todo el dinero de mi comida, en vez de conformarse con la mitad.»

—Lo oí pavonearse delante de sus amigos. Dijo... dijo que besabas muy bien.

—¿En serio? —Taeyeon no esperaba algo así.

—Sí, lo dijo. Aunque yo no lo creí. Le dije que no sabía lo que era un buen beso ni aunque lo viese en el cine. —

Tiffany soltó la frase siguiente a toda prisa—: Me parece que debo probar, aunque sólo sea para ver a qué viene tanta emoción —

Tiffany la miró como si esperase oír algo. Taeyeon separó los labios y los humedeció, pero no fue más allá.

De pronto, Tiffany dobló las rodillas, alzó la cabeza y los labios de ambas se encontraron. El sudor cubrió la frente constantemente húmeda de Taeyeon y sus gafas resbalaron sobre la nariz. La mano de Tiffany soltó la blusa de Taeyeon mientras la besaba, y todo se hundió en el silencio. Taeyeon sintió algo. «Dios mío, ¿ésa es su mano?» Algo rozó su pecho a través de la blusa de seda. Seguramente era una prueba. Tiffany pararía enseguida, se reiría de ella y la acusaría de ertida delante de todo el mundo. Taeyeon puso la mano sobre el pecho de Tiffany para apartarla. Pensaba que Tiffany era dura, todo músculos. Y lo era, pero también era suave. ¿Por qué no podía abrir los ojos? El calor se extendió por su estómago y luego descendió. Aquella sensación no le resultaba extraña. Sabía cómo presionar y dónde tocar para alcanzar el máximo placer. Como si la hubiese oído, Tiffany introdujo una pierna entre las de Taeyeon y la rozó con ella. Taeyeon se apartó, ahogando un grito que murió sobre el hombro de Tiffany.

—¿Estás bien? —

La pregunta de Tiffany acarició su oído. Por segunda vez en dos días la habían besado a la fuerza. Pero en esa ocasión, aunque muy a su pesar, le gustó. Taeyeon se encorvó, vencida, y asintió. No se atrevía a levantar la vista por miedo a que Tiffany se riese de ella. Estaba pensando en una novela que acababa de leer, en la que la chica esperaba sin respirar que el protagonista la besase. «Esto es lo que siente al quedarse sin respiración.»

Tiffany apoyó la frente en la de Taeyeon, sin importarle la humedad del sudor. En la garganta de Taeyeon brotó un gemido, que no cobró forma hasta que ambas se besaron de nuevo.

Esta vez los labios de Tiffany se mostraron tímidos, como si le diesen la oportunidad de rechazarla. Cuando Tiffany abrió más la boca, Taeyeon se vio obligada a hacer lo mismo. Con profunda sorpresa, se dio cuenta de que Tiffany introducía la lengua dentro de su boca.

Aquello no era más que una broma, ¿verdad? Taeyeon se estremeció y se le aceleró la respiración a medida que el beso se tornaba más exigente. El aire que exhalaba la nariz de Tiffany le acarició el labio superior y Taeyeon empezó a pensar que se desmayaría si no respiraba. Entonces Tiffany se apartó.

—Tienes que respirar por la nariz —dijo, en un tono afable. Taeyeon asintió con la cabeza como una loca.

Mackenzie observó su rostro. Parecía como si esperase alguna reacción, y Taeyeon obedeció mansamente, como tenía por costumbre.

—¿Qué... qué estás haciendo? —Sentía la lengua adormecida.

—¿A ti qué te parece? —Tiffany subrayó la pregunta con otro beso desgarrador—. ¿Qué te hace sentir lo que estoy haciendo?

Se sentía como si le hubiesen dado una patada en el estómago. Taeyeon quería preguntarle por qué la besaba de aquella manera. Y, a continuación, por qué había dejado de besarla. No sabía lo que tenía que sentir hasta que las lágrimas asomaron a sus Ojos. Sus labios entumecidos por los besos se separaron como si quisieran decir «oh, no» antes de que la primera lágrima resbalase por su mejilla.

—¿Por qué lloras? Yo no... —De repente, el cuerpo de Tiffany dejó de presionarla contra la pared y Taeyeon sintió una paradójica mezcla de alivio y decepción. Tardó un minuto en comprender por qué Tiffany se había apartado de ella.

La señora Graves, profesora de gimnasia de Taeyeon en la segunda clase, cogió a Tiffany por el brazo y la arrastró fuera de la ducha. Era casi tan alta como Tiffany y el doble de ancha.

—Te he pillado, Tiffany Hwang —dijo, poniéndose delante de ella. Taeyeon las siguió, tratando de recuperar el aliento para decirle a la señora Graves que estaba en un error.

—¿Taeyeon? Taeyeon, dile que no te he hecho daño. Espere, señora Graves, por favor. —Tiffany trató de agarrarse a la puerta y miró a Taeyeon con expresión implorante.

—Un momento, señora Graves —gritó Taeyeon—. Usted no lo entiende... —«¿Qué se suponía que tenía que decir? ¿Qué le había encantado que Tiffany Hwang la besase? ¿Que era algo que deseaba? ¿Cómo podía explicárselo a la señora Graves?» Taeyeon se tapó la boca con la mano en el preciso momento en que Tiffany la miraba a los ojos por encima del ancho hombro de la señora Graves. «¿Cómo iba a contarle a nadie algo así?»

Tiffany la miró durante lo que Taeyeon le parecieron años; sus ojos rogaban como habían rogado los de Taeyeon en la ducha. «¿Qué quiere de mí?» La señora Graves desprendió a la fuerza los dedos de Tiffany del marco de la puerta. Una sonrisa retorcida se dibujó en el rostro de la muchacha.

—Ha sido divertido, Taeyeon. —Había un tono de crispación en su voz que hizo que Taeyeon se encogiese de miedo. Taeyeon las siguió, incapaz de decir nada. Tiffany consiguió en tres ocasiones que la señora Graves aflojase el paso para mirar hacia atrás, y en cada ocasión el gesto se volvía más distante al ver que Taeyeon no decía nada. La señora Graves abrió la pesada puerta del despacho y empujó a Tiffany para que entrase.

—Vete a clase, Taeyeon. Yo me ocupo de esto.

Taeyeon quería que la puerta se cerrase de golpe para librarse de las maldiciones que seguramente Tiffany Hwang lanzaría contra ella. Pero no ocurrió tal cosa. Vio cómo la puerta se cerraba lentamente. Y, como en un sueño, Taeyeon se limitó a girar sobre sus talones y hacer lo que le habían ordenado. Ir a clase.

Lamento el retraso xD aqui les dejo el capitulo espero porder actualizar pronto

gracias a todos los lectores por su apoyo ^^

nos vemos luego ^^