Capitulo 11

Ajuste de cuentas (Adapt. Taeny)

Hotel Roheibeth.

El cosquilleo que sintió cuando sonó el teléfono desapareció en cuanto Taeyeon percibió el cansancio en la voz de Tiffany. Se preguntó por enésima vez por qué se habría involucrado en aquel asunto.

—Hola, ¿dónde estás?

—Abajo, en el aparcamiento.

—Si estás demasiado cansada para subir, lo entenderé.

En realidad, Taeyeon no lo hubiera entendido. Durante el trayecto hasta Roheibeth había tratado de convencerse de que tenía que ver a Tiffany por última vez para apartarla de su vida. Se engañaba a sí misma si se empeñaba en ver aquello como un trabajo más. Incluso los residuos de ira que le quedaban del instituto se habían difuminado, convirtiéndose en algo mucho más enrevesado.

—Estoy un poquito cansada.

Taeyeon tardó unos instantes en darse cuenta de que se sentía herida porque Tiffany estaba demasiado cansada para verla, cuando en realidad se encontraba abajo, y tardó otros tantos instantes en comprender que, si fuera inteligente, se le ocurriría un motivo para colgar el teléfono y regresar a Portland con el rabo entre las piernas, pero intacto.

—Sé que es tarde, pero esperaba que quisieses verme. Llevo todo el día deseando verte.

—No es tan tarde. —Taeyeon se puso roja de ira y de vergüenza por su ansiosa respuesta. Sin embargo, la furia no le impidió darle a Tiffany el número de su habitación. Taeyeon colgó el teléfono y se volvió para contemplar la habitación. La ropa de cama estaba doblada, había una botella de champán en una cubitera, entre hielo medio derretido, y una bandeja con fruta sin tocar en un carrito que había pedido al servicio de habitaciones una hora antes. Taeyeon se llevó la mano al pecho y, luego, al estómago, y sus dedos rozaron la piel desnuda. Contempló el grueso albornoz blanco que llevaba y se estremeció. Se le había ocurrido pedir algo de comer, por si Tiffany no había tomado nada. A las diez, como no la había llamado, decidió remojar el dolorido ego y el furioso cuerpo en un baño caliente antes de acostarse. En aquel momento parecía como si hubiese planificado lo que, en realidad, deseaba que ocurriese: una noche de o sostenido con comida y más o. Pero una cosa era desear algo y otra muy distinta abrir la puerta en albornoz, tener un banquete preparado y la cama dispuesta. El único paso en falso que no había dado era poner la típica música «para joder» en el combo reproductor de CD/despertador del hotel.

La tímida llamada a la puerta la asustó. Miró hacia el armario en el que había colgado el traje. Tendría que hacer esperar a Tiffany mientras buscaba algo en el equipaje, o bien se ponía la ropa que había llevado durante el día. Ninguna opción le pareció buena, así que respiró hondo y abrió la puerta. Casi cayó desmayada. Tiffany llevaba un vestido. Taeyeon se había equivocado al pensar en cómo le quedarían los vestidos. El tejido negro se ceñía a su cuerpo, adaptándose a las caderas y al estómago, plano como un guante, y luego caía con elegancia y cierto recato sobre las pantorrillas.

Taeyeon contempló las piernas de Tiffany, recordando cómo las había visto a través de la ventana. Se preguntó qué se sentiría enredada en su cintura o en sus hombros. Taeyeon se dio cuenta de que era descortés seguir mirándola de aquella forma, por lo que se obligó a sonreír y a centrarse en sus ojos. Pero no pasó del cuello de Tiffany y de los suaves bucles que acariciaban sus hombros. Taeyeon abrió la boca para saludar, pero no acertó a decir nada. Quería deslizar los labios sobre aquellos hombros deliciosamente fuertes. En su primera cita no había tenido ocasión de contemplar el cuerpo de Tiffany, y en aquel momento...

—Es exagerado, ¿verdad?

Taeyeon alzó la vista, sobresaltada. Se había quedado en la puerta comiéndosela con los ojos, corno una virgen preparándose para su primera vez. Por la expresión de Tiffany dedujo que, no sólo se había dado cuenta, sino que se sentía incómoda. «¿Y ahora qué, idiota? Lo dabas por hecho.»

—¿Qué es exagerado? —preguntó Taeyeon, mientras trataba de despejar el agradable sopor de su cerebro.

—El vestido. Me han dicho que soy demasiado musculosa para llevar un vestido sin mangas.

—¡Qué barbaridad! No eres demasiado musculosa. El vestido es precioso. Estás preciosa con él. Hay que ser muy burro para decir algo así. —Taeyeon se calló de pronto. La sonrisa de Tiffany compensaba sus propios exabruptos.

—Me alegro de que no pienses lo mismo. ¿Puedo pasar? Aquí fuera hay corriente. —Taeyeon se apresuró a apartarse para dejarla entrar. Por atrás el vestido era casi tan bonito como por delante. De escote bajo, dejaba al descubierto la femenina curva de la musculosa espalda de Tiffany y terminaba en la protuberancia de las nalgas. Taeyeon reparó en que la puerta aún seguía abierta y la cerró rápidamente, parpadeando. Entre el vestido y el recuerdo de Tiffany masturbándose en su despacho, tendría suerte si no acababa sufriendo alteraciones del sueño. Por supuesto, si tenía que permanecer despierta toda la noche, había recuerdos mucho peores que aquél. ¿Qué diablos le había ocurrido a la chica que había conocido en el instituto? Era más fácil enfrentarse a las sudaderas y a los vaqueros flojos. «Mejor que no haya entrado con la ropa de trabajo. A juego o no, te pondrías patas arriba.»

—Lo digo en serio. Estás estupenda. La sonrisa de Tiffany calmó el nerviosismo que Taeyeon sentía en el estómago.

—Gracias. A ti también te favorece el albornoz.

La vergüenza hizo sudar a Taeyeon. El albornoz era la típica prenda de toalla que los hoteles facilitan a los huéspedes con la esperanza de que se excedan en el mini bar, olviden todas las prevenciones y paguen trescientos pavos por el uso permanente del albornoz.

—Parezco una nube de azúcar. Estaba a punto de darme un baño cuando llamaste.

—No me digas, molesta que te acompañe?

El pulso de Taeyeon se aceleró ante la naturalidad con que Mackenzie formuló la pregunta.

—Me encantaría. ¿Seguro que te apetece? Dijiste que estabas cansada. Tu compromiso anterior debe de haberte exigido mucho. Espero que valiese la pena.

Tiffany se mostró sorprendida y, luego, enfadada, lo cual asombró a Taeyeon.

—¿Y qué más da que esté cansada o no?

—¿Qué? Yo sólo me refería...

—Sé a qué te referías. Lamento haberte saltado al cuello. Sí, estoy cansada, pero esta noche he venido para olvidar el desastre que es mi vida. No quiero que me digan que parezco cansada o que trabajo demasiado o... He venido para estar...

Taeyeon apretó los dientes y Tiffany cruzó los brazos sobre el pecho.

—¿Has venido aquí para estar cómo? —La ira de Taeyeon estalló y en ese momento no la atemperó la vergüenza. Tiffany no tenía derecho a cargarla con sus problemas.

La que tendría que estar enfadada era ella. Al fin y al cabo, era la que...—. ¿A qué has venido, Tiffany?

—He venido a follar, ¿vale? No quiero hacer como...

—Dilo —susurró Taeyeon

—Como si nos estuviésemos utilizando la una a la otra. —Sus palabras cayeron entre ambas como una piedra en un estanque sereno.

Taeyeon tragó saliva. Se sentía como si le hubiesen dado un empujón en un pasillo atestado de gente, y vaya si dolía. Extendió los brazos y Tiffany se hundió en ellos. Se dieron un beso descarnado. Taeyeon recibió la punzada de los labios al fundirse, del mismo modo en que uno remuerde el puño esperando disfrazar un dolor real y más profundo.

Los dedos de Tiffany luchaban desesperadamente con el nudo del cinturón del albornoz. Por un leve instante, Taeyeon sintió un extraño recato cuando el nudo cedió y se abrió el albornoz. El beso de Tiffany la tranquilizó y, cuando sus bocas se separaron, Tiffany apoyó la frente en la de Taeyeon. Los ojos de Tiffany abrasaron el cuerpo de Taeyeon  acariciándola, amándola sin tocarla. Taeyeon se derrumbó cuando oyó que tomaba aire.

—¡Dios mío! ¡Qué hermosa eres! —exclamó Tiffany, y a Taeyeon le pareció que los vestigios de hielo que habían recubierto su corazón en los últimos diez años se derretían. Intentó resistir recordando la seductora sonrisa de Nick Horvejkul. Logró centrarse un segundo, pero, cuando los temblorosos labios de Tiffany rozaron los suyos, en lo último que pensó fue en Nick Horvejkul. No se resistió cuando Tiffany la tumbó sobre la cama y acogió con agrado el peso de su cuerpo.

Taeyeon  se sumergió en un mar de cálida excitación, arrastrada por el placer que le proporcionaba Tiffany y encantada de estar desnuda debajo de una mujer que, a pesar del pasado común, no conocía. Por su mente pasó la fugaz idea de que no le gustaría estar en ningún otro sitio.

Taeyeon estiró la mano, retiró las horquillas del pelo de Tiffany y sus cabellos cayeron en cascada. La cadera de Tiffany se encajó entre las piernas de Taeyeon y las separó.

—Estoy lista —advirtió Taeyeon—. Tú vestido...

—Súbelo. —Tiffany empujó con las caderas. Taeyeon gimió de placer y rodeó el trasero de Tiffany para colocarlo. Le parecía increíble estar tan a punto.

Tiffany dejó de moverse. Taeyeon quería protestar, pero las palabras murieron en su garganta, ahogadas por la expresión traviesa y excitada del rostro de Tiffany. Se incorporó, con las rodillas en torno a las caderas de Tiffany. Su sonrisa había perdido el aire juguetón y transmitía una intensidad que le recordó la sensación de acorralamiento que había experimentado en el vestuario. «Ansiedad. Mierda... También la sentí entonces, pero estaba demasiado asustada para reconocerla.»

—Levanta las manos —ordenó Tiffany y, tras un instante de duda, Taeyeon obedeció y vio que Tiffany sujetaba el cinturón de su albornoz—. Te voy a atar las manos. No podrás tocarme. Sólo te tocaré yo. ¿Entendido? —Taeyeon frunció el entrecejo. Lo entendía, pero no le gustaba nada—. Taeyeon..., ¿me dejas poseerte esta noche? Por favor. Necesito olvidar lo asquerosa que es la vida a veces. Sólo un ratito.

—De acuerdo —aceptó Taeyeon.

Tiffany parecía asombrada y Taeyeon no comprendía por qué. No era la primera vez que estaban juntas, pero, cuando habló, procuró retener para siempre la expresión deslumbrada de Tiffany.

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Comments

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skincrisday #1
Chapter 13: Que ha pasado? Porque desde el 2016 abandonaste la historia? Actualiza por favor es año 2020 y de seguro ya estas en mejor momento.
FlaCastro #2
Chapter 13: Graciiiiiias por actualizaaaar!!!! Estamos aqui atentoooos!! :3 :3 :3 :3
Enssei #3
Chapter 13: Ahh, no puede ser...
Drama dramita dramón, infaltable
Gracias por actalizar ♥
strawberryhearth #4
Chapter 8: gracias por continuarla. esta historia es muy bonita
KazKaz18 #5
Chapter 13: Como lo dejas ahí..... -.-
saramarmota #6
Chapter 13: hoooo margot
itaeyang9 #7
Chapter 6: Este capitulo me dejo sin aire ... lol
Gracias por el fic:)
FlaCastro #8
Chapter 12: Ooooh por Dios~ actualizanos pronto porfavooor~ amo esta historiaaa!! Porfavoor
saramarmota #9
Chapter 12: por que se quieren complicar tanto
LlamaAmerica #10
Chapter 12: Porque se complican tanto :'(