¿Mi hermana?

~POV Claudia~
Su voz, su cabello, sus ojos.., todo en él era tan perfecto que no pude evitar sonreír como boba… Sentía una extraña sensación en mi estómago que hacía que me temblaran las piernas… ¿Estaba enamorada…? D: Pero ¿Cómo? Él era un desconocido y ni siquiera su nombre sabía.
Regresé en mí y deje de sonreír, tome su mano y me levante “G-Gracias…” Fue lo que dije con la voz un poco temblorosa. Él me miro con un poco de indiferencia e hizo una mueca de “No hay problema” Dio media vuelta y continuaba con su camino. Esta vez no deje que se escapara y lo sujete del antebrazo, era un poco más alto que yo así que bajo un poco la mirada para ver mi mano sujetándolo “¿C-Cuál es tu nombre…?” Pregunte tímidamente sin hacer contacto visual con él “Jonghyun… Choi Jong Hyun” Contestaba él zafando su brazo “Debo irme…” Termino diciendo antes de que yo pudiera decir cuál era el mío. Admito que su indiferencia me hirió un poco pero al menos ya sabía su nombre.
Salí del edificio y espere a que Lee saliera.

~POV Minzy~
Miré por última vez a Chunji, sus ojos me pedían que no hiciera esto pero ya no podía dar marcha atrás. Quería dejar de sufrir con esto y si esta era la única manera de hacerlo no tendría más opción. Las lágrimas eran imparables y di mi último sollozo antes de dar media vuelta para salir de aquel lugar. Empecé a caminar hacia la salida pero los cálidos brazos de Chunji me rodearon haciendo que me detuviera “No me hagas esto…” Susurraba
Sentir su cuerpo cerca del mío, escuchar sus palabras cerca de mi oído y su tibio respirar sobre mi cuello me provocaba esa sensación de mariposeo que siempre me había gustado “Minzy… Solo te veo a ti, solo te amo a ti, solo me gustas tú…” Decía en un suspiro mientras me estrechaba aún más mi cintura. Chunji me conocía perfectamente, sabía que me enloquecía escuchar sus palabras y sentir su respirar tan cerca de mí.

“Entonces ¿Por qué haces esto…?” Dije al girarme ligeramente para quedar justo frente a él “¿Por qué estas con Hana?” Mis ojos aún seguían con lágrimas

Nos miramos profundamente por breves instantes, lentamente sus ojos empezaron a llenarse de líquido y se acercó poco a poco a mi rostro. Creí que me besaría así que cerré lentamente los ojos para esperar un dulce beso de sus labios, pero no sucedió.

“Ahora no puedo decírtelo… Por favor dame tiempo. Solucionaré todo…” Musito mientras su voz se quebraba al paso de las palabras.

Despacio fui abriendo los ojos pero era sorprendida por sus labios que me acorralaban hábilmente, los aprisionó de una forma tan delicada y lenta que tímidamente correspondí con suaves movimientos. Fue un largo beso en el que se nos escaparon varios suspiros que me estremecieron por completo, nos separamos ligeramente y permanecí un rato más con los ojos cerrados

“¿Esperarás por mí…?” Susurró

Entonces entendí que éste, uno de los más hermosos besos que le había entregado, era una despedida… ¿Chunji realmente me dejaba…?
Casi de inmediato abrí los ojos. El dolor regresaba a mi corazón y era aún más fuerte. Coloque mis manos sobre su pecho para apartarlo de mí.
Ya no quería llorar más frente a él así que evite que viera nuevamente mis lágrimas, baje ligeramente el rostro y me alejé por completo de él.

“N-No… No lo haré…” Hablé fríamente. Un enorme nudo se había formado en mi garganta imposibilitando que dijera otra palabra. Di media vuelta y me encamine de nuevo hacia la salida, me tomo insistentemente del brazo y trato de hacerme voltear pero se lo impedí, creo que lo golpee, no sé, solo quería salir de ahí “No quiero verte más…” Fue lo último que dije antes de salir corriendo.
Afuera caminé sin rumbo por largo rato. Mi padre llamó a mi celular múltiples veces ya que se suponía hoy lo vería después de varios días de estancia en Japón. No tenía ánimos de verlo o hablar con alguien así que lo apagué.
Mientras caminaba por las calles la gente me miraba, mi rostro entristecido captaba su atención. Me alejé de lugares concurridos para evitar esas miradas de lastima. La noche se acercó y ciertamente no recuerdo bien como llegué a casa.
Al despertar estaba en el suelo de la sala en el que permanecí por varias horas. Perdí la noción del tiempo. Era como un zombi, mi vida había perdido todo el sentido, estaba recostada en el suelo cerca de la ventana mirando en el mundo a través de ella cuando el timbre empezó a sonar, miré hacia la puerta y el timbre se detuvo por un rato, no moví ni un musculo, enseguida regresé la mirada hacia la ventana y de nuevo el timbre volvió a sonar constantemente, me desespero y me levanté para ir a abrir.

-Minzy ¿Estás bien? ¿Por qué estas así? - Preguntaba mi padre al ver mi rostro tan decaído

No contesté y lo mire tristemente, me aproxime hacia él y me abrace con fuerza. Él me recibió y me rodeo cálidamente acariciando mi cabello.

-Minzy m-me estas asustando ¿Qué te paso? - Preguntaba preocupado

“C-Chunji… Chunji y yo…” Con las pocas palabras que alcancé articular entendió la razón de mi tristeza. Entramos a casa y me llevó al sofá. Levantó mi rostro y limpiaba mis lágrimas con un suave pañuelo “Mi pequeña…” Me decía mientras aún seguía pasando la fina prenda cerca de mis ojos. Le conté todo lo sucedido sin omitir algún detalle, después de la explicación me quede completamente dormida. Cuando desperté, de la cocina salía un delicioso aroma, me levanté del sofá y mi padre había preparado el almuerzo “¿Papá…?” Lo busqué en los alrededores.
Él salió del cuarto de baño “Minzy, anda ve a bañarte…” Me quede un poco confusa ¿Me estaba tratando como una niña pequeña?
No puse objeción e hice lo que me pidió, al salir comimos juntos.

-¿Has pensado lo de la universidad Hanyang? - Preguntó
-Ani~ - Conteste un poco afónica - ¿Solo viniste a eso?
-No. Solo trato de ayudarte, con todo esto… Querrás mantener tu mente en otras cosas… - Explicó

Me quede pensativa por un instante, de alguna manera tenía razón, quizás estudiando me olvidaría de Chunji, además tenía que cumplir la promesa que le había hecho al abuelo de hacerme cargo de la empresa en México. No dije palabra alguna, solo asentí afirmativamente.
Después de comer me entregó un par de documentos que debía entregar en la universidad. Despedí a mi padre y prometí que lo iría a visitar más seguido ya que por un tiempo trabajaría aquí en Corea.
Regresé al suelo cerca de la ventana.

¿Realmente mi vida sería así? Nunca creí que Chunji, mi adorado chico de rubios y rojizos cabellos me dejaría de igual manera como lo había hecho Erick… Él sabía lo mucho que había sufrido aquella vez…y ahora… ¿Él hacía lo mismo…?
Todos esos pensamientos llenaron mi cabeza hasta que me quede dormida hasta el amanecer.
Después de meditarlo toda la noche, me levante del suelo.
Quería recuperar mi vida, Chunji me había dejado y él continuó con su vida… a lado de Hana y yo… ¿debería hacer lo mismo…?
Era temprano así que me arregle un poco para ir a dejar mis documentos a Hanyang. Salí de casa y me dirigí a la universidad. Afortunadamente pude inscribirme, ya que el semestre ya había empezado. Cuando terminé con el trámite me apresuré a buscar un tutor. Caminé en los pasillos y me detuve en una ya que en una pared estaba lo que estaba buscando.

“Haru Nakamura - Tutor Economía y Administración” Decía en muchos papeles lilas que estaban pegados por toda la mampara.

Tome uno e inmediatamente mande un mensaje para que la chica se pusiera en contacto conmigo ya que realmente necesitaba ponerme al corriente con mis materias. Empezaba a caminar pero al levantar la vista me encontraba con alguien que no deseaba ver, Han Na. Ella me vio, trate de evadirla pero me detuvo jalándome salvajemente del hombro para girarme “¿Qué quieres?” Dije molesta, ella solo sonrió burlonamente. Mis heridas aún no habían sanado así que era fácil que yo pudiera derrumbarme de nuevo, pero no me permitiría que fuera frente a ella. Hice su mano a un lado y trate de salir de ahí “Te lo dije ¿no es así?... Te dije que Chunji regresaría conmigo…” Hablaba en un tono hiriente. Estaba a punto de derramar lágrimas pero me contuve, casi iba a huir pero nuevamente me agarraba “Chunji nunca te amo… Solo fuiste un capricho… Niña tonta…” No lo soporte más “¿Qué pretendes con esto?... Chunji ya está contigo y ahora solo quieres restregármelo… ¿tan vacía estas?” Suprimí mis lágrimas por un momento para poder decírselo de frente, jale mi mano y di media vuelta, pero más sorpresas, Chunji también estaba ahí, al verlo una lagrima corrió por mi mejilla y enseguida me marché, lo escuche gritar mi nombre pero no me detuve.

Llegué a casa y me preguntaba por qué me los había encontrado ahí. Detuve mis lágrimas, me había prometido no llorar más, aunque no era fácil, limpié mis ojos haciéndome a la idea de que lo nuestro ya estaba perdido.
Estaba sentada en el sofá cuando llegó un mensaje, era de Haru para confirmar una cita, me envió la dirección de su casa. Después de tranquilizarme un poco salí para ir a casa de mi tutora. Tome un taxi ya que la casa se encontraba cerca de la universidad, al llegar al lugar subí al edificio y llegué a la dirección. Toque el timbre y esperé paciente a que la puerta se abriera. Tenía la mirada abajo así que al principio no preste atención, la puerta se fue abriendo y levanté la vista. Era una impresión bastante fuerte al ver a la persona frente a mí, mi cuerpo se heló en ese momento, era como mirarme en un espejo. La chica era casi igualita a mí. Sentí una sensación extraña recorrer mi cuerpo. Todo parecía ser un sueño… o una pesadilla.

~POV Claudia~
Era una mañana normal, Haru estaba contenta porque había encontrado a alguien para sus tutorías y de esa manera conseguir algunos créditos. Yo acomodaba mis cosas ya que saldría a mis prácticas de violín. Estaba por salir cuando el timbre sonó “Clau, puedes abrir” Gritaba Haru desde su habitación “Ne~” Contesté, tome la perilla y la giré para poder abrir. Lo que estaba viendo frente a mi parecía ser tan irreal. Era una chica casi igualita a mí. La similitud que había entre nosotras era estremecedora. Había un abismal silencio en todo el lugar, acerque mi mano para tocar su rostro y convencerme de que lo que estaba viendo era real, a pocos centímetros ella simplemente se desvaneció, cayó al suelo. Todo esto parecía tan fantasioso, era casi imposible de creer ¿Una chica igual a mi…?

Enseguida salió Haru que gritó asustada al ver a la chica en el suelo “¿Qué le hiciste?” Preguntaba acusatoriamente. No pude articular alguna respuesta, aún seguía muy impresionada con todo esto.
Haru cargó a la chica y la llevó adentro, seguí detrás de ella y miré a la persona que reposaba sobre el sofá.

-Omo~! Es igualita a ti - Decía Haru con sorpresa

No preste mucha atención a sus palabras y seguí mirando a la chica

-Esto es tan extraño… ¿Cómo puede haber alguien tan similar a ti? - Haru estaba igual de impresionada como yo - ¿Crees que entre ella y tu… haya alguna conexión?