~POV Minzy~

Cuando Myungsoo describía la ciudad no parecía estar relatándome sobre un lugar, sino más bien a una persona. Debo admitir que me ponía nerviosa cada palabra que decía y más aún cuando me tomó del rostro diciendo “Déjame ser tus ojos” ¿Quería estar junto a mí en los siguientes dos meses? Traté de tomarlo de la mejor manera, después de todo Myungsoo, era mi ¿Oppa? Ósea mi hermanastro…

Tomé su mano mientras hablaba y retrocedí un par de pasos mientras digería todo esto.

-P-Pero ¿Por qué? ¿Por qué quieres estar conmigo? - No soy una chica tan agradable - Es mucho tiempo, te aburrirás

Escuché una sutil risita salir de sus labios.

-Anya, Minzy ¿Cómo puedes pensar eso? - Sus manos revolvieron mi espeso flequillo - No importa lo que digas, permaneceré a tu lado mientras regresamos a Corea ¿Arasso?

Me quede pensando un buen rato. Bajamos del edificio y caminábamos por la calle. Sentía el aire despeinar mi cabello.

-¿Tienes hambre? - Myungsoo me detuvo tomándome del hombro

Asentí con una enorme sonrisa.

Tomo con confianza mi brazo para guiarme al lugar que cenaríamos. No sabía donde era o como era pero estaba segura que era un lugar elegante, podía escuchar música clásica de fondo y murmureos de las personas que ahí se encontraban. El gerente nos llevó hasta nuestra mesa en donde Myungsoo amablemente me ayudó a sentarme. Preguntó por mi comida favorita a lo que yo contesté “Pasta” y fue eso lo que ordenó. Mientras traían la comida nos quedamos platicando.

-Myungsoo, y… ¿has tenido novia? - Pregunté tímidamente

-¿N-Novia? - Hacía una brevísima pausa - Ani, no he tenido

Si claro. Dije con sarcasmo en mi mente

-No te creo

Soltó una risita nerviosa.

-Es en serio, no he tenido novia

-Yah~ Pero al menos te has enamorado ¿no?

Sería bastante raro o lamentable que éste chico no haya sentido amor en su corazón.

-Cuando estaba en secundaria… - Decía él - Recuerdo que me gustaba una chica

-Y ¿Qué paso? - Pregunté curiosa, quería saber la historia detrás del chico que se autonombraba “piña”

-Nada… No me atreví a decirle lo que sentía

-Ah~ Realmente - Mi mano subió a mi frente mientras mi cabeza hacia movimientos diciendo no

-Pero eso no sucederá de nuevo, a la próxima chica de quien me enamoré le entregaré mi corazón - Decía muy seguro de sí

Sonreí contenta por él, al menos aprendía algo de aquella experiencia.

Por fin traían nuestra comida, antes de comerla aprecié su exquisito aroma, percibí el delicioso olor  a mantequilla combinado con las especias, respiré profundamente y enseguida comencé a degustarla.

Seguimos platicando por largo rato hasta llegar al postre. Nunca imaginé que la persona que parecía ser tan engreído en realidad era bastante agradable. Me gustaba la compañía de Myungsoo.

“Tal vez estas dos semanas serán buenas, tal vez el tiempo que pasemos nos acercará más…”

No me pude resistir a pedir algo de chocolate como postre. Al término de la cena salimos muy contentos del restaurant. Caminábamos por la calle, yo iba separada de él ya que yo iba ¿brincando? Bueno, si iba contenta, se me había olvidado por completo lo de Chunji al estar junto a Myungsoo, solo esperaba que mi novio haya tenido un San Valentín lindo como el que yo estaba teniendo. Seguía brincando por la calle cuando me jalaron con fuerza del brazo, sentí que alguien se colocaba detrás de mí.

-Esto será rápido su ustedes cooperan - Dijo la persona sobre mi hombro

Era un delincuente que nos estaba asaltando, su mano me tenía por la cintura mientras que me amenazaba con algo en el cuello.

-Déjala ir… - Gritó con desesperación Myungsoo

La persona no lograba entender porque él lo había dicho en coreano

-Así que son extranjeros… - Dijo el tipo

-D-Déjanos ir por favor - Mi voz se quebraba por el miedo

-Solo entréguenme sus cosas y me iré - Acarició mi cuello aterrorizándome

No sé como sucedía, Myungsoo empujaba al tipo haciendo que éste me lanzara a un lado, caí al suelo y solo podía escuchar la pelea. Estaba muerta de miedo, el hombre estaba armado y podía herir a Myungsoo, me daba impotencia que yo no podía hacer algo para intervenir o ayudar. Me quedaba paralizada y después de un rato, todo se quedaba en silencio.

-¿M-Myungsoo? - Dije con temor a que algo le pudiera haber pasado

Sentí una presencia cerca de mí que comenzó a tomar mi mano.

-¿No te hizo daño? - Era él, Myungsoo.

De inmediato me puse de pie y moví mis manos para encontrarlo de nuevo. Al sentirlo cerca me abracé con fuerza a él.

-Tuve miedo…, tuve miedo a que te pasara algo… - Mis ojos se llenaron de lágrimas

Las manos de Myungsoo correspondieron tímidamente a mi abrazo pero después me tomaron con fuerza.

-Mientras estés a mi lado nada te pasará. Yo te protegeré~~ - Lo decía en un tono tan reconfortante que hizo que de mis ojos salieran lagrimas. Permanecimos un buen rato abrazados.

Lentamente me fue alejando de él y sus suaves manos limpiaron mis mejillas.

-Yo te protegeré - Repetía una vez más.

Agache ligeramente la cabeza, todo este suceso me ponía mal.

Me abrazó por los hombros y caminamos unos cuantos pasos, enseguida subimos a su auto para ir a casa.

Al llegar ahí entramos, mi ánimo era contrastante a como estaba hace rato. En la sala estaba Seung Hee y mi padre que preguntaron de inmediato al notar mi afligido rostro. Myungsoo explicó lo sucedido en la calle, sentí a Seung Hee frotar mis hombros para tranquilizarme. Me llevaron a la cocina para que bebiera algo pero solo me limite a pedir que me llevaran a mi habitación.

Myungsoo me acompañó.

-¿Vas a estar bien? - Me preguntaba en un suave tono

Asentí tímidamente a su pregunta.

-Entonces descansa y olvida lo que paso, ¿de acuerdo?

Levantó ligeramente mi rostro con su mano.

Sentí como se alejaba y me apresuré a tomar su mano.

-G-Gomawo Oppa… - Susurré

El pasillo se quedaba en completo silencio por un rato ante mis palabras.

Yo me refería a Myungsoo como Oppa porque, primero era mayor que yo y además con lo que había hecho hoy se había ganado mi confianza y apego.

Él regresó a mí y me abrazó con fuerza, podía escuchar su pecho palpitar haciendo que mi corazón se apaciguara. Lo recibí de igual manera y correspondí al abrazo con timidez. Después de unos segundos se alejó ligeramente, ambas manos tomaron mis mejillas y me acomodaron para que me besara, besaba con ternura mi frente. Cerré por unos instantes los ojos ante su acción.

-Descansa - Dijo al alejarse por completo de mí

Mis labios se curvearon ligeramente y entré a mi habitación.

Después de hoy, Myungsoo era más cercano, él calmaba mi corazón con sus cálidas palabras y me transmitía un sentimiento distinto que había tenido con Changjo, Young Min y Erick o incluso diferente a cuando estaba con Chunji.

Me dirigí a mi cama en donde al recostarme trataba de olvidar lo ocurrido esta noche.

~POV Chunji~

Era el primer día de clases para mí en la universidad, lo demás estudiantes ya habían iniciado pero yo entraba casi una semana después debido a la agenda de idol que llevaba.

Me levante con pesadez de la cama, me acerqué al closet para buscar un atuendo, entre mi ropa estaba mi uniforme, aquel uniforme que usaba en la preparatoria, verlo de nuevo hacía que mi cabeza se llenara de tantos recuerdos, como ese primer día de escuela cuando conocía a mi panda. Rocé la placa que tenía mi nombre escrito “Lee Chan Hee”, la quité del uniforme y la apreté con fuerza entre mi mano para evitar que así mis lágrimas corrieran por mis mejillas.

-Hyung. Ya estás… - Ricky entraba a mi habitación sin avisar

-¿Ah? - Guardé la placa en uno de mis bolsillos y traté de ocultar mis ojos llorosos

Ricky miró mi uniforme y entendía la razón de mi ánimo.

-¿Recordaste a noona, cierto? - Preguntó

No le pude mentir así que asentí.

-Hyung, entiendo tu dolor, yo también perdí a una amiga, pero…

-No la olvidaré si es lo que sugieres…

-Ani, no me refiero a eso… Sino que aprende a vivir sin ella, acostúmbrate a la idea de no tenerla, déjala descansar…

Sus palabras se clavaban en mi corazón hiriéndolo, aunque no quisiera aceptarlo Ricky tenía razón,  Minzy se había ido y jamás regresaría…

Me dejó solo para que terminara de arreglarme y así irme a la universidad.

Salí de mi habitación y tome mi desayuno. Al terminar salí de casa en camino a la universidad Hanyang. Busqué el aula en donde tendría mis primeras clases. El día pasaba con normalidad hasta que al salir de la clase de vocalización una chica que venía hacia mi chocaba, ella cayó al suelo. Admito que yo también iba un poco distraído así que de inmediato le ofrecí mi ayuda para que se pusiera de pie. Estiré mi mano y bajé la mirada ya que ella estaba en el suelo, mis ojos se abrieron por completo al verla -Minzy- Dije en mi mente al ver a la chica. El tiempo parecía detenerse y en mi pecho sucedieron cosas extrañas, mi corazón latió con fuerza que creí que saldría de mí, una sensación recorrió por completo mi cuerpo dejándolo helado. Era igualita a Minzy, sus ojos grandes y de un claro tono café, su cabello era rizado, largo y castaño que caía sobre sus hombros.

“Panda no me dejaste solo, estás aquí, de nuevo, frente a mí”

Su mirada se clavo en la mía mientras que se incorporaba sin mi ayuda.

-¿Estas ciego? ¡No te diste cuenta que iba corriendo! ¡No pudiste hacerte a un lado! - Su voz era fuerte al hablar

“Panda ¿Por qué me hablas así? ¿No me recuerdas? Soy yo, Chunji. Tu angel…”

Recogió su violín azul y pasó a mi lado dejando tras de sí múltiples comentarios por la forma en la que se había expresado.

Yo me quedaba entorpecido, mis manos estaban temblorosa, no pude detenerla o tan siquiera hablar con ella. Había encontrado de nuevo a Minzy, mi panda, podía sentirlo…

Regresé en mí y fui a la cafetería para almorzar algo. Volví al edificio y entré a la clase de apreciación escénica, me senté en un lugar vacio en la parte trasera del salón. El profesor estaba haciendo un par de comentarios a los cuales no presté mucha atención porque seguía pensativo con lo ocurrido en el pasillo.

“Panda ¿regresaste o solo me lo estoy imaginando?”

Mis pensamientos eran interrumpidos cuando la chica, ella de nuevo, en mi clase. El profesor la detenía y le pedía que leyera un monologo. Mientras leía el texto, su voz era idéntica a la de panda, cada uno de sus gestos eran exactamente iguales a los de Minzy.

Era como un extraño deja vu que me llevaba a aquella vez en que panda se presentaba en la clase y gritaba su nombre, era como verla de nuevo.

Ella camino y se sentó en un asiento vacío justo a un lado de mí, al tenerla tan cerca no pude evitar mirarla detenidamente.

“Panda ¿eres tú?”