De regreso al salón, Mina se sentó en su puesto pero el asiento a su lado estaba vacío, así que pudo respirar tranquila aunque esa tranquilidad le duró muy poco, su compañera se acercaba, así que bajó su cabeza tan fuerte que se golpeó en la mesa, el sonido fue tan duro que todos voltearon a verla. Mina se quedó en esa posición para no tener que mirar a todos, sentía una enorme vergüenza, tanto que su cara estaba roja. Podía escuchar la risa de su mejor amiga, la mataría luego.

—Oye, ¿estás bien? —La voz de su compañera le hizo abrir los ojos pero sin levantar la cabeza.

Esa no era su forma de iniciar una conversación pero lo tomaría.

—S-Sí, estoy bien. Eso lo hago siempre que quiero concentrarme. —Murmuró pareciéndole lo más estúpido que había dicho.

Nayeon se sentó a su lado y cuando la clase empezó, por fin levantó su cabeza, sobando su frente un poco. No contaba con que su compañera la estuviera viendo, así que se exaltó un poco cuando sus miradas se cruzaron. Se acomodó en su lugar y aclaró su garganta fingiendo que lo que estaba en el pizarrón era más interesante.

La rubia sólo sonrió y también prestó atención a la profesora.

—Ok, jóvenes. Así como están sentados, harán equipos y me entregaran ese ensayo para la siguiente semana, ¿entendido?

Todos asintieron menos Mina que cerró sus ojos con frustración. Perfecto, ahora no era sólo hablarle a su compañera, también tenía que hacer un ensayo con ella. ¿Por qué simplemente no llegaba Piramid Head y la mataba ahí mismo? Bueno, eso era muy sádico, debía admitirlo y ahora estaba hablando sola con su conciencia. Listo, ya había enloquecido.

—Mina. —La dulce voz de Nayeon le hizo reaccionar y mirar alrededor, al parecer sus compañeros ya se habían ido—. ¿Cuándo haremos el ensayo?

—Eh...el fin de semana son los únicos días que puedo. —Respondió buscando a la traicionera de su mejor amiga.

—Perfecto, que sea en tu casa. —Sonrió y se levantó.

—¿Qué? Oh, sí, mi casa. Te pasaré la dirección luego.

La rubia asintió saliendo del salón, en eso, su mejor amiga entró con una sonrisa.

—¿Nos vamos o te quedas?

—¿Por qué no me esperaste, Chaeyoung? —Reclamó con cierta molesta.

—Estabas en otro lugar del universo, no quise interrumpir pero ya vámonos.

Mina tomó sus cosas y salieron juntas del salón.

Por otro lado, las cuatro amigas caminaban directo a lo que llamaban hogar. Los padres de Jihyo habían dejado aquél lugar para su hija pero obviamente no dejaría a sus amigas a la deriva.

—Esto es emocionante, hacía muchísimo que no pasábamos tiempo con un humano, ahora hasta haremos un trabajo con ellos. —Jihyo era la más optimista.

—Cuídense de esos humanos. —Jeongyeon todo lo contrario.

—Tranquila, nosotras somos más fuertes que todos ellos. —Momo aclaró y se encogió de hombros.

Nayeon no dijo nada, tan sólo fue a la habitación que le correspondía, se sentó sobre el colchón y sonrió, sería interesante conocer a una humana como Mina definitivamente.

•
•
•

El fin de semana llegó antes de lo esperado y Mina había arreglado un poco su departamento, después de todo no podía seguir teniendo un desastre, Nayeon estaría ahí en un rato y al menos en eso quería dar una buena impresión, ya que en lo que restó de la semana sólo se la pasó avergonzándose a sí misma frente a ella.

Ya sea que se tropezaba cada vez que la veía, tartamudeaba, se tiraba encima su comida e incluso llegó a mojarse los pantalones gracias a que una de las llaves del bañ