Mina miró la hora en su celuar y de nuevo hacia la dirección a donde se había ido Nayeon, había pasado un poco más de veinte minutos y la rubia no regresaba, se sentía preocupada. Suspiró mirando de nuevo su celular por si recibía un mensaje de aquella pero nada y ese sentimiento en su pecho seguía ahí, molestándola. Movía su pierna desesperada y suspiró llamando la atención de las demás.

—Voy a buscar a Nayeon. —Se levantó pero Chae la detuvo.

—Mina, no seas novia controladora. Seguramente hay mucha gente o tuvo que hacer otra cosa. —Sugirió la más bajita.

La pelinegra de nuevo miró hacia la dirección de los baños pero negó.

—Ya demoró mucho, tengo un mal presentimiento. —Hizo una pequeña mueca.

—Bueno, ve. —Jihyo le dijo.

Mina asintió y se encaminó hasta los baños, pasó entre toda la gente sintiendo una opresión en su pecho, tenía que darse prisa.

En la baño, Nayeon se encontraba acorralada entre la pared y el cuerpo de Jeongyeon, trataba de luchar quitándose de encima pero obviamente la alfa era más fuerte.

—Te voy a marcar y vas a ser mía. —Susurró aquella.

El instinto de Nayeon estaba cediendo y eso era lo que más le aterraba. Comenzó a llorar cuando la alfa desgarró su blusa para tocar sus pechos sin pudor alguno.

—Jeongyeon...d-déjame... —Murmuró suplicando—. P-Por favor...

Su llanto de hizo más fuerte pero eso a Jeongyeon no le importaba, estaba cegada por su celo y su despecho.

Mina fue detenida por la gente que sólo estorbaba pero empujó fuerte hasta abrirse paso. Vio a varias mujeres afuera del baño intentando abrir pero no podían. Se acercó sin más e intentó abrir la puerta sin importarle las demás personas.

—¡Nayeon! —Llamó pero no escuchó nada.

Empujó la puerta con el costado de su cuerpo y entonces la escuchó.

—¡Mina! —La voz quebrada de Nayeon resonó en los oídos de la pelinegra.

—¡Nayeon! —Volvió a gritar pero esta vez desesperada—. ¡Ya voy!

Escuchó el llanto de Nayeon dentro del baño y no sabía qué hacer, así que se hizo hacia atrás y sacó todas las fuerzas que tenía en ese momento por la adrenalina y pateó la puerta casi rompiéndola pero abriéndola por fin.

Sus ojos se abrieron al ver la escena de Jeongyeon queriendo clavar sus colmillos en Nayeon que lloraba desesperada, mientras le tocaba su delicado cuerpo.

Sintió una ira recorrer su cuerpo, y sin pensarlo dos veces fue hasta la alfa tomándola de los hombros para así tirarla al piso y alejarla de la rubia.

—¿Qué crees que haces, pedazo de idiota? —Estaba muy enojada.

Nayeon sólo se dejó caer al suelo mientras se abrazaba de sus piernas y seguía llorando.

Jeongyeon se levantó tan rápido como pudo sólo para lanzarse sobre la humana para atacarla.

—Te voy a matar, maldita humana.

El bullicio de la gente no pasó desapercibido por las lobas y humanas, que al ver que las personas corrían hacia una dirección, se miraron entre sí algo confundidas.

—¿Qué pasa? ¿Por qué corren todos? —Chaeyoung no entendía nada.

—Se están peleando en los baños, corran.

Todas escucharon a un par de chicas hablar y fue entonces que reaccionaron. Rápido se levantaron para ir a donde estaba toda la gente y se abrieron paso encontrándose con Jeongyeon golpeando a Mina pero ésta trataba de defenderse.

Momo corrió a agarrar a la alfa mientras que Chaeyoung fue hacia Mina. Jihyo miró en el baño y ahí encontró a su amiga.<