XV. Rosie.

Cuando las noches son de té y los días de lluvia

La Ford Expedition es borrosa cuando dobla en una de las esquinas hasta desaparecer de sus ojos. 

No queda más que el polvo gravitando cerca de sus pies descalzos.

Rosie voltea hacía abajo, notando las piedrecitas sobre el asfalto de un color plomizo. Algunos relieves de éstas hacen que las plantas de sus pies salten. Está hirviendo. Además está sucio. Sus manos entonces vagan hacía la punta de la trenza que descansa sobre sus hombros. No deja de retorcerla, con la boca abierta como un pez, moviendo los labios sin poder sacar un ruidillo. No deja de ver el fantasma de la Ford Expedition en su cabeza mientras la gira y  la tuerce. También está la imagen de Suzie que alcanzó a clickear en su cerebro; Inclinada sobre el marco de la ventanilla, gritando, completamente roja, con una mueca en el rostro parece al estrangulamiento. Indescifrable, piensa mientras arruga su nariz. No puede asignar algún tipo de emoción, a pesar de que puede leerla mejor que antes, a pesar de que ha aprendido a ver como centellean los vivos ojos de las personas. 

Suzie no es una persona fácil de entender. No sólo porque Rosie evitará su mirada por años. Si no porque puede ser bastante estoica cuando se lo propone. Es como un cubo rubik que le gusta armar y desarmar.  Su nariz se frunce ante el hedor a gasolina. Nunca le gustó mucho, a veces la marea y le dan náuseas. 

Mientras sigue ahí, parada en medio del rastro de suciedad que dejó Suzie los dedos de sus pies juguetean entre sí. Puede sentirse ansiosa. Y está terriblemente confundida. Demasiado. Sus oídos parecen ensordecidos como si un cañón estallara cerca de ellos.

Sus ojos arden, arden como sus pulmones. 

Sigue retorciendo su trenza. 

El cielo tiene un toque anaranjado sobre el desfile de nubes aborregadas. El escolta se aproxima hacía ella. Se presentó como Isaah Lucas; mide un metro noventa y sus rasgos mulatos lo hacen ver bastante suave. Ha sido amable desde que la esperó en pista junto a sus colegas. Tiene un semblante tenso y no puede ver el sentimiento que enciende sus ojos por las gafas de aviador que porta.

¿Todo bien señorita Park?

No.

Ella entonces recuerda que está en público. Que necesita actuar ‘normal’. Entonces deja de jugar con los dedos de sus pies y aunque hace un esfuerzo por recomponer su postura desinflada y aliviar la necesidad de torcer la trenza, no termina por lucir como alguien que está en su completa facultad. En realidad no puede dejar de torcer la trenza y se siente bastante atontada. Las imágenes saltan, desde las fachadas de las casas, los jardines verdosos y el sol estival. Y luego está el recuerdo de la Ford Expedition que se revuelca en sus ojos una vez más.

Hace muchos años su madre tuvo un momento malo , o así lo llamó Allie cuando le preguntó por eso. Tenía seis años y su hermana tenía diez. Su madre se veía igual a Suzie, esa mueca estrangulada, mientras se subía a ese taxi esfumándose al doblar en una esquina. Su padre mirando de manera inexpresiva, apretando su mano sobre el hombro de su hermana y evitando tocar a Rosie para no abrumarla.

"Vamos adentro", ordenó esa vez.

Elijah entonces aparece frente a ella. Ve las venas marcando su cuello y sus ojos antes desorbitados en agresividad se han calmado. Parece arrepentido y tiene una postura menos tensa, casi aliviada.

Oye, vamos adentro.

Su voz no es como antes, es suave y aireada. 

Rosie se niega al tacto cuando él intenta tocarla.

Le incomoda que la toquen en esos momentos. 

Se encuentra a sí misma viajando a las discusiones de sus padres nuevamente. Recuerda cuando Belle Barker sugirió que posiblemente su casa estaba embrujada y por eso ellos estaban siempre enojados. Piensa otra vez en Allie tapando sus oídos, sus facciones angustiadas, tarareando. Sus labios se ponen tristes y sus ojos riegan sus mejillas con lluvia salada.

Rosie está contraída mientras  olvida que está machacando el pasto recortado llenandose los pies de tierra y húmedas.

— ¿Q-Qué fue lo que pasó?

Un guijarro se atora en su garganta. No se atreve a mirarlo a los ojos, porque entonces recuerda a su padre ensañado. 

Este hombre frente a ella, él que también miró a lo lejos mientras se aproximaba afuera de su casa, no es para nada Elijah.

No tiene la pizca del chico dulce con el que tumbaba sobre el suelo moqueta. Donde no dejaba de tallar sus palmas ante la sensación que le generaba. No para nada el chico dulce que tocaba la guitarra acompañando su teclado, mientras hablaban sobre canciones de los Pistol con entusiasmo.

No, sin duda lo siento como un extraño. Él quiere rodearla con su brazo pero se niega otra vez. Se aleja de Elijah. Su expresión de dolor es evidente. Pero, Rosie no está para nada contenta. Sus labios se exprimen en una línea y sus ojos vagan hacía otro lado. Hacía la casa de sus vecinos, la cerca grande de color blanco que parecen haber sido recien pintada. Al final de la calle está la casa de la señora Sok, la cual solía cuidar de ellas cuando su madre estuvo ausente.

Tiene unas ganas terribles de ir a hacía ella. Tal vez quiere verla ahí y que le hornee sus famosas galletas de canela y avena. Sin embargo, reflexiona que la señora Sok murió hace un par de años, cuando todavía era aprendiz. Recuerda la llamada de Allie, su voz solemne que parecía contener la tristeza. No hizo mucho después de esa llamada, contó hasta cinco apagando las emociones y volviendo de regreso a la sala de prácticas, no hay mucho que pueda hacer un aprendiz extranjero, sólo puede seguir practicando. Lisa y ella habían hablado sobre eso muchas veces.

La voz de Elijah hace que se erice como un gato.

No creo que esa chica sea buena para ti.

¡¿Qué vas a saber qué es bueno para mí?!, Rosie piensa. De repente se asusta ante la rabia que brota en su cabeza. Hace que le tiemblen las palmas de sus manos asfixiando la trenza. 

Rosie ni siquiera se atreve a seguir mirándolo. Le da una espalda glacial y comienza a saltar los peldaños hacía la puerta.

Él entonces se apresura a seguirla. Eso hace que se detenga. Hay una larga lista de planteamientos sobre porque Suzie no es buena para ella. Rosie no quiere escucharlo. Está molesta y frustrada. El sonido zumba y que él siga aquí la comienza a irritar más. Es similar a las etiquetas de la ropa cuando era pequeña. Acaricia el suéter que la tía Yeol y Bob le habían dado por navidad, con tanta melancolía. Es suave sobre sus yemas.

¿Por qué Suzie no es buena para ella?

Suzie que siempre parecía cuidarla y que en vez de dejarla en la soledad de su apartamento en Seúl, la llevó a casa de sus tíos y la hizo compartir unos días preciosos, con una familia amorosa. No tiene mucha cabeza para pensar en todos los puntos. 

¿Petulante?

¿Agresiva?

¿La engañaría?

¿Sería lo mismo Gyeong?

¿Volveria con su ex?

No, sin duda no tiene cabeza para esto. Hace media hroa Suzie había estado texteando lo emocionada que estaba de verla, hace un minutos la observó irse profundamente enojada.

¿Qué hizo mal?

Rosie siente la aspereza del tapete. No le gusta para nada. Odia la última visión de los ojos de Suzie, ese almendrado completamente vacío.

Rosie, ¿Me estás escuchando?

Él alcanza rodear su muñeca cuando los dedos Rosie empuñan la perilla. Se alarma y sus ojos se abren.

¡No me toques!

El señor Lucas parece acercarse ante la voz alterada de Rosie. Las lágrimas crujen las comisuras de sus labios y le duele el pecho.

Elijah quiere calmarla, pero el señor Lucas se lo impide. Intenta resistirse, pero, sigue sin fusionar y entonces cuando ve que la ha lastimado sus brazos se aflojan y su mirada parece igual de desolada que la de Suzie.

Pero, a Rosie aunque le importa, le duele y no quiere verlo, porque verlo, la lastima.

Gira la perilla y sólo le puede decir.

Sí Suzie no era buena para mí, ¿Entonces por qué me dijiste que debería intentar algo con ella?

Antes de que él pueda replicar le cierra la puerta en la cara.

Ve las paredes del pasillo, son familiares pero no se sienten tan cálidas como antes. A Pesar de que el sol de la tarde estuviera golpeando las paredes castañas. 

Rosie pensó que Suzie estaría ahí. Caminando junto a ella por el suelo laminado. Observan con curiosidad los muebles distribuidos de manera espaciosa. Admirando las lámparas sobre el techo. En cambio Rosie fue la que caminó ahí, descalza, desconsolada. Las velas falsas estaban decorando la sala. Miró la botella de vino de su padre que hurtó de la gaveta de la cocina. Las dos copas, dos platos con pasta sobre la mesilla de cristal y dos cojines alrededor. La televisión tenía programado el Netflix y su vieja guitarra estaba sobre el sofá. 

Se supone que sería una cena romántica y una noche inolvidable. Aprieta sus labios y comienza a recoger todo. Está en piloto automático. Apaga las velas. Ni siquiera tiene apetito así que deshecha la comida. Apaga el televisor y encierra la guitarra en el estuche. Rosie piensa en las miles de historias que le contaría, como las líneas con los nombres de Allie y ella, sobre el marco blanco de la puerta de la cocina. Había éxitos y derrotas. La de Rosie finaliza con: "Día de la audición en Sydney".  El bilis le llega a la garganta y se esfuerza en tragar. Arde.

Rosie le contaría el cuento del alien que por alguna razón nació en la tierra y que tuvo que aprender vivir como el resto de los seres humanos. Tuvo que dejar de retraerse y esforzarse en entender cómo funcionaban las cosas. "Como Supergirl, Rosie", diría Allie tumbadas sobre su cama mirando un colorido comic, "Eres como Supergirl".  Comienza a subir los primeros escalones de escalera pensando en cómo jugaría en respuesta con los dedos de su hermana, los movería y sentía la textura de sus yemas suaves y cálidas. Lo hacía demasiado cuando estaba inquieta en las noches. Allie vendría, como siempre que Rosie tenía un día malo y se sentaría al borde de la cama y comenzaría preguntarle sobre ese libro de tortugas que su padre le había comprado.

Antes de subir por completo echa un último vistazo a la sala. El sillón donde su padre veía la Fórmula 1. La alfombra que su madre se enorgullece de haber encontrado en ese pequeño bazar. Las pinturas desteñidas que elaboró y que Rosie recuerda haber visto manufacturar. Piensa en que a Suzie le hubiera gustado saber esa historia, la historia de la mancha desastrosa que su madre le dejó aportar.

Intentó llamarla pero no le contestó.

Rosie se encierra en su habitación. Absorbe las paredes cremas en sus ojos. Es todo tan familiar y a la vez extraño. Sigue igual. La cama hecha, los libros apilados en el estante, el armario cerrado. La ventana está al lado de la cama. El pequeño escritorio blanco con sus lápices de colores y algunos blogs de dibujo. Los afiches de sus cantantes favoritos. La pila de mixtapes. Cada vez que se veía abrumada hacía lo mismo. En esos días cuando más extrañaba el frío del espacio, se acostada en su cama. Se envolvía bajo la frazada pesada de un color rosado opaco, justo como se envuelve un burrito de carne. Se aplastaba y obstruía su rostro, sólo dejando la nariz para poder respirar. Las paredes tenían un tono anaranjado por el sol. Sus ojos se presionaron con fuerza en la lobreguez. Su nariz cosquillear sintiendo el polvo añejo. 

En la cabeza de Rosie se repetía la misma imagen: la Ford Expedition doblando en una esquina.

Deja que el agujero negro que crea en su fuerte la absorva. Se lleve el dolor, deslave los recuerdos que acribillan su pecho. Se queda ahí como una oruga confinada en una crisálida. Y mientras el clima y el día y la noche varían en su ventana, piensa en Suzie.

Rosie la extraña, porque teme que haya huido para siempre.

Está abrumada y recuerda esos ojos vacíos. Piensa en Suzie y en todas las cosas que pudieron haber hecho esa noche. Ahora vuelve a tener seis años, sus padres gritando abajo, su hermana sentada sobre el suelo moqueta. Ella siendo una oruga en una crisálida de nuevo. El olor a lavanda y el tarareó de su hermana.

Cuando por la noche resuena en toda la habitación. 

Rosie se destapa, respira hondo, porque se siente ahogada y después presiona sus pies sucios entre sí.

Se toma un tiempo antes de tomar su teléfono. Ignora los mensajes y llamadas de Elijah. No quiere verlo en esos momentos. Ve el mensaje emocionado del resto de sus viejos amigos. Y ve los mensajes de las chicas. Se tienta en hablar con ellas, pero no lo hace. Sólo se queda con el rostro palidecido por la luz blanca que emite el dispositivo. El aire acondicionado hace que el calor no se acumule y haga sudar las paredes. Hay una salamandra, puede distinguir su figura incluso con su miopía. Se toma un rato haciendo un juego de miradas, luego le escribe otro mensaje a Suzie.

Te extraño.

Luego se arrepiente y quiere borrarlo. Niega con su cabeza y detiene sus dedos de hacerlo. 

Cambia de contacto para llamar y no sabe que quiere escuchar pero…

— Hola, ha pasado mucho tiempo.

— ¿Rosie…?

Entonces Rosie se echa a llorar.

[...]

Al día siguiente nada pasó. 

Rosie práctica en el espejo su mejor sonrisa. Prepara la máscara sobre su rostro y finge que todo está bien. Se repite eso muchas veces engañando a la conciencia. No es la primera vez que tiene que hacer una aparición pública y está agotada emocionalmente. Es casi algo diario con el trabajo que tiene. No puede hacer otra cosa que seguir adelante y esperar en que algún momento Suzie esté lista para hablar con ella.

Rosie se maquilla y alisa su cabello. No lleva nada sobrecargado, es un look natural, su cabello envuelto en un moño, con los dos mechones laterales enmarcando su rostro. 

El señor Lucas la espera afuera y la lleva al lugar donde será la ceremonía.

La boda de Abigail fue en una playa remota. Las playas en Melbourne están bastante alejadas, así que ese viaje le da tiempo para prepararse a sí misma. Comienza a enderezar su postura y hace guiones imaginarios de las cosas que piensa decir, de las conversaciones que va tener. Se prepara para ver a Elijah y fingir que todo estaba bien entre ellos. No es algo fuera de lo común. Cuando Lisa y ella peleaban hacían lo mismo si tenían un horario. Jennie y Lisa incluso hacían fanservice cuando estaban en su peor momento entre ellas. Nadie notaba nada. Jisoo incluso era demasiado buena actuando que todo estaba bien y que nada se desmoronaba que podías creerlo, incluso si habías visto las grietas.

Su vestido es del mismo corte largo que el resto de las damas. Es de un color vino. La boda no es lo que esperaba. Llega haciendo una entrada bastante animada, Abigail se ilumina al verla y se abrazan con fuerza. Luego le presenta a su pareja, Fabián. Saluda a todos, desde Em 's, hasta Elijah. No hay muchas personas. Rosie dice algo gracioso y todos ríen. 

Elijah parece feliz de verla así.

Se acerca para rodearla con su brazo y se ofrece a caminar a su lado. Connell, el socio de Elijah, camina junto a Em 's.  Él habla de lo emocionado que está porque se encuentre mejor y porque esté con ellos. Rosie ni siquiera presta atención. Sólo hace lo que le enseñaron, sonreír y asentir.

La boda no es algo formal. Sólo es para pasar un rato entre ellos. Em ‘s oficia la ceremonía y todos se alinean alrededor para ver como se dicen los votos. Elijah sigue junto a ella y ella quiere evitarlo tanto como puede. Sin embargo, se aplastan en fotos todos juntos. Cuando ve su oportunidad se pega a Em 's. Ella parece notar su deseo de estar lejos de Elijah. Así que la aleja un poco de todo el alboroto. Rosie lo agradece de cierta forma, porque está comenzando agotarse de fingir estar bien. Elijah es insistente. Pero, Em ‘s le dice que ella y Rosie tienen que ponerse al día de cosas de chicas. Connell es el que aleja a Elijah de ellas. 

Ambas comparten la orilla de uno de los laterales de una tumbona. Mientras beben vino espumoso rosado comprado en el supermercado en vasos de plástico, ven como Abigail y Fabían emulan bailar una canción lenta. Connell y Elijah conectan una bocina inalámbrica al bluetooth de uno de sus teléfonos.

Em ’s tiene los ojos azules y el cabello rubio cenizo, tiene una mirada bastante pacífica y de cierta forma causa sosiego en Rosie. No es que ambas hablen mucho, pero, de vez en cuando lo hacen.

Connell me dijo lo que pasó.

Rosie ve el líquido rosado del vino espumoso en su vaso. La voz de Em ‘s es directa.

Ah.

No estoy de acuerdo con que Elijah haga eso —, ni Elijah, ni Em ‘s suelen estar de acuerdo en muchas cosas. Así que eso tampoco es algo fuera de lo común.

Bueno

Le responde tomando un poco de vino.

— ¿Rosie?

Se gira para verla, pero, luego ella misma se incomoda un poco.

— ¿Sí?

— ¿Cómo te sientes al respecto?

Rosie tuerce sus manos y se encoge de hombros.

— No me siento con ganas de hablar con él —, admite.

— ¿Pero lo estás haciendo?

Rosie suspira pesadamente. 

¿Cómo se lo explica?

— Sí…

— ¿Está enfadada con él? —, le pregunta.

Rosie asiente: — Lo hago.

— ¿Sólo con Elijah?

La ceja de Em ‘s se eleva con sospecha.

— No, también con Suzie. Con ambos en realidad. 

No sabe bien qué hacer con sus manos. Pone el vaso en la arena y comienza a sacudir sus dedos como en las anécdotas que su madre le contaba. "Siempre sacudidas los dedos o ladeaba la cabeza como si escucharas música", le decía con una sonrisa exprimida de nostalgia.

Hay una sensación punzante sobre sus ojos. Em ‘s la ve con recelo. La observa beber en silencio. Mantiene incluso una distancia apropiada. Rosie recuerda que cuando se conocieron gracias a Vanessa, no pensó que Emily Wilson resultara ser una persona cuidadosa. No era protectora como Elijah. Em ‘s la cuidaba hasta cierto punto.

Eso la aliviaba. No era una niña. A pesar de que algunas personas de su círculo de amigos la veían de esa manera.

Supongo que tendrán que pedirte perdón de rodillas por hacerte sentir mal.

Rosie asiente aguantando la respiración para evitar que se le corra el rimel. Le han temblado las manos esta mañana intentando aplicarlo. La brisa marina sacude su cabello y deja que el aire salino la relaje. Le gusta mucho ese olor, ese sonido de las olas rompiéndose en espuma enlodada.

Yo… Sólo no estoy entendiendo nada. ¿Qué hice mal?, ¿Por qué Suzie no me contesta?

Em 's toma una servilleta de papel y pliega las puntas para limpiar la viscosidad en la punta de los ojos de Rosie. Ella se lo agradece porque no quiere arruinar su maquillaje.

No hiciste algo malo. Así que relájate un poco. ¿Estoy demasiado cerca?

Rosie lleva las manos a sus piernas.

No toques mis rodillas.

Em 's se hace un poco más para atrás.

— ¿Mejor?

— Sí, gracias.

Rosie dejó escapar un suspiro. El sol no es para nada suave y agradece haberse puesto protector solar.  Suspira y sus pensamientos siguen igual de abrumadores que la noche anterior. Las gaviotas graznan a lo lejos y la cree que esa canción de Ed Sheeran es ridícula, pero intenta no mostrarlo en su expresión.

Elijah es una persona importante para mí… —, comienza a decir con los ojos fijos en la línea del horizonte. Los ojos de Em’s no la ven para intentar no incomodarla y que pueda seguir hablando. — Suzie se está haciendo bastante importante en mi corazón, ¿Sabes?, así que estoy muy confundida. Él apela a la antigüedad y su lealtad. Suzie no apela a nada, porque no ha dicho nada.

Bueno, en defensa de, ‘Suzie’, Elijah puede ser exagerado.

Sé que Suzie puede parecer una persona bastante inaccesible. Estuvimos, ¿Tres años?, ¿Cuatro?, como sea —, pone los ojos en blanco. — Estuvimos en ese mismo grupo de amigos, sentadas en café bastante bonito, paredes blancas, olor a granos de café recién molidos, ambiente de jazz en los altavoces. Nos sentamos en una mesa circular en el fondo y siempre me ignoraba, bueno ignoraba a todo mundo menos a Hyeri-unnie —, hace un puchero con sus labios recordando aquellos días. — Puede tener una actitud de diva y a veces es bastante huraña. Sí, ella es eso.

Ajá…

Em 's la insta a seguir. Rosie se queda con las palabras en la punta de la lengua. Las mastica bien antes de poder formularlas nuevamente.

Es como la media noche a veces, puede ser como el invierno otras. Es bastante glacial a veces, pero, a veces el invierno también significa calidez. Es raro, casi paradójico como una persona con una belleza etérea y a veces con una sensación superficial en su trato puede ser… Como un sol estival o como un cardigan áspero, pero cálido. 

Revivir la sensación de la lana rasposa hace que se abrace los brazos desnudos.

¿La estuviste acosando por tres años?

Rosie sacude la cabeza y el sonrojo llega hacía su cuello.

No, sólo, me gustaba verla a veces. Sólo evitaba que se diera cuenta, porque pensé que no le gustaría. A muchos no nos gusta como los hoobaes se nos quedan mirando en algunas ocasiones… Es inquietante.

¿Por qué? —, Em 's pregunta dándole un sorbo a su vino espumoso.

No sé. Tal vez sientes que te quedaste sin tiempo.

Rosie se encoge de hombros. 

Rosie, no lo entiendo.

Em 's dice con firmeza, sus labios se aprietan y Rosie la mira parpadeando.

No es algo… No es algo fácil explicar eso…

Ve como la irrumpe.

No, no hablo de eso —, dice rechinando sus dientes antes de dar otro sorbo y hacer una mueca de disgusto. — Lo que digo es que has crecido.

Rosie la mira confundida.

Sí, supongo que lo hice.

Ella exhaló.

— Sí, has crecido. Yo he crecido. Todos aquí crecimos —, parece perder el hilo conductor por un momento y luego procede a decir: — Lo que digo es que… No te entiendo. Puedo llegar a comprender con familiaridad el concepto, pero, no entiendo lo que tu viviste. Tu experiencia, ¿Entiendes eso?

Rosie se rasca el cuello un poco y asiente.

Sí…

Hay veces en que ha tenido dificultades para hablar con ellos sobre ciertas experiencias, ciertos sentimientos. Sobre todo cuando era aprendiz y los primeros meses después de debutar.

Entonces, Suzie y tú —, dice usando sus dos dedos índice, indicando cuál de sus dedos era ‘Suzie’ y quién era ‘Rosie’. — Ella y tú, se entienden bien, hablan el mismo idioma y han convivido en el mismo entorno. Por eso es fácil que empatices con ella, porque vivieron experiencias muy similares. Ahora, tanto Abigail, Elijah, y yo… No. Somos tus amigos, y te queremos Rosie, pero, no entendemos algunas cosas, algunos matices. ¿Recuerdas a las personas daltónicas?

Rosie se siente concentrada en esos dos dedos índice con los que Em 's interactúa. Abre la boca para responderle.

Sí.

Bueno, no pueden registrar ciertos colores. Así algunas cosas como el atardecer son a veces opacos. 

Rosie frunce los labios.

— ¡Esto se siente como el señor Calmequis! —, se queja al pensar que está comenzando a tratarla como si tuviera cinco años, algo no muy propio de ella.

Em 's se ríe.

Es mi especialidad, Rosie, ¿Qué te puedo decir?

Emily era psicoterapeuta, tenía especialidades en neuropsicología infantil, sobre todo enfocado en las neurodiversidades. A menudo trataba a niños y niñas neurodivergentes. La hermana de Em ‘s, Holly fue diagnosticada con dislexia y TDAH cuando iba en quinto año.

Lo que digo es que ya escuche esto. Ambas vemos de la misma forma y ustedes ven de otra forma. Quizás vemos lo mismo, pero, con otros colores u otras lentes. El señor Calmequis usaba mucho los cubos Rubik, pero, por ejemplo la señorita Ha, le gusta mucho el cine, así que a veces hablamos de cine y entonces usamos planos de cámara para hablar de diferentes perspectivas —, contaba usando sus propios dedos para interpretar a Suzie y a Rosie.

Bueno entendiste mi punto.

Lo sé, no soy estúpida —, dice poniendo los ojos en blanco.

Lo que digo es que ninguno de nosotros podría ver las dimensiones de Suzie como tú lo haces, como quizás lo haría alguna de tus compañeras de banda.

Hermanas —, Rosie la corrige frunciendo sus cejas. — Ellas son mis hermanas. Aunque Lisa a veces es exasperante y Jisoonie aún cree que va a crecer y por eso toma mucha leche de plátano. Y ahora tiene una obsesión con Hello Kitty y nos ha enviado paquetes mascarilla de ese personaje, es ridículo.

¿Y Jennie?

Rosie entonces bufa: — Unnie es como un gatito, es bastante retraída y pegajosa. Es raro de presenciar pero, ahora tiene una obsesión por Juego de Tronos que no tuvo en la pandemia. Y nadie le ha dicho el final. Lisa nos ha amenazado a todas para no arruinarle la experiencia de mierda.

Eso suena…

Sí es raro, lo sé.

Me gusta hablar con ustedes porque me gusta sentirme como la vieja yo…

Pero  no eres la vieja tú —, Rosie concuerda con ello asintiendo.

También soy Rosé y Chaeyoung. Y encaja conmigo. 

Al final de días esos nombres eran parte de ella.

Sólo te diré una cosa —, la hizo conectar sus miradas, había comprensión y seriedad resonando en sus ojos azules. — La antigüedad y la lealtad, no siempre es bueno. 

¿Estás diciendo que Elijah es malo?

Sugiero que se equivocó. No es malo, pero saltó muy rápido. Lo mismo Suzie y es algo que tienen que hablar.

Em 's luego de terminar su vaso se va hacía Abigail haciendo un poco de alboroto.

Rosie se queda sentada en la tumbona.

Luego ve a Connell acercarse de manera tímida. 

No lo conoce para nada. Él incluso estaba un poco alejado cuando Rosie llegó.

Sin embargo al verlo situarse en el lugar de Emily puede reconocer la familiaridad en él.

Hola.

¿Necesitas algo?

Realmente no está de ánimo, para hablar más. De hecho estaba pensando en irse.

Es sobre Suzy.

Rosie entorna los ojos.

¿Qué sucede con Suzy?

Él se encoge de hombros.

Ella se veía muy herida ayer… —, puede escuchar la preocupación silbando en su voz.

Rosie también comienza a sentirla.

— ¿Qué pasó?, ¿Ella…?

Dabin, su gerente, ¿Cierto?

Rosie asiente como si fuera lo más obvio: — Sí, Dabin es su gerente.

No entiende por qué lo duda. Se lo ha dicho a Elijah, "También viene Dabin, es la gerente de Suzie".

Ah, es que, Elijah mencionó que era su prima, de Suzy.

Rosie arruga su rostro y luego vuelve a poner los ojos en blanco. 

Elijah sin duda no la escuchó del todo.

Dabin no es prima de Suzie, él lo confundió. Le dije que era gerente de Suzie y mencione que Dabin es una las primas de Jisoo unnie.

La boca de Connell se abre sorpresivamente.

Oh.

Sí.

Supongo que se equivocó.

Él lo hizo.

Gruñó por lo bajo.

Bueno, Dabin la estaba esperando en el vestíbulo y me dijo que Suzy estaba agotada y cuando está así, sin dormir bien se pone de mal humor y se pone… No sé, pero, no sólo se veía agotada, se veía pálida como si quisiera vomitar y Dabin parecía sólo buscar una excusa…

— Eso es normal, los gerentes suelen excusarse todo el tiempo.

Rosie suspira. Busca el teléfono en su bolso y decide enviarle un mensaje a Dabin para ver si Suzie estaba bien.

Las lleve al aeropuerto.

Ella ya lo sabe.

Sabe que Suzie se fue. Dabin se lo dijo esta mañana.

Gracias por decirmelo.

Creo que Elijah tocó una fibra bastante sensible. Quizás no lo hizo con mala voluntad, pero, sin duda, le afectó a ella.

Gracias por asegurarte de que no estuviera sola.

Connell niega con la cabeza de manera tímida.

A ella le importas, veo, estuvo diciendo que la había cagado. Dudo, ¿No sé?, ¿Lo hizo?

Rosie reflexiona: — Estoy enojada, pero, no sé.

Bueno, supongo que hice mi parte.

Se encoge de hombros.

Ambos se ponen de pie cuando Elijah aparece con su telefono en mano. Tiene una sonrisa victoriosa cuando se acerca.

Muchas gracias, por eso. No tenías que hacerlo —, le susurra a Connell.

Fuiste importante para mi, Rosie.

Ella lo mira confundida: — No creo recordarte.

Él se ríe de manera divertida.

Entonces estudia bien su cara tratando de recordarlo. La piel pálida, las pecas y… Esos ojos marrones llenos de calidez.

Pensé que lo hacías.

Pecas, pelo rojo, ojos marrones llenos de calidez.

Ella abre la boca y sus cejas se elevan de incredulidad.

La melancolía se cierne contra su cuerpo.

¿V- Vanessa?

Los ojos de Connell brillan.

Parece que lo recordaste.

Entonces Rosie lo abraza con fuerza. 

¡Vanessa es Vanessa!

Chilla de alegría.

Elijah llega a ellos y los mira con una sonrisa.

Hola, veo que se han vuelto buenos amigos.

Rosie se separa e intenta actuar políticamente correcta.

¿Qué sucede?

Elijah le da una mirada de orgullo mientras le tiende el teléfono en sus manos.

Sólo te quería decir que yo tenía razón.

Los ojos de Rosie miran el tabloide de Korean News.

Se siente completamente destrozada por una fracción de segundo, pero empuja todo eso lejos de su expresión impávida.

Su actuar es contrario a sus emociones internas. Asiente apretando los dientes y luego sonríe de manera falsa, tanto que parece que Elijah parece sentirse nauseabundo. Connell se inclina para ver el móvil y Rosie puede ver en enfado mientras comienza a decirle a Elijah que no debería estar haciendo eso.

Aspira aire y después camina hacía Abigail. Connell la sigue. Se despide de todos con una sonrisa alegre. Le pide el número de teléfono a Connell y él sólo mira con pena, pero se lo da.

Elijah quiere disculparse. 

Ella no tiene ganas de lidiar con él.

No tiene ganas de lidiar con nadie.

Rosie camina con el señor Lucas rumbo al auto. Le pide que la lleve al aeropuerto y envía un mensaje a su gerente para que prepare un vuelo privado a Seúl. 

No quiero estar en Melbourne más tiempo. 

Necesita ponerse a trabajar.

Escucha a Elijah querer acercarse. Pero le cierra la puerta del auto en la cara. Ignora cuando golpea el cristal blindado.

¿Pensó que iba a ponerse a llorar de manera histérica?

¿Qué iba a necesitar que la consolara?

No era la primera vez que se sentía así y tenía que actuar para no preocupar a nadie.

En la camioneta, protegida por su seguridad y con rumbo al aeropuerto ve el océano seguir su movimiento ondulado.

El rimel se corre entonces y busca el mismo artículo de Dispatch en Naver.

[¿Bae Suzy y Lee Minho están juntos otra vez?]

La foto de los dos abrazados en el parque le hace revolver su estómago. 

¿Esto ya no es un rumor verdad?

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Thank you!
TorresMendoza
Espero que les guste.

Comments

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nishichan
#1
Nice
Kookkne
#2
Chapter 11: Pero qué fue todo este capítulo??? LMAOOO mi estado de ánimo se elevó diez veces con cada cosa que iba leyendo JSJS
Kookkne
#3
Chapter 10: Así que los Bae han pasado por muchas cosas eh, y también son otra cosa, pueden ser tan impactantes en cuanto a su apariencia como también su personalidad. Suzy ha pasado por mucho, espero que paso a paso vaya aprendiendo a sobrellevar todo mejor. Por otra parte autor(a), admito que me quedé en esta historia porque (aparte de lo interesante que es) tiene una etiqueta wenrene, en este cap ese pequeño atisbo de lo que pudo suceder entre las dos me dejó intrigada, tengo curiosidad por saber que fue lo que sucedió entre ellas (aunque también *inserta meme tengo miedo* porque suena a que sucedió algo que no es bonito). La tía Yeol es otra cosa, la parte en la que habla de la ardilla JSJS. A la espera del próximo capítulo 👀
Rose_124 #4
Chapter 9: Mi favorita historia en el momento
Kookkne
#5
Chapter 9: Wow cada vez se vuelve más interesante esta historia, me gusta. Admito que me sorprendió ver que era escrita en español, son escasos los trabajos en nuestro idioma así que me gusta la sensación de saber que el contexto lo puedo entender completamente sin tener la barrera de leer todo en un idioma extranjero y que maneja significados distintos.

Hasta el momento el desarrollo es genial y ver cómo de "odiarse" a luego terminar en una relación para llegar hasta este punto dónde Rosé está conociendo a la familia Bae es un crecimiento que hace que quiera seguir viendo que sucede después. La parte final de este capítulo JAKSK el próximo se ve prometedor, estoy impaciente por la prox actualización autor(a). Gracias por compartir esta historia :D
Noemami123xd #6
Chapter 3: Excelente historia!! Espero tener otro capitulo, tu forma de escribir me encanta!
Pmon21 #7
I loved it, I look forward to the next chapter
ettrrr #8
Chapter 3: No suelo comentar estas cosas pero me sorprendió no ver ningún comentario. Está muy bien escrito, sigue así!