Seis

𝙔𝙐𝘼𝙉𝙁𝙀𝙉 | » Vkook

-Jeon JeonGguk nació en Francia en 1864. Cuando un nuevo bebé nace se les es asignado un guardián que velara por él hasta que llegue el día de su muerte. Tuvo una vida larga pero llena de sufrimiento y arrepentimientos, aunque al final las cosas mejoraron y fue algo feliz.

JungKook lo escucha con atención, antes de empezar TaeHyung le ha aclarado que no le va a contar todo, porque si así lo hace está seguro de que tendría que lidiar con un loco, cosa de la que no tenía ganas. Además, JungKook está de acuerdo con ello, su estabilidad mental en ese momento no es la mejor, por lo que saber una parte de la historia es suficiente, de momento.

-Lee MinSeok, nació en 1920, a los diez años comenzó a presentar problemas cardiacos por lo que su esperanza de vida no era alta. Murió antes de poder cumplir los veinte años. En esa vida estuve a su lado día a día, sosteniendo su mano desde el momento en que se enteró de aquello, solo éramos él y yo disfrutando de la compañía del otro.

TaeHyung está perdido en sus recuerdos, viviendo todos esos años al lado de MinSeok, esperando pacientemente a que todo terminara, porque el momento iba a llegar y por desgracia no podía impedirlo. Es duro estar al lado de una persona que sabes que va a morir, pero más duro es saber que su vida va a ser corta, que no va a poder hacer todo lo que tenía pensado.

-Para él era solo su amigo, alguien que apareció en el peor momento de su vida. Para mí era mucho más que eso, era la persona que amaba, que llevaba amando desde años atrás. MinSeok era increíble, un luchador, jamás se dejó derrotar a pesar de todas las veces que su corazón casi se para.

-¿Sabía quién eras?

-Sí, jamás le mentí, siempre fui con la verdad por delante.

 

"-¿Eres un ángel? - pregunta con voz trémula, acababa de despertar después de varias horas inconsciente y, lo primero que sus ojos ven al abrirse es a un chico de su misma edad, observándolo con los ojos cargados de emoción.

-Sí, soy tu guardián Lee Minseok, ¿te gustaría que fuéramos amigos? - obtiene un leve asentimiento como respuesta."

 

"-Gracias por permitirme estar a tu lado, no sabes cuán agradecido estoy de poder compartir estos momentos contigo.

-¡Deja de ser tan sentimental TaeHyung, haces que me ponga igual! - Un Minseok de 17 años lo empuja levemente con un pequeño golpe de caderas. TaeHyung jamás le contó sobre Jeon JeonGguk, por lo que este no tenía ni idea del significado de esas palabras"

 

"-¿Serás tú quien me acompañe cuando muera?

-Sabes que no puedo hacer eso, pero estaré aquí hasta el final."

 

-¿Estuviste a su lado cuando murió? - Le es imposible no preguntar, quiere saber si cumplió su promesa o si por el contrario, no estuvo allí. Pero ya sabe la respuesta sin siquiera escucharla, pero necesita oírselo decir.

-Fui yo quien le dijo que podía dejar de luchar, que todo iba a estar bien y que todos le amaban y le amarían siempre – murmura dándole la espalda a JungKook para que no lo vea llorar.

Pequeñas lágrimas escapan de sus ojos, se emociona al recordar aquello porque ya era la segunda vez que perdía a su amado. Pero no era eso lo peor, lo peor es que no había podido hacer nada porque ese chico pudiera vivir veinte años más y no se hubiera ido tan pronto, tan joven, con apenas diecinueve años.

-Prepararé un poco de té, tómate todo tu tiempo en recomponerte, no hace falta que sigas contándome más.

Dicho esto, TaeHyung se queda a solas en el salón mientras que JungKook se escapa hacia la cocina para preparar el té. Se apoya en el borde de la encimera después de dejar preparado todo. Puede intuir que TaeHyung está diciendo la verdad, al menos la historia le parece cierta, llegar a creer que todo eso ocurrió hace tantos años y que supuestamente son sus vidas pasadas, eso le cuesta un poco más, necesita algo más que simples palabras.

Verlo tan afectado le molesta, no quiere admitir que le duele porque entonces admitiría que el chico parece importarle, al menos que se encuentre bien y no, no lo conoce como para que se sienta así.

Testarudo a más no poder.

Cuando vuelve al salón con todo preparado, se encuentra con la estancia vacía, TaeHyung no está. Deja las dos tazas en la mesa y se encamina a buscar al chico, solo hay dos lugares donde puede estar si es que no se ha marchado de allí y no ha escuchado la puerta, así que debe de seguir allí.

-¿TaeHyung? – Golpea un par de veces la puerta del baño, puede escuchar movimiento dentro - ¿te encuentras bien?

-Estoy bien – escucha decir detrás de él.

Un grito se escapa de lo más profundo de su ser al no esperar aquello. Se tiene que agarrar al manillar de la puerta para no caerse, su corazón late con fuerza contra su caja torácica. No se esperaba aquello porque en ningún momento se ha abierto la puerta, en ningún momento nadie ha salido de allí dentro, ¿no estaba ahí y se ha imaginado todo?

-¿No estabas dentro?

-Sí.

-¿Y cómo es posible que estés aquí si no me he apartado de aquí y no te he visto salir? – dice mientras se da la vuelta y se apoya en la puerta para poder calmarse del todo.

-Puedo hacer cosas, soy, era un guardián al fin y al cabo – se corrige no dando más explicaciones de nada y volviendo al salón, donde se sienta con su correspondiente taza de té.

JungKook tarda unos buenos cinco minutos en poder recomponerse. Ya es la segunda vez que ve algo parecido, la primera en la calle cuando fue apartado para no ser atropellado por un ciclista y ahora, que parece ser que su invitado ha atravesado una pared sin que él se dé cuenta de ello.

Vuelve a su pequeño salón, donde lo espera TaeHyung mientras da un pequeño sorbo a su té. Por primera vez el moreno se para a observar y analizar al rubio, sin duda seria alguien en quien se habría fijado sin parpadear.

Buen rostro, con unos ojos intensos y expresivos que tienen algo en particular, uno de ellos con doble parpado y el otro no. Una nariz de buen tamaño que da a su rostro una calidez extraña, el detalle del lunar en su labio le ha sorprendido, sobre todo porque se ha tirado un poco más de tiempo observándolo. Es alto y fuerte, pero no mucho, lo normal como para no llamarlo exagerado.

Sin duda, es el tipo ideal de chico en el que se fijaría.

-Puedes acercarte más si quieres, quizá encuentres algo que te llame más la atención.

Puede notar como sus orejas comienzan a calentarse al igual que su rostro, lo ha pillado mirándolo y no puede ser más vergonzoso. Se aclara la garganta y lleva una de sus manos a su cuello, donde masajea avergonzado por haber sido pillado in fraganti, aunque tampoco es que haya sido muy sutil.

Vuelve a su pequeño salón, donde lo espera TaeHyung mientras da un pequeño sorbo a su té. Por primera vez el moreno se para a observar y analizar al rubio, sin duda seria alguien en quien se habría fijado sin parpadear.

Buen rostro, con unos ojos intensos y expresivos que tienen algo en particular, uno de ellos con doble parpado y el otro no. Una nariz de buen tamaño que da a su rostro una calidez extraña, el detalle del lunar en su labio le ha sorprendido, sobre todo porque se ha tirado un poco más de tiempo observándolo. Es alto y fuerte, pero no mucho, lo normal como para no llamarlo exagerado.

Sin duda, es el tipo ideal de chico en el que se fijaría.

-Puedes acercarte más si quieres, quizá encuentres algo que te llame más la atención.

Puede notar como sus orejas comienzan a calentarse al igual que su rostro, lo ha pillado mirándolo y no puede ser más vergonzoso. Se aclara la garganta y lleva una de sus manos a su cuello, donde masajea avergonzado por haber sido pillado in fraganti, aunque tampoco es que haya sido muy sutil.

-Solo estaba intentando encontrar la razón por la que alguien se fijaría en ti.

Auch.

-Tú ya lo has hecho, ¿no es así? Así que no sé, respóndeme tú porque te has fijado en mí.

-En ningún momento me he fijado en ti.

-No que va.

Esa conversación muere ahí por decisión de JungKook, si fuera por TaeHyung le habría molestado hasta que a su cara le costara dejar el rojo atrás. Le divierte ver como intenta hacerse el desentendido, el niño bueno cuando claramente ha sentido su mirada fija sobre él y, como sabe, sin ninguna duda, que le ha llamado la atención físicamente.

-Puedo continuar hablando, por si quieres seguir escuchando o prefieres que sigamos repasándonos con la mirada.

-Vete de mi casa.

-Continuaré hablando entonces.

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
No comments yet