Cinco

𝙔𝙐𝘼𝙉𝙁𝙀𝙉 | » Vkook

Han pasado cerca de cinco días desde que JungKook se encuentra en la casa de Jin, su excusa es que están fumigando su edificio y cada apartamento, por lo que debía salir de allí. Los dos primeros días fueron creíbles, después ya su piadosa mentira no tenía efecto, pero Jin no le cuestionó nada, ya que está encantado de tener al menor allí.

Está huyendo ya que no quiere enfrentarse a esa realidad que, el supuesto TaeHyung, le ha contado. Desde aquella tarde en el parque, del cual se fue sin decir una sola palabra después de escuchar aquella revelación, no ha visto al rubio, ya que no ha salido de la casa salvo para acompañar a Jin a comprar, siendo obligado por el mayor.

Se ha adentrado en un mundo de locos, de historias fantasiosas donde ¿qué? ¿Las personas pueden llegar a tener más de 150 años? O peor aún, porque no cree que sea humano, o al menos esa es la explicación para que haya vivido tanto. Su vida se ha convertido en una novela mala de ciencia ficción, donde el protagonista seguramente acaba malherido o peor, muerto y él, no quiere ser como el protagonista.

No os desesperéis, JungKook a veces tarda en entrar en razón, primero por su cabeza deben pasar todos los escenarios posibles y luego, si no se ha vuelto loco antes, entrará en razón y continuará como un ser razonable y seguirá con su vida mientras da una nueva oportunidad a TaeHyung.

Es decir, ¿no estaríais igual o peor? Algunos seguiríais con vuestras vidas como si nada hubiera pasado, otros estaríais investigando hasta que os doliera la cabeza, algunos como JungKook, le daríais vueltas y vueltas, pero sin llegar a entrometeros del todo porque os da miedo saber la verdad y otros, bueno, otros tan solo habrían seguido adelante desde el primer momento.

-Oye Kook -. Comienza a hablar SeokJin, quien se encuentra sentado al otro lado del sofá, el mando en la mano y su mirada ahora puesta en la figura del menor -. No me malentiendas, ya que me encanta tenerte aquí, pero ¿no crees que es hora de volver a tu casa? Ya todo debe de estar bien. Además, seguro tienes trabajo que continuar.

Es cierto que tiene cosas que hacer y que debería marcharse, lo ha estado pensando desde que se ha levantado esa mañana, pero lo ha ido postergando hasta que ya es hora de que coja su mochila y deje a Jin tranquilo.

-Tranquilo, ya tenía pensado volver hoy.

-¿Está todo bien? ¿Sucede algo? Sabes que puedes contar conmigo para cualquier cosa, si te ocurre algo puedes contármelo.

-Está todo bien hyung, no ocurre nada, tan solo quería pasar tiempo contigo, ya que apenas nos vemos y te echaba de menos.

No miente del todo, antes solía pasar algún fin de semana allí o donde Hoseok, hasta que las cosas cambiaron. Ellos encontraron un trabajo y el bueno, él seguía encerrado en la universidad sacándose las materias como podía.

Cuando se hace tarde este se aleja del apartamento de SeokJin, camino al suyo propio. Su cabeza está metida de lleno en todo lo que debe hacer en estos días. Hace dos días recibió un correo de aceptación en una de las compañías a las que había echado curriculum, en tres días tendrá una entrevista y espera que todo salga bien. Debe salir bien y para ello no necesita distracciones, sino enfocarse solo en eso, preparase bien y dar lo mejor de sí.

No es el mejor en las entrevistas, se pone nervioso y a veces llega a quedarse en blanco, pero esta vez siente que es diferente. Ya tiene 23 años y no puede seguir comportándose como un niño, debe madurar y centrarse en su vida de adulto. Tiene que conseguir un trabajo estable, que le proporcione ganancias suficientes como para poder mudarse y, por fin, comprarse un coche en condiciones porque el que tiene ahora, es peor que el de los picapiedra, por eso evita cogerlo y se mueve en transporte público.

Cuando se va acercando a su piso, sus ojos captan a lo lejos una cabellera rubia apoyada en uno de los coches que hay aparcados en la acera de enfrente a su portal. No puede creerlo, ¿cómo sabe que vive ahí? A su mente le llega el recuerdo de aquella vez que le pareció ver al chico en su casa, ¿era real o tan solo su imaginación? Ya no está muy seguro de si era de verdad su imaginación.

Con cada paso que da, se va acercando al portal, saca las llaves para poder abrir con rapidez y que TaeHyung no note su presencia. Pero, aunque no le estaba mirando, este comienza a caminar hacia el portal, cruzando la calle sin siquiera mirar si pasa algún coche, como si no le importara morir. Frena sus pasos a escasos metros, planea darse la vuelta y volver más tarde, pero sus intenciones son interrumpidas por aquella voz grave perteneciente al chico atemporal.

-Puedo saber que estás aquí sin siquiera haberte visto – oye decir, sigue observando al chico que, de verdad, aún ni siquiera le ha dirigido la mirada salvo ahora, cuando levanta la vista del suelo y lo pilla mirándolo.

-¿Estás acosándome?

-¿Y tú huyendo de mí?

-Huyo de un acosador que no deja de seguirme y encima me espera en casa.

-Sabes perfectamente que no soy ningún acosador y que, saber dónde vives es muy fácil para mí, debo saberlo para poder estar pendiente de ti.

-No, no debes saberlo ni mucho menos estar pendiente de mí. Déjame en paz y lárgate, la próxima vez pienso denunciarte.

-Inténtalo, no tendrán nada sobre mí, apártate a la izquierda.

-¿Qué?

-Que te hagas a un lado, o te atropellará una bicicleta.

-Déjate de tonterías por el amor de di -. Ni siquiera logra terminar la palabra cuando es tirado bruscamente hacia su lado izquierdo. Está sorprendido porque por su lado pasa una bicicleta a gran velocidad que, como bien le había dicho, podría haberlo atropellado.

-Te dije que te apartaras.

-¿Cómo?

Detrás de él se encuentra TaeHyung, aquel chico que hace unos segundos estaba a unos veinte metros hablando con él y que, sin haberlo visto, ahora se encuentra pegado a su espalda con una de sus manos agarrando su brazo derecho y el brazo restante rodeando su cintura.

De nuevo ese cúmulo de sensaciones contradictorias se abre paso por su cuerpo, su corazón comienza a latir un poco más rápido de lo normal, cosa que le hace ponerse nervioso porque no tendría que estar reaccionando de esa forma. Se dice que es por lo que ha pasado y no por cómo se encuentra con el chico.

Puede sentir la respiración del contrario haciéndole cosquilla en la nuca, el agarre que tiene no se afloja en ningún momento y mucho menos se deshace. Se pregunta porque no se mueve, pero resulta que no quiere hacerlo, porque estar apoyado en el cuerpo contrario lo hace sentir bien, es agradable, es como si fuera algo que ya ha hecho porque se siente correcto y como en casa.

En casa.

Una elección de palabras rara y difíciles de explicar

La sensación familiar de estar entre los brazos del rubio lo abruma, hay algo dentro de él que ha extrañado aquello, pero no puede identificar el que. JungKook jamás ha tenido ese tipo de contacto físico con TaeHyung, no al menos que él recuerde.

-¿Hablabas en serio cuando dijiste aquello? – pregunta asustado por la respuesta que obtendrá.

-Sí.

-¿Eras cercano al JungKook de ese entonces?

-Con algunos.

-¿algunos?

Esta vez decide hacer uso de la razón y separarse para poder girarse y mirar al rubio. ¿Ha habido más de dos, él y aquel que describió?

-No creo que sea el lugar indicado para hablar de ello, ¿no crees?

Asiente, por lo que termina invitándolo a entrar en su casa donde espera conocer todas las respuestas a sus preguntas y, sobre todo, conocer la historia de TaeHyung, porque sabe que hay mucho dolor en ella, puede verlo en sus ojos siempre que lo mira.

 

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