Dos

𝙔𝙐𝘼𝙉𝙁𝙀𝙉 | » Vkook

Os estaría mintiendo si os dijera que JungKook desde el momento en que observó al chico en la fotografía no se obsesionó. Es más, rebuscó en todas sus carpetas y álbumes para buscarlo, encontrando así 37 fotos donde el mismo chico aparece. Puede ser algo sin interés, aunque no tiene nada de normal, pero si hablamos de las fechas de esas fotos, entonces cobra importancia.

Hay una imagen de él con su familia en Busan, ahí al fondo de la imagen y de forma muy sutil se encuentra el mismo chico. Esa foto fue tomada cuando JungKook tan solo tenía 5 años. Otra lo muestra a él y a unos amigos en el último día de su primer curso de instituto, JungKook tan solo tenía 13 años. Puede encontrar varias más en lo que abarca ese periodo de los 5 a los 13 años, pero son bastante pocas. Sin embargo, la cosa empeora cuando cumple los 17, porque de ahí en adelante está el resto de imágenes.

Pero lo siniestro no es que salga en sus fotos, sino que desde la primera hasta la última, el rubio no ha cambiado nada, como si el tiempo no pasara para él.

Intenta encontrarle alguna explicación, es cierto que hay personas que casi no se les nota el pasar de los años, pero han pasado casi veinte años y, a primera vista y lo poco que puede observar, ese chico se ha mantenido en sus veinte, lo único que ha ido cambiando ha sido su vestimenta acorde a lo que se llevaba en aquella época.

Deja todo a un lado porque se está saturando, le está dando dolor de cabeza y tiene que comenzar a editar si quiere entregar el trabajo a tiempo, ya que no es el único que tiene en manos para acabar.

Se olvida del tema por unas semanas, se obliga a ello hasta que tiene todo acabado. Tampoco quiere adentrarse en un asunto que sabe que le va a traer quebraderos de cabeza, no va a sacar nada en concreto, no va a hallar ninguna explicación y mucho menos va a poder enfrentar a esa persona. Porque hasta ahora, él no se ha dado cuenta de su presencia ni una sola vez y es raro, porque a fin de cuentas, ese chico llama mucho la atención, su atención.

Sin embargo, no puede evitar hacer una foto con su móvil a la foto impresa donde mejor se le ve, enviarla a su ordenador y desde ahí buscar quien es ese chico. A primera instancia no hay ni un solo resultado, no hay rostros que coincidan con él, pero no se detiene e intenta buscar más a fondo, probando con otras imágenes y obteniendo el mismo resultado. No es hasta casi una hora después que, entre millones de resultados y, para su gran sorpresa, encuentra algo, un rostro que se parece al del chico rubio acompañado de otro, pero no llega a abrir la imagen, ya que su ordenador se apaga de repente, perdiendo todo lo que había buscado y lo poco que ha encontrado. 

Intenta encenderlo rogando para que no haya perdido nada, pero este no enciende dejándolo así con un mal sabor de boca, había logrado encontrar algo aunque no está seguro de si es el mismo chico, pero lo tenía ahí, a un solo clic y ahora no tiene nada. Cuando su ordenador enciende, ni siquiera se molesta en mirar si ha habido un milagro, porque es imposible, así que tan solo lo apaga de nuevo y vuelve a dejar el tema estar.

El tono de llamada de su teléfono móvil lo asusta, se ha quedado mirando a la pared de enfrente con la mente totalmente en blanco, podría haberse quedado así bastante tiempo si no fuera por el sonido. Tiene que levantarse de la silla para ir a buscar su teléfono a la cama, pero este deja de sonar justo cuando casi lo tiene en la mano. Revisa el número de teléfono, no lo tiene guardado así que es claramente alguien que no conoce, tampoco intenta hacer nada por averiguarlo, si es importante llamaran de nuevo y si no seguramente haya sido alguna empresa queriendo venderle un cambio de tarifa o queriéndole vender algo.

Pasa el resto de la noche con un bol de ramen en sus piernas, el móvil en su mano izquierda y la derecha mientras lo alimenta de forma automática. Seguramente no duerma en toda la noche debido a que va a adelantar trabajo, pero no es algo nuevo, es de los que suele dormir 5 horas máximo, su cuerpo no le deja descansar más por más que lo necesite, ha probado hasta a tomarse pastillas para dormir, pero solo funcionaron las dos primeras veces, después cualquier efecto desaparecía así que ha dejado de tomarlas.

El teléfono vuelve a sonar, son las 12 de la noche y el mismo número de antes aparece en la pantalla. Esta vez lo coge al segundo tono, esperando que alguien tras el otro lado de la línea le hable después de decir el típico "¿sí?" "¿Hola?" Se aparta el aparato de la oreja para mirar la pantalla y ver si la llamada sigue su curso, al comprobar que es así, se lo vuelve a acercar al rostro esperando que alguien diga algo, sin embargo, lo único que escucha es una pequeña carcajada que termina con el fin de la llamada.

Confundido, decide bloquear el número de teléfono para no recibir más llamadas. Ha sido la llamada más rara de su vida y eso que ha tenido varias, seguramente haya sido algún antiguo compañero queriéndole gastar una broma, o incluso se han podido equivocar o llamar por error. No le da muchas vueltas, aunque esa risa le ha dejado un poco tocado, claramente era un hombre por lo grave de esta, no era la típica risa de loco desquiciado que debería haber sido si fuera una broma no, era una risa sincera, nada forzada e incluso angelical a pesar de lo grave de esta.

Tonterías. No ha podido gustarle la risa de alguien que seguramente es un loco aburrido, ¿no? Pero JungKook es así, le gusta todo lo "raro" y eso ha sido lo más raro que le ha pasado en los últimos meses, aparte de saber que hay un chico que parece seguirlo a donde quiera que vaya y que, por un motivo u otro, parece no envejecer.

No vuelve a tener sorpresas. La mañana y las pocas horas de sueño pasan de forma rápida, ha salido a dar su carrera matutina, su hora de gimnasio y ahora está de regreso a su casa viendo como el verano poco a poco se va adueñando de la primavera, dejando que las flores poco a poco desaparezcan, las hojas verdes repueblen las copas de los árboles, el calor se cuele entre las prendas de ropa, el sol no deje paso a las nubes y sobre todo, que se escuche la risa de los niños que juegan en la calle gracias al buen tiempo.

Cuando abre la puerta de su casa y entra una vez se ha deshecho de los zapatos en el recibidor, se adentra al pequeño salón donde, si hubiera tenido algo en las manos seguramente ahora estaría tirado en el suelo, porque cuando entra a la estancia puede ver claramente a un hombre de espaldas a él observando un marco con fotos que tiene en la pared.

Deja escapar una maldición mientras se acerca a coger lo primero que tiene a mano, la escoba, sin embargo eso ha llamado la atención del hombre que se da la vuelta, dejando totalmente asombrado a JungKook al ver a quien tiene delante, pero antes de decir o hacer algo más, delante de él ya no hay nadie, tan solo está él y la escoba que ha terminado por agarrar y que gracias a Dios no ha colocado en su sitio.

Delante de él estaba el mismo hombre de las fotografías, el rubio al cual el paso de los años no afecta.

Pero, ¿estaba ahí de verdad o tan solo se lo ha imaginado?

 

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