Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 15

Perdida ©
Please Subscribe to read the full chapter

- 15 -

Taeyeon

 

¿Qué demonios acaba de pasar en este preciso momento?

No puedo borrar la sonrisa juguetona que bordea mis labios y, en su defecto, observar todavía su tímido andar lejos de mí. El corderito seductor perdió su valentía tan pronto entré a su propio juego.

—Sí te das cuenta de que se está yendo sola con Jessica, ¿verdad?

Jackson dice a mi lado. No sé exactamente en qué momento llegó y mucho menos cuánto tiempo lleva en silencio contemplando la escena. Está recargado en uno de los árboles comiendo cacahuates con entusiasmo.

—Hani estará con ellas —desestimo.

Él no se mueve, en su lugar extiende el paquete de cacahuates para ofrecerme.

—Sí, Hani estará con ellas —se impulsa para poder despegarse del tronco y acercarse a mí—. Pero ella no conoce tan bien a Jessica como Yuri, tú y yo.

Por un escaso segundo, el vello de mi nuca se eriza con su comentario. No es ningún secreto que los cuatro seamos muy unidos, pero desconocen el verdadero origen de nuestra cercanía.

Para empezar. Jackson, Yuri y yo somos conocidos por ser brabucones por naturaleza, sin embargo, Jessica lo es por su frialdad. No siempre fue así, en realidad la historia de Jessica tiene un trasfondo que pocos saben y que nosotros nos encargamos de resguardar.

—¿Qué intentas decir?

—No es ningún secreto que Jessica te ama, Taeyeon. —Dice, mirando en dirección por donde las chicas se fueron. Ya no había rastro de ninguna—. Y tampoco es un secreto que tú pareces interesada en la chica nueva. Las mujeres como Jessica pueden ser muy peligrosas cuando se sienten amenazadas y temo decirlo, pero Tiffany es su más fuerte rival ahora.

Tenso la mandíbula, no muy contenta con lo que él trata de decir.

—Al grano —pido.

—Te estás enamorando por primera vez, Tae —presiona mi hombro sin esfuerzo—. Todos nos estamos dando cuenta del impacto que ella provoca en ti. Sé que no es tu novia, pero la proteges de tal manera que no dejas dudas a los demás para creer que sí lo es.

Ambos nos miramos fijamente y sé que no tengo escapatoria, él piensa igual que mi terapeuta, la diferencia es que Jackson ha ido más lejos que ella al decir que me estoy enamorando.

No entiendo, ¿realmente es así como debe sentirse?

—Y Jessica no es la excepción —señala el punto—. Sé cuidadosa, Tae, no sabemos qué método usará Jessica está vez.

Con amargura termino asintiendo y comienzo a debatirme si debería ir a casa de Jessica para asegurarme que las aguas estarán tranquilas o darle mi voto de confianza plena.

 

Toda la tarde me la pasé desvariando y mirando mi teléfono celular más de la cuenta, no sé qué es lo que esperaba encontrar si lo miraba fijamente. Pero jamás encendió su pantalla con alguna novedad interesante.

Escucho la puerta del salón deslizarse y poco después ser cerrada. Nuevamente no quiero ver detrás de mí, permanezco en el borde de la ventana mirando hacia fuera como de costumbre.

Hoy es uno de esos días que prefiero aislarme y alejarme de todos. Estoy y no estoy.

—Has estado muy callada. —Oigo su voz tranquila.

A través del cristal de la ventana puedo ver su figura femenina alzándose por su altura. Sus brazos cruzados por debajo de sus pechos y mirada desinteresada. Yuri es así, distante de algún modo y al mismo tiempo tan cercana.

—No es nada.

¡Claro que es algo! Eso es lo que sus ojos gritan porque de su boca no saldrá algo más. A veces me sorprende lo bien que ellos pueden llegar a conocerme.

—Jessica está preocupada —dice. Giro el rostro para mirarla mejor—. ¿Sucedió algo?

Sonrío ladina. Jessica el día de ayer no podía dejarme en paz y todo porque Tiffany se fue con ella, pero eso quedó en segundo plano cuando comprobé que no había daños.

—No —respondo.

Y no es suficiente para ella.

No pienso decirle lo que encontré esta mañana en el parabrisas de mi auto cuando salí con Yuqi para ir a clases, las dos miramos el sobre curiosas y dedicamos los siguientes segundos a mirar en todas direcciones en busca de alguien que haya dejado la carta, porque en ella solo estaba escrito mi nombre.

Lo he visto en cada oportunidad que tengo, pero no tengo el suficiente valor para abrirlo y verificar que no es una amenaza de muerte. Quizás alguien ya se enteró de que Sung Jo no es solo mi jefe y eso complicaría muchas cosas para él. De algún modo siempre quiere tener el control y separados los mundos en los que se mueve.

—Taeyeon… —Nuevamente presto atención a su rostro—. ¿Qué…

La puerta se abre bruscamente, cortando su intento de preguntar nuevamente qué pasa conmigo este día. Las dos miramos a la entrada, por donde Jackson entra con una amplia sonrisa plasmada en el rostro.

Detrás suyo y siendo arrastrado por Hyun, viene el nerd. Verlo me hace olvidar todo el torbellino de la mañana y me regocijo con su presencia. Jackson patea detrás de sus rodillas para que se hinque frente a mí, es como una ofrenda y no puedo evitar disfrutar ver la agonía en el rostro de nuestro soplón.

Me pongo de pie, lista para empezar con la tortura. Sonriente me llevo las manos a los bolsillos delanteros de mi saco y me inclino un poco para estar a la altura de su rostro, sin embargo, mantiene la cabeza gacha.

—Cuiden la puerta —Yuri ordena a Hyun, quien inmediatamente sale y cierra detrás de él, dejándonos a los tres con el nerd.

—¿Dónde lo encontraste? —Pregunto a Jackson sin dejar de ver a nuestra rata.

—Fue más sencillo de lo que pensé —Jackson sacude sus manos como si hubiera polvo en ellas.

—¿Baños?

Él ríe cortamente antes de asentir furtivo.

—Parecía un cerdo tragando a escondidas en uno de los cubículos del baño de hombres —tuerce el gesto—. Amigo, ¿no es asqueroso comer en los inodoros?

Nuestra victima lo ve unos segundos antes de volver a la misma posición sumisa, su cuerpo tirita a causa del miedo y no responde la pregunta.

Suspiro.

—Han pasado las veinticuatro horas —informo antes de erguirme delante de él—. Espero hayas pensado bien lo que hablamos ayer en la cafetería y hoy tengas las respuestas que necesito. —al parecer no obtendré lo que quiero, por lo que termino plantándome mucho más cerca de él—. Te estoy hablando, idiota.

Tomo un puñado de su cabello para alzarle el rostro y por fin logro hacer que me vea. Unas débiles lágrimas empiezan a abandonar sus ojos.

Patético.

—Lo siento, lo siento, lo siento… —repite una y otra vez. No es eso lo que quiero escuchar—. Yo no fui, te lo juro que no fui.

Sus manos están delante suyo, juntas para implorar mi perdón.

—Idiota, si ni siquiera hemos empezado con el interrogatorio —se burla Jackson—. Taeyeon quiere respuestas, no que pidas perdón inútilmente. ¿Piensas que te va a dejar ir así de fácil? —Ríe—. ¡No! Así que te aconsejo que respondas antes de que pierda la paciencia y te de una paliza para hacerte hablar de una vez por todas.

Yuri arrastra una silla para estar cerca, se sienta con tranquilidad y observa fijamente al nerd sin decir nada. Ella es así, no suele involucrarse demasiado físicamente, pero suele romperles la voluntad con su insensibilidad.

—¿Q-qué… respuestas? —Dice temeroso.

—Sabes muy bien de qué hablamos —increpo—. Pero por si hay dudas. Quiero que me entregues la cabeza del idiota que ha dado toda la información de mi chica. —Su cuerpo tiembla al escuchar la dureza de mi voz.

Retrocede cuando doy un paso más cerca, cayendo sentado y mirándome con pánico. Lo está pensando seriamente y no me gusta que lo piense demasiado. Es tan sencillo como darme un maldito nombre y lavarse las manos.

—Amigo, solo es un nombre. Pensarlo solo hará que ella enfurezca y te parta la cara de un puñetazo. En este momento no estás para proteger a quien sea que estés protegiendo, ¡protégete a ti mismo, amigo!

Su cabeza gira de una dirección a otra, entre Jackson y yo.

—¿Quién fue? —Exijo.

Traga saliva rápidamente.

—Lo siento.

Apenas las palabras salen de su boca, mi puño va directo a su ojo izquierdo. Cae al piso quejándose y lloriqueando. Jackson lo ayuda a incorporarse y Yuri solo saca un pañuelo de su bolsillo.

—Úsalo —me dice—. Si el director se da cuenta de que traes los nudillos lastimados y ve a este estúpido golpeado, estarás en problemas.

Declino el pañuelo.

—Sé que dije que no te lastimaría —suelto—. ¡Pero no estás cooperando!

—Siéntate, Taeyeon —Yuri me toma del hombro, ofreciéndome la silla donde ella había estado—. Deja que Jackson y yo te demos un espectáculo.

Tenso la mandíbula, pero termino accediendo. En mi estado dudo mucho que pueda controlarme y sé que golpeándolo no lograré sacarle demasiado.

Ambos se quitan el saco del uniforme y doblan las mangas de la camisa blanca por encima del codo, listos para proceder con brutalidad de ser necesario. Observo tranquila como Yuri lo toma por el cabello y lo hace mirarla.

—Haznos un favor, amigo. Deja de victimizarte y habla de una vez —presiona con fuerza, provocándole un grito lastimero—. Quien te haya pagado para sacar información de Tiffany es una basura, no merece la pena que sigas protegiendo lo indefendible. Te aseguro que esa persona no tardaría en señalarte a ti como el único culpable, ¿eso quieres?

Lo suelta y su cabeza cae con la gravedad.

—¿Hablarás? —Pregunta Jackson detrás de él. No responde.

Lo siguiente que ocurre es que Jackson lo patea en el estómago, sofocándolo.

—¿Qué dices ahora? —Vuelve a preguntar. No hay respuesta.

Ahora es Yuri quien le da una patada en las costillas. La rata se retuerce y gimotea del dolor. Jackson se acerca a él para darle otro golpe.

—¡Fue Hyuna! —Grita y los tres lo miramos—. E-ella… m-e pidió que hackeara todas las cuentas de la nueva e investigara todo de ella.

Se cubre temeroso el rostro cuando me pongo de pie con brusquedad, lo tomo de las solapas del saco para que me mire, tengo que comprobarlo.

—¿No estás mintiendo? —Niega tembloroso y sé que es la total verdad. Lo suelto e instantáneamente cae al piso—. Más vale que nadie se entere de lo que acaba de pasar aquí —advierto—, o yo misma me encargaré en verdad de ti.

Asiente furtivo.

—¿Qué quieres hacer? —Yuri acomoda su saco y sacude su falda como si hubiera suciedad.

—Yo me haré cargo de este problema.

Esa hija de puta está yendo demasiado lejos por un simple acostón.

 

Tiffany salió de su casa en el momento justo que Byul cortaba nuestra llamada, no reparé en su vestimenta o si se había maquillado un poco más. Solo me subí al coche y esperé a que ella lo hiciera. Estuve reprochándome todo el día por haberle seguido el juego y me sigo reprochando ahora por haber venido para cumplir lo que dijo.

El celular vuelve a sonar dentro del bolsillo de mi chaqueta y no tardo en revisar, nuevamente Moonbyul. Desde que le dije sobre la extraña carta que encontré en mi parabrisas, no ha dejado de llamarme.

Quiere que vaya con Sung Jo para que sea él quien la abra y verifique si es una sentencia de muerte.

—¿Te preocupa algo?

Presiono las manos en el volante, había olvidado su presencia e inconscientemente también estoy yendo por otro camino.

—No.

Hace una mueca que llega a la inconformidad.

—¿A dónde iremos? —Pregunta.

Hago un esfuerzo por alejar de mi mente la carta y centrarme en ella, en Tiffany.

-I don't know. ¿Dónde te gustaría ir?

Abre la boca, pero nuevamente suena mi teléfono celular. Respondo e inmediatamente una respiración pesada me hace fruncir el ceño. Tengo que orillarme o terminaré chocando el auto con Tiffany a mi lado.

Ella observa mi rostro y puedo notar la angustia pintándose en el suyo. Trato de relajarme.

—¿Quién eres? —Refunfuño.

La llamada se corta después de una corta risa profunda.

¿Qué clase de juego enfermizo es el que tratan de jugar conmigo?

—¿Te importa si hacemos una parada?

No espero una respuesta porque ya estoy tomando el camino indicado.

Veinte minutos después de silencio incómodo y tensión, llegamos a la zona más acaudalada de la ciudad. Ingreso el código en uno de los portones para ingresar sin problemas, cerca un guardia me saluda con amplia sonrisa, señalando dónde puedo estacionar mi auto.

Extrañamente hay demasiados y no puedo estacionarme cerca de la casa de Sung Jo.

—Lamento hacerla estacionar tan lejos de casa, señorita Kim.

—Descuida.

Es lo único que tengo que decirle. Tomo la mano de Tiffany, guiándola a través de un amplio camino de grava hasta llegar a la zona pavimentada. Conforme más nos acercamos, se puede escuchar música y risas.

—¿Qué hacemos aquí?

La observo de reojo y me doy cuenta de que está descubriendo demasiado de mí. Es peligroso que ella sepa tanto.

—Señorita Kim.

—Señora Cha.

La mujer sonríe falsamente y yo no correspondo.

—No sabía que vendría a casa hoy.

—Yo tampoco —me quito la chaqueta para dársela, pero antes saco el sobre cerrado del bolsillo—. ¿Megan?

—La señora se encuentra en el patio trasero, señorita. ¿Gusta que la llame o prefiere ir a buscarla?

Esta mujer me desprecia tanto, es tan tradicionalista que repudia mi persona por completo y yo la repudio a ella.

—No…

—¡Querida! —Megan corre tan rápido como sus altos tacones le permiten para envolverme en sus brazos. Besa mis mejillas con emoción y observa a Tiffany con complicidad—. No sabía que vendrías a casa, cariño, de seguro tu padre olvidó decírmelo —ríe contenta y yo me tenso. La información que Tiffany escucha es secreta y me parece descuidado que Megan hable como si fuera lo más normal.

—No deberías beber demasiado, Meg —frunzo el ceño y ella ríe a carcajadas.

—No seas tan quisquillosa como tu padre. Ven, vamos a que conozcas a unos amigos —toma mi mano y tira de ella para hacerme caminar—. Tú también, querida —le dice a Tiffany, tomando su mano también.

Se ve perdida y confundida. Lo comprendo, no tiene idea de cuánto.

—Espera. ¿Dónde está papá?

Megan sonríe, gustosa de oírme llamarlo papá porque muy pocas veces lo hago. Señala con la cabeza en dirección a las escaleras, sin embargo, él sale de la cocina con un plato lleno de postres que seguramente quería comerse a escondidas de Megan.

Su rostro es un verdadero poema, primero asustado porque su esposa lo ha atrapado con las manos en los postres y luego sorpresa por verme ahí.

—¿Por qué no me dijiste que vendría hoy? —Megan hace una voz de reproche contra Sung Jo.

—Yo tampoco sabía que vendría —se defiende, acercándose a nosotras. La señora Cha toma el plato que se extiende en su dirección y pronto lo tengo palmeando mis hombros con suavidad. Sé que le emociona verme, lo noto en su amplia sonrisa—. ¿Querías sorrendernos?

Hago una mueca y niego.

—¿Podemos hablar?

Su gesto cambia a uno más serio cuando nota que no soy la misma de siempre.

—Meg, cariño, ¿por qué no le muestras los alrededores a está bonita señorita? Taeyeon y yo tendremos un tiempo a solas. —Se gira para sonreírle a Tiffany, que sigue preocupada—. Taeyeon irá por ti pronto, cariño. Diviértete.

Ambos observamos como Megan la arrastra consigo y trata de distraerl

Please Subscribe to read the full chapter
Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!
DorkyKawaii
No se preocupen. Sí habrá una segunda parte. ¡Pronto sabrán más!

Comments

You must be logged in to comment
yoonalim__ #1
Chapter 1: Todavía no entiendo la historia, cómo es, por qué hay peleas en la escuela y quién es realmente Taeyeon y no me gusta que Taeyeon fume, es tan repugnante.
yoonalim__ #2
parece interesante
ashleyurdiales24 #3
Woow yo ya creía muerta esta historia pero después recordé y la encontré aquí después de los problemas que hubo en wattpad ya no recuerdo que pasa en la historia así que voy a leer la de nuevo como de que no uwu, estoy feliz de leerla pero a la vez triste por que ya esta terminada:( pero bueno nunca es tarde byeee✨
CrystalG
#4
Chapter 21: AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!! esto es demasiado para mi corazon!!!
DEMONIOS AUTORAS QUE ESTABAN PENSANDO!!!!!!!!
No puedo con tanto!!!!

PD: Bienvenida de nuevo a casa DorkyKawaii :)
angeles48 #5
Chapter 21: Wow! Eso no me lo esperaba!
Espero por la segunda parte
Gracias por actualizar!!!
taenylovesnsd #6
Chapter 21: Y sigo en nada, espero la segunda parte si o si
Snsdmygirls #7
Chapter 21: Dime que hay otra parte un algo ihhh
Snsdmygirls #8
Chapter 21: Pero-como
Snsdmygirls #9
Chapter 20: Voy a llorar
Snsdmygirls #10
Chapter 20: AHH NO ME PODES DEJAR ASÍ