Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 12

Perdida ©
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Taeyeon

 

Debo decir que la mañana del sábado se ha tornado bastante activa, desde la abuela abriendo mis cortinas a las seis de la mañana, hasta el mensaje privado redactado por uno de los gatos de mi jefe. El mensaje no decía demasiado, solo unas cuantas indicaciones del lugar y hora exacta para presentarme.

Moonbyul no tardó en aparecerse por mi casa poco después, desayunó con nosotras y ambas nos marchamos inmediatamente para cumplir con nuestra labor. Dejamos su auto a unas cuantas calles, cerca del centro, y llegamos andando a nuestro destino.

Estaba de buen ánimo, lo cual es muy extraño. Pero endurecí mis facciones apenas crucé la puerta de aquella oficina de improvisada.

—¿Cómo entraron?

Un hombre medio gordo, cabello grisáceo y dientes amarillentos nos miraba con desprecio. Tenía una camisa azul rey demasiado brillante con los tres botones desabrochados, dejando al descubierto parte del torso. Del cuello colgaba una gruesa cadena de brillante oro falso y en la muñeca izquierda portaba un reloj de falsos diamantes.

—Por la puerta. Dah.

Ni rápida ni perezosa, Byul se abrió paso en la habitación, analizando de un lado a otro y dejándose caer en la silla detrás del escritorio sucio.

—Eh, niña. Sal de ahí. —Replicó el señor inmediatamente—. No sé qué buscan, pero como no se marchen, llamaré para que las echen.

El hombre estaba a la defensiva, tanto, que me causó gracia.

En lentos movimientos, ingresé, cerrando la puerta detrás de mí. La oficina no era tan grande como imaginé y ahora tiene demasiado sentido que se haya enrollado con personas como nosotros.

—Pero ¿por qué tan mal anfitrión? Nosotras solo estamos aquí por negocios.

Tomé la placa de plástico que lleva su nombre.

—¿Negocios? Niñas, no estoy para juegos. Si quieren trabajo, vayan con algún chulo o directamente a un prostíbulo —desestimó, arrebatándome de las manos la placa.

Torcí un poco el cuello, lo suficiente para mostrar algo de confusión. Byul subió los pies al escritorio y abrió uno de los cajones.

—Uf. Qué malos gustos tiene, amigo. —Sacó una fotografía de un hombre con peluca y maquillado. Era feo, no lo digo por su apariencia, si no por el espantoso trabajo que le hicieron.

Arrebaté la fotografía de sus manos para mirar más de cerca, eso hasta que el mismo viejo me la quitara de las manos. No me sorprendí de verle el ceño fruncido, una mueca torcida en los labios y los orificios nasales oscilando con las fuertes respiraciones que daba. Sí, se son demasiado molesto.

—¡Es suficiente de sus idioteces! —Vociferó.

A pasos firmes salió de la oficina con destino desconocido para nosotras, pero no nos preocupamos. Me miré las uñas mientras esperaba a que lo trajeran de regreso para mí, y en tanto, me mordí un padrastro molesto al costado de la uña de mi pulgar.

—¿Qué harás después? Descubrí un buen lugar donde venden tu helado favorito, ¿por qué no vamos a probar y les llevamos un poco a las chicas?

Sonreí automáticamente. Ella hablaba de mi abuela y mi hermanita; las chicas.

—No suena mal.

La puerta se abrió abruptamente. Dos hombres entraron sosteniendo al fugitivo.

—¡¿Quién demonios son ustedes ?!

Me acerqué a él para poder hablarle y comunicarle la razón de mi visita.

—Se lo dije antes. Estamos aquí por negocios. —Deambule de un lado a otro, fingiendo no verlo—. Me pidieron que fuera respetuosa, pero si el socio se ponía agresivo, también lo hiciera.

Sentado en la silla vieja, apretó los nudillos con fuerza.

—¿Tú qué vas a saber de negocios, niña estúpida? Este mundo es de hombres y tú siquiera sabes de lo que hablas.

Planté los pies delante de él.

—Mi jefe no está nada contento con usted. Dijo que ha sido paciente cuando usted mismo le ha cerrado la puerta en la cara. Qué grosero de su parte hacer eso con la persona que le salvó el trasero financieramente —comuniqué—. Los intereses han aumentado y soy quien viene a cobrar cada centavo.

Su reacción fue escupirme en la cara y la de Byul fue darle un golpe en el estómago.

Sacudo de mi ropa la suciedad y sonrío al tipo hincado delante de mí con lágrimas en los ojos. No fue para nada difícil someterlo y ahora ha sido disminuido después de que alardeara sobre sí mismo. Porque el golpe que le dio Moon no fue suficiente para callarlo.

Mis nudillos están rojos y un poco raspados por los golpes. Los limpio con el pañuelo que Byul me tendió cuando me acomodé la chaqueta. El labio me sangra débilmente, lo sé por el sabor ferroso en mi lengua. Para fortuna mía todos aman golpearme en el rostro y romperme el labio. Doy un paseo alrededor, valorando el mobiliario. No lo había hecho desde que ingresamos. Para mí es un lugar mugriento y sucio, pero es seguro que son buenos muebles. Río mientras tomo una fotografía del escritorio.

—Tiene una muy linda familia, señor Lee. Sería una pena que ellos se volvieran flanco indefinido por su culpa, ¿no es así? Además de que podemos usar su secreto mejor guardado para destruirlo.

Él tiembla e implora por el perdón y la salvación de su familia. Estoy segura que más de esa humillación es por saber su desviada orientación. Limpio la sangre goteando en mi ceja y sonrío divertida por la situación.

—¿Sigue sin querer cooperar? —Cuestiono, tomando un puñado de su cabello para que me mire.

Se queja por el dolor.

Hay sangre en su rostro, pero al fin he borrado de mi mente su imagen vulgar.

—¿Es todo lo que tienes para mí, bastarda? —Se burla. Y pensar que hace un momento suplicaba por su familia.

—Si yo estaba en tu lugar, tragaría mis insultos y diría todo lo que quieren escuchar —golpeo su cabeza contra la mesa—. Ahora, más vale que sueltes todo o no podrás evitar la muerte.

Escupe en mi rostro por segunda vez, colmando la poca paciencia que me quedaba. No morirá, al menos no a mis manos. Yo solo dejaré un grato recuerdo de su deuda.

—Sólo eres una zorra jugando a ser gánster. Deberías devolverte al prostíbulo del que te sacaron —ríe.

Tomo la pistola detrás de mi espalda y la carga, le daré un tiro en la sien para callar su estúpida boca de una vez por todas. Apunto el arma en su sien y él sigue riendo.

—Esto es lo que quieres, ¿eh? Anhelas que te dé un tiro para sacarte de la tortura —es mi turno de burlarme—. Estas equivocado, sólo alargaré tu sufrimiento.

Disparo en una de sus piernas y al instante cae de la silla, gritando por la bala atascada en su carne.

—Eso es para recordarte que nosotros no estamos jugando. Te haré una visita pronto para recibir el dinero que debes.

Byul lanza el bate a uno de los tipos que estaban con nosotras.

—Llévenlo al hospital, el pobre hombre apenas si alcanzó a escuchar la advertencia. Encárguense de él y de que no hable. Nosotras iremos a terminar el asunto con el jefe.

 

Fumábamos tranquilas cuando el carro blindado de nuestro jefe se estacionó delante de nosotras. Tiré la colilla apenas salí del coche y la pisé con la punta de mi zapato. El gorila que siempre la hace de chófer, abrió la puerta para mí, indicándome que él ya estaba ansioso por verme.

Nada nuevo pasó en esos minutos dentro de ese vehículo, finiquitamos y acordamos una nueva reunión, lo puse al tanto sobre la situación de hace unas horas y el final de la misma.

—Tan eficiente como siempre —tiene una sonrisa orgullosa en el rostro.

Este hombre mayor, con pocas arrugas y sonrisa jovial, no es lo que aparenta ser para aquellos ladronzuelos y extorsionadores.

—Me instruyó muy bien.

Ríe sonoramente, causando en mí la sensación de que realmente estoy haciendo algo bien estando a su lado. Durante años, escuché decir de la voz de aquel hombre atroz mil cosas horribles de mi persona y la basura que recalcaba era, para este señor sentado a mi lado, soy un tesoro.

—¿Le diste mi regalo a la pequeña Yuqi? —Reprimo la sonrisa intrusa que quiere pintarse en mi rostro con solo escuchar el nombre de mi hermanita. Gesticulo un silencioso sí acompañado con un movimiento de cabeza—. ¿Le gustó? —Vuelvo a repetir el gesto—. Me alegra mucho. Meg estuvo como loca buscando el regalo ideal. Ya sabes cómo es cuando se trata de ustedes. Se sentirá satisfecha.

La señora Megan es una persona particular e inusual. ¿Cómo puede querer tanto a dos huérfanas? No alcanzo a comprender del todo el origen de todo ese cariño que tiene por mi hermana y por mí, pero es agradable sentir que hay otras personas a las que de verdad les importamos. Cuando apareció en la entrada de nuestra casa con ese vestido extravagante, joyería destellando y su carísimo perfume impregnando el aire, desconfíe de sus intenciones.

Fue sorprendente cuando envolvió sus brazos alrededor de mí en un apretado abrazo y acarició mis mejillas luego de apartarse. Su sonrisa, tan inmensa y brillante, cegaron un segundo mi juicio. Su único delito es ser buena.

—¿Te parece bien si se pasan por casa un día de estos? Meg estará feliz de tenerlas a las tres.

Observo directamente a los ojos de Sung Jo antes de siquiera dar una respuesta. Él también tiene un delito como su esposa: es ingenuo. No para los negocios, de serlo su vida estaría acabada y el negocio en manos de otro. Su ingenuidad radica en la verdad que enmascara cuando está conmigo. Teme que la sepa y repudie su presencia.

Sin embargo…

Desvío la mirada al pequeño estuche de terciopelo azul zafiro descansando en mi mano derecha. Dentro y, bien protegido, se haya un anillo elegante con gravados similares al que él porta en el dedo meñique. Su padre le dio uno cuando tenía mi edad, por lo que quiso tener el mismo gesto conmigo.

Sung Jo no debería temer por esa verdad.

—Seguro. Le diré a la abuela.

Soy premiada por una sonrisa genuina, esas que le marcan las líneas de expresión.

Siendo honesta, a veces pienso que todo lo bueno que él me da y hace por mí, se diluirá como un terrón de azúcar en el agua. Se esfumará de un día a otro. O lo perderé como perdí a mi madre. Porque él no teme al monstruo que habita en los recovecos oscuros de mí y eso lo hace vulnerable.

Nuestra reunión termina conmigo sintiéndome muy tranquila. Los dos nos quedamos de pie en la acera, mirándonos fijamente.

—Hoy hiciste un buen trabajo. —Repite sus palabras—. Ve a casa a descansar y dale mis saludos a la abuela. Le diré a Meg que te vi hoy, se pondrá celosa.

Su risa es un poco estridente. Él y su esposa son un poco extraños, los dos compiten por nuestro afecto.

—Mejor que sea un secreto. —Palmea mi hombro con suavidad—. No quiero dormir en el sofá.

—Lo será.

Los dos sonreímos.

—Será mejor que te deje ir. Esa chica Byulyi debe estar aburrida esperándote. Agradécele de mi parte por haberte cuidado hoy también. —Asiento—. Estamos en contacto, hija.

—Sí. Cuídese, padre.

El chofer mantiene la puerta abierta para Sung Jo, quien se sube con una gran sonrisa. Inclino mi cuerpo a modo de reverencia por unos segundos.

—Recuerda llevarlo contigo. —Dice.

Frunzo el ceño, confundida por sus palabras. Entonces me doy cuenta que habla del anillo cuando se señala el suyo.

—Sí, padre.

No hay necesidad de decir algo más. La puerta se cierra delante de mí y pronto el motor ruge a la vida, pero no se mueven. Por la ventanilla polarizada, se asoma Sung Jo.

—Casi olvido darte esto. —Es un sobre muy conocido y que la abuela recibe a regañadientes—. Dile a la abuela que no se preocupe, es dinero limpio.

—Gracias.

Tomo el sobre en mis manos.

—Hasta pronto, hija.

Sonrío como despedida y pronto se aleja de la acera.

Yo me quedo ahí de pie, anclada. El sol brilla sobre mi cabeza y la paz se va diluyendo poco a poco, llenando nuevamente mis sentidos con el ajetreo de mi pequeña ciudad. Sostengo el sobre con la mano derecha y en la izquierda, el anillo empieza a hormiguearme en la piel. Se siente extraño en mi dedo, se abraza con firmeza y delicadeza. Me pregunto cómo dio con la medida exacta, pero es muy bonito a la vista; con sus acabados finos y pequeños zafiros rojos destellando a contraluz.

—¿Ya podemos largarnos?

Compongo mis gestos a uno más neutral antes de gir

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Thank you!
DorkyKawaii
No se preocupen. Sí habrá una segunda parte. ¡Pronto sabrán más!

Comments

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yoonalim__ #1
Chapter 1: Todavía no entiendo la historia, cómo es, por qué hay peleas en la escuela y quién es realmente Taeyeon y no me gusta que Taeyeon fume, es tan repugnante.
yoonalim__ #2
parece interesante
ashleyurdiales24 #3
Woow yo ya creía muerta esta historia pero después recordé y la encontré aquí después de los problemas que hubo en wattpad ya no recuerdo que pasa en la historia así que voy a leer la de nuevo como de que no uwu, estoy feliz de leerla pero a la vez triste por que ya esta terminada:( pero bueno nunca es tarde byeee✨
CrystalG
#4
Chapter 21: AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!! esto es demasiado para mi corazon!!!
DEMONIOS AUTORAS QUE ESTABAN PENSANDO!!!!!!!!
No puedo con tanto!!!!

PD: Bienvenida de nuevo a casa DorkyKawaii :)
angeles48 #5
Chapter 21: Wow! Eso no me lo esperaba!
Espero por la segunda parte
Gracias por actualizar!!!
taenylovesnsd #6
Chapter 21: Y sigo en nada, espero la segunda parte si o si
Snsdmygirls #7
Chapter 21: Dime que hay otra parte un algo ihhh
Snsdmygirls #8
Chapter 21: Pero-como
Snsdmygirls #9
Chapter 20: Voy a llorar
Snsdmygirls #10
Chapter 20: AHH NO ME PODES DEJAR ASÍ