-¿Aún no has acabado por hoy?

Siyeon miraba como Yoohyeon volvía con resignación a su informe. Había acudido a la enfermería como de costumbre sabiendo que el turno de su amiga acababa a esa hora. Siempre solían aprovechar juntas las últimas horas de la tarde antes de ir a cenar al gran comedor.

-Hoy tenía bastante que hacer y Bora me ha estado distrayendo todo el tiempo. De todas formas no puedo marcharme con lo que le ha pasado. No puedo dejarla sin supervisión, esa chica es capaz de arrancarse el hueso de la pierna. Tendré que quedarme hasta que la señora White vuelva.

Siyeon dejó escapar un pequeño lamento. Yoohyeon le devolvió la mirada triste pero acabó sonriendo.

-Había pensado que tal vez, esta noche podíamos perdernos por ahí –le  guiñó un ojo al utilizar el término en clave que usaban para sus escapadas nocturnas. –Ha sido un día horrible y solo quiero salir y corretear por ahí.

Siyeon recuperó la energía con la que había llegado en un instante.

-¡Si! -Levantó los brazos celebrando. –Está bien, entonces te dejo para que acabes cuanto antes esto y puedas vigilar a esa gryffindor.

Iba a marcharse pero antes pareció recordar algo, se acercó a uno de los estantes y tomó un puñado de piruletas de un cuenco. Yoohyeon la miró con reproche pero ésta se limitó a reír y a salir a toda prisa antes de que pudiera regañarle.

Se encontró de nuevo con la chica de antes. Seguía justo donde la habían dejado y algo en