Se despertó y el dolor abrumó sus sentidos. Abrió los ojos de par en par pero todo daba vueltas. Intentó fijar la mirada, había alguien junto a ella que la llamaba.

-¿Minji? ¿Minji puedes oírme?

Yoohyeon sujetó con cuidado el rostro de la chica ayudándola a centrarse. Esta cerró los ojos con fuerza al sentirse mareada y soltó un pequeño lamento. Sin embargo, se inclinó hacia el tacto de los dedos de Yoohyeon. Los sentía fríos contra su piel y eso la aliviaba. La ayudante se dio cuenta enseguida de que su temperatura no era normal y colocó la palma de su mano sobre la frente de la chica. En efecto, parecía tener fiebre. Yoohyeon suspiró con resignación. Aquello no fue una sorpresa, era uno de los efectos secundarios esperados después de usar tanta magia sobre su cuerpo en tan poco tiempo. Su organismo había estado bajo mucha presión y esta era la consecuencia. Minji trataba de incorporarse pero obviamente no podía en su estado. No entendía lo que le pasaba y estaba asustada.

-Tranquila. Tuviste un accidente muy grave –Yoohyeon intentó que se mantuviera tumbada. –Ya sé que no te encuentras bien pero trata de calmarte todo lo posible, será lo mejor. Voy a llamar a la señora White, vuelvo enseguida.

Quiso levantarse pero Minji alcanzó a sujetar su mano antes de que pudiera hacerlo.

-…No. No te vayas.

De repente el corazón de Yoohyeon latió con más fuerza. El agarre de Minji era débil y podía haberse librado de él sin esfuerzo pero su cuerpo no quiso moverse.

-E-está bien.

Tomó su mano con firmeza y le apartó un mechón de cabello pegado a su mejilla por el sudor. La expresión de Minji reflejaba puro malestar y Yoohyeon sintió pena por ella ya que sabía que no podía hacer mucho por ayudarla esta vez. Se giró hacia el despacho de la enfermera y la llamó alzando la voz. Por suerte esta la oyó pese a tener la puerta cerrada. En el momento en que la mujer apareció y vio la escena soltó un soplido y maldijo por lo bajo.

-Sayre.

Yoohyeon vio el esfuerzo de la muchacha por prestar atención al oír su apellido. La enfermera hablaba despacio para que esta tuviera tiempo de asimilar sus palabras.

-Estás en la enfermería. Sufriste una caída durante el partido de quidditch y llegaste aquí en un estado crítico. Estas fuera de todo peligro y no quedaran secuelas del accidente. Algunos de tus huesos no se han recuperado del todo pero presentas síntomas de shock mágico por lo que no podrás recibir ningún tipo de asistencia mágica al menos durante las próximas 12 horas. El tratamiento tendrá que interrumpirse hasta que tu cuerpo se estabilice. No te voy a mentir, lo vas a pasar mal durante un buen rato.

Minji volvió a cerrar los ojos cansada por el simple esfuerzo de mantenerle la mirada a la enfermera. El mareo cada vez era peor y comenzaba a sentir nauseas.

-¿Has entendido lo que te he dicho?

La chica asintió débilmente. Entonces la enfermera se percató de algo y miró su reloj.

-¿Por qué estás aquí aun, Gray?

Yoohyeon abrió los ojos de par en par. Necesitaba una excusa para cubrir a Gahyeon.

-…Mmm… Olvidé algo aquí y he vuelto a buscarlo. Al entrar ha sido cuando he visto que Sayre estaba despierta y me he acercado porque parecía no encontrarse bien.

La joven aguantó la respiración un instante temiendo que la enfermera notase que mentía.

-Entiendo. De todas formas ya puedes irte, a este paso llegarás tarde a la cena.

Algo dentro de Yoohyeon quiso resistirse a la idea de marcharse. Minji seguía aferrándose a ella con desesperación. Vio a la señora White desviar la mirada hacia su despacho con preocupación y entonces supo que hacer.

-Déjeme quedarme. Usted tenía mucho trabajo que hacer hoy. Yo puedo estar pendiente de Sayre mientras se ocupa de todo lo demás.

La mujer pareció no estar muy conforme al principio pero era verdad que la muchacha no tenía buen aspecto y necesitaba atención.

-Está bien… pero antes busca a alguien que te traiga algo de cena.

La joven asintió rápidamente temiendo que la enfermera cambiase de opinión. Volvió a intentar levantarse pero esta vez se acercó a Minji antes para hablarle de cerca. Le acarició la mejilla y esta volvió a abrir los ojos ante el contacto inesperado.

-Vuelvo en un momento, no te preocupes. La señora White está aquí también, no pasará nada.

Salió a toda velocidad y corrió por los pasillos del castillo sin importarle las miradas que estaba atrayendo. Fue entonces cuando se topó de frente con Siyeon.

-¿Qué has estado haciendo? -La chica la había esperado como de costumbre pero no había aparecido. –Tardabas tanto que ya estaba yendo a buscarte a la enfermería.

Yoohyeon no perdió tiempo en recuperar el aire por lo que le costó hablar.

-Um… necesito un favor. Tengo que volver a la enfermería enseguida. ¿Podrías traerme algo de cena cuando acabes en el gran comedor? Cualquier cosa me vale –dejó un beso en la mejilla de la chica